Usar enjuague bucal de forma correcta ayuda a refrescar tu aliento, a prevenir caries y a tratar la gingivitis. Lo primero que debes hacer es escoger el enjuague bucal adecuado para ti. Úsalo una vez al día antes o después del cepillado, o más seguido si tu dentista lo indica. Sigue leyendo esta guía para aprender a usar el enjuague bucal para así tener una mejor higiene dental.

Método 1
Método 1 de 3:
Escoger el enjuague

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    Usa un enjuague bucal cosmético para ocultar el mal aliento. Si solo quieres refrescar tu aliento, hay varios productos de los cuales puedes elegir. Estos dejarán tu boca con un agradable sabor y harán que tu aliento huela mejor. Este tipo de enjuague es una buena opción para después de haber comido una comida con un aroma extremadamente fuerte, como espagueti con salsa de ajo. Es básicamente como si estuvieras comiendo una menta después de la cena, solo que con menos calorías.
    • Si tienes mal aliento crónico, el enjuague bucal cosmético no mejorará el problema. Este ayuda a enmascarar el mal aliento, pero no mata las bacterias que los producen. El objetivo de estos enjuagues es hacer que tu boca huela y sepa bien.
    • Puedes hacer tu propio enjuague añadiendo 15 gotas de aceite de menta o hierbabuena a una taza de agua.
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    Usa un enjuague antimicrobiano para combatir las bacterias. Si estás buscando un enjuague que realmente limpie tu boca, escoge uno con agentes antimicrobianos que ayudan a reducir la placa y combaten la gingivitis matando la bacteria que la produce. Busca un enjuague en el pasillo de las pastas de dientes que esté etiquetado como antibacteriano.
    • Usar un enjuague antibacteriano te ayudará a atacar la raíz del problema del mal aliento, el cual a menudo es causado por bacterias.
    • También puedes probar un enjuague antiséptico. Esto matará todas las bacterias al igual que hongos, protozoo y virus. Sin embargo, el enjuague bucal antiséptico contiene mucho alcohol, el cual puede secar tu boca y causar irritación.[1]
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    Usa enjuague bucal con fluoruro para prevenir caries. Si tu meta es evitar las caries, entonces debes elegir un enjuague que contenga fluoruro. Esto ayuda a reducir las lesiones que conllevan a la formación de caries. El fluoruro se encuentra en la mayoría de las pastas de dientes, y también se encuentra en el agua de muchas ciudades, aunque también es bueno considerar usar fluoruro extra si tus dientes son propensos a caries.[2]
    • Si bien el fluoruro si ayuda a reducir las caries, algunos científicos postulan que puede ser tóxico para el cuerpo humano y el medio ambiente.[3] Investiga los pros y contras de usar fluoruro antes de decidir si quieres hacerlo parte de tu rutina diaria.
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    Usa un enjuague bucal con prescripción para propósitos médicos. Si tienes una infección o alguna otra condición médica, tu doctor o dentista pueden prescribirte un enjuague especial para tratar el problema. Usa el enjuague como lo indica tu doctor. Revisa las instrucciones que vienen con tu prescripción y aprende sobre las dosis y los efectos secundarios.
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    Usa un enjuague bucal de hierbas para evitar químicos. Si quieres empezar a usar enjuague, pero prefieres saber exactamente con qué te estás enjuagando la boca todos los días, escoge uno (o haz uno tú mismo) que esté hecho de hierbas que promueven una buena salud bucal. El clavo, la menta y el romero son hierbas que se usan en productos para la boca y los dientes debido a sus propiedades antibacterianas, antisépticas y refrescantes.[4]
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Método 2
Método 2 de 3:
Usarlo de forma efectiva

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    Vierte 20 ml en una taza pequeña. Esta cantidad es suficiente para limpiar tus dientes en una dosis. La botella del enjuague normalmente viene con una pequeña taza (a menudo la tapa de la botella) que puedes usar para medir la cantidad correcta. Si la que compraste no venía con una, vierte el enjuague en una pequeña taza que hayas conseguido específicamente para esto. Algunos enjuagues con fluoruro solo requieren 10 ml. No obstante, lee la etiqueta para determinar la cantidad correcta que debes utilizar.
    • A menos que uses un enjuague con receta, no te preocupes mucho por usar la cantidad exacta. Usa suficiente como para llenar tu boca sin que se sienta incómodo.
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    Tómalo sin tragártelo. Acerca la taza a tu boca y toma todo el contenido de una sola vez sin tragártelo. Cierra tu boca de tal forma que no salpiques todo al momento de enjuagarte. No te tragues el enjuague. Puede contener químicos que no deben ser ingeridos.
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    Enjuágate la boca durante 30 segundos o un minuto. Sigue las instrucciones en la botella para ver exactamente cuánto tiempo debes dejar el enjuague en tu boca. Asegúrate de pasar el enjuague detrás de tus muelas y dientes delanteros. También recuerda pasarlo por debajo de tu lengua y paladar.
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    Escúpelo. Cuando termines de enjuagarte, escúpelo en el lavabo. Enjuaga el lavabo para limpiar los residuos de enjuague.
    • Dependiendo del tipo de enjuague que uses, probablemente necesites esperar media hora o más antes de tomar agua o comer algo a fin de incrementar su eficacia. Lee las instrucciones de la botella para ver cuánto tiempo debes esperar.
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Método 3
Método 3 de 3:
Saber cuándo usarlo

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    Úsalo antes o después de cepillarte los dientes. De acuerdo a la Asociación Dental Americana (ADA), no importa cuándo lo uses, antes o después de cepillarte los dientes. Lo más importante es usar un enjuague de buena calidad.[5]
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    Úsalo para refrescar tu aliento a cualquier hora. Puedes llevar una botellita de enjuague contigo durante el día para refrescar tu aliento después de cada comida. Si tienes problemas de mal aliento, esto puede ser una buena alternativa a estar comiendo mentas todo el día.
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    No lo uses como sustituto al cepillado y del hilo dental. El enjuague bucal es un suplemento a las demás prácticas de limpieza dental, no un reemplazo. Asegúrate de continuar cepillándote los dientes y usando hilo dental según lo recomiende tu dentista. Usa el enjuague bucal cada vez que te cepilles los dientes, o solo por la mañana o la noche, dependiendo de lo que decidas.
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    Pídele a tu dentista más información. Si quieres usar el enjuague bucal para tratar gingivitis, mal aliento crónico o caries, debes hacer una cita con tu dentista antes para asegurarte que estás usando el enjuague bucal correcto. El enjuague por si solo puede que no sea tan efectivo para tratar el problema con el cual estás lidiando, así que es importante ir con tu dentista antes de que el problema se haga mucho más grande.
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Consejos

  • No te enjuagues con agua inmediatamente después de usar enjuague. Las propiedades de limpieza del enjuague continúan trabajando después de que lo escupes, y enjuagarte con agua solo lo diluirá y minimizará estos efectos.
  • Algunos enjuagues con menta pueden secar tu boca, así que limita su uso.
  • Usa un enjuague que contenga fluoruro, el cual es muy bueno para tus dientes.
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Advertencias

  • No te tragues el enjuague bucal.
  • Evita los enjuagues que contengan alcohol, pues pueden aumentar el riesgo de sufrir cáncer, así como muchos otros problemas a la salud.[6] .
  • Asegúrate de mantener el enjuague fuera del alcance de los niños, o consigue uno específicamente diseñado para niños el cual no contenga fluoruro. Pregúntale al dentista de tu hijo qué tanto pueden usar.
  • El sabor a menta puede ser un poco fuerte para algunas personas.
  • Siempre lee las instrucciones de uso. Llama de inmediato a emergencias si tragas más de lo normal.
  • Las cantidades que debes usar y las veces que debes usarlo varían dependiendo del enjuague.
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Acerca de este wikiHow

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Categorías: Higiene bucal
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