Los hurones son criaturas sociables y suelen vivir en grupos. Les encanta jugar a luchar y perseguirse, y cuando crecen juntos pueden llegar a acurrucarse y dormir juntos. Pero a veces no se llevan bien desde el inicio. Por ello, es necesario que se conozcan de manera gradual. Debes permitir que el hurón nuevo se acostumbre a su nuevo hogar y luego supervisar los periodos de juego entre tus mascotas hasta que te parezca que están listas para vivir juntas.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Dar los primeros pasos

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    Lleva al hurón a la veterinaria para que lo examinen. Asegúrate de que tu nueva mascota esté saludable antes de llevarla a casa a conocer a su compañero. Para ello, tendrás que llevarla donde un profesional que pueda garantizar que tienes un animal sano y que no podrá tener crías con el otro hurón. Asegúrate de seguir las recomendaciones del veterinario, ya sea un tratamiento con antibióticos o un procedimiento de esterilización. Antes de dejar que tus mascotas se conozcan, vuelve a llevar a tu pequeño para que lo examinen una vez más.[1]
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    Coloca la jaula del nuevo hurón en una habitación separada. Debes ubicarla en una habitación, un baño u otro espacio cerrado que te permita mantener a ambos animales separados.[2]
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    Permite que el nuevo hurón explore la casa mientras el otro está en su jaula. Durante las primeras semanas, deja que el pequeño investigue su nuevo hogar mientras tu otra mascota está en su jaula, en una habitación cerrada. No permitas que se vean en esta parte del proceso. Si el hurón viejo suele estar en un área común, traslada su jaula a una habitación o un baño temporalmente mientras su futuro compañero explora.[3]
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    Intercambia el material de lecho de las dos jaulas. Durante las primeras semanas de separación, es buena idea intercambiar el lecho de una jaula a la otra. Es decir, permite que el hurón nuevo duerma en el material por uno o dos días, toma el lecho y colócalo en la jaula del hurón viejo, y viceversa. De esta manera, se acostumbrarán al olor del otro antes de conocerse.[4]
    • Es posible que estos olores nuevos causen alarma. Por lo tanto, recuerda mantener sus propios juguetes, hamacas, platos de comida y otros accesorios en el mismo lugar para que su jaula no se sienta completamente extraña.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Presentar a los hurones

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    Elige un territorio neutral de la casa para presentar a los animales. Debes evitar que los hurones se vean por primera vez cerca de alguna de las jaulas. De lo contrario, podrían tener una actitud territorial. Escoge un lugar de la sala de estar o la cocina. Asimismo, se recomienda no utilizar áreas alfombradas, ya que es posible que alguno orine durante la interacción.[5]
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    Sujeta a ambos hurones y permite que se huelan. Sostén a un animal en cada mano y acércalos lo suficiente como para que puedan olerse sin tener contacto. Si empiezan a oler y se acercan entre sí, significa que quieren tener contacto físico. Por otro lado, si se alejan o empiezan a bufar inmediatamente, regrésalos a sus jaulas y vuelve a intentarlo al día siguiente.[6]
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    Coloca a los hurones en el piso y permite que luchen. Si ambos parecen estar interesados en conocerse, déjalos en el piso y permite que jueguen. A estos animales les encanta luchar y perseguirse. Este comportamiento puede parecer agresivo para los humanos, pero es una parte importante de su interacción y les permite establecer el orden jerárquico.[7]
    • Considera que es posible que bufen y orinen en el piso para marcar su territorio. La idea es que permitas que esto suceda mientras se están conociendo.
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    Si el juego se vuelve muy brusco, rocía sus cuellos con un aceite para hurones, como Ferretone. Si te preocupa que se hagan daño, puedes echar un poco de aceite en la parte posterior del cuello de cada animal. Este tiene un sabor agradable para los hurones, por lo que empezarán a lamerse y dejarán de morder.[8]
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    Si alguno de los animales tiene una conducta muy violenta o demuestra miedo, sepáralos. Los hurones tienen la piel gruesa y resistente en el cuello, por lo que pueden aguantar algunas mordidas, pero si el juego se torna muy intenso, será mejor que los separes. Presta especial atención si uno de ellos muerde y no suelta al otro. Asimismo, interrumpe la interacción si uno de ellos parece estar huyendo o escondiéndose constantemente.[9]
    • Dado que a los hurones les encanta jugar a perseguirse, es importante que puedas distinguir entre el juego y una posible señal de miedo. Trata de sostener al que escapa por un momento y luego colócalo nuevamente en el piso. Si corre hacia su compañero para continuar la persecución, quiere decir que es parte del juego.
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    Para separarlos, tendrás que levantar a uno o a ambos por el cuello. La idea es sujetar la piel suelta de la parte posterior del cuello del animal, y levantarlo de manera cuidadosa y firme. Al hacerlo, el hurón se quedará completamente flácido o, por lo menos, será más sencillo de controlar. Si fuera necesario, lleva a cada uno a su jaula para volver a iniciar una interacción al día siguiente.[10]
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    Pon fin al tiempo de juego luego de 30 minutos. Si la primera interacción transcurre sin problemas y no es necesario separarlos, puedes permitir que jueguen por 30 minutos. Una vez transcurrido el tiempo, lleva a cada hurón a su jaula. Incluso si todo salió bien, es mejor que no los coloques en la misma jaula hasta que se hayan acostumbrado el uno al otro por completo.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Trabajar en la relación

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    Coordina sesiones de juego de 30 minutos una o dos veces al día. Luego de la primera presentación, continúa haciendo que los hurones jueguen juntos una o dos veces cada día. Supervisa el tiempo de interacción y presta atención a posibles señales de miedo o agresión. Si tienen problemas o no se llevan bien, intenta intercambiar su material de lecho cada día.
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    Coloca las jaulas de los hurones una al lado de la otra. Luego de una semana, puedes ubicar las jaulas juntas. Así tus mascotas se acostumbrarán a verse y olerse a diario. Si te preocupa el nivel de agresión, puedes dejar un espacio de al menos 15 cm (6 pulgadas) entre las jaulas.[11]
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    Consigue una jaula de al menos 100 x 50 cm (40 x 20 pulgadas). Una vez que los hurones puedan empezar a compartir un espacio, tendrás que proporcionarles una jaula más grande. Si todavía no tienes una del tamaño adecuado, asegúrate de que su nuevo hogar tenga por lo menos 100 x 50 cm (40 x 20 pulgadas) de área horizontal y alrededor de 50 cm (20 pulgadas) de altura.[12]
    • Si tienes más de 2 hurones, o crees que en algún momento tendrás más, considera conseguir una madriguera para hurones. Estos hábitats grandes tienen suficiente espacio como para que estos animales puedan trepar y jugar cómodamente.
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    Una vez que notes señales de afecto entre los dos, colócalos en una misma jaula. Vigila a los hurones constantemente mientras interactúan afuera de sus jaulas para ver si se está desarrollando un vínculo. Una vez que empiecen a asearse uno al otro o que tomen siestas juntos, puedes darles un solo espacio.[13]
    • Nunca coloques a un hurón no esterilizado con otros hurones, ya que este se comportará de manera territorial y podría lastimar a los otros.
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    Ten paciencia. Considera que tus hurones podrían desarrollar una buena relación en una semana, o tardar hasta seis meses. Sé paciente y no saltes o apresures los pasos indicados mientras se acostumbran el uno al otro.[14]
    • Existen pocos casos en los que un hurón simplemente no quiere socializar con otros. Si fuera el caso de una de tus mascotas, tendrás que mantenerlas en jaulas separadas y en distintas partes de la casa. Puedes seguir probando con 30 minutos de juego cada cierto tiempo, pero no se recomienda forzar una relación si esta interacción solo genera estrés.

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década.
Categorías: Mascotas y animales