Tener las manos resecas y agrietadas puede ser doloroso, sobre todo cuando hace frío. También pueden resecarse y agrietarse si las lavas con mucha frecuencia. Para solucionar este problema, puedes aplicarte algunos remedios naturales en las manos. También puedes usar productos comerciales y cuidar de tus manos de la forma adecuada para evitar que se resequen y se agrieten. Si tomas algunas medidas preventivas y proteges tus manos, tendrás una gran ventaja.

Método 1
Método 1 de 3:
Usar remedios naturales

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    Aplícate aceite de oliva o de coco en las manos. Estos aceites son humectantes naturales excelentes. Además, pueden sanar las grietas o cortes que tengas en las manos a causa de la resequedad. Aplícate abundante aceite de oliva o de coco en las manos. Luego, frota bien el aceite y déjalo secar. Aplícalo de nuevo según sea necesario.
    • Si quieres sellar la humedad del aceite en la piel, puedes ponerte unas bolsas de plástico sobre las manos después de aplicar el aceite. Unos guantes de tela o unos calcetines de lana limpios también funcionarán bien. Déjatelos puestos durante 30 minutos o toda la noche. De esta forma, la humedad se sellará en las manos mientras el aceite se seca.
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    Usa manteca de karité. Este también es un buen remedio natural para las manos que deben humectarse con urgencia. Aplícate la manteca de karité en las manos y deja que la piel la absorba. Puedes aplicártela según lo necesites durante todo el día.
    • Puedes comprar la manteca de karité por internet o en una tienda de alimentos saludables de tu localidad.
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    Remoja las manos en leche y avena. El ácido láctico de la leche funciona como un exfoliante natural. Los aminoácidos y la sílice de la avena sirven para hidratar la piel. Mezcla una parte de leche con una parte de avena en hojuelas en un tazón que tenga el tamaño suficiente para que puedas sumergir las manos. Luego, introduce las manos en la mezcla. Déjalas remojar de 10 a 15 minutos.[1]
    • Cuando haya pasado ese tiempo, enjuágate las manos suavemente con agua tibia. Sentirás que están suaves y menos resecas.
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Método 2
Método 2 de 3:
Aplicar productos comerciales

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    Usa vaselina. La vaselina es excelente para hidratar la piel y sellar la humedad. También puede sanar la piel agrietada. Aplícate una buena cantidad de vaselina en las manos y déjala secar. Puedes aplicarte más vaselina, según sea necesario, para mantener las manos suaves e hidratadas.[2]
    • Si tienes las manos muy agrietadas y resecas, puedes aplicarte la vaselina y ponerte encima unas bolsas de plástico o unos guantes de tela. Déjalos reposar durante toda la noche. Cuando te levantes, tendrás las manos más suaves.
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    Adquiere una crema para manos que contenga ingredientes naturales. Las cremas crearán una barrera protectora más gruesa que las lociones. Busca una crema para manos que no contenga químicos, colorantes, perfumes ni conservantes, ya que estos ingredientes pueden irritar y resecar aún más la piel. En su lugar, elige una crema con ingredientes naturales como aceite de coco, manteca de karité y avena.
    • Puedes comprar una crema para manos completamente natural por internet o en una farmacia de tu localidad.
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    Prueba una crema o una pomada antibiótica. Si tienes la piel irritada y reseca, puedes aplicarte una crema o una pomada antibiótica de venta libre, como una pomada con bacitracina o con vitaminas A y D. Puedes aplicarte la pomada y ponerte unos guantes de algodón y dejarlos durante toda la noche. Guarda los guantes en una bolsa de plástico porque los usarás con frecuencia si tienes que lidiar continuamente con las manos resecas, agrietadas o irritadas.
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    Pídele al médico que te recete una crema para las manos. Si tienes las manos muy resecas y agrietadas, y no mejoran con los remedios de venta libre, quizás necesites usar una crema recetada. Consulta con el médico sobre las cremas recetadas para tratar el problema.[3]
    • Algunas veces, la resequedad y las grietas que no se curan con los remedios caseros o las cremas de venta libre son síntomas de un problema en la piel que requiere un tratamiento médico, como el eccema.
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Método 3
Método 3 de 3:
Cuidar de las manos

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    Lávate las manos con un jabón natural suave y agua tibia. Cuando te laves las manos, evita usar productos de limpieza muy fuertes que contengan colorantes, ingredientes artificiales o perfumes. En cambio, debes elegir un jabón suave con ingredientes naturales como aceite de oliva, limón o manteca de karité. Usa agua tibia y no caliente porque el agua caliente puede resecar las manos.
    • Si debes usar agua caliente con frecuencia, como para lavar los platos, ponte unos guantes de goma para proteger las manos.
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    Ponte unos guantes que tengan un forro suave cuando haga frío. El frío puede empeorar la resequedad y el agrietamiento, así que debes proteger tus manos con unos guantes de cuero o de lana que tengan un forro de seda o un material sintético. El forro suave mantendrá tus manos protegidas y suaves.[4]
    • Muchos fabricantes de guantes saben que existe la piel sensible y las marcas reconocidas ofrecen buenos forros que protegen las manos del frío. Pruébate los guantes antes de comprarlos para asegurarte de que tengan el tamaño adecuado y un forro suave.
    • Evita los guantes con forros de lana porque pueden irritar la piel sensible.
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    Humecta las manos con frecuencia. Adquiere el hábito de aplicarte crema en las manos hasta seis veces al día. Lleva en el bolso un tubo o frasco pequeño de crema para manos para aplicarla según lo necesites. Crea la rutina de humectarte las manos por la mañana y por la noche antes de acostarte para mantenerlas suaves e hidratadas.
    • Prueba distintas variedades para descubrir la que funcione mejor para ti.
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Acerca de este wikiHow

Mohiba Tareen, MD
Coescrito por:
Dermatóloga FAAD certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Mohiba Tareen, MD. Mohiba Tareen es una dermatóloga certificada y fundadora de Tareen Dermatology ubicado en Roseville, Maplewood y Faribault, Minnesota. La Dra. Tareen completó la escuela de medicina en la Universidad de Michigan en Ann Arbor, donde fue incluida en la prestigiosa sociedad de honor Alpha Omega Alpha. Mientras era residente en dermatología en la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, ganó el premio Conrad Stritzler de la Sociedad Dermatológica de Nueva York y su trabajo fue publicado en The New England Journal of Medicine. Luego, la Dra. Tareen completó una beca de procedimiento que se centró en cirugía dermatológica, láser y dermatología cosmética. Este artículo ha sido visto 72 509 veces.
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