Es una decisión difícil saber si deberías usar un tampón y es normal que te sientas un poco abrumada. Si recién empezaste a menstruar, es natural que tengas muchas dudas. Los tampones son muy seguros si se usan de la forma correcta. Puedes empezar a usarlos desde la primera menstruación, pero es normal que te sientas nerviosa la primera vez que usarás un tampón. Infórmate un poco sobre los tampones para saber si son la opción adecuada para ti. Recuerda que no hay una sola opción correcta para protegerte durante el período menstrual. Elige lo que funcione mejor para ti.

Método 1
Método 1 de 4:
Informarte sobre los tampones

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    Ten en cuenta que puedes usar tampones desde que empiezas a menstruar. No hay ninguna edad en la que no puedas usarlos. En cuanto el período empiece, puedes empezar a usar tampones con seguridad; si tienes la edad suficiente para menstruar, también tienes la edad suficiente para usar tampones. No existe ninguna razón física por la que debas esperar para usar un tampón. Siempre y cuanto te sientas cómoda, puedes empezar a usarlos de inmediato sin importar tu edad. Ninguna mujer que menstrúe es demasiado joven para usar tampones.[1]
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    Usa un tampón, aunque seas virgen. Muchas personas creen que los tampones no son seguros si eres virgen porque piensan que podrían romper el himen y hacerte perder tu virginidad. Esto es un mito común. En realidad, el himen no se rompe durante la relación sexual u otra actividad, aunque podría estirarse y rasgarse. Aunque seas virgen, puedes usar un tampón sin problemas.[2]
    • De hecho, algunas mujeres nacen sin himen. El himen puede estirarse o rasgarse durante las actividades no sexuales sin que te des cuenta.
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    No te preocupes por el dolor. Si tu indecisión sobre los tampones se relaciona con el dolor, debes comprender que estos no deberían provocar dolor. El tampón se inserta más allá del músculo vaginal y, si ha pasado ese músculo, no debes sentir ningún dolor. No puedes empujarlo más porque el cuello del útero lo detendrá y no podrás insertarlo más allá de este. No puede perderse en el interior de tu cuerpo.
    • Quizás sea de utilidad que empieces a usar tampones delgados.[3]
    • Si sientes algún dolor o incomodidad, quizás no hayas empujado el tampón lo suficiente o es posible que lo hayas insertado de lado.

Método 2
Método 2 de 4:
Saber si los tampones son adecuados para ti

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    Investiga más sobre los tampones. En Internet, puedes encontrar información acerca de los tampones en algunos sitios como Kids Health y el sitio web de Planned Parenthood, además de tutoriales en algunos sitios como YouTube. También puedes preguntar en la enfermería o en el consultorio médico de tu escuela si tienen folletos o información sobre los tampones o la protección en general durante la menstruación.
    • Lee la información básica sobre los tampones y su funcionamiento para decidir si son adecuados para ti. Todas las cajas de tampones contienen información sobre ellos y la forma de insertarlos.
    • También puedes visitar los sitios de algunas marcas populares, como Kotex o Tampax.
    • Quizás también te resulte útil ver algunos diagramas del sistema reproductor femenino para saber en dónde insertar el tampón si decides usarlo.
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    Intenta usar un tampón cuando tengas el período para saber si te agrada. Si no sabes si te sentirás cómoda con los tampones a la larga, pruébalos durante unos días. Compra un paquete pequeño o puedes pedirle a una amiga o pariente que te dé algunos.
    • Si no te sientes bien o sientes alguna incomodidad, puedes seguir usando toallas sanitarias o una copa menstrual.
    • Algunas empresas, como Thinx, han creado “braguas menstruales” que puedes usar durante el período con o sin un tampón o toalla sanitaria.
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    Usa tampones si haces actividades intensas. Muchas mujeres y chicas prefieren usar tampones porque permiten hacer más actividades. Por ejemplo, si nadas, puedes usar un tampón mientras estás en la piscina, pero no una toalla sanitaria. Las actividades donde debes moverte mucho, como el baile o los deportes, también son más fáciles de realizar mientras usas un tampón.[4]

Método 3
Método 3 de 4:
Pedirles consejos a otras personas

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    Habla con tus amigas. Si tienes amigas que usen tampones, puedes pedirles un consejo. Tus amigas pueden resolver las dudas que tengas sobre la forma de insertar un tampón y lo que sentirás al usarlo. Es posible que esto te ayude a decidir si estás lista o no para usarlos.
    • Elige amigas comprensivas y sin prejuicios. No debes hablar con alguien que podría hacerte pasar un mal momento porque no estás segura sobre el uso de los tampones.
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    Pídeles a tus padres que te orienten. Quizás te parezca incómodo hablar sobre la menstruación con tus padres. Sin embargo, hablar con ellos podría ser de mucha utilidad. Tu madre, en particular, recordará cómo fue empezar a menstruar y podría ayudarte a superar esos sentimientos.[5]
    • También es de mucha ayuda mantener un diálogo abierto sobre la pubertad con tus padres. Es normal que tengas muchas dudas y tus padres pueden ayudarte a resolverlas.
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    Pídeles un consejo a tus parientes mayores. Si tienes parientes mayores, como una prima o una tía, quizás también puedan darte un consejo sobre los tampones. Esta es una opción excelente si quieres pedirle un consejo a alguien que sea un poco mayor y que tenga más experiencia. Si tus amigas aún no han empezado a menstruar, podría ser de utilidad pedirle un consejo a una persona adulta.[6]
    • Si no tienes parientas mayores, incluso puedes hablar con la madre de una amiga, con una maestra en quien confíes o con la enfermera de la escuela.

Método 4
Método 4 de 4:
Usar los tampones de forma segura

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    Empieza a usar tampones delgados. Si vas a usar tampones por primera vez, podrían provocarte una molestia leve. Aunque los tampones no suelen causar dolor, debes acostumbrarte a usarlos. Empieza con los tampones delgados hasta que te acostumbres a la sensación.[7]
    • Al principio, es recomendable usar una toalla sanitaria además del tampón para duplicar la protección.
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    Lávate las manos antes de insertar el tampón. Lávate las manos con jabón durante 20 segundos aproximadamente y asegúrate de lavarte la parte inferior de las uñas y entre los dedos. Cuando termines, enjuágate bien y sécate las manos con una toalla limpia.[8]
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    Inserta el tampón con cuidado. Con una mano, abre los labios vaginales (la piel que está alrededor de la abertura vaginal). Coloca la punta del tampón en la abertura vaginal. Coloca el tampón en dirección hacia atrás y empújalo con suavidad en la vagina. Cuando sientas que los dedos tocan el cuerpo, significa que has insertado el tampón por completo.[9]
    • Si usas un aplicador, empuja el tubo interior del aplicador con los dedos y retira el aplicador con los dedos índice y pulgar.
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    Cámbiate de tampón con frecuencia. Tira de la cuerda que está en el extremo del tampón para retirarlo. Para evitar las complicaciones, como el síndrome del choque tóxico, debes cambiarte los tampones cada 4 o 6 horas.[10]

Consejos

  • Mira un diagrama de la anatomía femenina para saber en dónde debes insertar el tampón.
  • Antes de usar un tampón, debes poder insertar el dedo meñique en la vagina, ya que el dedo es más flexible que el aplicador. Cuando no estés menstruando, dedica un tiempo para acostumbrarte a tu anatomía.

Acerca de este wikiHow

Rebecca Levy-Gantt, MPT, DO
Coescrito por:
Obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Rebecca Levy-Gantt, MPT, DO. La Dra. Rebecca Levy-Gantt es una obstetra y ginecóloga certificada que dirige un consultorio privado en Napa, California. La Dra. Levy-Gantt se especializa en menopausia, perimenopausia y manejo hormonal, incluidos los tratamientos hormonales compuestos y tratamientos alternativos. También es una profesional de menopausia certificada a nivel nacional y se encuentra en la lista nacional de médicos especializados en el manejo de la menopausia. Obtuvo una maestría en fisioterapia en la Universidad de Boston, así como un doctorado en medicina osteopática en la Facultad de Medicina Osteopática de Nueva York. Este artículo ha sido visto 68 540 veces.
Categorías: Higiene femenina