El uso de las esponjas Konjac se ha convertido en la última tendencia cuando se trata del cuidado natural de la piel, y esto se debe a una justa razón. Estas esponjas se elaboran a partir de una hortaliza porosa del mismo nombre, y son más suaves que los depuradores regulares. Esta característica las convierte en la opción perfecta para la exfoliación de la piel, eliminar el maquillaje grumoso, o simplemente para realizar un depurado. Es muy sencillo utilizar una esponja Konjac. Solo tendrás que remojarla en agua tibia, escurrir el exceso de humedad, y masajear ligeramente el rostro o el cuerpo.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Remojar la esponja

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    Extrae la esponja Konjac de su empaque hermético. La mayoría de las esponjas Konjac se venden dentro de bolsas plásticas selladas. Este tipo de empaquetamiento ayuda a garantizar que la esponja no se exponga a la humedad del exterior, antes de su uso. Para abrir el empaque de tu nueva esponja, desgarra el plástico desde uno de los extremos de la bolsa. Revisa que no exista alguna imperfección evidente o algún signo de deterioro.[1]
    • Si el empaque en el cual vino la esponja ya se encuentra abierto, entonces no utilices la esponja.
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    Remoja la esponja en agua tibia por un lapso de entre 10 y 15 minutos. Remojar la esponja de una forma preliminar resultará necesario para suavizar las fibras que se encuentren duras y secas, antes de realizar la limpieza. Conforme la esponja vaya remojándose, esta aumentará su tamaño. Una vez que termine de expandirse, entonces se encontrará lista para su uso.[2]
    • Si esta es tu primera vez utilizando una esponja Konjac, entonces es posible que esta necesite remojarse por un lapso de 20 minutos, para que logre suavizarse totalmente.
    • Trata de lograr que la esponja se expanda hasta una vez y media, en comparación a su tamaño original, cuando esta se encuentre mojada.
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    Escurre el exceso de agua. Retira la esponja del agua y presiónala con firmeza entre las palmas de tus manos. Si deseas lograr un mejor resultado final, entonces la esponja deberá tener una apariencia agradable y encontrarse húmeda, pero no hasta el punto de hallarse empapada.[3]
    • Intenta evitar la brusquedad cuando manipules la esponja Konjac. Si la retuerces, doblas o estiras, podrías llegar a estropear las fibras de planta natural.[4]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Limpiar la piel

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    Humedece tu piel con agua tibia. La calidez del agua ayudará a que tus poros se abran, logrando que la esponja resulte más efectiva al momento de depurar la suciedad, impurezas, y la grasa. Por esta razón, puede resultar conveniente utilizar la esponja Konjac durante o justo después de una ducha caliente.[5]
    • Las esponjas Konjac son lo suficientemente delicadas como para realizar una depuración facial y una limpieza completa del cuerpo.[6]
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    Masajea tu piel utilizando un movimiento circular suave. Empieza en el centro de la zona deseada y extiéndete hacia afuera, logrando que el movimiento circular sea más amplio con cada aplicación de la esponja. Los poros diminutos ubicados en la superficie de la esponja comenzarán a trabajar en conjunto para limpiar y exfoliar, así que no será necesario que apliques una presión demasiado fuerte.[7]
    • Serás capaz de sentir una diferencia evidente en tu piel, inmediatamente luego de usar la esponja.[8]
    • Evita frotar con demasiada fuerza en la zona alrededor de tus ojos, o en otras zonas sensibles, tales como los granos de acné, o en las zonas secas e irritadas de tu piel.
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    Añade unas cuantas gotas de tu limpiador favorito para lograr una limpieza más profunda. Si lo deseas, puedes exprimir una pequeña cantidad de jabón, humectante, o enjuague exfoliante para el rostro, directamente sobre la esponja hasta lograr que se forme una abundante espuma. La esponja Konjac es bastante absorbente, así que podrá retener y esparcir los productos para el cuidado de la piel tan bien como cualquier esponja regular, y le dará a tu piel esa sensación de fresca limpieza.[9]
    • Debido a su tamaño pequeño, es posible que la esponja pierda algo de la espuma luego de unos minutos de frotamiento continuo. Probablemente, necesitarás añadir una cantidad adicional de limpiador, en el caso de que vayas a limpiar zonas más extensas, tales como el pecho, la espalda o las piernas.
    • Consulta con tu médico dermatólogo antes de utilizar una esponja Konjac, en el caso de que desees utilizar retinoides o algún otro producto medicado.
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    Utiliza la esponja Konjac para quitarte el maquillaje. Con tan solo una pizca de un limpiador penetrante, la esponja Konjac podrá eliminar fácilmente cualquier residuo de base de maquillaje, rubor, o sombras de ojos. Solamente asegúrate de que no quede algún residuo de maquillaje en la esponja luego de limpiarte el rostro.[10]
    • Es posible que llegue a ser necesario el uso de un quitador tradicional de maquillaje para atenuar las marcas de cosméticos que cuenten con una mayor durabilidad, tales como el rímel y el delineador de labios y ojos.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Realizar el cuidado de tu esponja Konjac

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    Enjuaga la esponja Konjac minuciosamente luego de cada uso. Sostén la esponja bajo una corriente de agua tibia y exprímela varias veces para expulsar la suciedad, la grasa y los restos del limpiador. Continúa enjuagando y exprimiendo hasta que el agua vuelva a correr de una manera transparente. Luego, aprieta la esponja con la mano y elimina cualquier rastro de humedad restante.[11]
    • Evita lavar la esponja Konjac con agua hirviendo. Las altas temperaturas pueden ocasionar un encogimiento o deterioro.
    • Si dejas la esponja empapada con agua o productos para el cuidado de la piel, esta podría convertirse en un ambiente ideal para el desarrollo de moho y bacterias.
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    Cuelga la esponja Konjac en una zona apropiadamente ventilada y sécala entre cada uso. Si guardas la esponja correctamente, cualquier rastro persistente de humedad se evaporará de un día para otro. La esponja se endurecerá nuevamente y estará lista para la siguiente vez que necesites remojarla.[12]
    • Debido a la alta cantidad de humedad presente en el aire, es posible que el baño en donde tomas tus duchas diarias, no sea el mejor lugar para guardar la esponja.
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    Guarda la esponja en un contenedor hermético dentro del refrigerador. Si no cuentas con un lugar propicio para colgar la esponja que acabas de utilizar, entonces colócala en un táper que cuente con una tapa, o en una bolsa de plástico y métela en la nevera. El aire frío y seco retrasará el crecimiento de moho y bacterias en los espacios intermedios de las fibras estrechamente tejidas.[13]
    • Es normal que la esponja aún siga un poco húmeda apenas la saques del refrigerador.
    • El hecho de guardar la esponja Konjac en el refrigerador, en lugar de colgarla, puede ocasionar que esta se desgaste con una mayor rapidez.
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    Reemplaza la esponja Konjac entre cada 4 y 6 semanas. Pasado un tiempo, la esponja perderá su textura original y comenzará a deshacerse. Cuando esto ocurra, entonces tendrás que comprar una nueva. Adoptar el hábito de cambiar de esponjas tan pronto como estas empiecen a deteriorarse, garantizará que tu piel se mantenga limpia, saludable y radiante.[14]
    • Si es que no la usas todos los días, entonces es posible que tu esponja Konjac disfrute de un mayor tiempo de vida.
    • Cuando sea el momento de desechar la esponja, puedes simplemente tirarla a la basura, o puedes agregarla a una planta que se encuentre en una maceta, o ponerla en una pila de abono. ¡Así de natural es esta esponja![15]
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Consejos

  • Podrás encontrar las esponjas Konjac en la mayoría de lugares donde vendan productos de belleza y para el cuidado de la piel.
  • Busca aquellas esponjas enriquecidas con aditivos especiales, tales como la arcilla roja y el carbón vegetal de bambú, las cuales hayan sido diseñadas para el cuidado de los distintos tipos de piel y los problemas relacionados con esta.
  • Si te gusta utilizar la esponja Konjac para satisfacer todas tus necesidades de depuración y exfoliación, entonces contempla la posibilidad de comprar una esponja para utilizarla en tu rostro, y otra, para el resto de tu cuerpo. Esto ayudará a que ambas tengan una mayor durabilidad.
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Advertencias

  • Si bien las esponjas Konjac resultan útiles para limpiar, suavizar y revigorizar la piel, estas no son efectivas en el tratamiento de aquellos problemas persistentes de la piel, tales como el acné y el eczema.
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Cosas que necesitarás

  • esponja Konjac
  • agua tibia
  • limpiador facial
  • contenedor hermético o bolsa plástica con cierre (para almacenar en el refrigerador)

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Coescrito por:
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Categorías: Higiene personal
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