A veces necesitas quitarte una vieja capa de esmalte de uñas, ya sea para aplicarte una nueva capa o para mostrar tus uñas al natural, pero de pronto te das cuenta de que se te acabó el quitaesmalte. Si te encanta el esmalte con brillantina, también podría llevarte una eternidad eliminar tus manicuras aún si usas acetona pura. Por suerte, para ambas situaciones existen muchas formas de quitar el esmalte de uñas con la ayuda de productos caseros comunes.

Nota: aunque la mayoría de estos métodos son eficaces, será necesario repetirlos una o dos veces para obtener mejores resultados. Ninguno es tan eficaz como el quitaesmalte comercial, pero todos funcionarán con un poco de paciencia.

Método 1
Método 1 de 3:
Usar productos caseros

Hacer quitaesmaltes caseros

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    Usa alcohol y productos a base de alcohol para pelar el esmalte de uñas. Mientras más fuerte sea el contenido de alcohol, mejor funcionará. Por supuesto, tu primera opción debe ser el alcohol isopropílico (también conocido como alcohol de frotar), pero existen otros productos que contienen alcohol (o glicol etileno).[1] Si lo ves como un ingrediente en un producto casero, dicho producto puede ser eficaz para quitar el esmalte:
    • perfume
    • laca
    • desinfectante para manos
    • desodorante en espray
    • alcohol de frotar[2]
      • Si bien las bebidas alcohólicas no deben ser tu primera opción, las bebidas alcohólicas claras de alta graduación como vodka, grappa o ginebra combaten el esmalte de uñas. Remoja tus uñas por 10 a 20 minutos en el licor para mejores resultados.
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    Usa vinagre blanco o una solución de vinagre mezclada con jugo de limón, para combatir el esmalte. El vinagre es un ácido y un limpiador natural para todo uso alrededor de la casa. Por lo tanto, tiene sentido que sirva para quitar el esmalte. Para un efecto adicional, agrega el jugo de medio limón o incluso un poco de jugo de naranja, para obtener un potente limpiador cítrico.
    • Remoja tus dedos por 10 a 15 minutos antes de tratar de quitarte el esmalte. Mientras se remojan, rasca el esmalte con las demás uñas para acelerar el proceso.
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    Usa un poco de pasta de dientes básica para frotar el esmalte. Lo único que necesitas es una pizca de pasta de dientes. Luego, frota con un viejo cepillo de dientes o una toalla de papel. En general, las pastas de dientes blancas actúan mejor, puesto que levantan y quitan el color de las uñas.
    • Además, la pasta de dientes con bicarbonato (una muy conocida solución de limpieza natural) con frecuencia da mejores resultados.[3]
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    Mezcla 2 partes de peróxido de hidrógeno con 1 parte de agua caliente y sumerge los dedos por 10 minutos. Esto significa que si usas 1 taza de agua caliente, debes usar 2 tazas de peróxido de hidrógeno. Sumerge los dedos en el agua más caliente que puedas tolerar, trabajando ligeramente las uñas con tus dedos libres. Luego, lima el esmalte con una lima de uñas.[4]
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    Como alternativa, usa un potente disolvente o un decapante de pinturas, aunque no es recomendable. Esta no es una solución para todos los días, ya que dichos químicos pueden ser peligrosos. Estos eliminan el esmalte de uñas, con frecuencia tan rápido como lo haría el quitaesmalte. Los siguientes productos deben ser un último recurso y aplicarse en una zona bien ventilada:
    • acetona
    • diluyente de pintura
    • diluyente de líquido[5]

Usar tu quitaesmalte casero

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    Aplica el producto elegido con una motita de algodón. Una vez que hayas encontrado un producto que actúe como quitaesmalte, moja una motita del algodón o una toalla de papel en el producto. Luego, aplícalo con suavidad en las uñas de cada mano. Si es necesario, agrega más producto a la motita de algodón o toalla de papel. Si la motita de algodón o toalla de papel se saturan de color, cámbialas.[6]
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    Deja reposar el producto por 1 minuto. Dado que no vas a usar un quitaesmalte convencional, debes darle tiempo al producto para que actúe. Déjalo reposar en las uñas por 1 minuto.[7]
    • Mientras más tiempo lo dejes reposar, mejor actuará.
    • Si ya lo has probado antes o necesitas un producto más fuerte, sumerge las uñas directamente en la solución por 4 o 5 minutos con anticipación y luego, realiza este paso.[8]
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    Limpia el producto de las uñas, frotando para quitar el esmalte. Una vez que el producto haya reposado por 1 minuto, sécate las uñas con una almohadilla de algodón o una toalla de papel. Tal vez necesites un poco más de esfuerzo que con un quitaesmalte común. Por ejemplo, los esmaltes más espesos o con brillantina tardan más tiempo en desaparecer. Si no sale todo el quitaesmalte al primer intento, debes repetir el proceso.[9]
    • Un cepillo de dientes viejo puede ayudarte a frotar.
    • Por lo general, las toallas de papel son más fuertes que las motitas de algodón y pueden ayudar a deshacerte de algunos esmaltes más persistentes.[10]
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    Sumerge tu mano en agua caliente, frotando y pelando el esmalte. El agua caliente soltará el esmalte y te permitirá meter otra uña por debajo para retirar trocitos de esmalte. Esto es excelente para acabar con los restos o debilitar el esmalte para aplicar una vez más tu quitaesmalte casero.
    • Usa el agua más caliente que puedas toleran sin quemarte, para obtener mejores resultados.
    • Es posible que necesites sumergir los dedos por 20 a 25 minutos, así que hazlo mientras miras televisión y luego límpiate cuando acabe tu programa. Recalienta el agua si es necesario.[11]

Método 2
Método 2 de 3:
Usar un nuevo esmalte de uñas para eliminar el viejo

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    Elige otro esmalte que no se seque muy rápido. El esmalte se seca a causa de la evaporación de los disolventes que contiene. Aplicar una segunda capa suaviza de forma eficaz los mismos disolventes. De este modo, el esmalte regresa a un estado líquido para poder eliminarlo. El mejor tipo de esmalte para este método debe ser líquido y tardar en secarse. Por ejemplo, una capa de acabado transparente funcionaría muy bien porque tiende a secarse con lentitud. Evita los esmaltes, espráis o gotas que hacen que las uñas se sequen más rápido.[12]
    • Algunos blogs sugieren que los colores más oscuros que el esmalte que intentas quitar suelen dar los mejores resultados. Por lo tanto, la velocidad a la que se seca el esmalte es el factor más importante y debe ser lento.[13]
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    Aplica el esmalte en una uña a la vez. Pinta la uña, cubriendo el esmalte viejo. No es necesario dedicarle mucho tiempo como lo haces siempre, ya que de todos modos vas a limpiarlo. No dejes que se seque el nuevo esmalte o será aún más difícil de eliminar y te tomará mucho más tiempo.
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    Limpia de inmediato el nuevo esmalte. Limpia la uña justo después de aplicar el nuevo esmalte. Hazlo con una toalla de papel para obtener los mejores resultados.[14]
    • Si bien muchas personas suelen usar motitas de algodón para aplicar el quitaesmalte, debes evitarlas con este método. Lo más probable es que se hagan pedazos o se peguen al esmalte húmedo y por lo tanto, este quedará atascado en la uña.[15]
    • Si deseas mejores resultados, podría ser necesario aplicar algo de fuerza. Si bien este método es eficaz, probablemente necesitarás un poco más de esfuerzo que lo normal para eliminar el esmalte viejo.[16]
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    Repite el proceso de pintar y limpiar las uñas hasta que no quede nada de esmalte. Es probable que este método te tome varios intentos antes de actuar con eficacia. Sigue agregando y quitando otra capa de esmalte. Necesitarás al menos dos o tres pasadas antes de quitar el esmalte por completo. Los esmaltes difíciles de quitar como los hechos a base de brillantina, requerirán más atención.[17]

Método 3
Método 3 de 3:
Tomar medidas preventivas con el esmalte de brillantina

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    Haz una capa base con pegamento y agua. Si te cuesta quitar el esmalte de uñas debido a tu gusto por los esmaltes con brillantina, es posible tomar medidas preventivas para facilitar su eliminación. Este método debe llevarse a cabo antes de pintarte las uñas, ya que es una excelente manera de evitar futuros problemas con el esmalte. Prepara una mezcla de pegamento y agua para aplicarla antes del esmalte con brillantina.
    • Para esto necesitas lo siguiente: pegamento blanco, un frasco vacío de esmalte de uñas y agua. Llena un tercio del frasco con pegamento. Luego, agrega agua y revuelve hasta que la mezcla esté lo suficientemente líquida como para extenderla en las uñas.[18]
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    Aplica y seca la capa base de pegamento antes de ponerte el esmalte. Píntate las uñas con una capa de dicha base antes de aplicar el esmalte. Espera 5 minutos a que seque bien antes de colocarte la siguiente capa.[19] Si normalmente usas otro tipo de capa base (como una para evitar las manchas), aplícala después de la capa base de pegamento.[20]
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    Cuando hayas terminado con la capa base de pegamento y cualquier otra capa base que uses, aplica el esmalte con brillantina como de costumbre. El pegamento se endurece en la uña y el esmalte se endurece en el pegamento. Pero por suerte, el pegamento sale fácilmente de la uña con un poco de fuerza.
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    Sumerge las uñas antes de quitar el esmalte. Mete las uñas en agua tibia jabonosa por unos minutos. También puedes dejar correr agua del grifo sobre tus dedos mientras haces espuma con el jabón. Así suavizarás el esmalte para quitarlo con más facilidad sin dañar las uñas.
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    Pela el esmalte viejo. Hazlo con la ayuda de tus dedos. Pero, también puedes usar un moldeador de cutícula, un mondadientes o algún otro objeto fino y desafilado si tienes problemas para hacerlo con los dedos. Empuja suavemente el objeto por debajo del esmalte, en la base de la uña, hasta que este se desprenda. Debe serte fácil retirarlo por completo en una sola lámina.[21]

Consejos

  • La acetona pura o el quitaesmalte siempre serán más eficaces que los métodos propuestos en este artículo. Solo tiene sentido usarlos si estás en un momento de apuro o no puedes comprar más quitaesmalte.
  • Aplicar una capa de acabado de secado rápido sobre el esmalte seco permite levantarlo en láminas. Sin embargo, esto no ocurre siempre y pelar el esmalte con fuerza puede dañar las uñas.
  • Puedes sustituir el agua con una capa base tradicional para diluir la capa base de pegamento. Pero nunca uses la acetona o el diluyente de esmalte como sustitutos.[22]

Advertencias

  • Siempre "prueba" primero cualquier solución en una zona pequeña del cuerpo, antes de aplicarla. Coloca un poquito del producto en la cara interna de tu brazo y espera 10 minutos. Si la piel no se irrita, continúa con la aplicación.

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Categorías: Cuidado de las uñas