Rellenar las cápsulas de píldora en casa puede ser una excelente manera de incorporar suplementos saludables en tu dieta sin tener que gastar mucho dinero. Tendrás que obtener los materiales, además del tipo y tamaño de cápsula que quieras rellenar con hierbas. Si bien esto es más trabajoso que comprarlas hechas, es mucho más económico. Si cuentas con un dinero adicional, compra una máquina para rellenar cápsulas para así producir muchas rápidamente.

Método 1
Método 1 de 3:
Escoger los materiales

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    Escoge cápsulas vegetarianas si tienes restricciones alimenticias. Estas cápsulas están hechas de álamos y son una buena opción si tienes restricciones dietéticas, ya que no contienen kósher, halal ni gluten. [1]
    • Podrás encontrarlas en internet o en la tienda de productos naturales de tu localidad.
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    Utiliza cápsulas de gelatina si no tienes restricciones alimentarias. Estas cápsulas están hechas de gelatina de carne bovina, pero no te preocupes, ¡no sentirás el sabor a carne! Generalmente, son más económicas que las cápsulas vegetarianas. [2]
    • Podrás encontrarlas en internet o en las tiendas de productos naturales.
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    Escoge cápsulas de tamaño 0 para una dosis estándar. Las cápsulas para rellenar vienen en distintos tamaños, pero el más común es el 0, ya que pueden contener aproximadamente 500 mg de relleno.[3]
    • La densidad y el tamaño del polvo puede afectar la cantidad de relleno que quepa en la cápsula.
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    Escoge el tamaño 1 si quieres una píldora más pequeña. Estas son más pequeñas que las cápsulas 0, por lo que es más fácil tragarlas.[4]
    • Una cápsula de tamaño 1 contiene aproximadamente un 20 % menos que la de tamaño 0. Ten esta información en cuenta a la hora de comprar una opción más pequeña.
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    Pídele recomendaciones a tu médico para así decidir el relleno de las cápsulas. Consulta siempre con un profesional de la salud antes de comenzar a tomar cualquier suplemento. Dependiendo del problema que tengas y de las hierbas que el profesional te recomiende, los suplementos pueden reforzar el sistema inmunitario, reducir la inflamación o mejorar la digestión.
    • La cayena es un poderoso antioxidante. Si bien sus efectos aún están siendo estudiados, se cree que alivia las náuseas y ayuda a combatir las infecciones bacterianas. Coloca un poco de cayena en las cápsulas a fin de obtener sus beneficios sin provocar ardor en la boca.[5]
    • El jengibre ayuda a combatir las enfermedades comunes como los resfríos, las congestiones nasales y las cefaleas, además de aliviar las indigestiones.[6]
    • El aceite de orégano (que en realidad proviene de una planta relacionada con la mejorana) ayuda a aliviar los dolores. [7]
    • La cúrcuma reduce la presión arterial y el colesterol.[8]
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Método 2
Método 2 de 3:
Rellenar las cápsulas manualmente

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    Coloca el relleno en un recipiente. Si quieres utilizar una mezcla, coloca todas las hierbas juntas y mézclalas bien. No hay problema si tienes más relleno que la cantidad de cápsulas que utilizarás. Coloca lo restante en una bolsa plástica resellable y consérvala en un lugar fresco y oscuro.
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    Abre las cápsulas y deja la tapa a un lado. Las cápsulas ya vienen montadas. Para separarlas, sostén la parte inferior con una mano y empuja la parte superior con la otra. Si tienes problemas para separarlas, gira la parte superior de la cápsula hacia adelante y hacia atrás hasta lograrlo. Coloca la tapa a un costado.[9]
    • La parte superior de la cápsula es más corta y ancha que la parte inferior. Esto permite deslizarla por encima de la parte superior de la cápsula al volver a juntarlas.
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    Coloca la mezcla en la parte inferior de la cápsula. Esta es la forma más sencilla de rellenarla y evitará generar mucho desorden. Rellena la parte inferior completamente.[10]
    • Antes de rellenarla, lávate las manos. Asimismo, puedes usar guantes de protección.
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    Coloca y presiona la parte superior de la cápsula sobre la inferior. Una vez que hayas rellenado la parte inferior, coloca suavemente la superior. Con una mano, sostén la parte inferior y con la otra, presiona cuidadosamente la parte superior de la cápsula hacia abajo.[11]
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    Almacena las cápsulas en un ambiente fresco y oscuro. Cuando termines de armar todas las cápsulas, colócalas en una bolsa resellable o en un tarro con tapa y guárdalas en un lugar fresco y oscuro.
    • Prepara la cantidad necesaria para uno o dos meses. Si haces una mayor cantidad, es posible que expiren antes de que puedas tomarlas.
    • Si vives en un lugar húmedo, coloca paquetes de gel de sílice en el tarro. Puedes comprarlos en internet o guardar los que vienen con el calzado, la medicación y otros productos.
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Método 3
Método 3 de 3:
Utilizar una máquina para rellenar cápsulas

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    Selecciona la máquina en función del tamaño de la cápsula. Cada aparato funciona con un solo tamaño de cápsulas. Cuando compres uno, asegúrate de que sirva para rellenar el tamaño de cápsula que desees. [12]
    • Compra esta máquina en internet o en la mayoría de las tiendas de productos naturales. En los EE.UU., esta tiene un costo aproximado de $ 20.
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    Coloca la base de la máquina en el soporte para así asegurarla mientras rellenes las cápsulas y las unas.[13]
    • El aparato vendrá con una tapa en donde se colocarán las tapas de las cápsulas y el soporte.
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    Coloca la parte inferior de la cápsula en la base de la máquina. Desmonta las cápsulas y coloca las partes inferiores en cada hendidura de la parte baja de la máquina. No cargues más de una cápsula en cada abertura.[14]
    • La parte inferior de la cápsula es mucho más larga que la superior. Esto permite deslizar esta última por encima de la inferior para así poder armarlas.
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    Coloca el relleno en los agujeros de la base de la máquina. Coloca primero el relleno en una taza medidora y luego en los agujeros donde estén las partes inferiores de las cápsulas.[15]
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    Esparce el relleno en cada una de estas partes. Generalmente, estos aparatos vienen con tarjetas plásticas para rellenar las cápsulas. Una vez que hayas colocado el relleno, usa una tarjeta a fin de garantizar que lo esparzas y distribuyas de manera uniforme.[16]
    • Si no cuentas con esta tarjeta, puedes utilizar un pedazo de plástico duro y limpio como, por ejemplo, una tarjeta de crédito para así distribuir el polvo.
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    Utiliza el seguro incluido para compactar el relleno, en caso de ser necesario. Si no has logrado rellenar las cápsulas por completo en el primer intento, usa el seguro para compactar el relleno y dejar más espacio. Alinea los dientes del seguro con las aberturas en donde estén las partes inferiores de las cápsulas y presiona el relleno suavemente hacia abajo a fin de compactarlo.[17]
    • El seguro se asemeja a un pedazo plano de plástico y tiene dientes en uno de sus lados.
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    Repite el proceso de rellenado si has compactado el relleno. Coloca más relleno en los agujeros con las partes inferiores de las cápsulas y usa la tarjeta para esparcirlo de manera uniforme.[18]
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    Coloca las partes superiores de las cápsulas en la tapa de la máquina. Esta tapa tendrá aberturas para colocar dichas partes. Presiona suavemente hacia abajo a medida que coloques una parte superior en cada abertura. Estas partes deberán estar bien aseguradas, incluso aunque voltees la máquina hacia abajo.[19]
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    Alinea la parte superior de la máquina con la parte inferior y presiona hacia abajo. Quita la base de la máquina del soporte y voltea suavemente la tapa de la máquina para alinear las aberturas superiores e inferiores. Presiona hacia abajo hasta que la máquina deje de compactar. En este punto, las cápsulas ya estarán armadas por completo.[20]
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    Quita la tapa de la máquina y retira las cápsulas. Cuando lo hagas, podrás ver la parte inferior de las cápsulas en el aparato. Presiona un poco la máquina para poder retirarlas.[21]
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Consejos

  • Si te preocupa colocar la misma cantidad de relleno en cada cápsula, utiliza una máquina en lugar de rellenarlas manualmente.
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Advertencias

  • No tritures medicamentos recetados para mezclarlos con otros rellenos de cápsulas caseras. Los medicamentos recetados pueden interactuar con otros suplementos herbales de maneras peligrosas.
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Acerca de este wikiHow

Sarah Gehrke, RN, MS
Coescrito por:
Enfermera registrada
Este artículo fue coescrito por Sarah Gehrke, RN, MS. Sarah Gehrke es enfermera registrada y terapeuta de masajes licenciada en Texas. Sarah tiene más de 10 años de experiencia enseñando y practicando flebotomía y terapia intravenosa (IV) utilizando apoyo físico, psicológico y emocional. Recibió su licencia de Terapeuta de Masajes en el Instituto de Terapia de Masajes de Amarillo en 2008 y un master en Ciencias de Enfermería en la universidad de Phoenix en 2013. Este artículo ha sido visto 8861 veces.
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