Las cobayas pueden desarrollar protuberancias en el cuerpo. Con frecuencia, este término hace referencia a los ganglios linfáticos del cuello hinchados que se convierten en abscesos (bolsas infectadas). No obstante, las protuberancias también pueden ser quistes (bolsas llenas de líquido), lipomas (tumores llenos de grasa) o tumores cutáneos.[1] Si no se tratan, algunas pueden enfermar mucho a las cobayas y causarles un gran malestar. Si ves una protuberancia en la tuya, deberás llevarla al veterinario para que le brinde un diagnóstico y tratamiento. Mientras más pronto pueda tratarla, mayor será la rapidez con la que vuelva a estar saludable.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Tratar la protuberancia

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    Solicita tratamiento veterinario. Las protuberancias en las cobayas suelen requerir tratamiento veterinario. Por lo general, esto consistirá en una extirpación quirúrgica.[2] Si la protuberancia está infectada, la cobaya necesitará antibióticos para así evitar que la infección se extienda luego de la cirugía.
    • No intentes tratarla por tu cuenta.
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    Consulta sobre las dificultades del tratamiento. Puede ser difícil extraer una protuberancia de una cobaya. Si esta se encuentra infectada, su extirpación quirúrgica podría liberar las bacterias en el torrente sanguíneo, lo que causaría una afección grave conocida como septicemia.[3] Además, el pus en el interior del absceso tendrá una consistencia espesa similar a la del queso, lo que hará que el tratamiento común para este problema (uso de lanceta y drenaje) no haga efecto en muchos casos.[4] El uso de lanceta en un absceso consistirá en cortarlo con dicho instrumento afilado.
    • En ocasiones, los abscesos pueden formar extensiones similares a los dedos y llegar a los tejidos cercanos, lo que dificultará la extracción total.
    • Los abscesos en el hocico son muy difíciles de tratar debido a su ubicación. Estos pueden hincharse y bloquear la garganta. Además, si se abren, el pus podría asfixiar a la cobaya hasta la muerte.[5]
    • También podría ser difícil extirpar un quiste, ya que el líquido en su interior podría contener bacterias.
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    Permite que el veterinario extraiga la protuberancia con una cirugía. Si la cobaya puede someterse a cirugía, el veterinario la anestesiará y extirpará la protuberancia. En la mayoría de los casos, el animal podrá ir a casa el mismo día. No obstante, si tiene un absceso en el hocico, el veterinario podría hospitalizarla debido a la probabilidad de que sufra problemas de salud graves.[6]
    • En el caso de los abscesos, la extracción total será de mucha importancia. Si esta se lleva a cabo de forma incompleta, el absceso podría regresar.
    • La extirpación quirúrgica de un tumor cutáneo suele curar el problema; es decir, este no requerirá otro tratamiento.[7] No obstante, un tumor más agresivo podría requerir un tratamiento adicional luego de la extirpación.
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    Haz que el veterinario use una lanceta y drene el absceso. La lanceta podría ser una buena opción para los abscesos en el hocico o la mandíbula. Tras anestesiar al animal, el veterinario cortará el absceso y drenará el líquido interior con una sonda quirúrgica. Luego limpiará el interior vacío con una solución antiséptica, y podría llenarlo con esferas antibióticas. Ten en cuenta que esta opción de tratamiento aumentará la probabilidad de que el absceso regrese.
    • Para limpiarlo, tendrás que llenarlo con una solución líquida (el antiséptico) y luego succionarla. El veterinario podría limpiarlo varias veces para así garantizar que se haya extraído todo el pus.
    • Las esferas antibióticas serán eficaces por 2 a 6 meses.[8]
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    Deja que el veterinario inyecte antibióticos en el absceso. No todos los abscesos requerirán una extirpación quirúrgica. Si el de tu cobaya tiene un diámetro menor a 1 cm, el veterinario podría inyectarle antibióticos directamente en la pared del mismo. También podría querer limpiarlo de forma periódica, en lugar de extirparlo.[9]
    • La limpieza periódica será de utilidad para evitar que este cause problemas. El veterinario te indicará la frecuencia con la que se deberá limpiar el absceso.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Cuidar a la cobaya después de la cirugía

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    Deberás dejarla en un ambiente tranquilo. Al llevarla a casa después de la cirugía, deberás dejar que se recupere en un área tranquila y silenciosa.[10] Coloca su jaula en un área que tú y los demás miembros de la casa recorran con muy poca frecuencia. Si tienes otras cobayas, deberás mantenerlas en una jaula aparte.
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    Dale antibióticos a tu mascota. Si la protuberancia extirpada con cirugía era un absceso o un quiste infectado, la cobaya necesitará antibióticos a fin de evitar una infección postquirúrgica.[11] Algunos de ellos pueden enfermar gravemente al animal, por lo que el veterinario recetará uno seguro para cobayas. No compres estos medicamentos en las tiendas de mascotas, ya que podrían ser perjudiciales para su salud.[12]
    • Las cobayas suelen requerir como mínimo una ronda de antibióticos luego de someterse a la extirpación quirúrgica de un absceso.[13] El veterinario determinará el tiempo durante el cual deba tomar estos medicamentos.
    • Para darle una píldora antibiótica, deberás sostenerla, abrirle el hocico e introducirla lo más profundo posible. Si puedes colocarla cerca de los molares, la cobaya no podrá escupirla con facilidad.[14]
    • Adminístrale todo el tratamiento de antibióticos. No dejes de dárselos si empieza a lucir y sentirse mejor. Esto podría provocar el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos.
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    Limpia el área afectada. Luego de la cirugía, deberás mantener el área de la incisión limpia y sin suciedad ni residuos.[15] Para limpiarla, tendrás que darle toques suaves con una toalla limpia y un poco mojada. La cobaya podría sentir un poco de dolor en dicha área, por lo que no deberás ejercer demasiada presión.
    • Revisa el área para identificar los signos de una infección (enrojecimiento, hinchazón y descargas). Si luce anormal, tendrás que llevar a tu mascota al veterinario para que la trate.
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    Programa una cita de control. El veterinario podría tener que revisar a tu mascota nuevamente luego de la cirugía para así supervisar su recuperación. Durante esta cita, él revisará el área de la incisión, retirará las suturas (si fuese necesario) y evaluará el estado general de la cobaya.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Evitar las protuberancias en el futuro

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    Retira los objetos afilados de la jaula. No podrás evitar los tumores, pero sí los abscesos y los quistes. Estos últimos se forman luego de sufrir una herida por punción; por lo tanto, deberás retirar todo objeto afilado o áspero de la jaula. Por ejemplo, el material de cama con paja puede perforar la piel de la cobaya.[16] En su lugar, deberás usar material de papel como el de la marca CareFresh® o la arena sanitaria para gatos de Yesterday’s News.[17]
    • Si alguno de sus juguetes tiene bordes afilados, también deberás retirarlo. Los rollos vacíos de papel higiénico o papel toalla son los juguetes ideales para una jaula de cobayas, ya que son suaves y lisos.
    • Cerciórate de que su alimento no tenga bordes afilados que puedan dañarle las encías.
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    Separa a las cobayas que se peleen. Si tienes varias cobayas en una misma jaula, deberás separarlas si pelean o se molestan la una a la otra.[18] Al morderse, la herida dejada por la mordedura puede infectarse y formar un absceso o un quiste.
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    Corrige los problemas dentales. La maloclusión (un mal alineamiento de los dientes) es un problema dental común en las cobayas.[19] Si los dientes no se alinean de forma apropiada, estos pueden crecer en exceso e hincar el interior del hocico. Estas heridas por punción pueden generar un absceso o un quiste. Si los dientes de tu cobaya están desalineados, tendrás que llevarla al veterinario para que la trate.
    • Se requerirá una cirugía para corregir los problemas dentales en las cobayas. El veterinario usará instrumentos dentales especializados para recortarlos y realinearlos.

Consejos

  • El pronóstico para estas protuberancias dependerá de su ubicación y la causa. Las heridas por punción que se tratan a tiempo suelen tener un buen pronóstico.[20]
  • En ocasiones, los abscesos se abrirán por sí solos.[21] Si esto ocurre, el animal aun así necesitará antibióticos.
  • Evita cargar mucho a tu cobaya inmediatamente después de la cirugía. Esto puede hacerlo sentir incómodo y provocarle dolor. También es recomendable que permitas que el veterinario le dé los antibióticos a tu cobaya, y que lo deje internado mientras recibe tratamiento.

Advertencias

  • En las cobayas, los antibióticos pueden provocar un problema intestinal mortal llamado enterotoxemia.[22] Entre los signos de esta afección tenemos al debilitamiento súbito, la diarrea, la pérdida del apetito y una sensación pastosa en el abdomen. Esta requerirá un tratamiento intensivo (líquidos, antibióticos por vía intravenosa y substancias para eliminar las toxinas).[23] El animal podría recuperarse, pero no todos sobrevivirán si contraen esta enfermedad.
  • Un quiste o un absceso sin tratar pueden volverse muy grandes, dolorosos y difíciles de tratar.[24]
  • Para tratar un absceso dental, podría requerirse la extracción del diente afectado y limpiar de forma intensa el área cercana.[25]

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década. Este artículo ha sido visto 10 059 veces.
Categorías: Mascotas y animales