Los hámsteres y los gatos son mascotas increíbles, pero tener ambos en la misma casa puede ser un poco riesgoso. Por naturaleza, un gato considera a un hámster como una posible presa, así que es importante que mantengas al pequeño roedor lo más alejado del gato que puedas. Si tienes al hámster en una jaula segura y en una habitación a la que el gato no tenga acceso, les darás a ambas mascotas la mejor probabilidad de vivir juntas de manera segura y feliz.

Método 1
Método 1 de 3:
Separar a tus mascotas

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    Consigue un hábitat seguro para el hámster. El instinto natural del gato es considerar al hámster como presa. Para poder mantener a estos animales separados, necesitarás una jaula segura. Lo ideal es que sea completamente cerrada, sin el techo desmontable. Asimismo, la separación entre las barras debe ser lo suficientemente delgada como para evitar que quepan las patas del gato.[1]
    • Algunos hábitats para hámsteres tienen juguetes removibles en la parte superior. Un gato puede botarlos fácilmente. Una mejor alternativa son las jaulas más grandes donde puedes colocar los juguetes adentro, como túneles y ruedas.
    • Asegúrate de que la jaula tenga un pestillo de seguridad que el gato no pueda abrir.
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    Mantén al hámster en una habitación alejada del gato. Incluso si el gato no llega a la altura del hámster, el hecho de que puedan verlo en su jaula podría generarle estrés al pequeño roedor. Por lo tanto, procura colocar su jaula o hábitat en un área a la que el gato no tenga acceso frecuente.[2]
    • Podrías colocar al hámster en una habitación cerrada o en una oficina con una puerta que puedas cerrar cuando estés muy ocupado para mantener al gato alejado.
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    Coloca la jaula en una esquina. Incluso si el gato no puede acercarse al hámster la mayor parte del tiempo, es mejor asegurarse de que no pueda empujar la jaula. Para ello, puedes ponerla en una esquina sobre una superficie estable, como una mesa resistente o un escritorio. De esta manera, si el gato llegara a tener acceso al área, no podrá colocarse detrás de la jaula y botarla.[3]
    • Considera sujetar la jaula a la pared o a un mueble para que no se pueda botar.

Método 2
Método 2 de 3:
Sacar al hámster de la jaula

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    Haz que la habitación sea segura para mascotas. Antes de sacar al hámster de la jaula, cerciórate de que la habitación sea un lugar seguro. Puedes colocar una toalla o una sábana contra el espacio entre la puerta y el piso para evitar que el roedor se escape y que quepan las patas del gato.[4]
    • Asegúrate de cerrar todas las puertas y ventanas, y fíjate si hay rendijas de ventilación en el piso. Cubre todos los espacios donde el hámster pueda meterse o caerse.
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    Crea un corral para jugar. Si quieres evitar que el hámster se escape y accidentalmente esté cerca del gato, restringe su espacio de juego y exploración a un corral. Muchas tiendas de mascotas ofrecen corrales pequeños para mascotas que sirven para que el animal pueda salir y ejercitarse sin el riesgo de que se escape por una puerta y ventana.[5]
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    Pasa un tiempo solo con tu hámster. Estos animales pueden crear un lazo profundo con los humanos, así que es importante que pases un tiempo de calidad con tu mascota. Sostenlo o permite que camine sobre ti. Esto puede servir para reducir el estrés y para que sepa que es tan importante como el gato.[6]
    • Trata de pasar por lo menos una hora al día con tu hámster, dividida en periodos de 15 o 20 minutos.

Método 3
Método 3 de 3:
Usar una bola de ejercicios

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    Elige una bola con una puerta segura. Si quieres que el hámster pueda pasear alrededor del gato, necesitarás una bola con una tapa que no se salga. Es mejor probarla bien antes de comprar. Jala la tapa y dale la vuelta a la bola para asegurarte de que se quede en su lugar.[7]
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    Pon al hámster en la bola en un lugar alejado del gato. Tener al roedor suelto en frente del gato puede ser peligroso, incluso por un tiempo corto. Colócalo en la bola en una habitación cerrada donde no entre el gato. Si tiene que entrar por alguna razón, espera hasta que el hámster esté seguro.
    • Lo ideal es que el gato se quede afuera de la habitación mientras el hámster pasea en la bola. Solo déjalo ingresar si no muestra interés en el roedor. Si lo mira con atención o lo persigue, es mejor que lo saques de inmediato.
    • Considera que dejar al gato en la habitación o permitir que interactúe con el hámster podría ser estresante para el pequeño.
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    Limita el tiempo en la bola. En general, el hámster no debe pasar más de 15 a 20 minutos en su bola de ejercicios. Además, debería usarla solo una vez al día y en una habitación alfombrada o sobre una alfombra grande.[8]
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    Vigila al gato. Si tu mascota persigue la bola o empieza a golpearla, tendrás que separarla del hámster. Pon la bola en una habitación a la que el gato no tenga acceso o, si es un área abierta, bloquea su acceso. Procura no regresar al hámster a su jaula. La idea no es castigar al pequeño por culpa del gato.

Acerca de este wikiHow

Lauren Baker, DVM, PhD
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Lauren Baker, DVM, PhD. La Dra. Baker es veterinaria y candidata a un PhD en Ciencias Biomédicas Comparativas. La Dra. Baker recibió su título de médica veterinaria en la Universidad de Wisconsin en 2016, y continuó para recibir un PhD a través de su trabajo en Comparative Orthopaedic Research Laboratory. Este artículo ha sido visto 3601 veces.
Categorías: Hámsteres | Gatos