Aplicar calcomanías es pan comido, pero retirarlas es otra historia. Si la técnica comprobada de despegarlas lentamente de una esquina no funciona, quizá tengas que volverte más creativo. Intenta agitar un secador de cabello sobre ellas o remoja objetos que puedas mojar de manera segura en agua caliente para suavizar el adhesivo. Para evitar dejar residuos molestos, puedes frotar el área alrededor de la calcomanía con una sustancia a base de alcohol o aceite. De ese modo, aflojarás gradualmente el área pegajosa y permitirás que la calcomanía salga limpiamente.

Método 1
Método 1 de 5:
Raspar la calcomanía

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    Levanta la esquina de la calcomanía con un objeto delgado. Si no te preocupa rayar la superficie, conseguirás los mejores resultados usando una hoja de afeitar o una espátula. De lo contrario, coloca tus manos sobre un raspador de plástico más suave. Trabaja sobre el borde externo de la calcomanía hasta que tengas material flojo suficiente que puedas sostener.[1]
    • Las hojas de afeitar y otros raspadores filosos están mejor equipados para utilizarlos sobre vidrio, metales lisos duros y materiales similares que no se dañan fácilmente.[2]
    • Si estás en apuros y no tienes muchas opciones, también puedes usar una tarjeta de crédito o un objeto similar.
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    Levanta la esquina floja de la calcomanía. Jala la pestaña hacia arriba y retírala de la superficie pegajosa teniendo cuidado de no forzarla demasiado. Sostenla en su lugar con una mano y alista la herramienta para raspar con la otra.
    • Haz el raspado con tu mano dominante para maximizar la eficiencia y precisión.
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    Pasa el raspador debajo de la calcomanía con movimientos pequeños. Empuja el borde plano del raspador contra la parte inferior de la calcomanía donde se una con la superficie pegajosa. Esta pequeña presión debe ser suficiente para romper la sujeción del adhesivo poco a poco.[3]
    • Impacientarse o raspar con demasiada fuerza podría ocasionar que la calcomanía se rompa, lo cual te obligará a comenzar el proceso nuevamente y posiblemente dejes atrás una capa de residuos difíciles de quitar.
    • Evita pasar el raspador con demasiada fuerza en la superficie subyacente. Si no eres cuidadoso, podrías dejar atrás raspados antiestéticos.
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    Continúa jalando y raspando hasta que la calcomanía salga. Después de unas cuantas pasadas con el raspador, vuelve a ajustar la sujeción sobre el borde flojo para jalarlo ceñidamente. Luego, continúa trabajando con el raspador una vez más. Sigue haciéndolo hasta que alcances el extremo más lejano.
    • Si el adhesivo ejerce un poco de resistencia, humedécelo con agua tibia (en caso que lo hayas aplicado sobre una superficie a prueba de agua).[4]
    • Este método es útil para deshacerte de calcomanías un poco más antiguas, difíciles de retirar a mano y que no requieren o no es posible tratarlas con calor, aceite o humedad.
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Método 2
Método 2 de 5:
Calentar la calcomanía con un secador de cabello

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    Configura el secador de cabello en la opción de calor alta. Enciende el secador de cabello y espera unos cuantos segundos para que comience a calentarse. El calor del secador de cabello suavizará el adhesivo de las calcomanías viejas y secas que estén pegadas firmemente en su lugar.[5]
    • Es posible que el calor directo dañe la superficie pegajosa si está hecha de un material, como el plástico, el vinilo o el cuero. En este caso, quizá sea mejor escoger un método alternativo de eliminación.[6]
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    Sostén el secador de cabello sobre la calcomanía durante 30 segundos. Coloca la boquilla aproximadamente 15 cm (½ pie) lejos de la calcomanía. Desplaza el aire caliente de una lado a otro, de un extremo al otro. Continúa pasando el aire sobre la calcomanía hasta un minuto completo.[7]
    • Posiblemente notes que el material de la calcomanía comience a rizarse o arrugarse. Ese es un signo de que el método funciona.
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    Pela la calcomanía a mano. Apaga el secador de cabello y déjalo a un lado. Afloja un extremo de la calcomanía con tus uñas y jálalo lentamente hasta que salga limpiamente. Usa un raspador suave para retirar cualquier residuo que hayas dejado.[8]
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    Continúa calentando la calcomanía en intervalos de 30 segundos. Si todavía se resiste a salir, quizá tengas que pasar el secador nuevamente sobre ella. Repite el proceso de calentamiento de dos a tres veces más jalando después de cada pasada para verificar. Este procedimiento tan solo debe tomarte un par de minutos como máximo para ver mejoras.[9]
    • Pelar o frotar la calcomanía por debajo puede ser útil para comenzar a retirarla si el calor por sí solo no causa el efecto deseado.
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Método 3
Método 3 de 5:
Remojar la calcomanía en agua caliente

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    Llena un recipiente grande con agua caliente. Cualquiera que sea el recipiente que escojas debe ser lo suficientemente grande para acomodar el objeto que vayas a remojar con un poco de espacio adicional. Enciende el agua del grifo, deja que corra hasta que esté tibia al tacto y, luego, coloca el recipiente debajo. No uses agua demasiado caliente porque podrías quemarte o derretir parcialmente el objeto.[10]
    • Deja unos cuantos centímetros de espacio en la parte superior del recipiente. Cuando introduzcas el objeto, el volumen total del agua se incrementará, lo cual podría ocasionar que se derrame si no eres cuidadoso.
    • No debes usar este método para aflojar calcomanías sobre pertenencias vulnerables al daño relacionado con la humedad, como los aparatos electrónicos, los productos de papel o ciertos tipos de madera.
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    Sumerge el artículo con la calcomanía sobre él en el agua. Sumérgelo lentamente para evitar derrames. Asegúrate de que la calcomanía mire hacia abajo de manera que permanezca completamente sumergida todo el tiempo. El calor del agua comenzará a dar resultado inmediatamente.[11]
    • También tienes la opción de dejar correr un chorro de agua caliente sobre la superficie del objeto si es demasiado grande para introducirlo en un recipiente individual.
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    Deja que el objeto permanezca ahí durante 3 a 5 minutos. Esa es la cantidad mínima de tiempo necesaria para suavizar la calcomanía lo suficiente para quitarla a mano. No obstante, cuanto más tiempo la dejes ahí, mejores resultados obtendrás. Si vas a lidiar con varias calcomanías, quizá debas esperar unos cuantos minutos más para que el objeto se remoje.[12]
    • Voltea los objetos con varias calcomanías de vez en cuando de manera que pasen la misma cantidad de tiempo bajo el agua.
    • Revisa si la calcomanía se destiñe o arruga, ya que el agua caliente deshace el adhesivo.
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    Pela o raspa la calcomanía. Levanta el objeto del baño y sacude el exceso de agua. Luego, colócalo sobre una superficie estable y retira la calcomanía de una sola pieza. Si todavía se sostiene en algunas partes, retira el adhesivo de la superficie pegajosa usando un raspador suave. No necesitarás demasiada fuerza para quitarla.[13]
    • El lado rugoso de la esponja para lavar platos está perfectamente equipada para quitar los residuos pastosos de calcomanía después de un remojo prolongado, mientras que el lado suave puede ofrecer un toque más delicado para objetos más delicados.
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Método 4
Método 4 de 5:
Disolver la calcomanía con soluciones químicas

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    Busca una solución química lo suficientemente segura para usarla en tus pertenencias. Cuando los métodos más leves no funcionen, quizá tengas que usar un producto especial para quitar adhesivos, como los productos de las marcas Klean-Strip o Goo Gone. Si no quieres salir a comprar, busca en los gabinetes y toma un poco de alcohol para frotar, un desinfectante de manos, el limpiador WD-40, o una botella de licor transparente. Cualquiera de estos artículos será lo suficientemente potente para dejar la mayoría de las superficies perfectamente limpias.[14]
    • Una solución química fuerte desintegrará el adhesivo poco a poco hasta que pierda sujeción.
    • Los productos a base de alcohol son muy útiles para secar los adhesivos que se hayan fundido en un lugar.
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    Esparce la solución sobre la calcomanía. Absorbe una cantidad pequeña del producto con un pedazo de tela limpia y limpia la calcomanía usando movimientos circulares. Si vas a usar un limpiador en aerosol, cúbrela con un chorro ligero y deja que el líquido repose. Asegúrate de también aplicarlo sobre el área circundante.[15]
    • Cerciórate de que la solución no gotee en las aberturas más pequeñas de los aparatos electrónicos y los objetos mecánicos.
    • Haz una prueba de mancha sobre el objeto en un área no visible para que puedas determinar la forma en la que reaccionará al producto que vayas a usar antes de esparcirlo.
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    Deja que la solución repose durante 5 minutos. A medida que repose, comenzará lentamente a filtrarse debajo de los extremos de la calcomanía y desplazarse directamente sobre el adhesivo. Cuando el tiempo pase, seca el área con una toalla de papel para quitar el exceso de limpiador.[16]
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    Quita la calcomanía con un paño. Arrastra un paño húmedo o una esponja sobre la superficie para despegar lo que quede de la calcomanía. Debe salir de una sola pieza grande. Usa el producto restante sobre el estropajo para limpiar las manchas tenues de adhesivo o el papel restante .
    • Si hay partes con residuos de adhesivo pegadas a la superficie, aplica un poco de solución fresca y pásala nuevamente con un poco de fuerza.
    • Asegúrate de lavarte las manos bien después de trabajar con limpiadores químicos fuertes.
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Método 5
Método 5 de 5:
Aflojar la calcomanía con aceite

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    Toma un producto con alto contenido de aceite. Lo más probable es que tengas una gran cantidad de objetos en los estantes de tu despensa esperando a que los uses. Una botella de aceite de cocina común, como el aceite de oliva o el aceite de canola, retirará incluso las calcomanías más difíciles. ¡Incluso puedes usar mantequilla de maní o mayonesa para lograr el mismo efecto![17]
    • Una cucharada de bicarbonato de sodio puede ser mejor que los productos para quitar pegamento.[18]
    • Estos tipos de sustancias tienden a funcionar mejor sobre superficie lisas y fuertes que no corren el riesgo de oscurecerse o decolorarse con los aceites.
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    Unta el aceite sobre la calcomanía. Usa un paño limpio para sumergir una cantidad de aceite del tamaño de una moneda de 25 centavos de dólar sobre toda la superficie. Si el producto es muy espeso, quizá tengas que escoger un utensilio flexible como una espátula de goma o un cepillo que te permitirá esparcirlo alrededor exactamente en donde lo necesites.[19]
    • Evita verter aceites disolventes directamente sobre la superficie, ya que podrías sobresaturarla fácilmente.
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    Deja que el aceite repose en ese lugar durante 10 a 20 minutos. Poco a poco, cubrirá las uniones entre el adhesivo y la superficie pegajosa, y la calcomanía comenzará a deslizarse. Cuanto más tiempo dejes que surta efecto, mejor será el resultado. Cuando haya pasado el tiempo establecido, retira el exceso de aceite con una toalla de papel.[20]
    • Las calcomanías más nuevas incluso podrían despegarse antes de tocarlas.
    • Si utilizaste una sustancia aceitosa más espesa, como la mantequilla de maní, quizá tengas que usar una toalla más pesada o una toallita para exponer la calcomanía debajo.
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    Jala o restriega la calcomanía. Frota el extremo exterior de la calcomanía con la uña pelándola nuevamente de forma gradual hasta despegarla. Puede resultarte útil usar una esponja suave de cocina para romper los últimos pedazos de adhesivo. En este punto, probablemente la calcomanía se haya reducido a una sustancia viscosa de papel, así que no te dará muchos problemas. ¡Limpia el área con una toalla y disfruta tu nueva superficie sin calcomanía![21]
    • Elimina cualquier resto de residuos secando la zona con la esquina de una toalla mojada en aceite.
    • Rociar almidón de maíz o talco para bebé ligeramente sobre la superficie puede absorber el aceite restante que cubra la calcomanía.[22]
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Consejos

  • Como regla general, siempre es mejor comenzar con el método de eliminación menos intensivo y continuar desde ese punto.
  • Muchos de estos trucos pueden usarse juntos para eliminar incluso las calcomanías colocadas de manera permanente. Por ejemplo, puedes sumergir la calcomanía en agua caliente y, luego, frotarla con un raspador o calentarla con un secador de cabello despegándola desde la esquina.
  • Evita pegar calcomanías sobre una superficie en la que creas que podría ser difícil quitarlas más adelante.
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Advertencias

  • Evita usar raspadores abrasivos como la lija o la lana de acero. Los materiales rugosos como los mencionados anteriormente pueden rayar la superficie del objeto de manera permanente.
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Cosas que necesitarás

  • herramienta para raspar de plástico
  • cuchilla de afeitar o espátula (para superficies duras)
  • raspador improvisado (tarjeta de crédito, plástico raspante, etc.)
  • secador de cabello
  • recipiente grande
  • agua caliente
  • esponja para lavar platos (opcional)
  • limpiador a base de aceite o alcohol

Acerca de este wikiHow

Chad Zani
Coescrito por:
Experto en limpieza detallada de automóviles
Este artículo fue coescrito por Chad Zani. Chad Zani es el director de Franchising at Detail Garage, una compañía de limpieza detallada de automóviles con varias sedes a lo largo de Estados Unidos y Suecia. Chad reside en Los Ángeles, California, y usa su pasión por el cuidado de automóviles para enseñarles a otros cómo hacerlo a medida que su empresa crece en todo el país. Este artículo ha sido visto 5162 veces.
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