Este artículo fue coescrito por Wits End Parenting. Wits End Parenting es una práctica de entrenamiento para padres con sede en Berkeley, California, que se especializa en niños de carácter fuerte y "enérgico" con impulsividad, volatilidad emocional, dificultad para "escuchar", desafío y agresión. Los consejeros de Wits End Parenting incorporan una disciplina positiva que se adapta al temperamento de cada niño al tiempo que proporcionan resultados a largo plazo, liberando a los padres de la necesidad de reinventar continuamente sus estrategias de disciplina.
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La justicia es un concepto subjetivo que significa la realización de una acción justa o apropiada. Ser justo se considera una cualidad difícil y excepcional tanto en los líderes, así como en las relaciones. Si bien el mundo no se ve solo en blanco y negro, o se divide en bien o mal, en todas las situaciones puedes aumentar tus posibilidades de ser justo al dar a las otras personas el tiempo y la consideración que merecen.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Ser un jefe justo
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1Haz que todos los empleados cumplan los mismos estándares. Por supuesto, puede ser desafiante no tener favoritos en el lugar de trabajo. Posiblemente haya un empleado que siempre te escucha, te felicita e incluso te lleva productos horneados, mientras que otro empleado puede ser un poco más frío o distante. Sin embargo, esto no significa que sea justo dejar que el empleado más amable salga del trabajo una hora antes y que el empleado menos amigable se quede hasta tarde. Si quieres ser justo, tienes que evaluar tus preferencias con los diferentes empleados y asegurarte de que todos reciban el mismo trato.
- Pregúntate por qué realmente favorecerías a un empleado. Si es porque sientes que algunos de tus empleados menos favorecidos no se esfuerzan de la manera que esperas, entonces es mejor conversar abiertamente con ellos al respecto en vez de darles un trato más duro.
- Si tienes favoritos, los empleados a quienes no favorezcas pensarán que es injusto y se sentirán más resentidos trabajando para ti. La justicia fomenta un entorno positivo y de apoyo; tener favoritos es desalentador.
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2Predica con el ejemplo. Si quieres ser un jefe justo, entonces tienes que ser un modelo a seguir para tus empleados. Tendrás que ser el modelo de lo que quieres ver en ellos, en términos de trabajo duro, entusiasmo y capacidad para trabajar con otros. Si les dices una cosa y actúas de una manera completamente diferente, entonces no te respetarán y pensarán que no los tratas de manera justa. Si quieres ser justo, entonces no puedes ser estricto con tus empleados y ser amable contigo mismo.
- Si les dices que es importante que vayan a trabajar a las 9 en punto, pero siempre llegas por lo menos media hora tarde, no pensarán que eres justo cuando los regañes por llegar tarde.
- Si regañas a un empleado por holgazanear, pero haces llamadas telefónicas personales o conversas en la cocina toda la tarde, entonces no demostrarás justicia.
- Si tus empleados piensan que no eres justo, entonces lo más probable es que se resientan contigo.
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3Establece reglas. Otra manera de ser un jefe justo es dejar las reglas muy claras. Muchas veces, cuando los empleados piensan que su jefe no es justo, es porque no comprenden sus expectativas. Si tienes ciertas metas de producción para tus empleados, hazles saber qué esperas de ellos en lugar de enojarte o decepcionarte cuando no cumplan tus expectativas. Si tienes objetivos específicos para un nuevo proyecto, anótalos para que tus empleados sepan qué buscas en lugar de adivinar en la oscuridad.
- Cuanto más puedas escribir tus expectativas, más claras serán tus reglas. Si tienes un documento, un correo electrónico, un informe o cualquier papel al que puedas referirte cada vez que tus empleados tengan preguntas sobre lo que esperas, entonces tus reglas se sentirán menos arbitrarias y más justas.
- Si has cambiado tus reglas y expectativas, lo justo es que les informes a tus empleados desde el principio en lugar de sorprenderlos con un cambio más tarde. Apreciarán tu honestidad y sentirán que es más justo.
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4No dejes que tus preferencias personales afecten tus decisiones. Si quieres ser justo, entonces tienes que mantenerte lo más objetivo posible al momento de contratar nuevos empleados, despedir empleados actuales, delegar responsabilidades, asignar proyectos a empleados, o simplemente continuar con tu día de trabajo. No puedes simplemente elegir a las personas que se parecen más a ti al contratar postulantes, sino que debes elegir a las personas más calificadas. No puedes despedir a una persona solo porque se tropezó contigo, sino porque se comportó de mala manera. Es importante que te controles a ti mismo y te asegures de manejar tu negocio de manera justa.[1]
- Por supuesto, es imposible ser completamente imparcial. Aun así, si te controlas a ti mismo durante los procesos de toma de decisiones, puede contribuir a ser más justo. Si te inclinas por un nuevo postulante a un puesto por encima de otro, pregúntate si es porque crees que la persona es la más calificada, no porque sea el que más te felicitó. Si no estás satisfecho con un informe que entró uno de tus empleados, pregúntate si es realmente porque hay tensión entre ustedes dos.
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5Dales una voz a los empleados. Si bien ser un jefe significa establecer las reglas, si quieres ser justo, entonces tienes que permitir que tus empleados también den sus opiniones. Date el tiempo para reunirte con ellos personalmente, pedirles su opinión cuando sea necesario y dejar en claro que te importa qué piensan y cómo se sienten. Si bien no quieres que te convenzan con facilidad, escuchar a tus empleados puede establecer un ambiente más justo y puede ayudarte a administrar el lugar de trabajo sin problemas.
- Si te das un tiempo para tus empleados, entonces te verás como alguien más justo. En lugar de actuar como si estuvieras demasiado ocupado como para escucharlos todo el tiempo, haz un esfuerzo para escuchar sus pensamientos acerca del manejo de la empresa. El escucharlos puede hacer que se sientan mejor.
- Si haces las reglas y los mandatos sin tener en cuenta los conocimientos y las ideas de los empleados, puedes ganarte la reputación de ser injusto. Por supuesto, algunas veces solo tú sabrás qué es lo mejor para tu empresa, y no puedes permitir que tus empleados la administren por ti. Sin embargo, si sabes que un empleado tiene una gran idea de una situación determinada y optas por ignorarlo, podría parecer injusto.
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6Discúlpate si has cometido un error. El hecho de ser un jefe no significa que no puedas equivocarte. Si trataste mal a uno de tus empleados, cometiste un descuido o, en general, cometiste un error en algún momento de tu jornada laboral, entonces es justo que te disculpes. Si escondes tus errores debajo de la alfombra, entonces tus empleados no pensarán que es justo que cumplan todos los estándares altos si no te responsabilizas por tus propios errores.
- Si has cometido un descuido mayor que afecta a muchos empleados, entonces lo mejor es disculparte en un entorno grupal. Ser consciente de tus propios actos y querer cambiar es mucho mejor que actuar como si no pudieras equivocarte. Si tus empleados ven que tienes un fuerte sentido de lo que está bien y lo que está mal, pensarán que eres más justo.
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7No permitas que la justicia te agote. Si bien ser un jefe justo es una cualidad importante para mantener felices a tus empleados y hacer que tu empresa marche sin problemas, un estudio demostró que seguir la “justicia procesal”, lo que significa eliminar los prejuicios personales de las situaciones con empleados; asegurarte de tener en cuenta los comentarios; y evitar los atajos, causa fatiga mental en los gerentes. Es cierto que debes ser justo, pero también debes asegurarte de que tu deseo de ser justo no te cause agotamiento; de lo contrario, no podrás tomar decisiones acertadas para tu empresa. Ser justo es importante, pero también lo es tomarse el tiempo para relajarse.[2]
- Para evitar la fatiga, asegúrate de dormir lo suficiente, comer almuerzos sustanciosos, tomarte descansos durante tu día de trabajo, y tratar de evitar pensar en el trabajo después de las 7:00 p. m. Esto puede hacer que te sientas lleno de energía sin dejar de ser un jefe justo.
Método 2
Método 2 de 3:Ser justo como profesor
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1Dales a todos una oportunidad para hablar. Si quieres ser un profesor justo, debes dejar en claro que respetas las opiniones y las ideas de todos tus estudiantes. Si solo permites que hablen los tres mismos estudiantes o no tomas en cuenta los comentarios de un estudiante que tiene más dificultades que el resto, entonces es posible que desarrolles una reputación de no ser justo. Si no permites que los estudiantes que son más tímidos o más problemáticos tengan la oportunidad de hablar, se desanimarán de participar en tu clase porque no sentirán que los tratas de manera justa.[3]
- Ten en cuenta que permitir diversas opiniones en el salón de clases también mejora la experiencia de aprendizaje para todos los estudiantes, incluso para los que no participan mucho. No es justo dejar que tus estudiantes favoritos sean los únicos que se expresan.
- Haz que los estudiantes que no levantan la mano participen de la clase al preguntarles qué piensan. Si bien debes tener cuidado con los estudiantes que son más reservados, establecer este estándar puede hacer que los estudiantes se sientan más responsables en clase.
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2Ten en cuenta cómo reaccionas ante cada estudiante. Posiblemente pienses que eres justo en el salón de clases, pero si analizas cada situación, te darás cuenta de que no reaccionas de manera justa con todos los estudiantes. Idealmente, debes ser receptivo a lo que cada estudiante tiene que decir, hacer una pausa para esperar la respuesta de cada estudiante, y hacer comentarios positivos y alentar a todos los estudiantes. Cuando regreses a casa, pregúntate cómo reaccionaste con cada estudiante y considera si hay algo que podrías haber hecho que fuera más justo.
- Incluso le puedes pedir a otro profesor que observe una de tus clases para que te dé su apreciación Tal vez te des cuenta de que pasas el doble de tiempo con algunos estudiantes y dejas de lado a otros. Si bien algunos estudiantes necesitan más ayuda que otros, es justo darles a todos los estudiantes un poco de tu tiempo y atención.
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3Busca algo en cada estudiante para elogiarlo. Si realmente quieres ser justo, entonces tienes que aprender a ver lo bueno en todos y cada uno de los estudiantes. Es posible que tengas un estudiante cuyo desempeño en clase es malo y sientas que todo lo que puedes hacer es darle críticas, pero debes esforzarte más para encontrar algo que elogiar, ya sea su atención a los detalles o su capacidad para trabajar bien con los demás. Si quieres ser justo, entonces tienes que demostrarle a cada estudiante que no se merece nada más que lo mejor.
- Tómate el tiempo para reunirte personalmente con cada estudiante y hacerles saber a los estudiantes que tienen dificultades que ellos también tienen fortalezas.
- Elogiar a los estudiantes durante clase puede hacer que se sientan mejor consigo mismos, siempre y cuando te esfuerces por elogiar a todos en algún momento. Sin embargo, menospreciar estudiantes frente a todos puede ser perjudicial para su autoestima, y no es un comportamiento justo.
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4Asegúrate de calificar justamente. Algunas veces, puede ser difícil calificar justamente cuando ya tienes expectativas acerca de qué estudiantes tienden a sacar buenas notas y quiénes reprueban. Aun así, debes esforzarte por leer cada examen como si no supieras de quién es, e incluso implementar rúbricas de calificación para que tus calificaciones no se basen en caprichos o en una impresión que tengas, sino en el cumplimiento de una serie de criterios del estudiante. Calificar de manera justa es uno de los aspectos más importantes de ser un profesor justo.
- Trata de pasar la misma cantidad de tiempo en cada examen. No pases más tiempo revisando exámenes de estudiantes sobresalientes que de los estudiantes que realmente necesitan tu retroalimentación.
- Trata de no encasillar a los estudiantes. Un estudiante que normalmente escribe trabajos que tienen una B como nota es perfectamente capaz de sacar un A. No debes hacer que piense que no puede mejorar al no reconocer su esfuerzo.
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5Ten en cuenta que tratar justamente a los estudiantes no siempre significa que los vas a tratar de manera equitativa. Cada niño es diferente y tiene sus propias fortalezas y debilidades. Cuando estableces las reglas en el salón de clase y te dirijas a diferentes niños, debes ser consciente de quiénes son como personas al mismo tiempo que tratas de ser justo. Si bien requiere más trabajo conocer a todos y cada uno de los estudiantes, así como a sus padres, este paso adicional es el que te puede ayudar a ser un profesor justo y razonable.[4]
- Por ejemplo, si un niño realmente se olvida su tarea en casa por primera vez mientras que otro tiene el mismo problema por quinta vez, no debes tratar a esos estudiantes de la misma manera.
- Si bien no puedes buscar excusas para las personas, cuando los estudiantes se porten mal, trata de buscar las causas de su comportamiento. Quizás te enteres que uno de ellos está pasando por un mal momento debido al divorcio de sus padres y se porta mal por eso. Este conocimiento puede ayudarte a trabajar con el niño para guiarlo hacia el éxito.
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6Evita tener favoritos. Si bien puede ser difícil no tener favoritos cuando eres profesor, tienes que hacer un esfuerzo para eliminar toda la preferencia que tengas cuando se trata de ser un líder en el salón de clases. Incluso si un estudiante trabaja duro y te trata muy bien, no puedes permitirte elogiar a ese estudiante mientras descuidas a otros estudiantes que necesitan tu atención. Si tienes un estudiante problemático, debes hablar con él personalmente; no lo regañes en frente de toda la clase.
- Si tienes favoritos, entonces tendrás la reputación de no tratar a los estudiantes de manera justa y, además, perderán el respeto por ti.
- Los niños a quienes no favoreces pueden sentirse desanimados de participar en tu salón de clase, ya que sentirán que simplemente no tienen oportunidad.
Método 3
Método 3 de 3:Ser justo como padre
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1Sé comprensivo. Una de las cualidades más importantes de un padre justo es la voluntad de ser comprensivo. Si quieres ser un buen padre, entonces tienes que esforzarte para realmente entender lo que pasa por la mente de tu hijo en su vida en la escuela y en sus relaciones con sus amigos. Por lo general, un niño se comporta mal por razones que no son obvias, y posiblemente tenga que esforzarte por ponerte en sus zapatos para comprender de dónde viene ese comportamiento.
- Antes de castigarlo o crear una nueva regla, tómate el tiempo para pensar cómo afectará a tus hijos. Es justo que consideres cómo se sentirán antes de actuar.
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2Escucha las necesidades de tus hijos. Si quieres ser un padre justo, entonces es importante escuchar a tus hijos. Posiblemente creas que tu hijo simplemente se portó mal y quizás te sientas frustrado con él, pero muchas veces el problema es más profundo que eso. Si realmente quieres ser justo con tu hijo, entonces debes sentarte con él y hablar sobre lo que ha sucedido y por qué podría estar actuando mal en casa o la escuela. Esto puede ayudarte a ser justo y llegar al fondo del problema.
- Escuchar a tus hijos también puede ayudar a demostrarles cuánto los quieres, y les permitirá ver que estás haciendo un esfuerzo para saber qué pasa por sus mentes en lugar de simplemente imponer reglas.
- Por supuesto, puede haber días en los que simplemente estás muy cansado para escuchar. Sin embargo, asegúrate de darle a tus hijos el tiempo que se merecen y realmente escucharlos. Guarda tu teléfono del trabajo o tu computadora y dales a tus hijos toda la atención que necesitan.
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3Dales a todos tus hijos lo que necesitan. Ser justo no significa tratar a tus hijos de manera equitativa; significa tratarlos de manera justa. Uno de tus hijos puede ser más extrovertido que otro, uno puede ser más temperamental que otro, o uno puede tener más dificultades en la escuela que otro. Si realmente quieres ser justo, entonces debes asegurarte de darle a cada uno de tus hijos la atención que necesita y establecer reglas y pautas que sean razonables para cada uno de ellos.
- Cada hijo es único, así que tratarlos equitativamente en realidad no es justo. En su lugar, presta atención a las necesidades de cada uno de tus hijos y trata de satisfacerlas.
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4Evita decirles a tus hijos que “la vida no es justa”. Es cierto que muchos padres tienden a recurrir a esta frase cuando se sienten frustrados con sus hijos, pero debes evitarlo. Esto hace que tus hijos tengan expectativas más bajas del mundo y puede influir en ellos para que sean personas más pesimistas. Cuando tu hijo llore y te diga “¡no es justo”, evita responderle con la frase “la vida no es justa”. Trata de explicar el razonamiento detrás de tus decisiones o deja que tu hijo discuta sus sentimientos cuando sea apropiado.[5]
- Debes evitar decir “la vida no es justa” y al mismo tiempo dejar en claro que el mundo no gira en torno a tus hijos. Querrás que sientan que son capaces de alcanzar su potencial en un mundo relativamente acogedor, pero no querrás que se engrían y piensen que pueden tener todo lo que quieren.
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5Deja en claro las reglas del hogar. Si quieres ser un padre justo, entonces tienes que ser extremadamente claro acerca de tus expectativas para tus hijos. Hazles saber cuál es la hora límite para quedarse despierto, cuántas horas de televisión pueden ver, cómo esperas que les vaya en la escuela y qué tareas del hogar deben hacer cada día. Si has establecido reglas, entonces tienes que ser consecuente y respetarlas, asegurándote de que todos tus hijos cumplan con un cierto estándar. Si cambias una regla, explícales por qué para no tomarlos por sorpresa.
- Una de las maneras más fáciles de ser justo es recordarles a tus hijos las reglas del hogar. Si se meten en problemas por hacer algo que pensaron que estaba permitido, entonces lo más probable es que lloren diciendo “¡No es justo!”.
- Si tienes hijos que se llevan muchos años de diferencia, es natural que el hijo mayor tenga más privilegios que el hijo menor. Asegúrate de explicárselo al hijo menor lo mejor que puedas para que no sienta que eres arbitrario o tienes preferencias.
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6Sé un buen modelo a seguir. Para ser un padre justo, tienes que esforzarte por hacer lo que dices. De esta manera, tus hijos se darán cuenta de que vale la pena escuchar tus reglas. Por supuesto, habrá algunas reglas que establezcas que no se apliquen a ti, como la hora de dormir, pero cuando sea que esperes cierto comportamiento de tus hijos, demuéstrales ese comportamiento si quieres ser justo.
- Si les dices que se traten con amabilidad, pero les faltas el respeto a tus vecinos o a los extraños, les dices a tus hijos que limpien cuando dejas la cocina sucia, etc., se sentirán confundidos y pensarán que el mensaje que les envías es contradictorio.
- No querrás que tus hijos piensen que eres hipócrita si impones reglas que no sigues tú mismo.
Consejos
- Si trata de ser justo en el lugar de trabajo, lee las leyes laborales. La mayoría de los estados tienen leyes laborales para tratar de mejorar la justicia y eliminar la discriminación por motivos de raza, sexo u otros factores. Seguir estas leyes hará que tu decisión sea más fácil y, por lo general, su incumplimiento es ilegal.
- Siempre recuerda que la justicia no significa equidad. Algunas veces tendrás que darles a las personas el beneficio de la duda. Posiblemente no sean tan privilegiados como otros.
Referencias
- ↑ http://www.inc.com/steve-tobak/how-to-be-a-fair-leader.html
- ↑ http://msutoday.msu.edu/news/2014/fair-bosses-pay-a-price/
- ↑ http://www.nea.org/tools/49345.htm
- ↑ http://www.edutopia.org/blog/fair-isnt-equal-richard-curwin
- ↑ http://www.huffingtonpost.com/betsy-brown-braun/the-problem-with-its-not-fair_b_4979244.html