El esmalte dental se encarga de cubrir y proteger tus dientes. Cuando este esmalte se desgasta, podrías experimentar un malestar leve o una decoloración. No obstante, con el tiempo, los síntomas podrían agravarse y dar lugar a la erosión dental. Para evitar que el esmalte se debilite, infórmate más sobre los síntomas y lo que puede causar la pérdida de esmalte dental.

Método 1
Método 1 de 2:
Reconocer los síntomas

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    Presta atención a la decoloración. Cuando el esmalte se descompone, existen varias formas en las que tus dientes pueden cambiar físicamente. Desde el color hasta la forma, la pérdida de esmalte dental puede hacer que tus dientes se vean considerablemente distintos.
    • La dentina es la capa amarillenta de los dientes que se ubica debajo del esmalte. A medida que el esmalte se desgasta y la dentina se debilita, tus dientes se tornarán más amarillos.[1]
    • El nivel de coloración amarilla de los dientes es un buen indicador del debilitamiento del esmalte. Mientras menos esmalte tengas, más amarillos serán tus dientes.[2]
    • Si no estás seguro de si la coloración amarillenta de tus dientes se debe a las manchas o a la pérdida del esmalte, sométete a un blanqueamiento dental. De esta manera, las manchas artificiales desaparecerán.
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    Determina si se ha producido un cambio en la forma de tus dientes. Otra alteración física que experimentan los dientes a causa de la pérdida de esmalte es un cambio en su forma. Tus dientes pueden parecer redondeados y cortos.
    • Al perder el esmalte, tus dientes pueden adoptar una forma redondeada y también verse más cortos de lo normal.[3]
    • Si tienes un relleno dental, podrías notar que los dientes circundantes lucen contraídos. Esta contracción se produce a causa de la pérdida de esmalte dental.
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    Determina si hay grietas o astillas. Los dientes que han perdido una gran cantidad de esmalte pueden fracturarse o astillarse.[4]
    • Incluso si tus dientes aún no se han fracturado, debes acudir al médico tan pronto como notes una cierta fragilidad y debilitamiento. Esta es una señal de que podrías tener una fractura en cualquier momento.
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    Determina si tienes sensibilidad en los dientes. Cuando el esmalte se desgasta, la dentina ubicada debajo se hace visible. Esto no solo hace que tus dientes luzcan amarillos, sino también los hace muy sensibles al dolor.
    • Esta sensibilidad puede surgir cuando comes alimentos calientes o fríos y, en ocasiones, dulces.
    • En el caso de una caries grave, la pulpa (la parte más interna del diente) también podría dañarse. En esta situación, sufrirás un dolor intenso al comer.[5]
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    Presta atención a la fuerza de tu mordida. Cuando el esmalte y la dentina comienzan a debilitarse, tus dientes pueden parecer más cortos y podría serte más difícil masticar.
    • Las superficies de masticación de los dientes se aplanan, generando dificultad para morder y masticar la comida.
    • Además de tener más dificultades para masticar, también podrías sentir dolor al morder los alimentos.
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    Revista tus dientes en busca de caries. La pérdida del esmalte hace que tus dientes sean más frágiles y propensos a las caries. Esto se debe a que el esmalte protege tus dientes de la placa y la acumulación de residuos. Si no hay esmalte dental, la placa y acumulación de residuos pueden dar lugar a las caries.[6]
    • Las caries en la superficie del diente pueden ingresar a las partes más profundas de este por medio de la abertura dejada por el esmalte perdido. Esto puede producir un dolor intenso y, en algunos casos, infección.

Método 2
Método 2 de 2:
Tomar decisiones saludables

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    Ve al dentista. Las visitas frecuentes al dentista te ayudarán a ser proactivo en el tratamiento contra la pérdida del esmalte. No obstante, si observas alguna señal de pérdida de esmalte entre estas consultas, saca una cita de inmediato.
    • Ve al dentista por lo menos una vez al año. Si bien algunos dentistas querrán que vayas a consulta cada seis meses, ir por lo menos una vez al año te ayudará a detectar oportunamente la pérdida del esmalte.
    • Si crees que tienes caries, indícaselo a tu dentista al principio de la cita. También menciónale cualquier otro síntoma que podrías tener.
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    Evita cepillarte con demasiada fuerza. Quizás no te hayas dado cuenta, pero cepillarte los dientes con demasiada fuerza puede tener un efecto negativo en el esmalte dental.[7] El uso de un cepillo duro y cerdas rígidas puede contribuir de manera similar a la pérdida del esmalte dental.
    • Siempre utiliza un cepillo de cerdas suaves y realiza movimientos suaves mientras te cepillas.
    • No olvides esas zonas de difícil acceso tales como las encías y los dientes posteriores. Procura cepillar dichas zonas por lo menos dos minutos, pero hazlo con suavidad.
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    Protégete del contacto entre dientes. Los hábitos tales como rechinar los dientes y apretar la mandíbula pueden generar daños en el esmalte dental, pues la fricción causa desgaste.[8] Si crees que dañas tu esmalte dental por las noches, habla con un dentista para que te brinde soluciones que te impidan rechinar los dientes o apretar la mandíbula.
    • Utilizar un protector bucal personalizado o comprar uno barato en Internet te ayudará a protegerte de estos hábitos dañinos.
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    Deshazte de los hábitos de masticación poco saludables. Tu madre siempre te gritaba porque te mordías las uñas, ¿pero no sabías que este hábito aparentemente inofensivo es cualquier cosa menos inofensivo en lo que respecta al esmalte dental?
    • Además de morderte las uñas, evita masticar tapas de botellas y bolígrafos, pues estos hábitos también pueden contribuir al desgaste del esmalte dental.
    • Masticar hielo o tabaco es otra actividad estresante para el esmalte y puede dar lugar al astillamiento y las fracturas, los cuales contribuyen a la pérdida del esmalte.
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    Reduce tu consumo de bebidas ácidas. El consumo de bebidas ácidas ablanda temporalmente el esmalte, lo que produce su descomposición eventual. Esto es particularmente preocupante si consumes dichos productos con frecuencia.[9]
    • Evita por completo las bebidas carbonatadas tales como los refrescos y jugos de fruta con alto contenido de azúcar. Si vas a beber refrescos o jugos, acostúmbrate a enjuagarte la boca con agua después de hacerlo.[10]
    • Las bebidas deportivas y la cerveza también tienen un alto contenido de azúcar y es necesario evitarlas lo más posible. Al igual que con los refrescos y jugos, enjuágate con agua después de tomar estas bebidas.
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    Ten cuidado con los alimentos pegajosos. Como quizás lo hayas adivinado, los alimentos pegajosos se pegan a tus dientes durante más tiempo que otros. Asimismo, suelen tener un alto contenido de azúcar, lo que promueve la producción de ácido.[11]
    • Los alimentos tales como las barras de caramelo y tofes pueden dañar los dientes, al igual que los alimentos almidonados como el pan.
    • No es necesario que dejes de comer estos alimentos. Simplemente limita su consumo e ingiérelos a intervalos mayores. Por ejemplo, si solías comer una gran cantidad de pan en la cena, procura no comer tofes en el postre.
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    Ten cuidado con los medicamentos. La aspirina, los antihistamínicos, algunos medicamentos contra el asma y la vitamina C masticable pueden causar la pérdida de esmalte debido a su naturaleza ácida.
    • Debido a que estos medicamentos son ácidos por naturaleza, pueden producir daño al entrar en contacto con la superficie de los dientes. La corrosión es uno de los efectos secundarios perjudiciales.
    • Ten en cuenta que no es necesario que te abstengas de consumir estos medicamentos que suelen ser beneficiosos. Siempre toma medicamentos orales (p.ej. la aspirina) junto con un vaso de agua. En el caso de los medicamentos masticables, enjuágate la boca con agua y espera algunos minutos para luego cepillarte los dientes.
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    Ten en cuenta que algunos problemas de salud pueden provocar la pérdida de esmalte dental. Esto se aplica principalmente a los problemas de salud que producen vómitos frecuentes, pues los ácidos estomacales ingresan en la boca y originan la pérdida del esmalte.[12]
    • Existen muchas enfermedades que dan lugar a la pérdida de esmalte dental, como el reflujo ácido, los problemas gastrointestinales, las úlceras pépticas, la bulimia, el alcoholismo y el embarazo, por nombras algunas de ellas.
    • A pesar de lo que puedas pensar, es mejor no cepillarte los dientes inmediatamente después de vomitar, ya que puedes causar un mayor daño en tus dientes. Simplemente enjuágate con agua, espera aproximadamente media hora y luego cepíllate.[13]

Consejos

  • Evita consumir continuamente alimentos azucarados y bebidas carbonatadas.
  • Ve al dentista cada seis meses para asegurarte de que tus dientes estén sanos.
  • Enjuágate la boca con agua después de ingerir bebidas tales como jugos de fruta o alcohol, los cuales podrían provocar un daño en el esmalte dental.

Advertencias

  • Si notas alguno de los síntomas mencionados en este artículo, acude al dentista de inmediato.

Acerca de este wikiHow

Tu Anh Vu, DMD
Coescrito por:
Dentista certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Tu Anh Vu, DMD. La Dra. Tu Anh Vu es una dentista certificada por el colegio oficial que dirige su consultorio privado, Tu's Dental, en Brooklyn, Nueva York. La Dr. Vu ayuda a adultos y niños de todas las edades a superar su ansiedad con fobia a los dentistas. La Dra. Vu realizó una investigación relacionada con la búsqueda de la cura para el cáncer de sarcoma de Kaposi y presentó su investigación en la reunión Hinman en Memphis. Recibió su licenciatura en Bryn Mawr College y un doctorado en Medicina Dental en la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Pennsylvania. Este artículo ha sido visto 27 404 veces.
Categorías: Higiene bucal