Es inevitable que el metal se oxide, pero eso no vuelve menos impactante el hecho de detectar la formación de agujeros en su superficie. No importa si estás tratando con una pequeña pieza de chapa o algo valioso como un automóvil, todo tiene solución. La masilla para carrocería es una forma sencilla de rellenar agujeros recién limpiados. Si sabes soldar, puedes aprovechar tus herramientas para lograr una reparación más duradera. Al rellenar los agujeros, detienes la expansión del óxido y te aseguras de que el metal dure más.

Método 1
Método 1 de 3:
Limpiar el óxido

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    Utiliza gafas protectoras, guantes y una mascarilla antipolvo para protegerte. Debes protegerte contra las escamas de óxido que se desprenderán mientras limpias el metal. Mantén los ojos y la boca bien cubiertos en todo momento. Utiliza guantes de trabajo resistentes a los cortes para protegerte contra los bordes afilados. Además, completa tu atuendo con pantalones largos y una camisa de manga larga.[1]
    • Las gafas de seguridad no te protegerán los ojos por completo, así que es mejor que escojas gafas protectoras en su lugar.
    • Las mascarillas antipolvo no sellan la boca por completo. Para conseguir una máxima protección, debes colocarte una máscara con respirador.
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    Trabaja al aire libre o en un área bien ventilada. De esta manera, evitarás que el polvo metálico y otros escombros dañinos permanezcan en la casa. La mayoría de los proyectos se pueden realizar al aire libre, incluida la reparación de automóviles o canaletas. Ten en cuenta que vas a necesitar un lugar para enchufar las herramientas eléctricas, o al menos un cable de extensión para conectarlo al tomacorriente más cercano. Si tienes que trabajar en interiores, procura ventilar el espacio.[2]
    • Por ejemplo, si trabajas en interiores, debes abrir las puertas y ventanas cercanas. Si tienes un taller con un ventilador potente, debes utilizarlo.
    • Mantén a otras personas fuera del área hasta que termines la reparación. Luego, utiliza una aspiradora e imanes para eliminar el polvo en el aire.
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    Cubre el metal circundante con papel y cinta de enmascarar. Corta algunas hojas de papel de enmascarar a la medida con unas tijeras afiladas. Presiona el papel plano contra la superficie metálica y luego asegura los bordes con cinta adhesiva. Deja expuesta el área oxidada.[3]
    • Cubre cualquier objeto cercano que no deseas que se decolore. Por ejemplo, si vas a arreglar un agujero en un automóvil, evita que la pintura o las chispas calientes arruinen el acabado.
    • El papel y la cinta de enmascarar están disponibles en internet y en la mayoría de las ferreterías. Estas fuentes también cuentan con todo lo que podrías necesitar para que el metal luzca como nuevo.
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    Utiliza papel de lija de grano 80 para eliminar toda la pintura y el óxido. Comienza con la pintura restante cerca del agujero, ya que es más fácil de eliminar que el óxido. Para que la reparación resulte lo más efectiva posible, debes restregar la pintura hasta 2,5 cm (1 pulgadas) más allá de los bordes del agujero. Luego, regresa al centro del agujero, restregando con mucha presión para eliminar el óxido. Todo el óxido debe desaparecer. Continúa lijando hasta que puedas ver el metal base.[4]
    • Esta parte tomar un tiempo, así que puedes facilitar las cosas con algunas herramientas eléctricas. Por ejemplo, puedes utilizar una lijadora orbital y un esmeril angular.
    • También puedes utilizar herramientas como un destornillador plano o unas tijeras para hojalata para romper las secciones oxidadas. El óxido hace que el metal subyacente sea suave y quebradizo, así que no dudes en cortarlo.
    • También puedes utilizar un cepillo de alambre para restregar el metal. Utiliza uno como una manera más sencilla de limpiar el óxido del interior de un agujero.
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    Aplica una imprimación o un convertidor de óxido sobre el metal base. Estos productos vienen en forma líquida o en aerosol, por lo que el proceso de aplicación puede variar un poco según el que tengas. Para la versión en aerosol, sostén el recipiente a aproximadamente 15 cm (6 pulgadas) del metal limpio. Apúntalo hacia el área, presiona el botón en la parte superior de la lata y luego pásala por el área descubierta a un ritmo lento pero constante. Asegúrate de que toda la superficie quede bien cubierta con imprimación.[5]
    • Si utilizas una imprimación líquida, puedes esparcirla con un cepillo de espuma. Este procedimiento es como aplicar cualquier tipo de pintura para casas.
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    Espera 24 horas hasta que la imprimación se seque al tacto. La imprimación debe secarse por completo para garantizar que la reparación se mantenga. El tiempo exacto requerido puede variar de un producto a otro, así que asegúrate de verificar la recomendación del fabricante. Si vas a trabajar en un clima frío o húmedo, debes anticipar que la imprimación se seque a un ritmo más lento.[6]
    • Una vez que la imprimación haya terminado de secarse, debes examinarla para asegurarte de que el metal esté listo. Si aún está expuesto, el óxido podría reaparecer y ocasionar más problemas. Vale la pena volver a pintar el área por segunda vez para asegurarte de que se mantenga limpia.
    • Si planeas recubrir el metal con capas adicionales de imprimación, es probable que no necesites esperar las 24 horas completas. Algunos productos te permiten aplicar recubrimientos adicionales dentro de una hora.

Método 2
Método 2 de 3:
Parchar un agujero con masilla para carrocería

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    Selecciona un parche que coincida con el tipo de metal que planeas reparar. Si utilizas un parche metálico, debe estar hecho del mismo tipo de metal. Por ejemplo, los parches de zinc funcionan muy bien en automóviles, ya que la mayoría están hechos con acero recubierto de zinc. Para otros objetos (como canaletas de aluminio), puedes utilizar un parche de aluminio. La mejor manera de conseguir lo que necesitas es comprando un kit de reparación que contenga el parche y un adhesivo.[7]
    • Si no estás seguro de qué tipo de parche utilizar, consigue un parche de fibra de vidrio. Este es un material de uso general que se adhiere bien a cualquier tipo de metal.
    • Si combinas los metales incorrectos, uno de ellos se corroerá con el tiempo y luego te quedarás con una pieza metálica que necesitarás reparar nuevamente.
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    Recorta la malla con unas tijeras para que encaje sobre el agujero. Mantén el parche aproximadamente 2,5 cm (1 pulgada) más largo en todos los lados de lo que crees que necesitas. Siempre puedes recortarlo más si es demasiado grande para el agujero. Unas tijeras afiladas están bien en la mayoría de los casos, pero puedes cambiar a tijeras para hojalata si tienes problemas para cortar el material. Haz que el parche tenga aproximadamente la misma forma que el agujero.[8]
    • Para dimensionar el parche, puedes pegar un trozo de papel encerado sobre el agujero y luego trazar su forma con un marcador permanente. Utiliza el contorno como plantilla para cortar un parche idéntico.
    • Es posible utilizar varias capas de material para parchar. Por ejemplo, puedes colocar varias capas de parches de fibra de vidrio para nivelar un agujero profundo y fortalecer aún más la reparación.
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    Mezcla masilla para carrocería con una barra de pintura sobre un trozo de cartón. Utiliza la barra para sacar una cucharada de masilla del tamaño de una pelota de golf sobre el cartón. Abre el separador más duro y esparce de 5 a 8 gotas por la masilla. Luego, revuélvela hasta que quede bien mezclada. Se volverá de un color uniforme (por lo general, verde), aunque puede variar según el color de la masilla y el endurecedor.[9]
    • Si utilizas un parche de fibra de vidrio, debes mezclar una resina y un endurecedor de fibra de vidrio. El proceso de mezcla es el mismo que el de la masilla para carrocería, ¡así que nada cambiará!
    • Por lo general, la masilla y el endurecedor vienen empaquetados juntos en un kit. Si los compras por separado, asegúrate de contar con ambos productos.
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    Inserta el parche metálico detrás del agujero. Trata de llegar a la parte inferior del metal, o empuja el parche a través del agujero. Luego, extiende el parche para que quede plano contra el metal restante. El parche debe cubrir el agujero por completo. Mantenlo pegado en su lugar extendiendo un poco de masilla alrededor de sus bordes.[10]
    • Puede ser complicado colocar el parche en su lugar. Trata de esparcir un poco de masilla por el interior del agujero con un agitador de pintura. Otra alternativa puede ser fijar el parche en su lugar con imanes.
    • Si no consigues que el parche se adhiera, considera el uso de una masilla epoxi en su lugar. Todo lo que tienes que hacer es extenderla sobre un trozo de malla de fibra de vidrio pegada sobre el agujero. Esta es una forma más sencilla de reparar un agujero, pero no dura tanto como un parche.
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    Cubre el parche con una capa de masilla para carrocería. La mayoría de los kits vienen con un aplicador de plástico que puedes utilizar para esparcir la masilla. De lo contrario, utiliza una barra de pintura. Aplica suficiente masilla para que quede aproximadamente ½ cm (¼ de pulgada) más alto que el metal circundante.[11]
    • Puedes lijar la masilla más adelante para que quede uniforme con el metal circundante y esté lista para volverla a pintar. Si ahora no luce muy bien, no te preocupes, ya que no es necesario que lo haga.
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    Espera aproximadamente 1 hora para que el relleno se seque por completo. La masilla para carrocería se seca rápidamente, por lo que no tendrás que esperar demasiado. Asegúrate de consultar las instrucciones del fabricante para conocer el tiempo de secado exacto. Una vez que la masilla se endurezca al tacto, puedes comenzar a mezclarlo con el metal antiguo.[12]
    • El parche se seca más rápido cuando se encuentra en un área con buena circulación de aire. Durante los días fríos o húmedos, debes anticipar que se seque un poco más lento de lo normal.
    • Una vez que la capa inicial se seque, puedes aplicar más masilla si es necesario para nivelar la superficie o incluso terminar de rellenar un área de forma extraña. Lija el parche con papel de lija de grano 80 antes de cada capa.
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    Lija el parche hasta que quede suave con papel de lija de grano 180. Restriega todo el parche con una ligera pero firme cantidad de presión. Lija todo el parche hasta que quede nivelado y se sienta suave al tacto. Utiliza un toque más ligero alrededor de los bordes para mezclar bien el parche sin rayar el metal que lo rodea.[13]
    • Limpia el polvo del parche antes de pintarlo. Puedes utilizar un paño de adherencia o un paño de microfibra humedecido en agua tibia.
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    Rocía una imprimación de pintura y deja que se seque durante 1 hora. Para pintar rápidamente sobre el parche, debes conseguir una imprimación en aerosol de secado rápido formulada para superficies metálicas. Agita la lata y luego sostenla alrededor de 15 cm (6 pulgadas) de la superficie del parche. Mientras rocías la imprimación, pasa el recipiente de un lado a otro a lo largo del parche. No superpongas los trazos mientras te desplazas de izquierda a derecha, o de lo contrario la pintura podría acumularse de manera desigual en ciertos puntos.[14]
    • Pintar a la velocidad correcta puede ser un poco difícil si nunca antes has utilizado pintura o imprimación en aerosol. Practica primero con un trozo de material de desecho (como cartón).
    • Asegúrate de que la imprimación se seque por completo al tacto antes de pintar sobre ella. También debes cubrir el parche. Si aún está expuesto, podría oxidarse, así que alinéalo con una segunda capa de imprimación.
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    Pinta sobre la imprimación y deja que se seque durante 24 horas. Si optas por un acabado más profesional, debes seleccionar la pintura en aerosol que mejor se adapte al color del metal existente. Sostén el recipiente a 15 cm (6 pulgadas) de la superficie y aplícalo de izquierda a derecha a lo largo del parche. Asegúrate de que el recubrimiento sea consistente. De lo contrario, deja que se seque y luego aplica una capa adicional según sea necesario para restaurar el metal a la normalidad.[15]
    • Hacerlo es excelente para ocultar daños en un automóvil, pero no es necesario que lo hagas para cosas como canaletas metálicas sin pintar.

Método 3
Método 3 de 3:
Soldar un agujero cerrado

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    Traza un contorno del agujero sobre un trozo de papel encerado. El papel encerado es ligeramente transparente, por lo que es una forma disimulada de tener una buena idea de lo que necesitas para parchar el agujero. Sostén el papel plano contra el metal y delinea el agujero con un marcador permanente. Luego, recorta la plantilla con unas tijeras.[16]
    • Asegúrate de que el contorno sea exacto. Está bien si lo cortas un poco más grande que el agujero. Si no logra cubrir el agujero, tendrás que hacerlo de nuevo.
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    Utiliza tijeras para cortar metales para cortar un respaldo de cobre. Coloca la plantilla sobre una placa de cobre. Toma un marcador permanente y dibuja alrededor del contorno. Debes hacer el respaldo del mismo tamaño que el agujero. Luego, recórtalo y déjalo a un lado.
    • Algunas otras herramientas que puedes utilizar incluyen tijeras para hojalata, una sierra de arco o una herramienta Dremel.
    • Por lo general, las ferreterías tienen todo lo que necesitas para la reparación, incluido material de soldadura y placas de cobre. También puedes buscar en internet cualquier cosa que no puedas conseguir en una tienda.
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    Fija el panel de cobre a la parte posterior del agujero con una abrazadera. Si es posible, trata de llegar debajo del agujero para instalar el panel de cobre. Necesitarás una forma de mantenerlo en ese lugar mientras sueldas. Trata de colocar una abrazadera alrededor del panel de metal y cobre para unirlos. Si no puedes colocar una abrazadera, coloca un imán de soldadura sobre el metal.[17]
    • Asegúrate de que el respaldo de cobre sea del mismo tamaño que el agujero. Los bordes deben ser accesibles o, de lo contrario, no podrás soldarlos al metal existente.
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    Utiliza una máscara de soldar y otro equipo para protegerte. Utiliza una máscara de soldar con sombra para protegerte los ojos de la luz del soplete. Además, colócate guantes de soldar resistentes al calor y un delantal. También debes tener cerca un extintor.[18]
    • Trabaja lejos de superficies inflamables. Si vas a reparar una chapa, colócala sobre una mesa de soldar, por ejemplo.
    • ¡Recuerda trabajar en un área bien ventilada! Haz que otras personas se queden afuera hasta que termines.
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    Instala un alambre de acero en el soplete de un soldador MIG. Dado que el acero no se pega al alambre, es perfecto para rellenar los agujeros alrededor del cobre. Pásalo por la punta del soplete, asegurándote de que quede centrado. Si sientes que está atascado, sácalo, límpialo y vuelve a centrarlo.
    • Limpia el alambre con un paño seco. Si se ensucia, la soldadura no resultará demasiado resistente.[19]
    • Como una opción económica y universal, consigue un alambre de acero AWS ER70S-3. Utiliza alambres de acero AWS ER70S-6 para una reparación de mayor calidad.
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    Conecta el soldador a su depósito de combustible y al metal expuesto. Engancha el adaptador de la manguera a la salida en la parte superior del depósito de combustible. La manguera se encuentra en el respaldo del soldador MIG, cerca de donde instalaste el alambre de acero. Después de asegurar el combustible, camina hacia la parte delantera de la máquina y toma la otra manguera negra en ese lugar. Este tendrá una abrazadera metálica en el extremo. Asegúralo a una mesa de soldar o un panel descubierto en un automóvil, por ejemplo.[20]
    • El gas de protección se utiliza para proteger el metal caliente para que se enfríe y se convierta en una soldadura resistente. Trata de utilizar dióxido de carbono al 100 % como una forma económica de completar la mayoría de los proyectos. Una mezcla de 75 % de argón y 25 % de dióxido de carbono también funcionará, y es ideal para soldar metales duros como el acero.
    • La abrazadera de puesta a tierra se utiliza por seguridad. Emite electricidad, en especial cuando sucede algo que hace que el soldador se sobrecargue.
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    Suelda por puntos cada 8 o 10 cm (3 o 4 pulgadas) a lo largo del metal. Enciende el soldador y luego sostén el soplete en un ángulo de 90 grados con respecto al metal. Coloca la punta del soplete contra el metal. Mantenlo en ese lugar durante un par de segundos para aplicar alambre de acero fundido de 1 cm (½ pulgada) de ancho. Hazlo en todo el perímetro de donde se unen el respaldo de metal y cobre existente.[21]
    • Recuerda quitar la abrazadera o el imán después de que las primeras soldaduras se enfríen. Estas mantendrán el metal unido mientras terminas la reparación.
    • Si el agujero es pequeño, puedes cerrarlo simplemente soldando por puntos. No necesitarás utilizar un respaldo de bronce. El acero del alambre del soplete rellenará el agujero.
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    Agrega más puntos de soldadura para llenar los espacios restantes entre el metal. Vuelve al primer lugar que rellenaste. Una vez que se enfríe, suelda otro punto junto a él. Completa más soldaduras de 1 cm (½ pulgada) junto al conjunto original que rellenaste. Repite este procedimiento hasta que rellenes todo el perímetro.[22]
    • Suelda por puntos junto a cada una de las áreas enfriadas. Coloca el soplete de manera que las áreas no se superpongan en lo absoluto.
    • Esto se conoce como soldadura por puntos porque no es continua. En cambio, terminarás con un montón de puntos metálicos (como monedas de diez centavos) uno al lado del otro.
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    Lija la soldadura plana con un esmeril angular para metal o una herramienta Dremel. Trata de utilizar un esmeril angular ajustado con una rueda de aletas abrasiva, por ejemplo. Espera al menos 30 segundos para que la soldadura termine de enfriarse y luego sostén la rueda en cada punto. Líjalos a todos hasta que queden lisos y aproximadamente nivelados con el metal circundante.[23]
    • Lijar la soldadura hace que luzca mucho mejor. Esto es bueno si planeas enmascarar la soldadura, pero siempre debes hacerlo si deseas pintar sobre ella.
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    Aplica imprimación y pinta el metal para darle un aspecto más profesional. Si planeas cubrir el punto soldado, puedes aplicar un compuesto, como masilla para carrocería. Cubre todo el respaldo de cobre, junto con la soldadura, con una barra de pintura para madera. Una vez que termine de secarse, nivélalo con papel de lija de grano 180 y luego rocía la imprimación. Aplica una capa de pintura después si deseas combinar la reparación con el metal existente.[24]
    • Como mínimo, cubre la soldadura y aplica una imprimación para sellar el óxido. Las soldaduras frescas son vulnerables a la oxidación, en especial antes de que tengan la oportunidad de enfriarse.

Consejos

  • Si no puedes arreglar un agujero por tu cuenta o no deseas arruinar un objeto valioso, debes llevar el metal con un profesional. Por ejemplo, deja que alguien en un taller de carrocería repare el daño del automóvil.
  • Mantén el metal limpio y seco para evitar la oxidación. El agua es la principal causa de oxidación, pero lavar y repintar el metal ayuda a que no se asiente.[25]
  • Conserva el metal en interiores, en especial durante el clima húmedo o severo.[26]
  • Si detectas la formación de óxido, debes tratarlo de inmediato para evitar que el daño empeore. El óxido no dejará de extenderse hasta que lo hayas eliminado y sellado el área afectada.[27]

Advertencias

  • Siempre debes utilizar equipo de seguridad al lijar metal, lo que incluye una mascarilla antipolvo, guantes de trabajo resistentes a los cortes y gafas de seguridad. Para evitar aspirar polvo metálico, debes ventilar el área y mantener alejadas a otras personas hasta que tengas la oportunidad de limpiar.
  • Al soldar, debes tomar precauciones para protegerte de las quemaduras. Utiliza una máscara y guantes de soldar. Aleja los objetos inflamables del soldador.

Cosas que necesitarás

Limpiar el óxido

  • gafas protectoras
  • guantes resistentes a los cortes
  • una mascarilla antipolvo o con respirador
  • cinta de enmascarar
  • papel de enmascarar
  • papel de lija de grano 80
  • imprimación de metal o convertidor de óxido

Parchar un agujero con masilla para carrocería

  • un parche de metal o fibra de vidrio
  • masilla para carrocería o resina de fibra de vidrio
  • un agitador de pintura para madera
  • cartón o papel para mezclar
  • tijeras para cortar metales
  • papel de lija de grano 180
  • imprimación para metal
  • pintura a prueba de metales (opcional)

Soldar un agujero cerrado

  • una placa de cobre o un respaldo metálico alternativo
  • tijeras para cortar metales
  • un soldador MIG
  • gas de dióxido de carbono
  • alambre de acero
  • una máscara de soldar
  • guantes de soldar
  • imán de soldadura
  • un esmeril angular para metal
  • imprimación para metal
  • pintura a prueba de metales (opcional)

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