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Los caramelos macizos son dulces que muchas generaciones conocen y siguen siendo populares aún, los cuales es preferible chupar que morder. Los caramelos tienen el beneficio de durar mucho tiempo conservando su sabor, lo cual los hace ideales para elevar las energías cuando se va de caminata, de campamento, cuando se está mucho tiempo fuera de casa, etc. Además, unos cuantos caramelos macizos pueden reemplazar el deseo de comer demasiados caramelos suaves. ¡Un poco hará mucho para dominar las ansias por el azúcar!
Lo mejor de todo es que son increíblemente fáciles de hacer, siempre que tengas los ingredientes y utensilios correctos. Una vez que estés familiarizado con el proceso para hacerlos, será muy probable que te anime a hacer más tandas. En el presente artículo, aprenderás a hacer la receta básica, caramelos de fruta, chupetines y caramelos largos de cebada.
Ingredientes
Receta básica:
- 2 tazas de azúcar
- 2/3 taza de jarabe de maíz claro
- 3/4 taza de agua caliente
- Colorante para alimentos
Caramelos de fruta:
- 450 g (1 lb) de azúcar
- 100 g (4 oz) de glucosa en polvo
- 1 cucharadita (5 ml) de cremor tártaro
- Unas cuantas gotas de extracto (esencia) o aceite saborizante de fruta: pera, fresa, durazno, albaricoque, naranja, limón, grosella negra, mango, etc.
- Azúcar en polvo (o glas) para espolvorear
Chupetines:
- 450 g (1 lb) de azúcar
- 1 cucharada (15 ml) de glucosa en polvo
- 3 o 4 saborizantes y colorantes para alimentos (aceite de naranja, aceite de limón, sabor de frambuesa, aceite de hierbabuena, etc.)
- 150 ml de agua
Caramelos largos de cebada:
- 250 g (9 oz o 1¼ tazas) de cebada descascarillada
- 5 litros de agua
- 1 kg (2¼ lb o 4 tazas) de azúcar
Pasos
Como la elaboración de caramelos es precisa, es importante que como principiante conozcas unos cuantos puntos básicos antes de intentar una de las siguientes recetas.
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1Antes de hacer cualquier tipo de caramelo, lee todas las instrucciones de la receta. Deberás conocer bien lo que exige la receta antes de empezar, porque para hacer caramelos, es necesario que haya un control preciso de la temperatura y se realicen ciertos pasos en los momentos especificados por la receta. Lo más importante que deberás recordar es que si dejas de vigilar los caramelos, ¡se quemarán!
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2Revisa la temperatura antes de hacer caramelos. No deberás hacer caramelos cuando el clima tenga una alta humedad o llueva, sino será difícil que se solidifique. Revisa la temperatura ambiente: deberá estar a unos 15 a 20 °C (70 °F) y tener una humedad baja.
- Si tu única opción es hacerlos bajo condiciones de temperatura no óptimas, podrías cocinar el almíbar a 1 o 2 grados más de lo que recomienda la receta.
- La altitud afectará el resultado: si vives a una gran altitud, quizá tengas que modificar la receta según las recomendaciones usuales para cocinar a gran altitud.
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3Si no tienes un termómetro de repostería de buena calidad, cómpralo. Tendrás que estar contento de trabajar con gran precisión a la hora de hacer caramelos, pues es una ciencia, además de una arte.
- Para mayores detalles para seleccionar un termómetro de repostería, averígualo en wikiHow.
- Nunca toques la base de una cacerola con un termómetro de repostería. La cacerola siempre deberá ser lo suficientemente alta para que el termómetro no toque el fondo de ella cuando se lo cuelgue en el borde.
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4Evita cambiar las cantidades de los ingredientes en una receta. Son precisas justamente porque funcionan. Incluso duplicar los ingredientes en una receta así puede terminar mal.
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5En cuanto a la fuente de calor, opta por un quemador que sea más ancho que la cacerola que vayas a usar. Así tendrás la garantía de que se caliente de manera uniforme.
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6Conoce cómo probar la dureza del caramelo. Podrás hacerlo manualmente o con un termómetro. El termómetro será lo más fácil, pero te será práctico conocer la temperatura manualmente, cosa que podrás aprender antes de hacer una receta leyendo “Cómo probar la dureza del caramelo”.Anuncio
Método 1
Método 1 de 4:Receta básica
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1Reúne los ingredientes y utensilios necesarios antes de empezar. Ten todo en su lugar.
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2En una cacerola grande, mezcla la azúcar, el jarabe de maíz y el agua. Revuelve a fuego medio hasta que la azúcar se haya disuelto, aproximadamente 5 minutos. Sin revolver, deja que la mezcla empiece a hervir, lo cual tomará otros 5 minutos.
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3Eleva la temperatura a una alta mientras hierva.
- Justo antes de que el líquido llegue exactamente a los 150 °C (300 °F), añade el colorante para alimentos y saborizante a la mezcla. De esta manera, la ebullición permitirá incorporar el color y la azúcar a la mezcla.
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4Mira el termómetro hasta que la temperatura llegue exactamente a los 150 °C (300 °F) (si no tienes un termómetro de repostería, llena un vaso con agua helada y echa una gota del caramelo líquido. Si esta se solidifica en forma de bola y flota a la superficie, estará lista para el siguiente paso). Saca la mezcla del fuego inmediatamente, ¡sino se quemará!
- Después de sacar la azúcar del fuego, la temperatura seguirá subiendo, pero no será un problema si la has sacado del fuego a 150 °C (300 °F).
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5Cuando todavía esté muy caliente, echa un poquito del aceite saborizante o varias gotas del colorante para alimentos de tu elección. Mézclalo rápidamente.
- Mezcla el colorante para alimentos para obtener tonos divertidos. Prueba agregar el colorante después de incorporar el sabor y revuelve apenas para que tenga efecto de espiral.
- Mezcla los sabores o viértelos sobre fruta deshidrata para que tenga otra textura.
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6Echa la azúcar derretida sobre una bandeja para hornear aceitada. Déjala enfriar. Vierte la mezcla sobre la bandeja antes de que se enfríe demasiado.
- No te recomendamos poner la mezcla en el congelador, sino se solidificará demasiado rápido.
- Prueba más bien echar la mezcla en moldes de caramelo o bandejas de mini muffin para que tengan la misma forma.
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7Después de que la bandeja se enfríe (30 minutos a 1 hora), rompe el caramelo en varios trozos.
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8Espolvorea azúcar en polvo. Para que varíe un poco, no la espolvorees en los caramelos, solo déjalos tal cual y se verán como vitrales.
- La azúcar en polvo impide que los caramelos se peguen y se vuelvan uno grande. Si te gusta el efecto de los colores sin el azúcar en polvo, asegúrate de guardar los caramelos en pedazos de papel parafinado y procura que no tengan contacto entre sí.
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9Guárdalos si es necesario. Estos caramelos se conservarán mejor en bolsas de papel o tarros de metal para cuando quieras un bocadillo divertido o un antojo de azúcar.Anuncio
Método 2
Método 2 de 4:Caramelos de fruta
Los caramelos de fruta son caramelos macizos muy tradicionales que pueden saborizarse según los gustos personales.
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1Reúne los ingredientes y utensilios necesarios antes de empezar. Ten todo en su lugar.
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2Forra la bandeja para hornear. Hazlo con papel para hornear o engrásala ligeramente.
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3Echa la azúcar, la glucosa y 175 ml (6 oz) de agua a una cacerola de fondo pesado. Con una cuchara de palo, revuelve hasta que la azúcar se disuelva.
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4Ponla sobre una fuente de calor. Ponla a hervir. Tápala y luego vuélvela hervir durante 3 minutos más.
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5Destapa la cacerola. Hierve hasta que la temperatura llegue a los 155 °C (310 °F), también llamado “punto costra dura” (lee el artículo “Cómo probar la dureza del caramelo” para más información).
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6Echa el cremor tártaro y el extracto (esencia) de fruta de tu elección. Mézclalo todo rápidamente.
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7Echa el almíbar a una cacerola preparada.
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8Déjalo hasta que el caramelo esté lo suficientemente frío para manipular. Con un par de tijeras ligeramente aceitadas, corta rápidamente trozos pequeños y con tus manos, dales forma de bolita.
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9Espolvorea azúcar en polvo (o azúcar glas) para terminar.
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10Sirve los caramelos o regálalos. Se verán lindos forrados con papel celofán transparente o dentro de un tarro pequeño como regalo. Si los vas a agregar a un tarro, fórralo con papel parafinado.
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11Guárdalos en un recipiente hermético. Asegúrate de que la humedad no llegue a los caramelos, sino perderán su encanto y se pondrán pegajosos.Anuncio
Método 3
Método 3 de 4:Chupetines
Los chupetines, uno de los caramelos tradicionales más fáciles de hacer, son una adición deliciosa para el repertorio de un fabricante de dulces caseros. Los chupetines también reciben el nombre de chupetes, paletas o chupachús.
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1Reúne los ingredientes y utensilios necesarios antes de empezar.
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2Mide los saborizantes. Dependiendo de si vas a usar 3 o 4 sabores, mide tercios o cuartos en una taza medidora.
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3Echa la azúcar y la glucosa en la cacerola. Añade 150 ml de agua. Caliéntala suavemente y revuélvela bien para asegurarte de que la azúcar se disuelva.
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4Añade el colorante medido al almíbar. Ponlo a hervir, luego tápalo y hiérvelo 3 minutos más.
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5Saca la tapa. Hiérvelo hasta que la temperatura llegue a los 130 °C (265 °F), es decir, al punto bola dura.
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6Saca el almíbar del fuego. Sepáralo rápidamente en 3 o 4 tandas. Vierte el saborizado de tu elección en cada una de las tandas.
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7Con una cuchara o cucharita, echa círculos de almíbar sobre una bandeja forrada con papel para hornear. Con cuidado, pon cada palito de chupetín en cada círculo. Si es necesario, cúbrelos con un poco más de almíbar.
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8Deja que se enfríen y se endurezcan. Con cuidado, saca los chupetines del papel para hornear. Envuélvelos con papel celofán transparente o ponlos en un porta chupetines y estarán listos para compartir o regalar.Anuncio
Método 4
Método 4 de 4:Caramelos largos de cebada
Este es un caramelo muy tradicional que suele recomendarse por las propiedades restauradoras de su glucosa cuando se hacen actividades al aire libre o durante situaciones de emergencia.
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1Reúne los ingredientes y utensilios necesarios antes de empezar. Ten todo en su lugar. Prepara la bandeja forrándola con papel para hornear o aceita una tabla de mármol.
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2Cocina la cebada descascarillada en agua durante 5 horas. Hazlo a fuego bajo y ten presente que es fácil quemar la cebada, así que vigila regularmente el nivel del agua.
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3Cuela el líquido. Se verá como gelatina blanca. Luego, vuélvela a echar en la cacerola.
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4Calienta la azúcar. Luego, échala en la cacerola y revuélvela hasta que se disuelva a fuego lento.
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5Hierve la mezcla hasta que la temperatura llegue a 155 °C (310 °F). Este será el punto “costra dura”.
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6Vierte el almíbar de caramelo sobre la bandeja forrada o sobre una tabla aceitada.
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7Una vez que el caramelo de cebada se haya enfriado lo suficiente para poder tocarlo, córtalo inmediatamente en tiras largas con un par de tijeras ligeramente aceitadas. Mientras vayas cortándolo, gíralo para que se forme la característica espiral de este caramelo de cebada.
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8Deja que las tiras se endurezcan. Una vez macizas, podrás envolverlas individualmente con papel celofán o papel parafinado y ponerlas en un tarro hermético.Anuncio
Consejos
- Los caramelos macizos son regalos excelentes. Ponlos en tarros o en bolsas de celofán y decóralos. Ponles etiqueta para que el dueño del regalo sepa de qué sabores son.
- Si no tienes un termómetro, con una cuchara, echa cantidades muy pequeñas de la azúcar derretida en agua helada después de unos minutos. Si las gotas forman hilos o bolitas macizas que puedes doblar y no están pegajosos, sácalos del calor. Estarán en el punto bolita.
- Si te gusta experimentar, prueba mezclar los sabores para obtener uno único.
- Te recomendamos muchísimo usar un termómetro de repostería. Si empleas métodos convencionales, es más probable que el caramelo se vuelva “azúcar”. Básicamente, el termómetro hará que el proceso de hacer caramelo sea más fácil.
Advertencias
- ¡Cuida tus dientes! Siempre es mejor chupar este tipo de caramelos que masticarlos.
- La azúcar caliente es casi tan caliente como una freidora eléctrica. Si te cae, se quedará pegada y te quemará varios segundos. Hacer caramelos macizos no es apto para niños menores de 12 años y si tienen más de 12, supervísalos constantemente.
- Los caramelos macizos deben consumirse con moderación y no deben formar parte de la alimentación del día a día.
Cosas que necesitarás
Receta básica:
- Cacerola de fondo pesado
- Bandeja para hornear
- Termómetro
Caramelos de fruta:
- Bandeja para hornear cuadrada de 17 cm (7 pulgadas)
- Papel para hornear
- Cacerola de fondo pesado
- Cuchara de palo
- Tijeras de cocina ligeramente aceitadas
- Bandeja forrada con celofán transparente o papel parafinado para darlo como regalo
Chupetines:
- Palitos de chupetín
- Bandeja para hornear grande (si no, aceita una tabla para picar de mármol)
- Papel para hornear
- Cacerola de fondo pesado
- Cuchara de palo
- Taza medidora
- Cucharita o cuchara
- Papel celofán para envolver
Caramelos largos de cebada:
- Cacerola grande de fondo pesado
- Colador
- Cuchara de palo
- Bandeja para hornear y papel para hornear (si no, aceita una tabla para picar de mármol)
- Tijeras de cocina ligeramente aceitadas
- Papel celofán para envolver
Referencias
- Hilary Walden, The Complete Home Confectioner, (1986), ISBN 0-86824-266-7: fuente de investigación
- Andrea Swenson, Gifts from the Kitchen for Dummies, (2002), ISBN 0-7645-5452-2: fuente de investigación
- Larousse Gastronomique, Old-fashioned barley sugar, (2009), p. 66, ISBN 978-0-600-62042-6: fuente de investigación
- Food Network, http://www.foodnetwork.com/food/recipes/recipe/0,,FOOD_9936_25258,00.html?rsrc=search: fuente de investigación