No siempre es fácil ser un buen amigo, pero tomarte el tiempo de nutrir una amistad duradera vale la pena cada gramo de esfuerzo. Las buenas amistades te brindan fuerza, felicidad y significado en formas que las redes sociales o la búsqueda de popularidad no pueden. Todas las amistades verdaderas se construyen sobre una confianza y apoyo mutuos, por lo que, ya sea que quieras hacer amistades nuevas de calidad o mejorar las que ya tengas, puedes hacer algunas cosas para ser un buen amigo para los demás.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Ser digno de confianza

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    Cumple tus promesas. Nunca hagas una promesa que no puedas cumplir o, como mínimo, no lo hagas con frecuencia. Si dices que vas a pasar el rato con un amigo y surge un conflicto legítimo, explícale la situación. Si simplemente no puedes ir, dale un regalo a tu amigo y dile que lo sientes. Nadie es perfecto, y no hay problema si es necesario que rompas una promesa muy de vez en cuando. Sin embargo, no lo hagas con regularidad. Si esto se vuelve recurrente con el tiempo, es probable que se te considere como alguien que no es de fiar. Si le prometiste algo importante a un amigo, cumple tu promesa y evita correr el riesgo de perder un amigo.[1]
    • Al hacer una promesa seria, mira a tu amigo a los ojos y habla con lentitud para demostrarle que hablas en serio en lugar de decirlo simplemente porque te parezca que debes hacerlo. No debes romper ninguna promesa de este tipo, ya que esto lastimará a tu amigo e incluso podría ponerle fin a su amistad.
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    Sé alguien en quien se pueda depender. Este es uno de los aspectos más importantes de ser un buen amigo. Tu amigo te necesitará para que le des apoyo, sobre todo en los momentos difíciles. Nadie quiere ser amigo de alguien a quien en realidad no le interese. No es fácil depender de alguien que no se comporta de una forma coherente y confiable. Todos conocemos a personas con buenas intenciones pero volubles que dicen "Sí, lo haré…" pero nunca lo cumplen. Si esa persona eres tú, debes saber que estás deteriorando la confianza de tus amigos. A la larga, dejarán de creer lo que dices.[2]
    • Si no estás seguro de que puedas hacer algo, evita acceder a hacerlo y dejar plantado a tu amigo más tarde. En cambio, debes ser honesto acerca del hecho de que no estás seguro sobre si puedes hacerlo.
    • Tus amigos siempre deben sentir que pueden contar contigo, incluso cuando las cosas se pongan difíciles. Si únicamente estás allí para los momentos divertidos, no serás más que un amigo que solo está cuando todo marcha bien.
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    Pide perdón cuando hayas cometido un error. Para que tus amigos confíen en ti, no puedes comportarte como si fueras perfecto. Si sabes que cometiste un error, admítelo en lugar de negarlo. Tus amigos no estarán contentos con que hayas cometido un error, pero les agradará mucho que seas maduro y tengas los pies sobre la tierra lo suficiente como para admitirlo y no solo fingir que todo está bien o, peor aún, echarle la culpa a otra persona.[3]
    • Al decir que lo sientes, debes decirlo en serio. Deja que tus amigos escuchen la sinceridad en tu voz en lugar de pensar que no te importan sus sentimientos. Asimismo, debes decirlo en serio, tomarte el tiempo de explicarle el malentendido a tu amigo o que te sientes mal y quieres reparar la relación.
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    Permítete ser honesto y vulnerable. Para poder ser un buen amigo y que las personas confíen en ti, debes ser honesto sobre tus sentimientos, sobre las acciones de tus amigos y la forma como te sientas acerca de tu amistad con ellos. Si eres honesto sobre tus sentimientos y te permites ser vulnerable al respecto, esto abrirá líneas directas de comunicación con tus amigos y hará que sea más probable que se sinceren contigo. Si tu amigo te lastimó, no temas hablar al respecto. Si algo te molesta, no seas demasiado tímido como para sincerarte con tu amigo al respecto.[4]
    • Ser honesto no es lo mismo que ser tan directo que lastimes a tus amigos. Por ejemplo, si consideras que tu amigo tiene un problema con la bebida, entabla una conversación con él al respecto porque se lo debes. Sin embargo, si te parece que tu amiga se ve un poco rara en su vestido nuevo, quizás debas guardar silencio.
    • Sé real. Establece conexiones con personas a quienes valores a un nivel profundo si quieres tener amistades sostenibles y de largo plazo. Invierte en personas con quienes puedas ser tú mismo. Si tu comportamiento no es sincero, la amistad no durará. Sé honesto sobre la forma como te sientas en realidad, aunque consideres que tu amigo podría no estar de acuerdo.
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    Discrepa con tu amigo de una forma respetuosa. Cuando un amigo diga algo que te parezca inaceptable o si simplemente no estás de acuerdo con su opinión, no hay problema con que lo digas. Transmítele a tu amigo lo que piensas y por qué. Tan solo asegúrate de ser respetuoso al compartir tu punto de vista.
    • Si empiezas a molestarte, tómate un momento para prestar atención a estos sentimientos y también a tu reacción física, de ser el caso. Si bien es normal estar enojado, será mucho más fácil responder de una forma respetuosa si primero te tranquilizas.
    • Haz el intento de abordar la situación con curiosidad y un deseo de aprender más sobre la perspectiva de tu amigo.
    • Di lo que piensas directamente y sé valiente al hacerlo. No es fácil ir en contra de un amigo, sobre todo si hace o dice algo odioso o malintencionado.[5]
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    Evita usar a las personas. Si uno de tus amigos sospecha que simplemente estás usándolo, te dejará en menos de lo que canta un gallo. Las amistades buenas no surgen de esperar que la popularidad o las redes de otra persona se te contagien. Si estás tratando de ser amigo de alguien solo para entrar en una camarilla determinada, esto no es amistad sino oportunismo y, a la larga, se revelará la naturaleza superficial de tu participación.
    • Y si tienes una reputación de usar a la gente, a las personas nuevas no les entusiasmará demasiado entablar una amistad contigo.
    • Una amistad tiene relación con dar y recibir. Si bien definitivamente es conveniente que uno de tus amigos te lleve a la escuela todos los días, asegúrate de hacer algo por él a cambio.
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    Sé fiel. Si tu amigo te dice algo en confianza, guárdatelo y evita hablar al respecto con nadie, del mismo modo que esperarías que tu amigo lo haga por ti. Evita hablar sobre tu amigo a sus espaldas y correr rumores sobre las confidencias que te haya hecho. Nunca debes decir nada sobre tu amigo que no estarías preparado para repetirle a la cara. Sé fiel con tus amigos verdaderos, y debes estar preparado para defenderlos si tus amigos nuevos o personas a quienes casi no conozcas empiezan a chismear sobre ellos.[6]
    • Una parte de ser fiel es comprender la importancia de una amistad duradera y estable. Evita tirarlo todo por la borda solo para pasar todo el tiempo con tu nuevo novio o novia o con una persona nueva genial que acabes de conocer. No olvides que tus amigos podrían sentirse excluidos.
    • Si tienes la reputación de ser un chismoso o alguien con la boca floja, tus amigos se enterarán rápidamente y vacilarán en cuanto a contarte nada personal en el futuro, o incluso en cuanto a pasar mucho tiempo contigo del todo.
    • Evita también dejar que otras personas digan cosas malas sobre tu amigo. Hasta que hayas podido escuchar su versión de los hechos, toma los comentarios que no lo apoyen como rumores y chismes. Si alguien dice algo que te sorprenda y no parece algo que tu amigo haría o diría, responde diciendo algo como "Lo conozco y eso no parece correcto. Déjame hablar con él y averiguar su perspectiva sobre esto. Hasta entonces, apreciaría que no lo difundas".
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    Sé respetuoso. Los buenos amigos se muestran respeto mutuamente apoyándose unos a otros de una forma abierta. Si tu amigo tiene determinados valores y creencias que no están en línea con los tuyos, respeta sus decisiones y sé receptivo a escuchar más sobre ello. Si quieres que tu amigo confíe en ti, debe sentirse cómodo con expresar opiniones con las que es posible que no estés de acuerdo o hablar sobre una perspectiva nueva contigo. Si tu amigo considera que echarás por tierra las ideas interesantes u originales que tenga, su amistad no será valorada.
    • En ocasiones, tu amigo dirá cosas que te resultarán aburridas, incómodas o molestas. Sin embargo, si respetas a tu amigo, le darás espacio para hablar y para que lo haga sin que lo juzguen.
    • En los momentos en los que no estés de acuerdo con tu amigo, debes discrepar con respeto y estar dispuesto a ver las cosas de otra manera.
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Recordar incluir a tus amigos

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    Nunca dejes que tus amigos se sientan excluidos. Esta constituye una parte corta pero esencial de ser un buen amigo. Nunca debes dejar que tus amigos se sientan excluidos. El que tengas novio o empieces a salir con alguien no implica que estés por encima de tus amigos. Recuerda siempre que, cuando la persona que te gusta termine saliendo con otra persona, tus amigos estarán allí para ti. Cuando sufras por un desamor, tus amigos estarán allí para ti. Cuando las personas geniales de la clase hagan que todos se pongan en tu contra, tus amigos estarán allí para ti. No olvides también estar allí para ellos.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Apoyar a tus amigos

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    Sé abnegado. No es posible hacerlo todo el tiempo, pero ser abnegado es una parte importante de ser un buen amigo. Haz acomodaciones para los deseos de tus amigos cuando te sea posible siempre y cuando lo hagas de una forma equilibrada. Si correspondes sus actos de amabilidad con tus propias acciones solícitas, su amistad se verá fortalecida. Si tienes una reputación por ser egoísta y estar con tus amigos únicamente cuando necesites ayuda, las personas sabrán que no te preocupas por ellas.
    • Hazle un favor a tu amigo solo por la bondad de tu corazón y no porque quieras algo a cambio.
    • No es lo mismo ser abnegado en el momento apropiado que dejar que las personas te pasen por encima. Si consideras que siempre ayudas a tus amigos y no recibes nada a cambio, es posible que haya un problema.
    • Evita abusar de la generosidad o la hospitalidad. Cuando tu amigo haga algo amable por ti, haz algo por él a cambio rápidamente. Devuelve con rapidez el dinero que hayas tomado prestado. Vete a casa cuando parezca ser el momento adecuado.
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    Sé un buen oyente. Evita monopolizar las conversaciones. En cambio, tómate el tiempo de comprender y apoyar de verdad a tu amigo cuando te hable. Si bien parece fácil, debes asegurarte de escuchar tanto como hables de ti mismo. Si monopolizas todas las conversaciones con tus sentimientos, tu amigo no obtendrá nada de la relación. Escuchar crea espacio entre ustedes dos y le asegura a tu amigo que te importa.[7]
    • Si simplemente esperas a que tu amigo termine de hablar para poder decir lo que quieras decir, será evidente de inmediato.
    • Haz el intento de lograr un equilibrio entre dejar hablar a tu amigo alrededor de la mitad del tiempo. Algunas personas son más tímidas que otras pero, si tu amigo considera que no puede decir una palabra cuando está contigo, será difícil tener una amistad saludable y recíproca.
    • Si interrumpes por accidente, di algo como "Ah, lo siento. Continúa".
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    Ayuda a tus amigos a lidiar con sus problemas. Si de verdad quieres apoyar a tus amigos, debes poder cuidar de ellos cuando pasen por un momento difícil. Si percibes que tu amigo se ha metido en alguna clase de problema sobre el que no tenga mucho control (por ejemplo, consumir drogas, ser promiscuo o emborracharse demasiado en una fiesta), no temas decir algo al respecto para ayudarlo a salir de esa situación.
    • Evita asumir que tu amigo puede manejarlo por su cuenta. Quizás esta sea la ocasión precisa en la que se necesite tu voz de sentido común para sacarlo de su estado de fuga. Si observas algún problema, di algo independientemente de lo incómodo que te sientas.
    • Transmítele a tu amigo que puedes ser su paño de lágrimas durante ese momento difícil. Si tu amigo se siente menos solo, le resultará más fácil lidiar con sus problemas.
    • Si lo único que tu amigo quiere hacer acerca del problema es hablar, está bien al principio, aunque debes ayudarlo a buscar soluciones prácticas a sus problemas.
    • Por ejemplo, si tu amigo admite que sufre un trastorno alimenticio y simplemente promete comenzar a comer más, puedes hablarle acerca de tomar medidas más serias para abordar el problema (por ejemplo, hablar con un profesional de la salud). Sin embargo, ten en cuenta que también debes tener límites. No puedes resolverle todos los problemas a tu amigo.
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    Apoya a tu amigo en momentos de crisis. Si tiene que ir al hospital, ve a visitarlo. Si su perro se escapa, ayúdalo a buscarlo. Si necesita a alguien que lo recoja, debes estar allí. Toma apuntes por tu amigo en la escuela cuando falte. Envíale tarjetas y paquetes cuando vivan lejos. Si muere alguien de su familia, asiste al funeral. Deja que tu amigo vea que puede contar contigo en cualquier momento.
    • Tan solo asegúrate de que tu amigo no esté siempre en medio de una crisis de algún tipo por muy forzada que sea. Si bien debes estar allí para ayudarlo en los momentos difíciles, esta no puede ser la base de toda su relación.
    • En parte, estar allí para tu amigo en una crisis también implica brindarle apoyo emocional. Preocúpate lo suficiente por tu amigo como para ayudarlo a sincerarse y permitirse llorar. Dale un pañuelo y escúchalo abiertamente. No es necesario que digas nada si nada parece lo adecuado. Tan solo permanece tranquilo y reconfortante.
    • Si tu amigo está atravesando una crisis, evita decir "Todo va a estar bien" si no es así. Si bien a veces es difícil no decirlo, el consuelo falso a menudo puede ser peor que ningún consuelo. Transmítele en cambio a tu amigo que estás allí para él. Permanece honesto pero animado y positivo.
    • Si tu amigo empieza a hablar sobre suicidarse o lastimar a otras personas, cuéntaselo a alguien. Esta regla invalida el paso sobre "respetar la privacidad", ya que, aunque tu amigo te ruegue que no se lo digas a nadie, de todos modos debes hacerlo. Sugiérele a tu amigo una línea directa de ayuda o un profesional. Conversa con tus padres y los de tu amigo o con su cónyuge (a menos que sean ellos la causa del problema) antes de involucrar a nadie más.
  5. 5
    Ofrece consejos considerados. Si quieres ser un buen amigo, debes poder sopesar la situación de tu amigo desde su perspectiva y brindar tu opinión sin insistir que tu amigo debe hacer lo que digas. Evita juzgarlo sino tan solo aconséjalo cuando se comunique contigo.
    • No le des consejos no solicitados. Permite que se desahogue cuando lo necesite y permanece dispuesto a ofrecer consejos si está claro que los quiere. Siempre debes preguntar antes de asumir que puedes dar consejos.
    • Algunas veces, a un amigo podría servirle un poco de amor duro para no meterse en una situación peligrosa. Aquí debes ser discreto, ya que no querrás sermonearlo ni abrumarlo. Dile la forma como percibas la situación con información fáctica y sugiere lo que harías en las mismas circunstancias.
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    Dale un poco de espacio a tu amigo cuando lo necesite. En parte, apoyar a tu amigo implica apoyar el hecho de que no siempre querrá pasar tiempo contigo. Aprende a tomar un poco de distancia y darle espacio. Comprende cuando él quiera estar solo o pasar tiempo con otras personas. No es necesario que te vuelvas dependiente o demandante. Si eres dependiente y te comunicas con tu amigo cada dos segundos cuando no está, empezarás a parecer una pareja posesiva, lo cual no apreciará.
    • Evita sentir celos si tu amigo tiene muchos otros amigos. Todas las relaciones son especiales y diferentes, lo cual no implica que tu amigo no te aprecie.
    • Darse tiempo el uno al otro para pasar tiempo con otros amigos les da el respiro que tanto necesitan y permite que se reencuentren refrescados y apreciándose aún más.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Hacer que su amistad dure

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    Aprende a perdonar. Para que la amistad dure, debes poder perdonar a tu amigo y seguir adelante. Si guardas rencores y dejas que tu amargura y resentimiento se acumulen, no podrás seguir adelante. Reconoce que no hay nadie perfecto y que, si tu amigo lo siente de forma sincera y no hizo nada demasiado terrible, debes superarlo.[8]
    • Si tu amigo de verdad hizo algo tan imperdonable que simplemente no puedes superarlo, es mejor seguir con tu vida que intentar salvar la amistad si está condenada. Sin embargo, esto no debe ocurrir con mucha frecuencia.
    • Si estás enojado con tu amigo pero no le dices por qué, nunca podrás perdonarlo si no hablan al respecto.
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    Acepta a tu amigo por quien es. Para que su amistad prospere, no debes tratar de cambiar a tu amigo ni hacer que vea el mundo desde tu perspectiva. Celebra lo que haga que tu amigo (y tú) sea único. Si eres conservador y tu amigo es liberal, acéptalo en lugar de intentar discutir al respecto en todo momento. Debes apreciar la perspectiva nueva que tu amigo puede aportarles a tus experiencias y no querer que vea todo desde tu punto de vista.
    • Mientras más estén el uno con el otro, se idealizarán menos y se aceptarán más por quienes son en realidad. De esto se trata ser un amigo bueno de verdad, de quererse profundamente aunque sepan que los dos tienen muchos defectos.
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    Ve más allá de tus responsabilidades. Un amigo te esperará mientras haces la tarea. Un amigo excelente se quedará despierto toda la noche para ayudarte. No olvides que, si eres un buen amigo, las personas querrán ser buenas amigas contigo. Reconoce los momentos en los que tengas que ir más allá de tus responsabilidades para ayudar a tu amigo y ten en cuenta que esto hará crecer su amistad y que tu amigo hará lo mismo por ti a cambio.
    • Si tu amigo de verdad te necesita y no deja de decir "No, no tienes que hacerlo…", aprende a leer entre líneas y ten en cuenta que tu amigo en realidad sí te necesita.
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    Mantén el contacto pase lo que pase. Conforme pasan los años, las personas suelen distanciarse. Es posible que tú y un amigo se muden a lugares distintos y se vean únicamente de vez en cuando. En ocasiones, quizás pasen años sin que tengan mucho contacto. Si nunca dejas de querer a tu amigo, díselo. Le alegrará saber de ti. Por algo fueron amigos anteriormente, y es posible que se den cuenta de que los sigue uniendo el mismo vínculo.
    • No debes dejar que el lugar en donde estén determine la fuerza de su vínculo. Si su amistad es significativa, debe seguir creciendo aunque los separe un océano.
    • Establece el objetivo de tener reuniones mensuales por teléfono o por Skype con tu amigo aunque estén en una zona horaria completamente distinta. Si se vuelve una rutina mantenerte al día con tu amigo, su relación no dejará de prosperar.
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    Deja que su amistad evolucione. Si quieres ser un buen amigo, debes comprender que su amistad no será la misma en la secundaria, en la universidad o en la adultez. Con seguridad pasabas todo el tiempo con tu mejor amigo cuando tenías 14 años pero, cuando fueron a distintas universidades o iniciaron relaciones serias, por naturaleza pasaban menos tiempo hablando. Esto no implica que su amistad sea menos fuerte sino simplemente que sus vidas evolucionan y su amistad toma otra forma a lo largo de los años.
    • Evita tratar de hacer que su amistad sea exactamente igual a como era hace 10 años. Considérala como elástica en lugar de sólida.
    • Si tu amigo está casado y tiene hijos o incluso simplemente una relación seria y tú no, respeta el hecho de que no estará disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana como antes, aunque le importes.
    • Aprecia los cambios que haya habido en su amistad a lo largo de los años y aprende a crecer junto con su relación.
    • Es necesario que tu amigo sea un buen amigo para ti.
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Consejos

  • No es necesario que gastes mucho tiempo y dinero para ser un buen amigo. Los mejores regalos suelen ser hechos a mano y venir del corazón. Una llamada telefónica puede significar tanto como una visita.
  • Evita llamar a tu amigo o enviarle mensajes de texto a toda hora del día. Se irritará y es posible que no te responda cuando lo llames sobre algo verdaderamente importante.
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Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 590 411 veces.
Categorías: Mejores amigos
Resumen del artículoX

Para ser un buen amigo, cumple tus promesas para demostrar que eres digno de confianza. Además, debes ser una persona veraz y hacer lo que dices que harás, sobre todo cuando un amigo esté pasando por un mal momento. Si no tienes la seguridad de poder hacer algo, sé sincero para no decepcionar a tu amigo. Además, si quieres ganarte la confianza de un amigo, acepta tus errores y discúlpate cuando sea necesario. Por último, cuando no estés de acuerdo, difiere con respeto y sin criticar.

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