Los esguinces en los dedos son lesiones relativamente comunes en deportes como el fútbol y el básquetbol. Aunque pueden resultar incómodos e interponerse en las actividades diarias, afortunadamente no son una lesión grave.[1] Para saber si tienes un esguince en el dedo puedes revisar si está enrojecido, si sientes calambres o si está o no inflamado. Si tienes dificultades para determinar si el dedo tiene un esguince o una fractura, haz una cita para ver al médico.

Parte 1
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Examinar el dedo visualmente

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    Busca inflamación a los lados del dedo, si se ha doblado lateralmente. La inflamación es uno de los signos principales de un esguince en el dedo. Si el dedo se ha doblado en extremo hacia los lados causando molestia, los ligamentos conectados a los huesos del dedo pueden estar distendidos o desgarrados.[2]
    • Los tendones se inflamarán del lado opuesto en el que el dedo se ha doblado. Así que, si el dedo ha sido forzado en extremo hacia la izquierda, busca inflamación del lado derecho.
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    Examina la parte inferior del dedo, si se ha doblado hacia atrás. Observa si la parte suave debajo del dedo parece más acolchada de lo habitual. Si es así, este es un signo de que el dedo tiene un esguince y los ligamentos cerca de la base del dedo se han distendido o desgarrado.[3]
    • Si no sabes si el dedo está o no inflamado, compáralo con el mismo dedo de la otra mano.
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    Revisa si algunas partes del dedo tienen una tonalidad rojiza. Junto con la inflamación, el signo más notable de un esguince en el dedo es el enrojecimiento. Revisa los lados y la base del dedo. Si está más rojo que los dedos que están a su lado, es probable que tenga un esguince.[4]
    • El grado de enrojecimiento variará dependiendo de la gravedad del esguince. Así que, si el dedo tiene un esguince leve, la piel que cubre el tendón con el esguince puede estar ligeramente rosada.
    • Si el esguince es grave, una extensa porción del dedo puede adquirir un notable tono rojo brillante.

Parte 2
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Observar los síntomas dolorosos de un esguince

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    Intenta usar el dedo de forma normal después de la lesión. Si te preocupa que el dedo tenga un esguince, intenta usarlo como lo harías normalmente durante uno o dos días. Si notas que el dedo no funciona normalmente, no se dobla, no soporta el peso o te duele mucho al usarlo, lo más probable es que tengas un esguince.[5]
    • Por ejemplo, si no puedes levantar un galón de leche usando la mano con el dedo lesionado, probablemente tengas un esguince.
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    Presta atención a los calambres o espasmos en los músculos del dedo. Cuando un dedo sufre un esguince, es frecuente que sus músculos se vean afectados. Observa el dedo mientras realizas tu rutina diaria y toma nota de cualquier calambre doloroso o incómodo. Los calambres pueden hacer que el dedo se doble y se tuerza. Los esguinces también suelen ir acompañados de espasmos musculares.[6]
    • Por lo que, si notas que el dedo se retuerce o se dobla solo, probablemente tengas un esguince.
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    Observa cuánto dolor sientes en el dedo que tiene el esguince. Cualquier lesión en el dedo será dolorosa, pero el grado de dolor que sientas indicará qué tan grave es el esguince.[7] Si el dedo te sigue doliendo 48 horas después del incidente, lo más probable es que tengas un esguince, ya que el dolor de una lesión menor deberá desaparecer en 48 horas.
    • Si el dolor es agudo y severo, tienes un esguince grave o una fractura en el dedo.
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    Estira el dedo y revisa si la punta permanece doblada. Si el dedo con el esguince fue impactado de frente, puede estar comprimido y tener un posible daño articular además de un posible esguince. Esta afección se conoce como “dedo en martillo”. Por lo que, si intentas estirar el dedo y la punta permanece doblada en cierto ángulo, necesitarás que un profesional te coloque una férula.[8]
    • A menos que esté acompañado de un esguince, el dedo en martillo suele ser indoloro.

Parte 3
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Acudir al médico para que te diagnostique

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    Visita un médico si después de 48 horas sigues teniendo inflamación, moretones o dolor en el dedo. Si el dolor de un esguince en el dedo es severo o dura más de un par de días, agenda una cita con el médico general.[9] Él será capaz de evaluar el daño en el dedo y determinar si los ligamentos tienen o no un esguince.
    • Si no puedes doblar el dedo después del incidente o si el dolor de la lesión evita que sigas con tu rutina diaria, asiste a un Centro Local de Atención a Urgencias.
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    Descríbele al médico la lesión que tienes en el dedo. Dile al médico cuándo y dónde te has lesionado el dedo. Además, descríbele cómo has sufrido la lesión (p.ej., atrapando mal la pelota en un juego de béisbol). Menciona a qué ángulo y en qué dirección estaba el dedo cuando te has lesionado. Dile al médico qué tan fuerte es el dolor y si ha disminuido con el paso del tiempo.[10]
    • Si tienes un dedo en martillo también haz una cita, ya que esta afección necesita ser tratada por un profesional médico.
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    Solicita un estudio de imagen si el médico no puede confirmar el esguince visualmente. Es muy probable que el médico te realice una radiografía o una resonancia magnética. Ambos estudios le permitirán al médico obtener una imagen clara de los huesos y ligamentos del dedo. Una resonancia magnética le dará al médico una visión clara de los ligamentos al interior del dedo lesionado. Después de revisar los estudios, el médico será capaz de diagnosticar si tienes o no un esguince en el dedo.[11]
    • El procedimiento para tomar la radiografía o la resonancia magnética no causa dolor ni molestia.

Consejos

  • La única forma de saber con certeza si tienes una fractura o un esguince en el dedo, es visitar al médico para que te realice una radiografía.
  • Un esguince en el dedo ocurre cuando este se dobla en una dirección que estira los ligamentos.
  • La gravedad del esguince puede variar de leve a grave. En un esguince leve, el ligamento sufre un ligero desgarro. En un esguince grave, el ligamento puede estar casi o completamente separado del hueso.[12]

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 25 164 veces.
Categorías: Lesiones y accidentes