La economía siempre tiene y tendrá altibajos. Es fácil atravesar los buenos momentos sin problemas, pero ¿cómo superar los momentos difíciles y salir bien librado? Si te preparas de forma adecuada, reduces los cotos y garantizas que sigas obteniendo ingresos, podrás superar una recesión tan bien como hayas estado antes de ella.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Prepararte para una recesión

  1. 1
    Crea un fondo de emergencia. Si aún no tienes un fondo de emergencia adecuado, detalla un objetivo para la cantidad de dinero que desees agregarle cada mes. Deberás mantener este dinero en una cuenta de ahorros en un banco.
    • Normalmente se recomienda que una pareja en la que ambos miembros reciben un ingreso mantenga un fondo de emergencia con una cantidad equivalente a los gastos de 3 meses. Sin embargo, el monto recomendado durante una recesión es el equivalente a los gastos de 6 meses, en especial si perteneces a una industria que se ve muy afectada con las recesiones (como la construcción, los servicios financieros o la comida) y si la familia solo cuenta con un ingreso.
    • Las familias con dos fuentes de ingresos podrían estar seguras con un monto equivalente a los gastos de 3 o 4 meses.
    • Si eres un trabajador independiente, deberás reservar hasta un monto equivalente a los gastos de un año.[1]
  2. 2
    Paga las deudas. Siempre debes esforzarte por terminar de pagar las deudas, pero será incluso más importante que lo hagas cuando se aproxime una recesión. Primero concéntrate en pagar la que tenga la mayor tasa de interés, la cual suele ser la deuda de tu tarjeta de crédito. A partir de allí, paga las deudas con menores tasas de interés de acuerdo a tus posibilidades, esforzándote por reducir las deudas lo más que puedas. Si reduces las deudas, esto reducirá tus gatos mensuales y te dará una mejor oportunidad de sobrevivir a una recesión si pierdes tu trabajo o necesitas reducir tus gastos.
    • El dinero ahorrado al no tener que pagar deudas podrá agregarse a tu fondo de emergencia, o podrás ahorrarlo. Podrás invertir este dinero en valores cuando su precio descienda durante una recesión.[2]
  3. 3
    Crea fuentes de ingreso adicionales. En una recesión, siempre hay la probabilidad de que pierdas tu trabajo. Tus prioridades principales deben ser mantener tu trabajo actual y estar listo para volver a entrar al mercado laboral para conseguir uno nuevo si lo pierdes (ten un currículum actualizado, investiga sobre las oportunidades laborales, etc.). No obstante, también podrás aumentar tu seguridad financiera creando fuentes de ingresos separadas. Podría ser un segundo trabajo, un negocio en línea o cualquier tipo de ingreso pasivo.
    • Incluso si solo puedes obtener de $500 a $1000 adicionales al mes, ese ingreso adicional puede ayudarte a superar los momentos difíciles si tu fuente de ingresos principal se ve afectada.[3]
  4. 4
    Diversifica tus inversiones. Durante una recesión, por lo general los precios de las acciones disminuirán de forma drástica, lo que significa que tus cuentas de inversión podrían verse duramente afectadas. Muchas compañías y los precios de sus acciones se recuperarán de una recesión, pero algunas no podrán cumplir sus obligaciones y harán que pierdas dinero. Podrás reducir el riesgo de que esto ocurra si diversificas tus inversiones. Contempla la opción de comprar bonos o invertir en valores de otros países o metales preciosos. Estas inversiones, en especial las dos últimas, podrían progresar independientemente del mercado y pueden proteger tus activos en una recesión.
    • También puedes averiguar fuera del mercado para invertir en propiedades, como terrenos o departamentos, cuyo valor por lo general aumenta con el tiempo, a veces incluso durante las recesiones.[4]
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 3:
Sobrevivir a una recesión

  1. 1
    Habla del tema. Siéntate con todos los miembros de tu casa y revisen sus finanzas. La manera en la que soluciones sus diferencias en torno al dinero tendrá un efecto profundo en la probabilidad de que la relación tenga éxito.
    • Este será el momento perfecto para darles el ejemplo a tus hijos y mostrarles cómo una familia puede superar los momentos difíciles y que todos pueden participar.[5]
  2. 2
    Reduce los gastos. Hay muchas maneras de reducir los gastos durante una recesión. En muchos casos, podrás mantener tu misma calidad de vida mientras te centras en vivir de forma sencilla y eliminar los gastos extravagantes e innecesarios.
    • Reduce los gastos opcionales. No compres cosas si no las necesitas para vivir. No cedas a los discursos de venta. Ni siquiera pienses en aceptar la nueva oferta de tarjeta de crédito que hayas recibido por correo electrónico; deberás evaluarlo con cuidado incluso si tiene una tasa anual equivalente baja y no requiere pagos por dos años.
    • Transporte: comparte un auto en la medida de lo posible. Puedes ir al trabajo en bicicleta o incluso vivir sin un auto. No obstante, si esto no es práctico, busca maneras de ahorrar dinero en combustible.
    • Alojamiento: consigue un compañero de cuarto o múdate a un área con un costo de vida menor. Tal vez puedas mudarte con familiares hasta que las dificultades económicas hayan pasado. Mantener una buena situación en una casa multigeneracional no siempre es sencillo, pero tiene sus recompensas.
    • Comida: deja de comer fuera; en lugar de ello, trata de cocinar en casa desde cero con más frecuencia. Considera los beneficios del movimiento slow food. Si no tienes tiempo suficiente para cocinar, intenta hacerlo solo una vez al mes. Busca buenas ofertas en el mercado de productores locales.[6]
  3. 3
    Mantén tus ingresos. Si tienes un trabajo, sé un empleado maravilloso. Este no será el momento para holgazanear. Llega temprano al trabajo, vete tarde y ofrécete como voluntario para los proyectos. Encárgate del trabajo pendiente por otros trabajadores; esto es lo que pasará de todas formas cuando los despidan, así que será el momento de demostrar lo que puedes hacer. Busca maneras de ahorrar el dinero de tu empleador, en especial si ves que adopta medidas pequeñas para lograrlo, como incentivar a los trabajadores a apagar sus computadoras. Trata de cuantificar tus esfuerzos en relación con lo mucho que hayas aumentado las ganancias y reducido los costos. Crea una red de contactos de modo que, si te despiden, tendrás una red laboral segura que podría ayudarte.[7]
    • Si no tienes un trabajo, busca otras maneras de ganar dinero rápidamente. Enfócate en reducir tus gastos, tal como se ha mencionado en el paso anterior, y contempla la opción de hacer voluntariado. Si tienes tiempo libre, hay organizaciones que necesitarán tu ayuda, y podrías fijar un buen karma en tu comunidad.
  4. 4
    Sigue ahorrando. Si es posible, incluye el ahorro en tu presupuesto, incluso durante una recesión. Deberás hacer todo esfuerzo por seguir contribuyendo con las cuentas de jubilación y los fondos de universidad, si los tienes. Si no tienes el dinero para contribuir, puedes reducir los gastos para que las cosas funcionen. Al superar la recesión, estarás feliz de haber seguido ahorrando, y tus cuentas reflejarán el interés que has ganado durante dicho tiempo.
    • Además, invertir dinero en el mercado de acciones durante una recesión puede ser un movimiento inteligente. Si compras acciones de compañías de buena reputación cuando los precios sean bajos, ganarás mucho dinero cuando vuelvan a subir al terminar la recesión.[8]
  5. 5
    Disfruta de la vida. Para evitar la depresión por una recesión, no dejes que el miedo te controle. Una sensación intensa de paranoia puede volverte un empleado inflexible y también generar tensión en tus relaciones. Sé agradecido por lo que tienes y diviértete. En lugar de no tomar unas vacaciones familiares, puedes pasar las vacaciones en casa o cambiar de casa con alguien para tener alojamiento gratuito. Invita a tu familia a concebir maneras creativas de ahorrar dinero sin sacrificar la felicidad. Acepta los momentos difíciles como un desafío para tu fortaleza y tu adaptabilidad.
    Anuncio

Parte 3
Parte 3 de 3:
Hacer que tu negocio atraviese con éxito una recesión

  1. 1
    Desarrolla un plan de gestión de riesgos. Si aún no lo has hecho, crea un plan para lo que puedas hacer por si surge una recesión. Este plan deberá mencionar una serie de medidas que planees adoptar por si pierdes las oportunidades de negocio o los clientes a causa de una recesión económica. Al fin y al cabo, podrás pensar qué hacer con más facilidad antes de una recesión en lugar del momento en el que tus empleados entren en pánico y no sepan qué hacer. Deberás crear pasos concretos y brindar el plan a otros administradores o socios para que también puedan seguirlo.[9]
  2. 2
    Reduce los gastos. Lo primero que debes hacer al afrontar una recesión es reducir todo gasto posible. Esto ayudará a mantener tu negocio operativo mientras buscas una solución más permanente o hasta que la economía se recupere. Busca maneras de reducir los gastos generales, como los servicios básicos, la administración y los desperdicios de materiales. También puedes reducir los niveles de inventario para que tus activos no dependan tanto de los productos que quizás no se vendan por meses. Si esto no funciona, considera lo siguiente:
    • Reduce los gastos en publicidad. Omite la publicidad convencional como la televisión y la radio, y en su lugar, concéntrate en mejorar tu presencia en las redes sociales. Esto es gratuito, pero podría abarcar una mayor parte de tu tiempo.
    • Haz recortes. Esta es otra opción que puedes emplear. Para ello, podrías reducir tu cantidad de empleados o mudarte a un establecimiento más barato. Los empleados remanentes podrían tener que trabajar más, pero por lo menos tu negocio podrá sobrevivir.[10]
  3. 3
    Bríndales una capacitación interdisciplinaria a tus empleados. Si llegas a despedir a algunos empleados, necesitarás que los demás asuman sus funciones. Este es el motivo por el que la capacitación interdisciplinaria es importante para tus empleados a fin de que aprendan varias funciones en el negocio. Lo mejor es hacerlo antes de que sea necesario.[11]
  4. 4
    Céntrate en los clientes. Deberás centrar todos tus esfuerzos en retener a los clientes asiduos y mantener tu relación con ellos. Asegúrate de que sepan que sus adquisiciones son valiosas para ti. Además, sigue manteniendo una calidad alta tal como antes, incluso si has tenido que hacer otros recortes en el negocio.
    • Una recesión también será una buena oportunidad para evaluar a tus clientes. Podrías tener a aquellos con los que no obtienes ganancias. Una recesión es el momento perfecto para terminar estas relaciones y buscar nuevas.[12]
  5. 5
    No reduzcas tus precios. Muchos negocios recurren a las promociones y ofertas cuando una recesión los afecta. Sin embargo, esto solo hará que los clientes tengan más dificultades para justificar el pago de tus precios habituales cuando la recesión termine. Además, estos precios más bajos pueden reducir las ganancias tan necesarias. La única excepción es que quieras ofrecer plazos de pago o descuentos únicos para los clientes que también tengan dificultades económicas. Tan solo diles con claridad que solo les brindarás este servicio una vez.[13]
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Ara Oghoorian, CPA
Coescrito por:
Contador y planificador financiero certificado
Este artículo fue coescrito por Ara Oghoorian, CPA. Ara Oghoorian es contador financiero certificado, planificador financiero certificado (CFP), un contador público certificado y es el fundador de ACap Advisors & Accountants, una firma boutique de gestión patrimonial y de servicios completos con sede en Los Ángeles, California. Con más de 26 años de experiencia en la industria financiera, Ara fundó ACap Asset Management en 2009. Anteriormente, trabajó con el Banco de la Reserva Federal de San Francisco, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y el Ministerio de Finanzas y Economía en la República de Armenia. Ara tiene una licenciatura en Contabilidad y Finanzas de la Universidad Estatal de San Francisco, es un examinador comisionado de bancos mediante la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, tiene la designación de analista financiero colegiado, es un planificador financiero certificado, tiene una licencia de contador público certificado, es un agente inscrito y cuenta con la licencia de la Serie 65. Este artículo ha sido visto 4775 veces.
Anuncio