En el pasado, era necesario rotar y voltear los colchones con regularidad para evitar que las secciones en las que se duerme con más frecuencia se hundan. Las recientes innovaciones en el diseño de los colchones han eliminado esta necesidad. Sin embargo, la rotación puede ayudar a prolongar su vida útil.[1] Si lo haces por tu cuenta, este procedimiento puede volverse engorroso y difícil. Sin embargo, con algunos trucos y técnicas, no tendrás que preocuparte por comprar un colchón nuevo durante mucho tiempo.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Cuidar del colchón de manera constante y segura

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    Revisa las instrucciones del colchón. Es probable que tu colchón, en especial si es nuevo, no necesite que lo voltees. En este caso, puedes encontrar instrucciones claras sobre la etiqueta (por ejemplo, “No girar” o “No necesita voltearse”).[2] Los colchones que no cuentan con esta indicación se deben voltear y rotar para que consigas mejores resultados.
    • Algunos colchones cuentan con un “acolchado individual” sobre un costado. Por lo general, estos colchones no están diseñados para voltearse, pero pueden rotarse.[3] En algunos casos, es probable que el acolchado individual de los colchones no sea uniforme. Debes verificar con cuidado las instrucciones de los colchones con acolchado individual, ya que es probable que algunos no necesiten rotación.
    • Si has arrancado la etiqueta del colchón, o la etiqueta de alguna manera se ha desprendido en algún momento, puedes buscar las instrucciones de cuidado en internet. Escribe el nombre, el fabricante y el tamaño de tu colchón en un buscador para encontrar instrucciones específicas.
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    Configura recordatorios de rotaciones si es necesario. Dependiendo del tipo de colchón que tengas y de su fabricante, es probable que solo necesites rotar la cama dos veces al año.[4] Es probable que otros colchones necesiten un cronograma más regular (por ejemplo, rotarlos cada tres meses).[5] Sin embargo, puede resultarte difícil recordar de qué manera debes rotar o voltear el colchón, por lo que los recordatorios te ayudarán. Toma un bolígrafo y una ficha y haz lo siguiente:
    • Anota el mes en que planeas rotar el colchón en la parte superior de la ficha.
    • Si tienes un colchón que necesitas voltear y rotar, debes colocar al revés la ficha para que el mes que anotaste en la parte superior de la ficha ahora se encuentre en la parte inferior. Luego, anota la fecha tres meses después del primer mes que anotaste.
    • Toma una segunda ficha y anota la fecha tres meses después del segundo mes que anotaste en la parte superior.
    • Si tienes un colchón que necesitas voltear y rotar, debes colocar la ficha al revés para que el tercer mes que anotaste ahora se encuentre en la parte inferior. Anota la fecha siguiente tres meses después del tercer mes.
    • Por ejemplo, puedes anotar en la primera ficha “Marzo” en la parte superior y “Junio” en la parte inferior y al revés. En este caso, la segunda ficha debe tener anotado “Setiembre” en la parte superior y “Diciembre” en la parte inferior y al revés.[6]
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    Adjunta los recordatorios a la cama. Este procedimiento te ayudará a recordar el lado que debes rotar o voltear cuando llegue el momento. Toma algunos imperdibles y coloca una ficha en la cabecera y la otra a los pies de la cama. Un imperdible para cada recordatorio debería ser suficiente para mantenerlos en su sitio. Sin embargo, dos alfileres le darán a la ficha una mayor estabilidad y evitarán que se enganche entre las sábanas.[7]
    • También puedes marcar estas fechas en un calendario, programar una alarma en tu teléfono o utilizar un servicio de calendario en internet para llevar un seguimiento del mantenimiento del colchón.
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    Despeja el área de objetos frágiles. El proceso de rotar y voltear el colchón puede volverse un esfuerzo potencialmente incómodo. Es probable que pierdas el control mientras lo reubicas, lo que hace que se desplome de un lado a otro. Aunque es poco probable que el colchón cause daños graves a los muebles resistentes (por ejemplo, una mesita de noche o una cómoda), puede dañar los elementos más frágiles.
    • Debes apartar las lámparas, los calefactores, las chucherías sobre la mesita de noche, las tazas, los vasos, los relojes, los tapices y otros artículos frágiles antes de voltear o rotar el colchón.
    • También debes mover objetos fijos que pueden interferir o representar un peligro al momento de voltear el colchón. Por ejemplo, es probable que desees correr un poco la mesita de noche para evitar golpearte el pie mientras reorientas el colchón.[8]
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    Vuelve a colocar la cama en su posición si es necesario. Esto es especialmente importante si no tienes una cabecera o algún tipo de amortiguador entre la cama y la pared. Mientras rotas y volteas el colchón, podrías empujar el marco de la cama contra la pared, causándole daños. Para evitar dañar la pared, es probable que desees correr la cama a una corta distancia de las paredes.

Parte 2
Parte 2 de 2:
Prolongar la vida útil del colchón

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    Retira la ropa de cama. Si necesitas voltear el colchón mientras lo rotas, la ropa de cama puede quedar atrapada debajo de la cama. Incluso si solo necesitas rotar el colchón, las sábanas pueden enredarse, engancharse en el marco o dificultar el ajuste. El colchón debe quedar descubierto antes de realizar cualquier cosa para facilitar tu trabajo.
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    Ubica el colchón. Debes separar el colchón de la cabecera, la pared o el cabezal del marco de la cama, si es posible. Es probable que algunas camas con dosel, estribos y de colchones grandes (como las extragrandes) requieran que primero levantes la parte inferior del colchón para separarlo de la cabecera y descanse sobre el estribo. Esta posición te permitirá desplazar el colchón con mayor facilidad alrededor del somier o el marco. Luego, agarra el colchón por una esquina, levántalo ligeramente y arrástralo de manera que la parte inferior apunte hacia el lado izquierdo o derecho.
    • Debes revisar los lados del colchón para verificar si cuenta con asas. Algunos colchones incluyen asas laterales para facilitar las maniobras y el transporte.
    • Puedes rotar el colchón hacia el lado que te resulte más práctico. El objetivo final es reposicionar los pies de la cama para que se conviertan en la cabecera.
    • Vuelve a centrar el colchón después de que la parte inferior apunte hacia la izquierda o hacia la derecha. En este punto, el cabezal y los pies originales de la cama deben quedar colgando de los lados izquierdo y derecho, con el colchón aproximadamente en el medio de los somieres o el marco.
    • Es probable que sea difícil maniobrar los colchones extragrandes desde una esquina solamente. Si tienes una cama de este tamaño o más grande, es probable que te resulte más sencillo rotar el colchón apoyándolo sobre la cabecera o los pies de la cama y deslizándolo de a pocos hasta que los pies y la cabecera del colchón apunten hacia los lados.
    • Evita apuntalar y girar el colchón sobre la cabecera o los pies de la cama si tiene ángulos agudos que podrían engancharse en el colchón o cuenta con elementos inestables. En este caso, debes inclinar el colchón empujando una esquina de los pies hacia adentro con respecto al marco y una esquina de la cabecera del colchón hacia afuera. La orientación resultante debe quedar inclinada en ángulo.[9]
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    Completa la rotación. Agarra el colchón nuevamente por la esquina y comienza a deslizarlo para que el fondo se ubique en su nueva posición sobre la cabecera de la cama. Una vez que la cama se encuentre en su posición, puedes realizar pequeños ajustes hasta que quede completamente centrada, a menos que necesites voltear el colchón. Una vez que termines de rotar el colchón, es probable que tengas que voltearlo si es necesario.
    • El tamaño de los colchones extragrandes los vuelve propensos a desarrollar un montículo en el medio. Gracias al hecho de que estos colchones son en su mayoría cuadrados, puedes evitar que se forme esta joroba solo si los rotas 90 grados (media rotación).
    • Con excepción de los colchones extragrandes, la cama debe quedar orientada como normalmente lo hacía, con el lado largo que va desde la cabecera hasta los pies. Ahora, la cabecera y los pies del colchón deben quedar en posiciones intercambiadas.[10]
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    Voltea el colchón si es necesario. Jala el colchón a ambos lados de la cama para que aproximadamente la mitad cuelgue de los somieres o el marco. Toma el lado colgante y levántalo hasta que el colchón quede derecho. Luego, baja el extremo alto al lado opuesto de la cama. Puedes realizar la rotación de un extremo a otro de manera similar. Jala y apoya el colchón sobre la cabecera. Luego, levanta el lado colgante y bájalo hasta que la parte inferior del colchón tome el lugar de la parte superior.
    • En general, debes voltear el colchón alternando entre la rotación de un lado a otro y de un extremo a otro, a menos que la etiqueta o las instrucciones del colchón indiquen lo contrario.
    • Después de voltear el colchón, este debe sobresalir por encima del lado opuesto de la cama. Sin embargo, debes rotarlo y voltearlo en este punto. Todo lo que necesitas hacer es colocar el colchón en su sitio en el somier o el marco y listo.[11]

Consejos

  • Es probable que te resulte difícil mover colchones grandes o pesados por tu cuenta. Puedes pedirle a un amigo que te ayude con este procedimiento para facilitarte el trabajo.

Advertencias

  • La rotación de un colchón provoca una tensión que puede lesionarte la parte baja de la espalda. Evita realizar movimientos bruscos. Debes levantar el colchón con las piernas y rotarlo con precaución. Si lo haces correctamente, lograrás completar la tarea sin lesionarte.
  • Si doblas el colchón demasiado o no sigues las instrucciones de rotación, puedes malograr la cama.
  • Si eres una persona robusta que duerme casi en el mismo lugar todas las noches, debes rotar y voltear el colchón con mayor frecuencia.[12]

Cosas que necesitarás

  • un colchón
  • 2 fichas
  • un bolígrafo
  • un amigo (opcional)
  • 2 imperdibles

Acerca de este wikiHow

Kadi Dulude
Coescrito por:
Profesional de limpieza de casas
Este artículo fue coescrito por Kadi Dulude. Kadi Dulude es el dueño de Wizard of Homes, una empresa de limpieza con sede en la ciudad de Nueva York. Kadi lidera un equipo de más de 70 profesionales de limpieza registrados, y sus consejos de limpieza han aparecido en Architectural Digest y New York Magazine. Este artículo ha sido visto 14 029 veces.