Mucha gente asocia unos dientes blancos y uniformes con la salud y con la belleza. Sin embargo, si tus dientes no son derechos por naturaleza, puedes considerar el uso de brackets tanto por razones cosméticas como para tratar problemas médicos. Pero, ¿sabes si tus dientes podrían beneficiarse con los brackets? ¿Sabes si los necesitas? A continuación, te presentaremos algunos pasos simples que puedes seguir para darte cuenta.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Examinar tus dientes

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    Observa si tus dientes se ven apiñados o torcidos. A estos se les conoce como maloclusiones. Las señales de advertencia son, entre otras: dientes que se ven como si estuvieran de lado, dientes que se superponen entre sí y dientes que sobresalen significativamente más allá de los dientes vecinos. El aglutinamiento es el problema más común que tratan los brackets.[1]
    • Para determinar si tus dientes están apiñados, puedes usar hilo dental. Si es muy difícil pasarte el hilo dental entre tus dientes, quizá sea porque están apiñados demasiado cerca uno del otro.
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    Entiende cómo te puede afectar la maloclusión. Los dientes apiñados o demasiado cerca pueden dificultar, incluso para los profesionales en odontología, su adecuada limpieza. La formación de placa en los dientes puede causar un desgaste anormal del esmalte, caries y gingivitis.
    • Muchas cosas pueden generar la aparición de dientes torcidos o apiñados. Para algunas personas, sus bocas son simplemente muy pequeñas para contener los dientes de forma correcta, lo que hace que se desplacen y se apiñen. Otras personas pueden tener dientes apiñados una vez que les salen las muelas el juicio.
    • A otras personas se les puedes apiñar los dientes una vez que sale la muela del juicio, ya que hace que los dientes se vean torcidos debido a que las raíces y el soporte óseo se debilitan.
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    Observa si tus dientes se ven demasiado separados. El aglutinamiento no es la única situación que puede traer problemas. Si tienes dientes faltantes, dientes proporcionalmente pequeños o brechas grandes entre los dientes, también podría impedir el funcionamiento de tu mordida y de tu mandíbula. El espaciamiento es uno de los problemas más comunes que resuelven los brackets.[2]
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    Analiza tu mordida. Tus dientes deben encajar al morder. Si hay un espacio grande entre tus dientes superiores e inferiores, o si tus dientes superiores o inferiores se superponen mucho a los demás, quizá tengan problemas de mordida que necesiten corregirse con brackets.
    • Los dientes superiores que se extienden más allá de los dientes inferiores al morder pueden causar una sobremordida.
    • Los dientes inferiores que se extienden más allá de los dientes superiores al morder pueden causar una submordida.
    • También hay otro caso en que, al morder, tus dientes delanteros inferiores no tocan los superiores, lo que deja un espacio sagital.
    • Los dientes superiores que están mal colocados en el interior de los dientes inferiores causan una mordida cruzada, que si no se corrige puede dar lugar a una asimetría facial.[3]
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    Entiende cómo te pueden afectar los problemas de mordida. Si la mordida está mal alineada, aumentan las probabilidades de tener placa o de que se formen partículas de comida en descomposición sobre los dientes o entre ellos. Esta placa y la comida en descomposición pueden traer consigo enfermedades periodontales, gingivitis, abscesos dentales e incluso la pérdida de dientes.[4]
    • Las mordidas mal alineadas también pueden causar dificultades al masticar, lo que puede provocar mandíbulas inflamadas e incluso malestar gastrointestinal.
    • El mal alineamiento en la mandíbula puede causar la contracción de músculos, que a su vez puede provocar dolores de cabeza frecuentes.
    • Las sobremordidas excesivas pueden hacer que los dientes inferiores dañen el tejido gingival en el paladar.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Tomar en cuenta otros síntomas

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    Determina si se te atasca comida en los dientes. Tener comida entre los dientes rutinariamente puede crear un refugio para las bacterias que pueden provocar gingivitis y caries dental. Los brackets pueden ayudar a eliminar las brechas o los agujeros entre los dientes que atrapan bacterias y partículas de alimentos.
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    Huele tu aliento. El mal aliento frecuente o persistente, incluso después de cepillarte o pasarte hilo dental por los dientes, puede ser una señal de que hay bacterias atrapadas entre los dientes torcidos o apiñados.
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    Escúchate cuando hablas. Si notas un ceceo, puede ser el resultado de la maloclusión o de unos dientes mal alineados. Los brackets pueden ayudar a eliminar este ceceo al alinear los dientes y la mandíbula.
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    Considera si te duele la mandíbula seguido. Si tu mandíbula está desalineada, podría ejercer una presión adicional en las articulaciones temporomandibulares, es decir, las bisagras que unen la mandíbula a la cabeza. Si experimentas una inflamación o un dolor frecuente en esta área, tal vez necesites brackets para alinear tu mandíbula.[5]

Parte 3
Parte 3 de 4:
Considerar la idea de ponerte brackets

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    Piensa por qué quieres ponerte brackets. Hay muchas razones por las que la gente elige usar brackets. A veces, no es más que una decisión cosmética. Muchas personas asocian unos dientes derechos y blancos con la salud y la belleza, y no hay nada de malo con querer una sonrisa de un blanco nacarado. Sin embargo, también existen razones médicas para considerar el uso de brackets.
    • La desalineación de la mordida y la maloclusión (dientes torcidos o apiñados) son las razones médicas más comunes para ponerse brackets.
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    Determina tu voluntad para vivir con brackets. Si eres adulto, necesitarás usar brackets por un periodo de casi 12 a 20 meses en promedio.[6] La mayoría de los niños y adolescentes necesitan usar brackets aproximadamente 2 años.[7] Lo más probable es que también necesites usar un retenedor varios meses después de quitarte los brackets. Asegúrate de estar listo para un compromiso a largo plazo.
    • Los adultos pueden tener que usar brackets más tiempo que los niños pequeños o que los adolescentes. Además, dado que los huesos faciales de los adultos ya han dejado de crecer, los brackets no pueden corregir ciertas condiciones en adultos (como la apnea del sueño) que sí pueden corregir en niños.[8]
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    Conversa con amigos que tengan brackets. En especial si eres adulto y nunca has usado brackets, oír el testimonio de alguien que los ha usado puede ayudarte a determinar si son adecuados para ti.
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    Decide si puedes pagar los brackets. Los brackets de metal estándares por lo general tienen un precio bastante elevado. Los brackets más especializados, como los de cerámica transparente o los “invisibles” (como Invisalign), suelen ser incluso más caros.
    • Algunos planes de seguro médico no cubren el uso de brackets. Revisa tu cobertura dental y los gastos adicionales con tu proveedor de seguros.
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    Habla con tu dentista acerca de tus dientes. Si bien los dentistas no tienen una formación especializada como los ortodoncistas, te darán una buena primera opinión sobre tus dientes. Un dentista puede ayudarte a decidir si deberías ver un ortodoncista por tus dientes y mandíbula.
    • Tu dentista también puede derivarte a un ortodoncista confiable en tu área.
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    Pregúntale a tu dentista sobre las carillas estéticas. Si tus dientes no están lo suficientemente torcidos ni apiñados como para usar brackets para que los vuelvan a alinear, entonces quizá las carillas estéticas sean la mejor opción para ti. Las carillas estéticas son láminas de porcelana fina que van pegadas a la parte delantera de los dientes para mejorar su apariencia estética y ofrecen resultados instantáneos.[9]

Parte 4
Parte 4 de 4:
Buscar una opinión profesional

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    Pregúntale a tu dentista sobre los brackets. Tu dentista puede tomarte rayos X y hacerte unas pruebas de mordida que ayudarán a determinar si necesitas ver un ortodoncista.
    • Tu dentista también te dirá si tus dientes están apiñados o solo un poco pegados.
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    Consulta con tu ortodoncista. La Asociación Americana de Ortodoncia mantiene una base de datos en línea de los ortodoncistas autorizados por la AAO, lo que incluye una función de búsqueda para encontrar uno en tu área. Puedes pedirle una derivación a tu dentista regular.
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    Conoce los tipos de brackets disponibles. Los días de los tocados horripilantes y de las “bocas de metal” han quedado atrás. En función a tu presupuesto, a tus necesidades dentales y a tus preferencias estéticas, puedes escoger entre una gran variedad de brackets.[10]
    • Por lo general, los brackets de metal estándares suelen ser los menos caros y la opción más eficaz. No obstante, algunas personas pueden cohibirse usando brackets muy llamativos.
    • Los brackets de cerámica transparente se adaptan a la parte delantera de los dientes igual que los de metal, pero son menos llamativos. Son un poco menos eficaces, más propensos a mancharse y romperse. Por lo general, también cuestan más que los de metal.
    • Los brackets invisibles son bastante diferentes de los tradicionales. El tipo más común de brackets invisibles es Invisalign. Los brackets Invisalign son una serie de alineadores personalizados que se emplean para mover los dientes gradualmente a su lugar. Dado que hay que comprar conjuntos de alineadores múltiples para mover los dientes de forma gradual, los brackets Invisalign son la opción más cara. Además, no funcionan bien para tratar problemas de mordida.[11]
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    Pregúntale a tu ortodoncista acerca de cualquier riesgo asociado con los brackets. Para casi todos, usar brackets es un procedimiento seguro, aunque a veces incómodo. Sin embargo, existen algunos riesgos asociados, por eso pídele más información a tu dentista.[12]
    • En el caso de algunas personas, los brackets pueden causar pérdida de la longitud de las raíces dentales. Si bien esto casi nunca presenta problemas, en algunos casos puede dejar los dientes inestables.
    • Si tus dientes se han dañado antes a raíz de un trauma físico o de un accidente, el movimiento del diente que generan los brackets podría provocar su decoloración o una irritación en el nervio del diente.
    • Si no sigues las indicaciones del ortodoncista, tus brackets podrían no corregir tus dientes de la manera esperada. También podrían no corregírtelos del todo después de quitarte los brackets.
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    Consulta con tu ortodoncista sobre una higiene bucal adecuada. Si decides ponerte brackets, tendrás que tomar medidas adicionales para prevenir la gingivitis, las caries y la descalcificación.
    • Ten presente que es mucho más difícil limpiar los dientes de forma adecuada cuando se tienen brackets, en especial si son de metal o de cerámica transparente que van pegados a tus dientes.

Consejos

  • Cepíllate los dientes después de cada comida (desayuno, almuerzo, cena) si necesitas brackets.
  • Los brackets son costosos, pero algunos ortodoncistas aceptan pagos en cuotas en lugar de querer todo el pago a la vez. Antes de ponerte brackets, pregúntale por un plan de pago.

Advertencias

  • Es común sentir un poco de incomodidad después de puestos los brackets. No obstante, si el dolor es muy intenso o dura más de 1 o 2 días después de puestos o ajustados los brackets, comunícate con tu ortodoncista para asegurarte de que no ocurra nada más serio.
  • Nunca trates de enderezar tus dientes en casa o con un set comprado en línea. Tratar de hacerlo podría dañar tus dientes, infectarlos y perderlos permanentemente.[13]

Acerca de este wikiHow

Lewis Chen, DDS, FICOI, FIADFE
Coescrito por:
Dentista licenciado
Este artículo fue coescrito por Lewis Chen, DDS, FICOI, FIADFE. El Dr. Lewis Chen es dentista certificado en Nueva York y Nueva Jersey, especializado en brindar atención bucal de alta calidad en forma de atención preventiva. Tiene un título en economía de la Universidad de Nueva York. Obtuvo su doctorado en la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Columbia. Se graduó como el primero de su clase con los más altos honores y distinciones, y fue nominado e incluido en la única sociedad de honor dental nacional y de renombre, Omicron Kappa Upsilon (OKU). Completó un programa de capacitación integral en el Bronx VA Medical Center y, poco después, decidió dedicarse a la propiedad y administración de múltiples consultorios. Además, ha recibido numerosos elogios a lo largo de los años, incluyendo el Exemplary Professional Conduct Award, el Academy of General Dentistry Outstanding General Practitioner Award, el American Academy of Implant Dentistry Award y el Pierre Fauchard Foundation Award. Este artículo ha sido visto 354 970 veces.
Categorías: Brackets