La glutamina es un aminoácido que se utiliza para producir proteínas. Esta sustancia es fundamental para la fuerza muscular, la energía y la recuperación. Aunque la glutamina se produce de forma natural en el organismo y se encuentra en distintas fuentes alimentarias, cuando el cuerpo sufre estrés, ya sea debido al ejercicio intenso, a alguna enfermedad o a una lesión, es posible que no sea capaz de conseguir la cantidad necesaria por sí mismo. Sigue unos cuantos pasos para aprender a tomar suplementos de glutamina.

Método 1
Método 1 de 2:
Comprender el funcionamiento de la glutamina

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    Infórmate acerca de la glutamina. La glutamina es un aminoácido que se produce en el organismo. Los aminoácidos intervienen en la composición de las proteínas, sustancias muy importantes para regular el crecimiento y las funciones celulares.[1] Concretamente, la glutamina ayuda a eliminar sustancias de desecho, también llamadas "amoníaco", del organismo. Además, favorece el funcionamiento del sistema inmune y del aparato digestivo.
    • Dentro del cuerpo, la glutamina se almacena en los músculos y en los pulmones.[2]
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    Busca fuentes naturales de glutamina. El cuerpo, por lo general, obtiene la mayor parte de la glutamina que necesita produciéndola por sí mismo y a través de la ingesta diaria de alimentos. Sin embargo, si el cuerpo se encuentra bajo estrés, sufres una lesión o tienes una infección, es posible que el organismo no sea capaz de producir suficiente glutamina. Cuando esto ocurre, hay dos formas de obtener un aporte extra de glutamina.
    • Puedes obtenerla de forma natural complementando tu dieta con un aumento en la ingesta diaria de alimentos ricos en glutamina. La glutamina se encuentra de forma natural en los alimentos ricos en proteínas como los lácteos, el pescado, la carne y las legumbres.[3] También puedes encontrarla en ciertas verduras como las espinacas, la col y el perejil.[4] Sin embargo, a pesar de que estos alimentos sean ricos en glutamina, no aportan tanta cantidad como los suplementos alimenticios.
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    Pregúntale a tu médico sobre los suplementos de glutamina. Si no consigues obtener suficiente glutamina a través de los alimentos, o si necesitas un aporte extra debido a un exceso de estrés, consulta con tu médico la posibilidad de tomar un suplemento. La dosis y el tipo de suplemento adecuados podrán variar dependiendo de la enfermedad o el problema que necesites tratar. El médico te dirá si merece la pena invertir en este tratamiento y te podrá aconsejar sobre la cantidad diaria de glutamina que deberás tomar.
    • Por lo general, la dosis que se usa en el tratamiento con suplementos es de entre 5 y 10 g diarios que se suelen repartir en tres tomas a lo largo del día. Sin embargo, es posible que el médico te aconseje tomar hasta 14 g diarios. Ten en cuenta que hay algunas enfermedades que pueden requerir una dosis más alta incluso. No tomes una dosis más alta a no ser que así te lo indique tu médico.
    • Los suplementos de glutamina se utilizan para tratar una gran variedad de problemas, aunque en algunos casos, su efecto no está totalmente probado.[5]
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    Considera la posibilidad de tomar distintos tipos de suplementos. Aunque deberás preguntarle al médico al respecto, por lo general hay dos tipos de suplementos de glutamina de venta libre en farmacias y tiendas de alimentos saludables. Normalmente se venden como L-glutamina y a veces forman parte de otros suplementos proteicos. El envase debe incluir una descripción del producto que indique si la glutamina es de origen natural o sintético. Muchos suplementos parecen proceder de ciertas plantas, por lo que son vegetales, pero siempre debes consultar la etiqueta.
    • La glutamina se vende en forma de cápsulas, comprimidos, en líquido y en polvo. Las fórmulas en polvo y en líquido tal vez sean mejores para aquellos que tengan problemas para tragar o utilicen el suplemento para tratar la estomatitis.[6]
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    Toma el suplemento de la forma adecuada. Hay ciertas reglas que deberás seguir a la hora de tomar glutamina. Puedes tomarla sola o acompañada de alimentos, pero asegúrate de no combinarla con comidas o bebidas calientes, ya que la temperatura puede alterar este aminoácido. La glutamina solo se debe tomar con líquidos fríos o a temperatura ambiente.[7]
    • La glutamina en líquido o en polvo se puede mezclar con agua o con algún jugo que tenga un nivel bajo de acidez, como por ejemplo, el de manzana y el de zanahoria. No mezcles la glutamina con ningún jugo cítrico como el de naranja o el de pomelo, ya que son muy ácidos. Nunca mezcles la glutamina en polvo o en líquido con bebidas calientes, ya que el calor descompondrá los aminoácidos.[8]
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    Conoce los efectos secundarios y las advertencias. Dado que la glutamina se produce de forma natural en el organismo, es raro que cause efectos secundarios. Sin embargo, deberás evitar el consumo excesivo de glutamina, ya que podría causar molestias de estómago. Además, deberás hablar con tu médico antes de tomar glutamina en el caso de que padezcas alguna enfermedad de hígado o de riñón, o de que estés embarazada o en periodo de lactancia. Tal vez sea necesario disminuir la dosis o suspender el tratamiento por completo.
    • Ten en cuenta que la glutamina es totalmente distinta del glutamato, el ácido glutámico, el monosodio de glutamato y el gluten. Por lo tanto, las personas intolerantes al gluten no tienen por qué preocuparse de sufrir efectos adversos debido a la toma de glutamina.
    • Sin embargo, en algunos casos extraños, la persona tratada sufre reacciones adversas causadas por la glutamina. Entre estos síntomas se incluyen: dolor de estómago, vómitos, dolor de cabeza, sudor y dolores articulares. Si experimentas alguno de estos síntomas, deberás interrumpir la ingesta de glutamina inmediatamente.[9]
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Método 2
Método 2 de 2:
Utilizar glutamina para situaciones específicas

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    Utiliza glutamina para cicatrizar heridas. En muchas ocasiones, los suplementos se utilizan para tratar a personas que han sufrido algún tipo de herida. El cortisol, una hormona que el organismo libera cuando detecta algún tipo de lesión, quemadura o infección, inhibe la producción de glutamina. Ciertos estudios sugieren que los suplementos de glutamina pueden ser beneficiosos para el sistema inmune, por lo que serán de ayuda en situaciones en las que el organismo tenga que luchar contra los efectos adversos de una herida.
    • Además, la glutamina ayuda a reducir las infecciones. Las propiedades naturales de la glutamina para regenerar los músculos también hacen de esta sustancia un tratamiento muy eficaz para tratar a los pacientes con quemaduras o sometidos a algún tipo de cirugía.[10]
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    Toma glutamina si eres culturista. La glutamina es un suplemento muy popular entre los culturistas. Al igual que el cuerpo se estresa debido a ciertas lesiones, los músculos se fatigan cuando alguien practica culturismo. Se cree que la glutamina ayuda a reponer y a fortalecer los músculos sobrecargados por el entrenamiento exhaustivo.[11]
    • Aunque se trata de un método muy popular, no existen estudios con resultados concluyentes que demuestren su eficacia como complemento para culturistas.[12]
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    Aumenta el nivel bajo de glutamina causado por el cáncer. Los pacientes con cáncer suelen tener un nivel bajo de glutamina. Debido a esta deficiencia, se están llevando a cabo investigaciones acerca de la eficacia del tratamiento con suplementos de glutamina en pacientes con cáncer. Actualmente, se utiliza en pacientes malnutridos y sometidos a tratamiento y en pacientes sometidos a trasplante de médula.
    • Ciertos estudios sugieren que la glutamina puede mejorar la estomatitis, una infección de la mucosa de la boca, y tratar la diarrea asociada a la quimioterapia.[13]
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    Trata otros problemas. Hay unas cuantas enfermedades más que, según ciertos investigadores, pueden mejorar con la ingesta de glutamina. Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), entre las que se incluyen la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, pueden mejorar con la glutamina. Esto se debe a que la glutamina juega un papel fundamental a la hora de proteger la mucosa que reviste el tracto gastrointestinal. Toma un comprimido de 5 g seis veces al día por vía oral durante un periodo de hasta 16 semanas. La duración del tratamiento con esta dosis es limitada debido a que es mucho más alta de lo normal.
    • Aunque hay ciertas pruebas de que la glutamina es útil en el tratamiento de la diarrea y de la inflamación de la mucosa cercana a la boca, aún no se han realizado estudios concluyentes que demuestren su eficacia para tratar otras enfermedades digestivas como la enfermedad de Crohn.[14] [15] [16]
    • La glutamina también puede ser útil en pacientes con VIH o SIDA. Hay estudios que sugieren que la glutamina, combinada con otros suplementos, puede ayudar a ganar peso y a aumentar la masa muscular. Estos efectos son beneficiosos para los pacientes con VIH o SIDA, ya que en muchos casos sufren una pérdida grave de peso y de masa muscular. Además, la glutamina puede ayudar a estos pacientes a absorber mejor los nutrientes, lo cual supondría un gran beneficio para contrarrestar los efectos de la enfermedad.[17]
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