Las plantas de verbena pueden ser una hermosa adición para cualquier jardín. Si bien requieren ser menos podadas que otras hierbas o plantas perennes, sí se requiere que las podes ocasionalmente para mantener un aspecto ordenado y fomentar el nuevo crecimiento. La poda más severa se debe dar a principios de primavera. Podrás disminuir la altura de la planta en verano para fomentar el florecimiento de las flores. Por otro lado, tendrás que sacar las cabezas de las semillas y las flores muertas en otoño. No obstante, evita podar demasiado, ya que eso podría detener el crecimiento de la planta.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Cortar a principios de primavera

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    Espera hasta que empieces a ver un nuevo crecimiento en primavera. Esto ocurre usualmente después de la última helada. Es posible que notes brotes verdes en la base de la planta u hojas que crecen en los tallos. Esta será una señal de que debes podar.[1]
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    Poda los tallos hasta que tengan 5 cm (2 pulgadas). Los tallos viejos son, por lo general, duros, leñosos y largos. Usa unas tijeras cortasetos para cortarlos y que, de este modo, un nuevo crecimiento verde se desarrolle, lo cual ocurre con frecuencia a unos centímetros del suelo. Esto hará que los brotes nuevos crezcan mejor, al mismo tiempo que impide que los brotes viejos llenen la planta.
    • Solo necesitarás que los tallos tengan 5 cm (2 pulgadas) de alto. La planta crecerá de nuevo rápidamente en este punto si cortas cerca del suelo. Si vez que algún brote se desarrolla en los tallos viejos cerca del suelo, corta justo por encima de estos.
    • Asegúrate de usar ropa que te proteja, como guantes, cuando podes en el jardín.
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    Saca el crecimiento muerto cerca del suelo. Revisa si algunos tallos o brotes se han vuelto marrones o si se han caído al suelo.[2] Corta el crecimiento muerto que esté allí. Coloca estos recortes en un montículo de compost o deshazte de ellos.[3]
    • Si ves que hay moho o manchas descoloridas en las hojas, córtalas ya que puede ser una señal de alguna enfermedad.
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    Saca las plántulas. Esto evitará que la planta se propague. Las plantas de verbena dejan caer semillas con mucha facilidad. Es posible que el jardín se vea sobrepoblado antes de que te des cuenta. Revisa si hay plántulas en forma de cruz alrededor de la base de la planta. Sácalas desde el suelo si no quieres que crezcan.[4]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Fomentar un nuevo crecimiento en verano

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    Inicia después del primer florecimiento en verano. Esto ocurre por lo general a mitad de la estación. Las primeras flores de las plantas de verbena suelen ser brillantes. No obstante, si no las podas, es posible que no produzcan más durante todo el verano.[5]
    • No temas podar las plantas mientras las primeras flores siguen en su lugar. Si las podas a principios, tendrás flores por todo el verano y otoño.
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    Poda un cuarto de toda la altura de la planta. Usa unas tijeras de jardinería o cortasetos. Corta desde la parte superior y no desde la inferior. Tendrás nuevas flores y brotes que reemplazarán el crecimiento viejo después de 15 o 20 días.[6]
    • Por lo general, solo se requiere hacerlo una vez después del primer florecimiento.
    • Asegúrate de usar ropa que te proteja, como guantes y mangas largas, antes de podar la planta.
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    Continúa podando ligeramente las puntas de la planta durante el verano. Una verbena puede crecer muy rápidamente, así que es posible que debas podar para controlar el crecimiento durante toda la estación. Para hacerlo, corta aproximadamente 5 cm (2 pulgadas) de los extremos de las plantas donde quieras controlar el crecimiento.[7]
    • Puedes hacerlo 2 o 3 veces durante la estación o según se requiera.
    • Esta técnica se llama poda apical. Esto puede ayudar a que la planta se ramifique, lo cual hará que la verbena tenga un aspecto frondoso y más lleno en lugar de uno inmenso o desigual.
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    Saca las hojas que presenten mildiú polvoriento. Las plantas de verbena suelen ser resistentes contra las enfermedades. Sin embargo, si el verano en tu zona es húmedo, es posible que debas quitar el crecimiento que presente mildiú polvoriento. Revisa si hay manchas blancas y polvorientas en las hojas. Si ves alguna, saca las hojas o poda la rama.[8]
    • Asegúrate de desinfectar las tijeras con alcohol, ya sea antes o después de podar las plantas enfermas.
    • Es posible que debas aplicar un fungicida o aceite de ním en la planta para deshacerte del mildiú polvoriento por completo.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Cortar las flores marchitas en otoño

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    Ten el objetivo de podar las flores marchitas 4 o 6 semanas antes de la última helada. Revisa un almanaque o algún servicio meteorológico para saber cuándo suele darse la última helada en tu área. Si no estás seguro de las fechas, planifica podar las flores marchitas a principios de otoño.[9]
    • Podar lo marchito es el proceso de sacar las flores, cabezas de las semillas y brotes muertos. Esto ayudará a que la planta produzca nuevas flores el próximo año.
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    Corta las flores muertas o caídas desde su base.[10] Corta las flores desde su base a medida en que empiecen a caerse, marchitarse o morir. También puedes torcer el tallo y pellizcar las flores o cabezas de las semillas. Colócalas en un montículo de compost o en la basura.[11]
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    Saca las cabezas de las semillas a menos que quieras que la verbena se propague con naturalidad. Las cabezas de las semillas son la parte superior de una flor que contiene las semillas después de que los pétalos hayan muerto o se hayan caído. Sacar estas cabezas evitará que la planta propague las semillas. Si quieres que la verbena se propague por todo tu jardín, no las saques.[12]
    • Si permites que la verbena se propague naturalmente, no podrás controlar su difusión. No obstante, es posible que las nuevas plántulas sean más fuertes y resistentes a las sequías que las que crecen a partir de esquejes.[13]
    • Algunas personas prefieren dejar las cabezas de las semillas en invierno debido a que ayudan a darle vida al jardín en esta estación. Si quieres lograr esto, saca las plántulas cuando cortes la verbena en primavera.
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    Evita podar en otoño para ayudar a que la planta sobreviva en invierno. Si bien cortar las flores marchitas es útil en otoño, evita podar más que eso. Esto ayudará a que la verbena sobreviva en invierno. Realiza cualquier poda adicional a principios de primavera en el siguiente año.[14]
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    Agrega mantillo alrededor de la planta para protegerla en invierno. Una vez que hayas terminado de sacar las flores marchitas, agrega una capa de mantillo alrededor de la base de la planta. Puedes usar un mantillo que contenga virutas de madera, hojas con moho o compost. Esto ayudará a proteger la planta en invierno.[15]

Cosas que necesitarás

  • tijeras de jardinería
  • tijeras cortasetos
  • guantes de jardinería
  • alcohol

Acerca de este wikiHow

Monique Capanelli
Coescrito por:
Especialista en plantas
Este artículo fue coescrito por Monique Capanelli. Monique Capanelli es especialista en plantas y propietaria y diseñadora de Articulture Designs, una innovadora firma de diseño y boutique en Austin, Texas. Con más de 15 años de experiencia, Monique se especializa en diseño botánico de interiores, paredes vivas, decoración de eventos y diseño de paisaje sostenible. Asistió a la Universidad de Texas en Austin. Monique es una diseñadora de permacultura certificada. Brinda experiencias de diseño de plantas y botánicos, desde pequeños obsequios hasta transformaciones completas, tanto para compradores como para clientes comerciales, incluidos Whole Foods Market y The Four Seasons. Este artículo ha sido visto 6181 veces.