Ya sea que te aprietes el dedo con un martillo o lo golpees con la puerta del auto, las uñas aplastadas pueden ser muy dolorosas. Afortunadamente, si no son muy graves, existen algunos pasos que puedes dar para aliviar el dolor sin tener que ir a un centro de emergencias. Inmediatamente después de la lesión, toma ciertas precauciones para reducir la inflamación y el enrojecimiento. Uno o dos días después de la lesión, puedes usar un sujetapapeles caliente para drenar la sangre de debajo de la uña para aliviar más el dolor y la presión.[1]

Método 1
Método 1 de 2:
Aliviar el dolor inmediatamente después de la lesión

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    Aplica hielo en el dedo. Envuelve una bolsa de hielo o una compresa fría en una toalla de papel, y colócala sobre el dedo lesionado. Mantén el hielo allí en minutos de 10 intervalos, con pausas de 20 minutos por las primeras horas después de aplastarte el dedo. El hielo ayuda a minimizar la inflamación, el sangrado y el dolor.
    • Ten cuidado de no aplicar mucho peso o presión con el hielo. Puedes simplemente colocar el dedo arriba de la compresa o el paquete de hielo envuelto.
    • No apliques el hielo directamente en la piel ni por más de 15 minutos por intervalo. Esto podría causar congelación y una mayor inflamación.[2]
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    Eleva la mano por encima del corazón. Mantén el dedo lesionado elevado por encima del nivel del corazón. Hazlo de forma continua para limitar la presión.
    • Si mantienes la mano hacia abajo a un costado, la sangre irá hacia la lesión, incrementando la inflamación y un dolor punzante incómodo.[3]
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    Toma un analgésico de venta libre si sientes mucho dolor. Para aliviar más el dolor y reducir la inflamación, toma un antiinflamatorio o analgésico como ibuprofeno (Advil), paracetamol, Motrin o aspirina.[4]
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    Limpia la herida con agua y un jabón suave. Si la lesión causa una herida abierta, límpiala tan pronto como puedas. Puedes hacerlo al enjuagar con agua del grifo y lavar con jabón alrededor de la herida.
    • Si hay suciedad o tierra en la herida, quítala con pinzas limpiadas con alcohol. [5]
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    Aplica un ungüento antibiótico en la herida. Aplica una capa fina de un ungüento antibiótico como Polysporin en un corte abierto. Esto mantiene la superficie del corte húmedo y previene la cicatrización.
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    Mantén el dedo en movimiento para evitar la rigidez. En caso de ser posible, sigue moviendo suavemente el dedo tanto como puedas sin causar más dolor. Esto reduce la inflamación y previene la rigidez.
    • Si no puedes mover el dedo o sentirlo después de unos minutos, es posible que necesites atención médica.[7]
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Método 2
Método 2 de 2:
Drenar sangre de debajo de la uña con un sujetapapeles

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    Lava bien el dedo lesionado. Unos días después de sufrir la lesión, quizás notes algo de sangre debajo de la uña que luce como una decoloración oscura (rojo, marrón o púrpura negro). Libera la sangre que se forma debajo de la uña para aliviar el dolor y la presión. Asegúrate de lavarte las manos con agua tibia y un jabón suave. Luego, sécalas con una toalla limpia.
    • Esto evita el desarrollo de una infección en la punta del dedo.[8]
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    Desinfecta el dedo lesionado con alcohol desinfectante. Además de lavar el dedo, usa alcohol desinfectante para limpiar y desinfectar mejor la herida.
    • Para aplicar alcohol, vierte una pequeña cantidad en una bola de algodón para limpiar la superficie de la uña del dedo y permite que se seque. [9]
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    Endereza y esteriliza un sujetapapeles. Usa un alicate para enderezarlo por completo. Luego, sumerge un extremo en alcohol desinfectante para desinfectarlo.
    • Cuando termines, coloca el sujetapapeles desinfectado en una toalla de papel limpia y permite que se seque.
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    Calienta el sujetapapeles con una cerilla o un mechero. Tomando el sujetapapeles con un alicate, usa la llama para calentar su extremo. Hazlo hasta que el extremo esté rojo caliente.
    • De esta forma, te asegurarás de que esté lo suficientemente caliente para atravesar la uña y liberar la sangre.[10]
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    Toca la uña lesionada con el sujetapapeles caliente. Con cuidado, presiona el extremo rojo caliente del sujetapapeles en la parte de la uña donde más sangre se haya acumulado. Mantén allí hasta que el sujetapapeles haya quemado a través de la uña.[11]
    • Ten cuidado de no presionar el sujetapapeles con mucha fuerza. El objetivo es perforar la uña con él sin quemar la piel subyacente.
    • Si se hace exitosamente, notarás que se drena un líquido transparente o un poco sanguinolento por dos o tres días. Esto es normal.[12]
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    Sumerge el dedo en agua tibia todos los días. Después de completar este método, sumerge el dedo lesionado en agua tibia y jabonosa por 10 minutos, tres veces al día durante dos o tres días. De esta forma, te asegurarás de que la herida permanezca limpia y evitarás infecciones.
    • Por lo general, notarás mejoras dentro de tres o cuatro días.
    • Las lesiones más graves pueden tomar semanas en curar.[13]
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Consejos

  • Es posible que tengas que usar un imperdible o una aguja en vez de un sujetapapeles. Solo asegúrate de esterilizar bien con alcohol desinfectante.[14]
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Advertencias

  • Busca ayuda a través de un enfermero o médico si no puedes enderezar el dedo, se siente adormecido, está notablemente doblado o torcido, los síntomas empeoran después de 48 horas de cuidados en casa, o la lesión permanece inflamada por más de 48 horas.[15]
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Categorías: Cuidado de las uñas
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