Mientras los tomates frescos son regordetes, firmes y jugosos, los tomates deshidratados son arrugados, pegajosos y con un color más oscuro que su versión original. Los tomates secados al sol le agregan un gran sabor a muchos platillos, ya sea que se utilicen así o rehidratados.

Puedes usar cualquier tipo de tomate para crear tomates secados (al sol), pero generalmente los regordetes (Roma) se utilizan gracias a su alta proporción de pulpa y jugo. El proceso de deshidratación puede ser largo pero puedes aprender cómo hacerlo, ya sea al sol o en el horno. Esta es una gran forma de conservar los tomates sobre todo cuando tienes una sobreabundancia de ellos.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar los tomates para secarlos

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    Enjuaga los tomates bajo el chorro de agua fría y sécalos con toallas de papel.
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    Corta los tomates en la tabla de picar. Si estás utilizando tomates cherry, córtalos a la mitad. Deberás cortar en cuartos los tomates más grandes.
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    Retira las semillas de los tomates grandes. Esto no es necesario pero demoran el proceso de deshidratación.
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    Espolvorea los tomates con tu condimento o sazonador favorito, como pueden ser las hierbas frescas. La albahaca se utiliza mucho para darle sabor a los tomates secados al sol. Revuelve los tomates para que queden bien impregnados del sazonador.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Secar los tomates

Secado al sol

Por lo general, el secado al sol se produce durante los meses de verano cuando los días son soleados, calientes y largos.

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    Encuentra un área que tenga sol la mayor parte del día. Elige un día en verdad caluroso. Para mejores resultados, la temperatura debe estar alrededor de los 32 °C (90 °F) con una humedad menor al 60 %.
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    Coloca una pantalla para poner los tomates. Puedes utilizar una hecha para deshidratar, o una pantalla vieja de una puerta o ventana y que además esté limpia, ya que ahí colocarás los tomates. Pon la pantalla encima de una mesa y levanta la pantalla al colocar algunas tablas o ladrillos pequeños en las esquinas. Esto permitirá que el aire circule alrededor de los tomates que se están secando.
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    Coloca los tomates sobre la pantalla con la cáscara hacia abajo y acomódalos de modo que haya espacio entre los tomates. Un deshidratado adecuado requiere que el aire fluya alrededor de cada pieza de tomate.
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    Cubre los tomates con una estopilla. Coloca tablas o ladrillos alrededor de la pantalla y luego pon la estopilla encima. La estopilla debe cubrir los tomates sin tocarlos. Sostenla en su lugar al colocar más ladrillos encima de los primeros. Esta ayudará a mantener a los insectos y aves alejados, así como evitar que caigan residuos de los árboles.
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    Revisa de vez en cuando los tomates. Esto puede llevarse de 1 día total de sol hasta 2 semanas para una deshidratación total. Asegúrate de guardarlos en la noche. Cuando el sol se pone, los niveles de humedad se elevan y no te gustará que los tomates absorban la humedad (lo que básicamente desharía el secado que ya se haya producido).
    • Los tomates están deshidratados por completo cuando tienen la textura de cuero y dejan de estar pegajosos. Deben sentirse secos pero no fríos al tacto. No te excedas al secarlos ya que pueden volverse quebradizos. Los tomates resultantes tendrán un color mucho más oscuro que cuando estaban frescos.
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Secado en horno

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    Calienta el horno a 66 °C (150 °F). En horno necesita estar a la temperatura más baja cuando lo utilizas para deshidratar. Si está por encima de los 66 °C (150 °F), deja un poco abierta la puerta para deshacerte del exceso de temperatura.
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    Acomoda los tomates ya cortados en una charola de hornear con espacio suficiente para que no se toquen entre ellos. Deberás voltearlos y revolverlos constantemente durante todo el proceso ya que no hay aire circulando dentro del horno.
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    Caliéntalos en el horno hasta que los tomates tengan una consistencia de cuero y no estén pegajosos. Esto podría tardar unas 6 a 12 horas.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Almacenar los tomates secos

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    Guarda los tomates deshidratados en una bolsa de plástico o un tarro de vidrio. Guárdalos lo más sueltos posible de modo que quede la menor cantidad de aire adentro. Guárdalos en un lugar frío y oscuro, o en el refrigerador o en el congelador.
    • Si has puesto los tomates secos es un recipientes hermético, también puedes almacenarlos en el refrigerador o en la congeladora.

Consejos

  • Puedes deshidratar los tomates dentro de un auto en uno de los días calurosos del verano ya que al interior de los autos se alcanzan las temperaturas apropiadas para deshidratar las frutas.
  • Si se te pasa el tiempo de deshidratación, puedes convertirlos en polvo u hojuelas de tomate para darle sabor a tus platillos.
  • También puedes deshidratar los tomates utilizando un deshidratador de alimentos.
  • Si deshidratas los tomates en agua caliente, ¡no deseches el líquido! Puedes utilizarlo para preparar una sopa de tomate o salsa de tomate.
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Advertencias

  • Los tomates deben deshidratarse en clima seco y caliente, ya que la humedad hará que el proceso se alargue o inclusive impida la deshidratación.
  • No retires algo más que las semillas o los tomates perderán el sabor.
  • Los tomates deben secarse en un clima caliente y seco, pues la humedad prolongará e incluso inhibirá el proceso de secado.
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Cosas que necesitarás

  • Tomates
  • Tabla de picar
  • Cuchillo
  • Pantalla
  • Charola para hornear
  • Estopilla
  • Sazonadores
  • Pedazos de tablas o ladrillos
  • Toallas de papel

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Categorías: Comida y diversión
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