Todo el mundo necesita unas vacaciones de vez en cuando. A menudo, si tienes mascotas, las puedes dejar bajo el cuidado de un amigo, un vecino o en un hotel para mascotas. Sin embargo, ¿qué pasa con las plantas? Algunas de ellas pueden permanecer mucho tiempo sin agua, pero otras necesitan cuidados semanales o incluso diarios. Si sales de viaje, debes asegurarte de que las plantas reciban suficiente agua para que sobrevivan durante tu ausencia. En algunos casos, es posible que ni siquiera necesites la ayuda de un amigo o un vecino.

Método 1
Método 1 de 5:
Crear una botella de riego

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    Asegúrate de que la tierra esté completamente saturada. Si la tierra está demasiado seca, absorberá toda el agua que se encuentra en la botella. Si la tierra está seca, puedes regarla en este punto.[1]
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    Consigue una botella de vidrio con un cuello estrecho. Una botella de vino es la ideal, ya que será lo suficientemente grande como para regar de 0,38 a 0,56 metros cuadrados (de 4 a 6 pies cuadrados) por hasta 3 días. Si no necesitas regar un área tan grande, puedes utilizar una botella más pequeña (por ejemplo, la de una gaseosa o una cerveza).[2]
    • Otra alternativa puede ser conseguir un globo para riego en un supermercado o utilizar un globo de agua.
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    Llena la botella con agua, colócale el pulgar y dale la vuelta. No la llenes por completo, tan solo hasta donde comienza el cuello. En este punto, puedes agregar elementos adicionales (por ejemplo, fertilizantes líquidos). Utiliza el pulgar para tapar el agujero en la boca de la botella al voltearla. Coloca la botella justo al lado de la planta que necesitas regar.
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    Introduce el cuello de la botella en la tierra. Al realizar este procedimiento, debes sacar el pulgar fuera del paso. Asegúrate de que el cuello de la botella se encuentre a varios centímetros en la tierra. No importa si la botella se inclina hacia un costado, pero debe quedar firme y segura.[3]
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    Asegúrate de que el agua se drene de manera adecuada. Si el agua no se drena en lo absoluto, es probable que la tierra esté obstruyendo la botella. Si esto ocurre, debes extraer la botella de la tierra, limpiarla y pegar un pedazo de malla sobre la boca. Vuelve a llenar la botella e introducirla nuevamente en la tierra.[4]
    • Dibuja una línea sobre la botella con un marcador permanente, justo al nivel del agua. Vuelve después de unas horas (o incluso un día entero). Si el nivel del agua se encuentra por debajo de la línea que dibujaste, entonces el agua se está drenando correctamente. Si el nivel del agua no ha cambiado, lo más probable es que algo la está bloqueando.

Método 2
Método 2 de 5:
Crear un sistema de riego por goteo con una cuerda

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    Satura la tierra antes de comenzar. Si la tierra se encuentra demasiado seca, absorberá toda el agua de la jarra antes de que salgas de viaje. Para cuando regreses, es probable que ni siquiera quede agua en la jarra. Riega la tierra antes de crear el sistema de riego por goteo con una cuerda para evitar este problema.
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    Coloca una jarra de 4 litros (1 galón) al lado de la planta. Coloca la jarra de manera que quede fuera de la luz solar directa. De esta manera, reducirás la cantidad de evaporación. Si solo te vas por unos días y tienes una planta pequeña, un frasco de conserva será suficiente.[5] Aún no llenes la jarra con agua.
    • Este método mantendrá las plantas regadas hasta por una semana.
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    Corta un pedazo largo de cordel de algodón o nailon. El cordel debe ser lo suficientemente largo como para que se extienda desde el fondo de la jarra hasta la base de la planta. Si no logras conseguir un cordel de algodón o nailon, o si es demasiado fino, puedes juntar 3 tiras de tela de algodón y utilizarlas en su lugar.[6]
    • La cuerda debe ser capaz de contener el agua. Si no logra contener el agua, este método no funcionará.[7]
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    Coloca 1 extremo de la cuerda en la jarra. La cuerda debe alcanzar el fondo de la jarra. Si deseas regar más de una planta, puede ser una buena idea que instales más jarras (una para cada planta). De esta manera, no correrás el riesgo de que la jarra se quede sin agua mientras estás ausente.
    • Si tienes algunas plantas que no requieren demasiada agua (como las suculentas), es probable que sea suficiente con una sola jarra para 2 o 3 plantas. Incluso si la jarra se queda sin agua, las plantas aún pueden sobrevivir debido a sus propiedades de retención de agua.
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    Introduce el otro extremo de la cuerda en la tierra sobre la base de la planta. La cuerda debe tener aproximadamente 8 cm (3 pulgadas) de profundidad.[8] Además, asegúrate de que la cuerda permanezca fuera de la luz solar directa. La luz solar parcial está bien. Sin embargo, si la cuerda recibe demasiada luz solar, se secará antes de que pueda llevar el agua hasta la planta.[9]
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    Llena la jarra con agua. Si las plantas necesitan fertilizante, también puedes agregar un poco de fertilizante líquido al agua en este punto. Si la planta se ubica en un lugar soleado, considera la posibilidad de colocar un pedazo de cinta adhesiva sobre la boca de la jarra. Sin embargo, debes tener cuidado de no cubrir la cuerda. Este procedimiento ayudará a disminuir la velocidad de evaporación.
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    Asegúrate de que la boca de la jarra se encuentre por encima de la base de la planta. Si la jarra está demasiado baja, puedes colocarla sobre un libro, un bloque o una maceta vuelta hacia arriba para elevarla un poco. De esta manera, el agua podrá gotear por la cuerda.

Método 3
Método 3 de 5:
Crear un sistema de riego por goteo con una botella

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    Asegúrate de que la tierra se encuentre completamente húmeda. Si la tierra está demasiado seca, absorberá toda el agua de la botella antes de que salgas de viaje. Humedece la tierra antes de comenzar para asegurarte de que la planta no absorba el agua con demasiada rapidez.
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    Consigue una botella de plástico de 2 litros (2 cuartos de galón). Si tienes que cuidar una planta más pequeña, una botella más pequeña será suficiente. Dado que tienes que enterrar la botella, este método funciona mejor para las plantas de jardín o las de recipientes grandes.
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    Utiliza un martillo y un clavo para crear 2 agujeros en el fondo de la botella. Este paso es muy importante. Si no cuentas con agujeros de drenaje en la parte inferior de la botella, el agua se asentará en lugar de drenarse. Esto puede estimular el crecimiento de algas.[10]
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    Crea de 3 a 5 agujeros en los lados de la botella. No necesitas demasiados, por lo que de 3 a 5 agujeros serán suficientes. Si creas demasiados agujeros, el agua se filtrará demasiado rápido, algo que debes evitar.
    • Ubica los agujeros en un lado de la botella. Al introducir la botella en la tierra, debes hacerla girar de manera que los agujeros apunten hacia la planta que vas a regar.
    • Es mejor que comiences con muy pocos agujeros que con demasiados. Siempre puedes agregar más agujeros más adelante si no tienes suficientes, pero será difícil cubrir los que ya has creado.
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    Cava un agujero en la tierra al lado de la planta. El agujero debe ser lo suficientemente profundo como para cubrir la botella hasta el cuello.
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    Llena la botella con agua y luego insértala en el agujero. En este punto, también puedes agregar un poco de fertilizante líquido. Golpea suavemente la tierra alrededor de la botella y ten cuidado de que no se introduzca en el interior.[11]
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    Coloca la tapa en la botella si lo deseas. La tapa ayudará a disminuir la velocidad del flujo del agua. Este procedimiento es ideal para plantas que no necesitan demasiada agua, o si vas a estar fuera por mucho tiempo. Cuanto más enrosques la tapa, más lento saldrá el agua.[12]
    • Dibuja una marca sobre la botella con un marcador, justo al nivel del agua. Vuelve después de unas horas. Si el nivel de agua no ha cambiado, debes aflojar un poco la tapa. Si el nivel del agua ha bajado de manera significativa, debes enroscar más la tapa.

Método 4
Método 4 de 5:
Pedirle ayuda a un amigo o un vecino

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    Busca un amigo o un vecino de tu confianza. Esta persona va a tener acceso a tu jardín y, en algunos casos, a tu casa (si necesitas regar plantas de interior). Asegúrate de que sea una persona de tu confianza. Si va a regar plantas de interior, recuerda dejarle un duplicado de la llave de la casa para que tengan acceso a todas las plantas.
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    Sé razonable. No le pidas ayuda a alguien que vive lejos, o para quien llegar a tu casa sería un problema o una molestia. Trata de mantener las visitas al mínimo. Es probable que alguien esté dispuesto a visitar tu casa una o dos veces a la semana, pero tal vez no esté dispuesto a acudir todos los días, en especial si tu casa se encuentra demasiado lejos.
    • Ten en cuenta el uso de algunos sistemas de riego caseros. De esta manera, las plantas dependerán de estos sistemas, y todo lo que tu vecino tendrá que hacer es rellenar las botellas cuando se vacíen.
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    Agrupa las plantas en maceta en base a sus necesidades de riego. De esta manera, será más sencillo para tu vecino realizar un seguimiento. Por ejemplo, puedes ubicar todas las suculentas en un área y las hiedras en otra.[13] Para mantener la casa limpia, considera la posibilidad de almacenar las plantas en una bandeja.
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    Redacta las instrucciones específicas de cuidado y riego. Debes ser minucioso, pero no complicado, y no hagas suposiciones. Es probable que tu amigo o vecino no cuente con las mismas habilidades de jardinería que tú. Lo que podría parecer información básica para ti tal vez ni siquiera se le haya pasado por la cabeza a él.
    • Un ejemplo de instrucciones de riego específicas podría incluir lo siguiente: regar una planta con ½ taza (120 ml) de agua todos los sábados por la noche.[14]
    • Un ejemplo de instrucciones de cuidado específicas podría incluir lo siguiente: vaciar el exceso de agua del plato de la maceta de las plantas de albahaca todos los días.[15]
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    Revisa las plantas para detectar plagas y enfermedades antes de salir. Si riegas las plantas, reducirás la cantidad de trabajo o visitas que el cuidador tendrá que realizar. El control de las plantas para detectar plagas o enfermedades asegurará que se mantengan saludables durante tu viaje. Si las plantas se infectan con plagas o enfermedades mientras estás ausente, es probable que tu amigo o vecino no sepa qué hacer. Si tus plantas mueren mientras se encuentran bajo su cuidado, puede sentirse culpable.
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    Ofrécete devolver el favor. Incluso si sabes que tu amigo o vecino te dirá que “no”, sería educado de tu parte que le hagas esta oferta. De esta manera, le aseguras que no te estás aprovechando de él. Además, es más probable que te ayuden a cuidar tus plantas la próxima vez que salgas de viaje. Si acepta tu oferta, recuerda cumplir tu promesa.

Método 5
Método 5 de 5:
Instalar un invernadero pequeño

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    Consigue una bolsa de plástico transparente que sea lo suficientemente grande como para que quepa en la maceta. La bolsa atrapará la humedad que liberan las plantas. Esta humedad caerá nuevamente sobre las plantas, regándolas. La bolsa debe estar despejada para dejar que la luz solar pueda atravesarla.
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    Coloca una toalla húmeda en la parte inferior de la bolsa y coloca las plantas encima. La toalla ayudará a las plantas a retener la humedad y evitará que la tierra se seque demasiado. Debes colocar solo las plantas que quepan encima de la toalla. Las hojas apenas deben tocarse unas a otras. Si las hojas se comprimen, debes conseguir otra bolsa.
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    Amarra la bolsa mientras atrapas todo el aire que puedas en su interior. Puedes amarrar la bolsa con una banda elástica o un plastinudo. Para mayor seguridad, debes doblar la parte amarrada de la bolsa hacia abajo y envolver otra banda elástica alrededor de ella.[16]
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    Aleja las plantas de la luz solar directa. Puedes mantenerlas adentro o afuera, pero asegúrate de que estén lejos de la luz solar directa. Sin embargo, la luz solar parcial está bien. Si mantienes las plantas bajo la luz solar directa, se cocinarán debido al calor atrapado.[17]
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    Coloca las plantas más grandes en una bañera. Si las plantas son demasiado grandes como para que quepan dentro de una bolsa de plástico, simplemente forra una bañera con una lámina de plástico y varios periódicos. Coloca las plantas encima, riégalas hasta que los periódicos se empapen, y cierra las cortinas de la ducha.[18]
    • Si es posible, deja la luz encendida.

Consejos

  • Lleva las plantas en macetas al interior para ayudar a que el agua dure más tiempo.
  • Ten en cuenta cuánto tiempo estarás ausente. Si solo te ausentas por un fin de semana, una buena noche de remojo antes de irte puede ser todo lo que las plantas necesitan.[19]
  • Ten en cuenta el pronóstico del tiempo. Si vives en un clima cálido y seco, vas a necesitar algo más que una botella invertida para mantener las plantas regadas. Sería una buena idea que le pidas a un vecino que riegue tus plantas.[20]
  • Ten en cuenta los tipos de plantas que tienes. Los plantones jóvenes requieren más cuidado que las plantas más antiguas y establecidas.[21]
  • Si le vas a pedir a alguien que cuide tus plantas, recuerda devolverle el favor o no estará dispuesto a ayudarte la próxima vez.
  • Prueba tus sistemas de riego unos días antes de irte para asegurarte de que funcionan según lo planeado.
  • Instala un sistema de riego por goteo, un temporizador u otro sistema de riego automático. No es necesario que consigas algo lujoso o permanente. Puedes conectar un tubo simple con agujeros para las plantas a un temporizador en el grifo de una manguera de jardín.

Advertencias

  • Estas sugerencias no sirven como métodos de riego permanentes.
  • Debes tener cuidado al anunciarle a alguien que estarás fuera de casa por un tiempo.

Cosas que necesitarás

Crear una botella de riego

  • una botella de vino de vidrio

Crear un sistema de riego por goteo con una cuerda

  • un frasco de conserva
  • un cordel natural o de tela de algodón

Crear un sistema de riego por goteo con una botella

  • una botella de plástico de 2 litros (2 cuartos de galón)
  • un clavo
  • un martillo

Instalar un invernadero pequeño

  • una bolsa de plástico transparente
  • una banda elástica o un plastinudo
  • una toalla
  • una bañera (opcional)

Acerca de este wikiHow

Lauren Kurtz
Coescrito por:
Horticultora profesional
Este artículo fue coescrito por Lauren Kurtz. Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014. Este artículo ha sido visto 11 653 veces.