La autosugestión es un conjunto de palabras y oraciones positivas utilizadas repetidamente para cambiar tu percepción. Es un método de crecimiento personal utilizado para crear nuevas creencias positivas sobre ti mismo y también es un método efectivo para dejar hábitos negativos. La autosugestión funciona colocando ideas en tu subconsciente, haciéndole creer que son verdaderas. [1]

Método 1
Método 1 de 5:
Crea una autosugestión

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    Identifica las cosas que quieres cambiar. Decide cuáles rasgos de personalidad deseas. Identifica los hábitos negativos que quieres eliminar. Determina los obstáculos que debes superar. Escoge algo que realmente quieras. Asegúrate de que sea consistente con tus demás metas, que sea específico y detallado, que no le haga daño a los demás y que sea un reto realista.
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    Escoge algo creíble. Asegúrate de que la autosugestión sea algo que te resulte creíble. Si no lo crees, entonces no va a funcionar. Por ejemplo, en lugar de decir "yo gano $100,000 al año", di "decido ganarme $100,000 al año".[2]
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    Utiliza las emociones. Para que la autosugestión funcione, debe activar tus sentimientos. Mientras más significativa te resulte la autosugestión, más efectiva será.[3]
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    Utiliza la primera persona. La autosugestión es para ti y para nadie más. No hagas autosugestiones basado en cómo quieres que sean las otras personas o en cómo los demás quieren que tú seas. Haz autosugestiones sobre lo que tú quieres ser.
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    Sé positivo. La autosugestión es más efectiva cuando se combina con un pensamiento positivo. Utilizar declaraciones positivas también te mantiene motivado para que cumplas tus metas.
    • Evita la negatividad. Evita utilizar frases negativas como "no puedo", "no lo haré" o "no quiero". Por ejemplo, utiliza frases como "soy valiente" en lugar de "no tengo miedo". [4]
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    Evita crear un límite de tiempo. Puede causar estrés, lo cual puede interferir con tus pensamientos y objetivos.
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    Práctica la autosugestión que creaste. Utiliza la meditación, el sueño o la escritura para practicar la autosugestión. Mientras más practiques la autosugestión, más rápido funcionará.
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Método 2
Método 2 de 5:
Utilizando la meditación

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    Utiliza la meditación para autosugestionarte. En un estado relajado, tu mente se encuentra más abierta a nuevas ideas e instrucciones.
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    Busca un lugar cómodo. Necesitas un ambiente que sea cómodo y relajante. Asegúrate de que sea un lugar tranquilo donde nada te moleste.
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    Escucha música. La música es una gran herramienta para relajarse. Utiliza música que te ayude a concentrar.
    • Escucha música solo si te ayuda a meditar. No utilices música que te distraiga.
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    Siéntate en una posición cómoda. Siéntate en el piso con las piernas cruzadas o sobre una silla. Asegúrate de estar cómodo y con un buen soporte.
    • Es mejor mantener ambos pies sobre el suelo si te vas a sentar en una silla.
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    Mantén los ojos parcialmente abiertos. Si no quieres mantener los ojos abiertos, encuentra una habitación con suficiente luz para pasar a través de tus parpados. Te podría dar sueño mientras te encuentras en estado de relajación.
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    Relájate. Mientras te encuentras sentado cómodamente, intenta relajarte y deja de lado tus pensamientos. Respira profundamente. Concentra tu atención en un punto por debajo de tu cintura. Una vez encuentres dicho punto, presta atención pasiva solo a ese lugar.
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    Despeja tu mente. Si te llega un pensamiento, no lo confrontes. Reconoce el pensamiento y déjalo ir. Debes evitar la participación activa. Cualquier participación activa podría tensarte y distraerte.
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    Repite las autosugestiones. Una vez te sientas completamente relajado, repite mentalmente las autosugestiones. Pon toda la emoción posible en las autosugestiones. Visualízate realizando la autosugestión.
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    Invierte al menos veinte a treinta minutos en la meditación. Necesitas suficiente tiempo para concentrarte en la autosugestión para que puedas absorberlas. [5]
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Método 3
Método 3 de 5:
Utilizando el sueño

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    Graba en audio la autosugestión. Puedes grabar la autosugestión en una grabadora de voz o en tu teléfono utilizando un programa de grabación. Asegúrate de poner la grabación en "repetición" para reproducirla de forma continua mientras duermes.[6]
    • Asegúrate de grabar las autosugestiones con una voz fuerte pero calmada. Tiene que ser un tono de voz de liderazgo pero manteniendo la compostura.
    • Si no te gusta el sonido de tu voz, pídele a un familiar o amigo que haga la grabación.
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    Utiliza la segunda persona. A diferencia de los otros métodos, debes utilizar la segunda persona. Es como dar órdenes a ti mismo. Por ejemplo, en lugar de decir "soy una persona valiente", di "eres una persona valiente".
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    Repite cada línea diez veces. Asegúrate de repetir cada línea diez veces antes de seguir con la próxima oración.
    • Repite cada afirmación hasta tener una grabación de treinta minutos.
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    Utiliza auriculares mientras duermes. Asegúrate de que los auriculares te permiten dormir con facilidad. Por ejemplo, si duermes de lado, revisa que los auriculares te permiten apoyar el peso contra tu cabeza.
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    Relájate. Mientras te encuentras sentado cómodamente, intenta relajarte y deja de lado tus pensamientos. Respira profundamente. La mente es más abierta a la sugestión cuando se encuentra relajada.
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    Escucha la grabación mientras te quedas dormido. Las afirmaciones serán absorbidas por tu inconsciente mientras duermes.
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    Utiliza la grabación durante catorce noches consecutivas. La repetición te ayudará a absorber la afirmación. Después del periodo de catorce noches, utiliza una nueva afirmación.
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Método 4
Método 4 de 5:
Utilizando la visualización

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    Fija un horario. Escoge un momento específico para visualizar las autosugestiones. Fijar un horario te ayudará a mantener un ritmo constante, lo que a su vez contribuye a que las autosugestiones tengan éxito. #*Antes de dormir y cuando te despiertas son los mejores momentos porque es cuando te encuentras más abierto a la sugestión.
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    Relájate. Mientras te encuentras sentado cómodamente, intenta relajarte y deja de lado tus pensamientos. Respira profundamente. La visualización y la autosugestión funcionan mejor cuando estás relajado porque la mente está mucho más abierta a la sugestión.
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    Cierra los ojos. Puedes estar de pie o sentado durante este método, pero asegúrate de tener los ojos cerrados.
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    Repite la autosugestión. Mientras repites la autosugestión, visualízate experimentándolas. Dale todo el significado posible a lo que imaginas. Mientras más emoción pongas en la visualización, más eficiente será. [7]
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    Haz las imágenes lo más vívidas posibles. Intenta utilizar todos los sentidos mientras imaginas la autosugestión. Intenta ver, escuchar, sentir, oler y tocar la escena que imaginas.
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    Dale emociones a lo que visualizas. Imagina cómo te hace sentir la autosugestión. Dale sentimientos a lo que visualizas. Por ejemplo, si te ves consiguiendo un ascenso, imagínate cómo te sentirías si de verdad sucediera: feliz, exitoso y seguro de ti mismo.[8]
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    Interpreta las imágenes. Visualiza escenas en las que utilices la autosugestión. Mueve ligeramente tu cuerpo y utiliza gestos de manos como lo harías en una situación donde usarías la autosugestión. Por ejemplo, si la autosugestión es "hablo excelente en público", entonces visualízate dando un discurso en frente de una audiencia. Imagínate haciendo gestos de mano y enfatizando tus ideas.
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    Repite la visualización. Práctica el ejercicio de visualización dos o tres veces al día. Asegúrate de practicar la visualización constantemente. La visualización y la autosugestión solo funcionan si las prácticas con regularidad.
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Método 5
Método 5 de 5:
Utilizando la escritura

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    Dobla una hoja de papel por la mitad. Desdobla el papel y haz una lista con las cosas negativas que quieres cambiar en el lado izquierdo. Escribe todo lo que se venga a tu mente. Debes ser lo más espontaneo y genuino posible.
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    Escúchate. En el transcurso de los próximos días, escúchate cuando hables con otras personas. Concéntrate en lo que dices. Escribe cada declaración negativa que pronuncies.
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    Escribe declaraciones positivas. Transforma todas las declaraciones negativas en declaraciones positivas. Hazlo en el lado derecho de la hoja. Utiliza las palabras más poderosas que puedas. Por ejemplo, en lugar de decir "soy listo", di "soy inteligente y perspicaz". [9]
    • Evita el uso del tiempo futuro. Di "yo soy" en lugar de "yo seré".
    • Si te sientes incómodo al decir "yo soy", también puedes utilizar "estoy aprendiendo a..." o "estoy mejorando en ...".
    • Utiliza un diccionario si no se te ocurre ninguna palabra poderosa.
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    Dobla el papel por la mitad. No vuelvas a mirar los aspectos negativos. Quieres que tu mente piense que ya no estás unido con esos pensamientos. Ahora, debes entrenarte para pensar positivamente.
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    Coloca el papel en un lugar visible. Cuélgalo de la nevera o pégalo al espejo del baño. Asegúrate de mostrar el lado con las declaraciones positivas. No tienes que quedarte solo con esa lista. Es solo un recordatorio de que estás cambiando.
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    Presta atención a lo qué dices. Detente siempre que menciones algunas de las declaraciones negativas. Una vez te detengas, di una declaración positiva de inmediato.
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Acerca de este wikiHow

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Categorías: Filosofía y religión
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