Si sientes dolor cuando toses, estornudas, respiras hondo, giras o doblas el torso, quizá tus costillas estén magulladas. Siempre y cuando no estén rotas, puedes tratar el dolor por tu cuenta. Sin embargo, probablemente tengas que buscar atención médica si el dolor se vuelve demasiado difícil de soportar. El hielo, los analgésicos de venta libre, el calor húmedo y el descanso te ayudarán a sentirte mejor mientras las costillas se curen.

Método 1
Método 1 de 3:
Obtener alivio inmediato

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    Enfría el área lesionada de vez en cuando durante 48 horas. Enfriar las costillas permitirá reducir el dolor y la inflamación de manera que el tejido magullado pueda sanar con mayor rapidez. Cíñete a enfriar el área durante las primeras 48 horas después de la lesión y resiste a la tentación de colocarte una almohadilla térmica.[1]
    • Busca una bolsa de vegetales congelados (como arvejas o maíz) o llena una bolsa de plástico resellable con hielo picado. Envuelve la bolsa de hielo en una toalla o una camiseta y extiéndela sobre las costillas magulladas.
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    Toma medicamentos para el dolor según las instrucciones. Si sientes dolor cada vez que respiras, controlarlo contribuirá en gran medida a que te sientas mejor. Toma un analgésico de venta libre, como aspirina, naproxeno o acetaminofeno según las instrucciones de la botella. Siempre consulta con tu médico de cabecera antes de comenzar a tomar un medicamento nuevo.[2] Evita tomar ibuprofeno durante 48 horas después de la lesión ya que podría ralentizar la curación.[3]
    • Si tienes menos de 19 años, todavía estás en riesgo de tener Síndrome de Reye, así que no tomes una aspirina.[4]
    • Puedes continuar tomando analgésicos de venta libre durante el transcurso del proceso de curación siempre y cuando las costillas continúen doliéndote. Tan solo recuerda tomar los analgésicos según las instrucciones del médico o como lo señale el empaque.
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    Aplica calor húmedo después de 48 horas. Después de unos cuantos días, el calor ayudará a curar las magulladuras y proporcionará alivio al dolor. Aplica compresas de calor húmedo, como un paño mojado, sobre el área. También puedes sumergirte en un baño tibio si lo deseas.[5]
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    Evita envolver las costillas. En el pasado, el tratamiento más comúnmente recomendado para las costillas magulladas era envolver el tórax con una venda de compresión. Sin embargo, ese tratamiento ya no se recomienda, ya que la respiración restringida puede ocasionar complicaciones, como la neumonía. Por lo tanto, no envuelvas tus costillas con una venda de compresión.[6]
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Método 2
Método 2 de 3:
Recuperarte de las lesiones en las costillas

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    Descansa tanto como puedas. Ese no es el momento para esforzarte, especialmente si tienes dificultades para respirar. Descansar es lo mejor que puedes hacer para sanar rápidamente. Lee un libro o una película y tómalo con calma mientras tus costillas estén magulladas.[7]
    • Tómate unos cuantos días libres del trabajo, especialmente si tu trabajo implica estar parado por largos periodos de tiempo o realizar labores manuales
    • Evita empujar, jalar o levantar objetos pesados. No practiques deportes, ejercicios o hagas otras actividades físicas mientras tus costillas se curen, a menos que lo indique tu proveedor de servicios médicos.
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    Controla tu respiración. Puede resultarte doloroso respirar mientras tus costillas estén magulladas. Sin embargo, es importante que trates de hacerlo normalmente y tosas cuando sea necesario para evitar complicaciones, como infecciones torácicas.[8] Si sientes ganas de toser, coloca una almohada hacia tus costillas para minimizar el movimiento y el dolor.
    • Respira hondo cada vez que puedas. Cada pocos minutos, inhala por un tiempo prolongado y exhala lentamente. Si las costillas están demasiado dañadas como para hacerlo, respira hondo cada hora en punto.
    • Haz ejercicios de respiración. Cuando sientas que puedes respirar nuevamente de una manera un poco regular, practica inhalar lentamente durante 3 segundos, sostener la respiración por 3 segundos e inhalar por otros 3 segundos. Repite este patrón durante unos cuantos minutos, una o dos veces al día.
    • No fumes. Cuando te recuperas de una lesión en la costilla, los irritantes pulmonares pueden hacer que seas más propenso a la infección. Usa esta hecho como una oportunidad para dejar de fumar.
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    Duerme erguido. Recostarte o darte vuelta en la noche puede incrementar el dolor. Durante las primeras noches, duerme erguido, como en una silla reclinable, para minimizar la incomodidad. Dormir erguido también limitará la forma en la que te muevas alrededor en la noche y evitará que ruedes sobre tu estómago, lo cual te ayudará con el dolor.[9]
    • Otra cosa que puedes hacer es recostarte sobre tu lado lesionado. Aunque hacerlo puede sonarte ilógico, en realidad te ayudará a respirar con mayor facilidad.[10]
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Método 3
Método 3 de 3:
Buscar atención médica

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    Busca atención médica inmediata si te falta el aliento o sientes dolor en el pecho. La falta de aliento puede indicar un problema más grave que las costillas magulladas. Si de pronto sientes que te falta el aliento, tienes dificultad para respirar, tienes dolor en el pecho o toces sangre, llama a los servicios de emergencia o busca atención médica inmediata.[11]
    • Determina si tienes tórax inestable. El tórax inestable ocurre cuando te rompes de 3 a más costillas una cerca de la otra, lo cual puede obstaculizar gravemente tu respiración.[12] Si sospechas que podrías haberte lesionado más de una costilla y no puedes respirar hondo físicamente, busca atención médica.
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    Acude a un proveedor de servicios médicos si sospechas que tus costillas podrían estar rotas. Una costilla magullada o fracturada estará dañada, aunque todavía permanecerá en su lugar dentro de la caja torácica. Sin embargo, una costilla rota, es peligrosa porque se habrá salido de su posición normal y podría perforar un vaso sanguíneo, un pulmón u otro órgano. Si sospechas que tus costillas podrían estar rotas en lugar de magulladas, busca atención médica en lugar de intentar tratarlas en casa por tu cuenta.[13]
    • Pasa tus manos ligeramente sobre la caja torácica. El área que rodee una costilla fracturada o magullada puede hincharse, aunque quizá no notes ninguna protuberancia gigante o abolladuras. Si sospechas que podrías tener una costilla rota, acude a un proveedor de servicios médicos tan pronto como sea posible.
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    Programa una cita con un proveedor de servicios médicos si el dolor es persistente o insoportable. El dolor de pecho puede tener varias causas y algunas de ellas pueden ser mortales. Un diagnóstico preciso asegurará que trates el problema preciso. Probablemente, tu proveedor de servicios médicos ordene una radiografía de tórax, una tomografía computarizada, una imagen por resonancia magnética (IRM) o una tomografía ósea si sospecha que hay una fractura para llegar a un diagnóstico exacto.[14] No obstante, el cartílago lesionado o las magulladuras no aparecerán en estos exámenes. Busca atención médica si tienes los siguientes síntomas:[15]
    • Experimentas un dolor en tu abdomen o hombro que va en aumento.
    • Tienes tos o fiebre.
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Consejos

  • Usa los músculos abdominales tan poco como puedas y duerme boca arriba para aliviar el dolor de las costillas y los hombros.
  • Ten cuidado con las complicaciones, como una infección torácica, mientras te cures.
  • Procura mantener una postura normal. Compensar el dolor de costilla puede ocasionar directamente un dolor de espalda.
  • Moja un baño caliente con sales medicinales, aceite de eucalipto, bicarbonato de sodio o una combinación de los tres ingredientes.
  • Asegúrate hacer un seguimiento con tu médico dentro de una o dos semanas después de lesionarte.
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Advertencias

  • Llama a servicios de emergencia si experimentas dificultad para respirar, presión, dolor en el centro del pecho, o dolor que se expanda hacia el hombro o el brazo. Estos síntomas pueden ser signos de un ataque al corazón.
  • Este artículo no sustituye el asesoramiento médico.
  • No trates las costillas rotas por tu cuenta. Si experimentas síntomas de costillas rotas, busca atención médica inmediatamente.
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Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 487 034 veces.
Categorías: Lesiones y accidentes
Resumen del artículoX

Las costillas magulladas generalmente se curan por sí solas en un plazo de 3 a 6 semanas, pero hay cosas que puedes hacer para reducir el dolor y mantenerte cómodo mientras tanto. Aplica una bolsa de hielo envuelta en un paño sobre las costillas durante 10 a 20 minutos a la vez para ayudar a reducir el dolor. También puedes tomar analgésicos de venta libre como ibuprofeno, naproxeno o acetaminofén, pero habla primero con tu médico si tienes alguna condición médica. Evita hacer actividades que empeoren el dolor. Procura respirar normalmente y toser cuando sea necesario para no desarrollar una infección en el pecho. Sostener una almohada contra las costillas puede reducir el dolor cuando toses o respiras profundamente. Si tienes problemas para respirar, tienes fiebre o desarrollas una tos nueva o que empeora, llama al médico o busca atención médica inmediata. Si el dolor no mejora después de 3 a 6 semanas, comunícate con un médico, quien podría querer hacerte más exámenes. Sigue leyendo para más consejos sobre cómo tratar la costilla magullada, incluyendo cómo asegurarte de respirar correctamente.

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