La limpieza de lengua tiene una larga historia, tanto como un elemento de higiene como un ritual de limpieza ayurveda. Los investigadores aún no logran llegar a un consenso sobre qué tan bien funciona esta limpieza, por lo cual no debe reemplazar a otras formas de higiene bucal como el cepillado de los dientes o el uso de hilo dental. Sin embargo, muchas personas que sufren de una "lengua blanca" o halitosis están convencidas de sus beneficios médicos.

Parte 1
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Limpiarse la lengua

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    Abre la boca. Recuerda hacerlo lo más que puedas, pero no hasta el punto de causar incomodidad. Esto hará que tu lengua sea más accesible e incrementará la facilidad de la limpieza.
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    Saca la lengua. El fin de esto es incrementar el acceso a tu lengua sin causar incomodidad. Por ello, debes sacar la lengua de tu boca tanto como te sea posible.
    • Evita poner tu lengua en punta, ya que esto reduce el área de la superficie y hace que la limpieza sea menos efectiva.
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    Levanta el limpiador. Sostén el mango del limpiador de lengua y colócalo en la parte trasera de la lengua. Qué tan adentro de tu boca debes colocar el limpiador dependerá de qué tan cómodo te sientas. Simplemente recuerda que mientras más atrás lo coloques, podrás limpiar una mayor área de la superficie. Si sientes cosquillas o náuseas, entonces lo has introducido demasiado lejos.
    • Luego de muchas sesiones de limpieza, es posible que puedas colocar el limpiador en un área de tu boca más profunda que cuando iniciaste.
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    Empieza a limpiar. Aplica una presión firme en el limpiador de lengua. Con un movimiento lento y suave, desliza el limpiador desde la parte trasera hasta la parte delantera de tu lengua. Los bordes rugosos del limpiador se frotarán contra la superficie de tu lengua y eliminarán cualquier capa o residuo.[1]
    • La limpieza de la lengua debe involucrar una presión firme, pero nunca causar incomodidad o abrasión en la piel. Cuando empieces a practicar esta técnica, lo mejor es optar por movimientos suaves en lugar de ejercer demasiada presión e incrementar dicha presión hasta lograr la cantidad adecuada.
    • Un número máximo de 4 a 8 movimientos debe ser suficiente para un día.
    • Nunca muevas el limpiador en dirección opuesta. Siempre recuerda moverlo desde la parte trasera hasta la parte delantera de la lengua. De lo contrario, extenderás los residuos nuevamente sobre tu lengua, lo cual requerirá que realices la limpieza una vez más.
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    Enjuaga el limpiador después de cada pasada. El limpiador empujará la capa de residuos hacia la punta de la lengua con cada pasada. Por ello, es aconsejable enjuagar el limpiador, así como tu boca, después de cada pasada.
    • También puedes sumergir el limpiador en un vaso pequeño lleno con enjuague bucal de clorhexidina, ya que la sustancia antibacterial destruirá casi por completo a cualquier bacteria que se encuentre en el limpiador.
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    Lava el limpiador después de utilizarlo. Enjuaga el limpiador con agua del grifo después de usarlo, asegurándote de eliminar cualquier rastro de residuo o saliva. Asimismo, debes asegurarte de que tu limpiador de lengua permanezca limpio y seco entre sesiones, de modo que debes guardarlo en un cajón o botiquín.

Parte 2
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Escoger un limpiador de lengua

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    Considera el tamaño de tu lengua. Si tienes una lengua grande y un perfil amplio, un limpiador en forma de u es la manera más eficiente de limpiarte la lengua. Por el contrario, los niños o las personas que tienen lenguas más pequeñas deben elegir un limpiador en forma de y.
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    Piensa en tu comodidad. Si tienes un reflejo nauseoso muy sensible, toma esto en consideración cuando elijas tu limpiador.
    • Algunas personas optan por un cepillo de lengua, el cual combina elementos de un cepillo de dientes y de un limpiador. Este tipo de limpiador es más estrecho que un limpiador en forma de u, pero tiene un perfil más elevado, lo que podría causar incomodidad.[2]
    • Una buena pauta general es considerar qué tan profundamente colocarás tu cepillo de dientes en tu boca sin sentir incomodidad. Si hacerlo te causa problemas, opta por un limpiador de lengua en forma de y. Estos son más pequeños y, por lo general, tienen extremos inclinados para acomodarse a las necesidades del usuario.
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    Busca eficiencia. Si la sensibilidad no es una de tus mayores preocupaciones, consigue un limpiador con varias divisiones. Dichas divisiones ayudan a eliminar mejor los residuos. Estos limpiadores puedes tener forma de y con divisiones dobles. Sin embargo, existen versiones más estrechas con 4 o 5 divisiones que tienen un perfil de tamaño similar al de un cepillo de dientes.
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    Considera el material. Por lo general, los limpiadores de lengua están hechos de acero inoxidable, cobre o plástico. Un limpiador de metal durará más tiempo y se puede desinfectar periódicamente al colocarlo en agua hirviendo. Los limpiadores de plástico son más baratos. Sin embargo, su uso es descartable, por lo cual debes reemplazarlo cada 3 o 4 meses.

Parte 3
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Entender la limpieza de la lengua

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    Piensa sobre la limpieza de tu lengua como parte de tu higiene bucal. Por sí sola, la limpieza de la lengua no puede garantizar una buena higiene bucal. Sin embargo, como parte de un régimen que incluye el cepillado y el uso de hilo dental, ha probado tener múltiples beneficios.
    • La halitosis es causada por bacterias que actúan en las partículas residuales de los alimentos que se depositan en la boca. Estas bacterias liberan compuestos volátiles de sulfuro (CVS), los cuales producen mal aliento.[3] La limpieza de la lengua puede eliminar las partículas de comida y las bacterias en la lengua, así como proporcionar una reducción del 75 % de los síntomas de halitosis: un 30 % más que si solamente se utilizara un cepillo de dientes. [4]
    • La lengua blanca es un síntoma común generado por los cigarrillos, la boca seca y las infecciones por hongos. Esto resulta antiestético y contribuye al desarrollo de halitosis. Al quitar esta capa blanca de la lengua, los pacientes reportan una mejor higiene bucal y mayor comodidad personal.[5]
    • Las investigaciones indican que, al eliminar las partículas de comida y las bacterias de la boca, la limpieza de la lengua puede reducir la acumulación de placa y las caries.[6]
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    Ten en mente que la limpieza de la lengua puede mejorar el sentido del gusto. Las investigaciones indican que, por lo general, la limpieza de la lengua expone a las papilas gustativas y que, después de 2 semanas, los pacientes notaron un sentido del gusto mejorado. Estos resultados mejoraron sustancialmente al incluir la limpieza de la lengua en las sesiones de limpieza.[7]
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    Considera los posibles beneficios digestivos de la limpieza de la lengua. La ayurveda, un texto de medicina holística que se originó en la antigua India, indica que el "residuo tóxico" de las bacterias y las células muertas que se forma en la lengua puede tener un impacto negativo en el sistema digestivo.[8]

Consejos

  • Cuando estés apurado, puedes limpiar tu lengua con 3 o 4 pasadas por vez y luego enjuagarte la boca, así como el limpiador, al finalizar.

Acerca de este wikiHow

Tu Anh Vu, DMD
Coescrito por:
Dentista certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Tu Anh Vu, DMD. La Dra. Tu Anh Vu es una dentista certificada por el colegio oficial que dirige su consultorio privado, Tu's Dental, en Brooklyn, Nueva York. La Dr. Vu ayuda a adultos y niños de todas las edades a superar su ansiedad con fobia a los dentistas. La Dra. Vu realizó una investigación relacionada con la búsqueda de la cura para el cáncer de sarcoma de Kaposi y presentó su investigación en la reunión Hinman en Memphis. Recibió su licenciatura en Bryn Mawr College y un doctorado en Medicina Dental en la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Pennsylvania. Este artículo ha sido visto 16 241 veces.
Categorías: Higiene bucal