Conservadurismo en el Perú

El conservadurismo en el Perú comprende al sistema político de creencias conservadoras en territorio peruano, caracterizado por el apoyo a los valores católicos, la estabilidad social y el orden social. El conservadurismo peruano abarcó una amplia gama de teorías e ideologías en los primeros doscientos años de república;[1] en que destacaron su concepción en los años 1840,[2] la Coalición Conservadora de la década de 1930 o el neoliberalismo de Alberto Fujimori[3] (este último de carácter neopopulista apoyado por evangélicos).[4] A diferencia de naciones vecinos como Colombia o Chile, Perú no ha definido una postura política en su historia;[5][6] no obstante, especialistas como Martín Tanaka señalaron que la capital del país es que abrazó históricamente este sistema de creencias.[7]

Representantes de sectores políticos (izquierda), eclesiásticos (centro) y militares (derecha, al fondo) en 2017.

Perú es considerado como una de las naciones más conservadoras en Latinoamérica, especialmente con su conservadurismo social,[8][9][10] motivada por su teología y las estrategias sociales.[11] Desde el siglo XIX, la influencia de la Iglesia Católica permaneció estable a pesar de que se contaron reformas contra tal influencia.[12] Esta institución prevaleció como actor importante en la doctrina moral del país durante varios años.[13] Luego de establecer la separación Iglesia-Estado, las ideas prevalecieron con el tiempo en asociaciones civiles, hacia el siglo XXI.[14]

Autores, como Rottenbacher de Rojas, señalan que típicamente el conservadurismo social está relacionado con creencias autoritarias;[15][16][17] algunas de ellas están sustentadas en la lucha contra la delincuencia,[18] e impedir la presencia de corrientes contrarias a sus creencias.[19] En determinadas circunstancias defensivas, establecen estrategias para mantener el orden, como el terruqueo, e imponer su cultura occidental.[20] No obstante, este sistema social fue desligándose en sectores religiosos, cuyos organizaciones mostraron apoyo el espectro izquierda y alejados de esa concepción ideológica;[21] este sector es minoratario y opacado por la fuerte influencia de la derecha en los evangélicos del país.[22]

Por el lado económico, y en parte por los aportes de la Iglesia en la formación de la oligarquía limeña,[23] el conservadurismo mostró apoyó a ideas más flexibles (neoliberalismo),[24] es por lo cual el historiador Antonio Zapata describe al Perú como «un país de derechas»; con excepciones de a la izquierda en historia contemporánea como Juan Velasco Alvarado (1968–1975) y Pedro Castillo en 2021. El primer mandato fue autor de una reforma agraria y la nacionalización de sectores estratégicos como respuesta ligeramente progresista al dominio centralista del sector privado;[25] mientras el segundo permaneció conservador en el aspecto social con discrepancias con otros sectores de la izquierda peruana.[26][27]

Historia

Primeros años de la república

La debilidad de los partidos políticos peruanos fue visibilizada a lo largo de la historia de la República, con líderes en competencia que luchaban por el poder tras el colapso del Virreinato del Perú del Imperio español.[28][29][30] Esto explica la ausencia de un partido dominador hasta superado el periodo de la República Aristocrática y, aún así, no contar con un desarrollo a largo plazo;[31] lo que se buscó cubrir el vacío institucional con caudillos.[32]

En sus primeros años, con nuevos diarios que notaron una crisis estructural en la etapa final del Virreinato,[33] uno de ellos fue el diario Gaceta de Lima.[34] Es en ese momento que se propuso imponer ideas liberales frente al establecimiento de una monarquía liderada por José de San Martín,[35] libertador quien consideró descartar como república por no ser un apropiado plan,[36] pero que estableció la invocación de Dios en la orientación jurídica del país.[37] Tal proyecto no fue un éxito.[38] Aun así, el concepto de Ramón de Salas y Cortés sobre la existencia de un poder neutro del Estado fue relevante para el proceso conciliación entre el legado monárquico y la nueva república, que adoptaría su mayor representante Bartolomé Herrera con apoyo del Convictorio de San Carlos.[39]

El fracaso de concepto liberal y secular (apenas fue una fuerza opositora en el gobierno de José Rufino Echenique antes de aquella revolución de 1854)[40] consolidó el centralismo en el país y la prevalencia de teorías a favor en conservar la influencia religiosa en el Estado frente al secularismo.[41] Además, la etapa de la independencia del Perú permitió a aristócratas con terrenos y comerciantes ricos cooperar entre ellos para luchar contra el Imperio español, aunque los aristócratas luego obtendrían un mayor poder y liderarían una oligarquía encabezada por los caudillos que defendían las haciendas feudales existentes.[30] Durante la época de la Guerra contra España, la extracción de guano en Perú condujo al surgimiento de una aristocracia aún más rica que estableció una plutocracia.[30] Se creó entonces una oligarquía adinerada que utilizaba partidos políticos basados en candidatos para controlar los intereses económicos; una práctica que continúa en la actualidad.[30]

Más allá de lo religioso, Perú consolidó sus pilares políticos de Agustín Gamarra, emblema del caudillismo autoritario[42] y que Herrera le rindió homenaje en uno de sus discursos. Su Carta Magna de 1839 fue considerada como «la máxima expresión de la voluntad conservadora de imponer un orden en el país», en palabras de Alicia del Águila Peralta;[43] según la historiadora Natalia Sobrevilla en The Caudillo of The Andes, se tomó como referencia a la Constitución Política de la República de Chile de 1833.[44] Con Manuel Ignacio de Vivanco, su ideario (con tintes regeneracionstas) contribuyó en la preservación autoritaria de las costumbres sociales y morales.[45]

Mientras tanto, el sistema educativo en Perú fue susceptible a gobiernos autoritarios de tendencia antiprogresista para segregar en contra de los indígenas peruanos ─tomando en cuenta que la mayoría de las 15 reformas formuladas desde el gobierno de Ramón Castilla (salvo las reformas excepcionales de José Pardo y Barreda y Manuel Prado Ugarteche), no aplican su enseñanza para todas las personas─,[46] en que se inculcó la creencia de una sociedad jerárquica y capacitó a los grupos indígenas para vivir sus vidas como su fueran campesinos o soldados.[47] La lucha contra las ideologías del indigenismo de la mayoría y la élite con valores eurófilos surgiría a fines del siglo XIX y en el siglo XX.[30]

Sentido de religiosidad y providencialismo en la nación

A la par con la vigencia tradicionalista de la época, la Iglesia Católica mantuvo el legado ideológico del providencialismo post-virreinato[33] y que permaneció su rol conciliador ante eventuales confrontaciones políticas.[48] Desde la primera constitución peruana (1823) el país reconoció las relaciones Iglesia-Estado, como el patronato nacional,[49][50] hasta la carta de 1979.[51] Para la década de 1820, el control ideológico del conservadurismo estuvo asentado en Lima y en la zona norte de las regiones costeñas del país.[52]

Con la formación de la Sociedad Conservadora, fundada en 1849, se marcó la meta de evitar el crecimiento de una eventual anarquía.[53] Esta oligarquía contaba con el apoyo de la Iglesia Católica, que ignoraba las desigualdades en Perú y ayudaba a los gobiernos a apaciguar a la mayoría empobrecida;[30] e incluso buscaba posicionarse en la sociedad, cuando en 1913 se impidió la libertad de culto, debido a la presencia de nuevos movimientos religiosos.[54] Mientras tanto, la Unión Católica (originalmente Sociedad Católica bajo liderazgo de Rufino Echenique)[55] fue el primer hito en impulsar la denominada «causa católica» en los años 1860 y que estableció los primeros movimientos religiosos conservadores, y que en los años 1920 se convirtió en el unificado Partido Católico Conservador.[56]

Bartolomé Herrera y su aporte religioso en Perú

Bartolomé Herrera, uno de los pensadores conservadores más influyentes del Perú.

Bartolomé Herrera es considerado el pensador conservador más influyente del Perú del siglo XIX,[57][58][59] que tomó lugar después del fallecimiento de Agustín Gamarra y su entonces restauración peruana.[35] Herrera fue reaccionario,[59][60] ya que se opuso en que la democracia y el liberalismo apoyen fuertemente el elitismo y el autoritarismo bajo creencia de que la Iglesia Católica debería tener el control por una teocracia de la ley divina, argumentando que la independencia de Perú de España había revertido esto, afirmando que «el principio de obediencia había perecido en la lucha por la emancipación».[57] Él creyó que después de la renuncia del control del Imperio en el Perú, la nueva estructura de soberanía popular condujo a la anarquía en la nación y que los ciudadanos solo obedecían las leyes cuando era beneficioso.[57] Se opuso a la teoría del contrato social, cuando Herrera afirmó que la idea era «el germen de la revolución, los crímenes y la esclavitud inevitable».[57] El pensamiento de Herrera evolucionaría hasta creer que era un representante directo de Dios, afirmándose en la frase «Obedeced a las autoridades constituidas. Tiemblen los que no me obedezcan».[57] La prensa peruana calificaría las ideas de Herrera como partidarias del despotismo y que pertenecían a la etapa oscura de la Edad Media.[57]

Respondiendo a las críticas en la prensa, Herrera escribió lo siguiente:[57]

[E]l pueblo, es decir, la suma total de individuos de toda edad y condición, NO TIENE LA CAPACIDAD NI EL DERECHO DE HACER LEYES

Así, Herrera creía que los humanos ni siquiera podían interpretar la ley natural, y mucho menos hacer leyes por sí mismos.[57] También apoyaría al caudillo Ramón Castilla, quien gobernó Perú durante el siglo XIX, creyendo que su autoridad ayudó a estabilizar Perú.[57] Herrera abandonó temporalmente a la vida pública en 1853 después de que el Congreso del Perú bloqueara un concordato que redactó para el Papa Pío IX.[57] Reapareció en 1860, luego de aquella guerra civil entre liberales y conservadores, para convertirse en miembro y presidente del Congreso. En ese mandato creó un borrador de la Constitución del Perú de ese año que apoyaba una agenda antidemocrática y elitista al establecer la exclusión ciudadana para un gran porcentaje de peruanos, un presidente elegido por elección indirecta, un treinta y cuatro miembro del senado que estaba supervisado por empresarios que ejercían el poder judicial y una cámara de diputados que se ocupaba del poder legislativo.[57] Después de que su propuesta fuera rechazada, renunció enojado a su cargo y se mantuvo fuera de la vida pública.[57]

Generación de 1900

El historiador y político peruano, José de la Riva-Agüero y Osma. Fue fundador de la Acción Patriótica.

La Generación de 1900 fue un influyente grupo de escritores, historiadores y filósofos que crearon el nacionalismo peruano moderno, con el grupo originado en los círculos intelectuales peruanos durante los años posteriores a la Guerra del Pacífico, la Guerra Civil de 1884 y la Reconstrucción Nacional, cerca del comienzo del siglo XX. Estos intelectuales se inspiraron fuertemente en los movimientos nacionalistas franceses y españoles que surgieron después de la derrota de sus países en Sedán y en Cavite, respectivamente.[61]

Los escritos de Manuel González Prada, quien fue criado bajo educación religiosa,[62] inspiraron en gran medida la reforma nacionalista en Perú tras la Guerra del Pacífico. Sin embargo, cansado de percibir la influencia de la Iglesia en los valores morales del Estado,[62] Prada abrazaría el anarquismo en lugar del liberalismo, por considerar que este último impedía la reforma necesaria para Perú.[63] El escritor peruano descartó el discurso conservador criollo sobre una nación «mestiza-criolla» y, en base a los aportes de Juan Bustamante, marcó al indigenismo como principal representación del país.[64] Los intelectuales en Perú buscarían crear su propio movimiento nacionalista, aunque inicialmente tuvieron complicaciones en marcar su dirección ya que las bases de la sociedad peruana se apoyaban en un sistema religioso autoritario que aceptaba la ley natural, que se había impuesto desde la época colonial española, resultando con intelectuales evitando el secularismo por completo.[63] Luego, el grupo se volvió limitado, obsesionado con el pasado, mientras que otras naciones se enfocaron en preocupaciones más progresistas.[63]

Los miembros de la Generación de 1900 estuvieron influenciados principalmente por el aristocrático Partido Civil, liderado principalmente por abogados vinculados a intereses comerciales de Inglaterra y Estados Unidos.[63] El grupo tenía poco contacto fuera de la élite, no hacía ninguna conexión con los pueblos indígenas de Perú y veía a Estados Unidos como un ejemplo para Perú; el grupo creía que el capitalismo y una economía de libre mercado eran necesarios en Perú.[63] Las tres figuras principales de la Generación de 1900 fueron Francisco García Calderón Rey, José de la Riva-Agüero y Osma, y Víctor Andrés Belaúnde.[63]

El movimiento fue liderado principalmente por Riva-Agüero, perteneciente a la aristocracia y discípulo del filósofo Alejandro Deustua,[65] además descrito como «el magistrado de la cultura peruana» por el historiador Raúl Porras Barrenechea.[63] Inicialmente formó parte del Partido Futurista, que más tarde el investigador Alberto Adriazén conceptuó de «reaccionarios».[66] El líder adoptó ideas del fascismo, una corriente nacionalista de la época,[67] luego de fracasar propuestas liberales previas a su conversión religiosa.[68] La adopción coincidió con el colapso de la República Aristocrática en 1919, en que previamente sentía rechazo a ella y el entonces controlado Partido Civil.[69] En aquel entonces, activismo de la clase media crecía durante la presidencia de Augusto B. Leguía,[63] personaje que consiguió extender su mandato presidencial en los años 1920[70] y conectó el catolicismo con el apoyo del azorbispo de Lima, Emilio Lissón.[71] Riva-Agüero sería también fundador de Acción Patriótica en los años 1930, que marcó su postura política, y fue relevante para futuros movimientos de esa década que coincide con la etapa posterior de la República Aristocrática.[72]

Según el historiador Fernán Altuve, esta generación de intelectuales, que pondría fin al consenso liberal-positivista sobre la interpretación del pensamiento político peruano en el Perú, fue la primera generación en dar importancia al pensamiento tradicional en la historia peruana, rescatando importantes figuras conservadoras como Bartolomé Herrera o Blas Ostoloza.[73]

Gobiernos de Odría y Belaúnde

El presidente Manuel A. Odría.

A principios del siglo XX, en plena crisis de la oligarquía, las Fuerzas Armadas del Perú mantuvieron el poder político en el Perú.[74][75] En ese entonces la Unión Revolucionaria, apoyado por el militar Luis Miguel Sánchez Cerro, marcó el conservadurismo contra ideas calificadas de «comunistas», cuando en ese entonces la Iglesia Católica cedía las ideas modernización pero no de APRA (supuestamente vinculado con el «marxismo»).[76] Posteriormente, con surgimiento de otros movimientos como la Coalición Conservadora, Manuel Odría dio un golpe de Estado contra José Luis Bustamante y Rivero (a pesar de contar el apoyo de católicos)[56] en 1948, liderando un gobierno de tendencia derecha radicalizada hasta 1956.[77] Su régimen adoptaría un carácter populista, nacionalista y pragmático.

Tanto Odría como Sánchez Cerro fueron críticos contra sus opositores, ambos tomaron medidas extremas para mantener el orden social.[78] Según Bustamante y Rivero, sus ideas fueron fortalecidas por el denominado «clan de la ultraderecha», un sector agroexportador que impedía la influencia del APRA.[79][80]

En el mismo 1956, Fernando Belaúnde fundó el partido de centro-derecha Acción Popular. Este político fundador llegó a ser presidente en 1963 y sostuvo una doctrina bajo el título La conquista del Perú por los peruanos, que promovía la explotación de los recursos de la selva amazónica y otras zonas periféricas del Perú a través de la conquista,[81] afirmando «sólo volviendo la mirada hacia el interior y conquistando nuestras tierras vírgenes como en su día hizo Estados Unidos, Sudamérica alcanzará por fin un verdadero desarrollo».[74] En 1964 en un incidente denominado genocidio matsé, el gobierno de Belaúnde se puso contra la mencionada etnia tras la muerte de dos madereros, al conseguir de que las fuerzas armadas peruanas y aviones de combate estadounidenses lanzaran napalm sobre los grupos indígenas armados con arcos y flechas, matando a cientos de personas.[81][82] Belaúnde fue destituido de su cargo por un golpe militar liderado por el general Juan Velasco Alvarado en 1968.

Otros sucesos relevantes durante el gobierno de Belaúnde Terry ocurrieron desde el Parlamento, algunos de ellos vinculados con Manuel Odría. Destacaron las remociones de Francisco Miró Quesada por sus reformas progresistas en el sistema educativo del país, y a Óscar Trelles por no tomar medidas contra lo que consideraba una amenaza del comunismo.[83]

En este periodo la relación de lo antiprogresista y lo religioso dejó de ser exclusiva en la Iglesia Católica, cuando apareció Democracia Cristiana en los años 1950, identificado como «no confesional» en lugar de ser puramente un partido católico,[56] cuya presencia fue muy minúscula en las elecciones de la década siguiente (1960).[84] Esto tuvo una mayor reflejo entre la bifurcación de ideas con la teología de la liberación previo al gobierno de Velasco Alvarado,[85] cuya relación entre Estado e Iglesia católica fue respetuosa.[86]

Tras el mandato de Velasco Alvarado y la «nueva derecha»

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Dibujo sobre los conservadores y el autogolpe de 1992, como parte de la obra Novísima Crónica i mal Gobierno (2011) de Miguel Det. Conservado en la página web del Lugar de la Memoria.
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Tras el Tacnazo y posterior derrocamiento de Velasco en 1975, Francisco Morales Bermúdez encabezaría el Gobierno Revolucionario hasta 1980, participando su gobierno militar en la represión política de los izquierdistas durante la Operación Cóndor.[87] Durante la Década Perdida de los 80 y el terrorismo de la época, surgió el fenómeno de la «nueva derecha» apoyada por el diario Expreso,[88] a pesar de que los partidos políticos empezaron a debilitarse.[28][89] Adicionalmente, el conservadurismo católico resurgió para mostrar el rechazo de la izquierda política en el país influenciado por el mencionado conflicto armado interno,[90] en que surgieron figuras más importantes como Juan Luis Cipriani,[91][92] quien se opuso a la presencia de organizaciones progresistas.[93] Mientras tanto, ya se concebían la formación de partidos políticos como el Frente Evangélico (1980), formado por personas afines a la corriente religiosa;[94] sin embargo, los participantes no tuvieron respaldo de las iglesias por entrar en una situación apolítica.[95]

Por otro lado, Belaúnde fue reelegido en 1980 y se volvió aún más conservador con el visto bueno de Ciprani,[96] cuando trajo reformas económicas neoliberales a Perú sin el debido éxito por el bajo valor de las materias primas.[97] En ese entonces, mientras no cambiaba las políticas sociales sí lo ocurría con el ámbito mercantil,[98] lo cual, el entonces mandatario fue crítico de las posturas subversivas que buscarían «empobrecer al país».[99] Sin embargo, cuando los detractores se enojaron de la incapacidad del presidente sucesor, el socialdemócrata Alan García (quien combatió la crisis económica con la estrategias estatistas), las fuerzas armadas comenzaron a planear un golpe de Estado a fines de la década de 1980 conocido como Plan Verde. Esta estrategia militar implicaría drásticamente en el genocidio de peruanos indígenas y empobrecidos, el control o censura de los medios de comunicación nacionales y el establecimiento de una economía neoliberal bajo el mando de una junta militar en Perú.[100][101][102] Irónicamente, grupos subversivos vinieron practicando otras medidas sociales drásticas por medio de la limpieza social.

Cerca de 1990, los peruanos cambiaron su apoyo al líder populista y posteriormente autoritario Alberto Fujimori Fujimori,[52] quien aplicó el concepto de un caudillista para combatir al antagonista en el conflicto armado, Sendero Luminoso (responsable del pensamiento Gonzalo, ideología autoritaria de izquierda).[103] Tuvo el respaldo de militares para convertirse en presidente del Perú tras su victoria en las elecciones generales peruanas de 1990.[28][89] Mientras continuó comunicándose con el sector eclesiástico,[104][105] estuvo respaldado también por la iglesia protestante evangélica:[106][107] al menos 19 identificados como evangélicos fueron elegidos de congresistas en las elecciones de ese año.[108] El escritor Tomás Gutiérrez señaló que el sector protestante impulsó al candidato presidencial con bases que se asemejan a una «posición fundamentalista»,[109] sustentada en los temores del fenómeno subversivo frente al ya debilitado sistema de partidos políticos.[110]

A pesar de que su planificación inicial estaba mínimamente enfocada en reformas proderechos con apoyo de sectores de la clase socioeconómica baja para obtener buena imagen desde el extranjero,[111] su gobierno mantuvo cierta influenciada de posturas conservadoras, posturas que partidos posteriores adoptarían con alguna similitud.[112][113] Luego de las medidas drásticas en 1992 para modernizar el sistema económico sobre los derechos ciudadanos,[114] el periodista Gustavo Gorriti explicó que el legado del autogolpe de ese año «reforzó y avanzó la tradición de una posición conservadora, fuerte, tradicional y profundamente autoritaria».[115] Aquello solo generó divisionismo entre sectores evangélicos;[116] uno de los miembros de la comunidad evangélica, Guillermo Flores, señaló en 2021 que aquel autogolpe fue «el real detonador del discurso religioso peruano como lo conocemos ahora».[117]

Si bien Fujimori tuvo más respaldo popular cuando postuló como presidente de la república, de ahí su característica que asemeja al neopopulismo, su rival Mario Vargas Llosa tuvo apoyo de sectores elitistas.[118] Vargas Llosa, quien experimentó ideas liberalistas y progresistas en su juventud,[119] respaldó el fenómeno de la «nueva derecha».[120] El escritor fundó en 2002 la Fundación Internacional para la Libertad, uno de los think tanks que estableció una híbrida ideología liberal-conservador basado en el consenso de Washington, cuya prevalencia es en ser una institución con «modernización conservadora»,[121] análogo a la «modernización tradicionalista» de Fernando de Trazegnies que aplicó en el Perú.[122]

Siglo XXI

El conservadurismo en las primeras tres décadas siglo XXI se mantuvo vigente por el statu quo del Estado, sin cambios considerables de la constitución de 1993, con campañas que aparentaron romper el continuismo (como ocurrieron con Alejandro Toledo y Alan García).[123] La comunicadora Laura Arroyo señaló que el legado de Alberto Fujimori, el fujimorismo, permaneció en los posteriores gobiernos;[124] mientras que el politólogo Alberto Vergara citó que Alan García, quien asumió un nuevo gobierno entre 2006 y 2011, consiguió que su segundo partido político, el Partido Aprista Peruano, sea «casi un segundo fujimorismo en el Perú».[125]

Fuerza Popular es un partido político creado por la hija del expresidente peruano Alberto Fujimori, Keiko Fujimori,[nota 1] cuyo propósito es promover ese legado. Con simpatizantes más reaccionarios, apodados «halcones»,[130] el partido promovió el activismo ideológico en el Estado posterior al Fujimorato contra sus opositores progresistas.[131]

Por otro lado, luego de la fracasada propuesta progresista de Humberto Lay, Restauración Nacional (2005-2020), el conservadurismo caló en nuevos grupos o colectivos contra libertades civiles (apodados «antiderechos»).[132] Los grupos evangelistas tuvieron mayor aceptación en la concepción de valores familiares como los grupos católicos;[94][133][134] volviéndose en grupos de presión, según el exministro José Luis Pérez Guadalupe.[135] Esto incluye al partido político no católico, Frepap, considerado por la politóloga Adriana Urrutia como una muestra que «canaliza el descontento conservador».[136] Los grupos evangélicos al igual que los católicos (que agrupa a las facciones del Opus Dei)[137] se interesaron en fomentar los valores familiares (además de los aspectos provida) en la política nacional, algunos de ellos obtuvieron sus curules parlamentarios como en el caso de los integrantes de Renovación Popular.[138]

Un estudio de 2018 por la Pontificia Universidad Católica del Perú sugirió la presencia de una laxitud en la moral de sus gobernantes lo que fomenta la dependencia antiprogresista y desmotiva la participación política para promover propuestas de cambio,[139] mientras que otra de Ipsos en 2020 señaló que 65 % de las personas se identifica suave o completamente de «conservador».[140]

Video externo
¿Qué busca la derecha en el Perú?, entrevista a Omar Coronel por el investigador Francisco Durand. Vídeo de Otra Mirada en 2021.
Análisis sobre la ola conservadora en Lima y la importancia de Renovación Popular en el país por el excandidato Guillermo Flores Borda .
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Posturas políticas conservadoras en los gobiernos del siglo XXI

En los primeros años del siglo se presenció una situación delicada entre la Iglesia y el poder ejecutivo durante el gobierno de Valentín Paniagua a través de supuestas cartas reveladas por la revista Caretas,[141] el gobierno negó que se rompieran relaciones.[142] Sin embargo, durante la crisis de representación de los ministros de Alejandro Toledo, en 2004, el tercer vicepresidente del Congreso, Carlos Infantas, advirtió de una eventual reestructuración para mantener «las políticas de privilegios que gozan los poderosos grupos económicos que comen con "cuchara grande"».[143]

De aquella crisis ministerial, entró en escena Alan García, que según el político socialdemocrático Fernando Olivera, fue opositor de Toledo y entabló «conspiración planificada para derrocar al régimen democrático».[144] Sin embargo, García estuvo acompañando de un partido político (APRA) menos crítico y aliado de coaliciones por su debilidad institucional.[145] Es, por eso, que en el nuevo mandato de García, a diferencia de su primer gobierno socialdemócrata, retornó con una postura más conservadora y a favor de permanecer la situación política más favorable hacia el Estado.[146][147] A sus discursos, se llevó la ejecución del Consenso de Lima aún más lejos, adoptando políticas inspiradas en las de Augusto Pinochet y combatiendo a los grupos indígenas que se oponen a la minería en sus comunidades. Estos eventos conllevaron con la crisis política peruana de 2009 que se marcó en el infame Baguazo, un enfrentamiento entre policías y civiles de la Amazonía peruana.[148][149]

Ántero Flores-Aráoz propuso formalizar en los años 2010 la Coordinadora Republicana,[150] cuya meta de unificar la derecha política republicana-conservadora que resultó en un fracaso.[151] No obstante, Flores-Aráoz fue primer ministro de Manuel Merino,[152] quien pasó de presidente del Congreso a un fugaz presidente de la República en medio de protestas de 2020, cuyos manifestantes calificaron a las nuevas autoridades de «dinosaurios».[153]

Con el tiempo surgen nuevas figuras políticas del mismo corte. Pedro Castillo (que representó al partido de izquierda Perú Libre, cuyo representante Vladimir Cerrón es detractor del progresismo) asumió como candidato electoral para competir Keiko Fujimori; si bien pretendió cuestionar el legado económico de su padre,[154] mantuvo la misma postura social de la candidata.[nota 2] Por otro lado, al igual que su competidora Keiko Fujimori, Rafael López Aliaga postuló con el refundado partido Renovación Popular;[158] y aunque no consiguió pasar a la segunda vuelta, terminó en asumir la alcaldía de Lima con su estrategia en «valorar a la familia».[159]

La llegada de Castillo al poder estuvo marcado por una crisis electoral de 2021. Sin embargo la ya abrazada postura conservadora fujimorista, representada en parte de la zona urbana de Lima,[160] fue un marcado precedente en la crisis política. Mario Vargas Llosa (representante de la Fundación Internacional para la Libertad) mostró abiertamente su rechazo por estar supuestamente vinculado al socialismo del siglo XXI,[161] además que políticos participaron en una serie de conferencias como el regional Foro de Madrid. Dentro del país, se presenciaban campañas mediáticas contra adversarios del conservadurismo,[162] como también actos en rechazo a organizaciones que consideran «ideologizadas» como la CIDH.[163][164] Uno de ellos fue aquel cartel puesto en el Congreso con el mensaje «OEA, a la mujer la define la biología, no la ideología»;[165][166] ocurrido durante la presidencia parlamentaria de José Williams.[167]

Con la llegada de Dina Boluarte, a causa de la destitución de Castillo y la convulsión social, ella se mostró contra la «política ideologizada» en la educación y otros sectores del país.[168][169] Uno de ellos fue eliminar la dirección sobre transversalización del enfoque de género en el Ministerio de la Mujer.[170] En el ámbito internacional, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, autoconsiderado como crítico del parlamento «conservador»,[171] señaló durante el conflicto diplomático con algunos países que no reconoce a Boluarte la presencia de un «golpe del conservadurismo».[172]

Su gobierno estuvo acompañado de sectores tradicionalistas del Congreso,[173] caso que el politólogo Juan de la Puente resume como «el vértice de una coalición [conservadora]»;[174] mientras que el director ejecutivo del Consejo de la Prensa Peruana señaló que por tener control del Congreso «ya no hay instancias [de defensa]», y por eso se estableció un «camino decidido hacia el autoritarismo».[175] Voces opositoras como Verónika Mendoza calificaron a la nueva mandataria de «autoritaria [y] conservadora».[176] Los ataques contra el progresismo continuaron con la aprobación de la investigación sumaria del Congreso contra la Junta Nacional de Justicia.[177] El rechazo también estuvo alimentado por militares en retiro contra Castillo[178] y la CIDH.[179]

Influencia del fujimorismo en el conservadurismo peruano

Durante las presidencias de Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra, el Congreso estuvo bajo influencia de Fuerza Popular, opositora de muchas de las acciones realizadas por los mandatarios.[180][181][182] Esto incluye a las reformas contra el enfoque de género,[183][184] (indicados en los proyectos de ley 3610 y 3795,[185] que contó el apoyo del Partido Aprista)[186] y el rechazo a la investigación por acoso del Sodalicio de Vida Cristiana (sociedad que, según el analista Alberto Adrianzén,[187] estuvo influenciada con anterioridad por Cipriani).[188][189] Posteriormente, Fuerza Popular fue en parte responsable de impedir a una accesitaria Gahela Cari en convertirse la primera congresista transexual de la historia nacional cuando se debatía la suspensión de Roberto Sánchez en 2023.[190]

En las elecciones de 2011 el partido naranja recibió el respaldo parcial de los sectores envangélicos durante su campaña presidencial.[191] Para las elecciones de 2016 el partido recibió apoyo de electores peruanos en el extranjero al igual que otros candidatos cercanos a la derecha peruana.[192] Años después, en 2021, grupos conservadores en Lima y otras regiones aprovecharon la campaña anticomunista de Keiko Fujimori ─que identificó su propuesta de «demodura» (juego de palabras entre «democracia» y «[mano] dura»)─[193] en la difusión de noticias falsas.[194] En la segunda vuelta, los grupos religiosos compartieron sus convicciones para reforzar los mensajes proselitistas de la candidata presidencial: Los envangélicos se comunicaron con ella por estar vinculada con los principios de la «democracia»;[195] mientras que la Conferencia Episcopal Peruana, un ente católico, animó a no elegir a su rival vinculado al «comunismo» para «prevalecer los grandes valores éticos, morales y religiosos que sustentan a nuestra nación desde sus inicios y que constituyen la gran reserva moral del país que debemos cuidar y ennoblecer».[196]

La difusión de noticias falsas ocurrió en medios de comunicación, e incluso en redes sociales, especialmente en TikTok;[197] cuya estrategia difusión masiva fue comparada como una campaña de «macartismo mesiánico» por el posterior congresista Edward Málaga.[198] La estrategia se solidificó de posturas reaccionarias para generar temor hacia los partidos políticos de izquierda;[199] colectivos como La Resistencia y Ciudadanos por la Democracia (que acompañó en los mítines de Lourdes Flores Nano) incitaron la salida del electo candidato rural, Pedro Castillo, incluso de forma violenta.[200]

Con el cambio de mandato por parte de Dina Boluarte, el investigador social Eduardo Cáceres refirió que ese nuevo mandato tuvo una «disputa abierta» con las directrices de gobierno de la lideresa de Fuerza Popular.[201] Una de las opositoras, la congresista Sigrid Bazán, acusó a Keiko Fujimori por supuestamente conllevar a un gobierno en la sombra.[202] Tal supuesto conllevó a que la representante del fujimorismo sea la tercera en Encuesta del Poder realizada por Ipsos en 2023.[203]

Presencia del conservadurismo religioso contra los estudios de género

Para años posteriores al Fujimorato, surgió la promulgación del decreto ley que reconoce el Día del Niño por Nacer en 2001, un hito relevante para el movimiento provida en la política.[204] En ese entonces, el conservadurismo permaneció instalado en el ministerio de Salud,[205] un estudio de 2018 por la Universidad de San Martín de Porres indicó que el 76 % de médicos se identificaba de creyente religioso.[206] La Conferencia Episcopal Peruana justificó en 2004 que la Constitución de 1993 «protegerá al concebido en todo aquello que le beneficie».[207] En 2005 se formó la Declaración de Lima, un manifiesto concertado de la red internacional de conservadores provida y que propuso el asiento de ideas religiosas y afines en ese país con ayuda de organismos internacionales;[208] otro documento provida bajo el mismo nombre fue firmado en 2016 y contó el principal apoyo del entonces alcalde Luis Castañeda (del partido Solidaridad Nacional, antecesor de Renovación Popular) y la Coordinadora Nacional Pro Familia.[209][210]

Un punto relevante de la vigencia del conservadurismo social es lo que el informe de USAID en 2020 señaló «la fuerte resistencia cultural a aceptar prácticas que muchas otras sociedades de la región aceptan mayormente», específicamente en público con mayor presencia religiosa (vinculada con encuestados adultos y con poder económico reducido).[211] Aquello frenó la aprobación de políticas de derechos sexuales y reproductivos, al menos en mediados de los años 2010.[212] Un estudio de la Universidad de San Martín de Porres a cargo de Rottenbacher de Rojas (2015) sugirió que las ideas convencionales que presentan nuevos grupos religiosos en la política están directamente vinculados con el grupo de descontento por los limeños.[213] El consenso de los grupos provida ocurrió en diferentes encuentros, reuniones y debates que permitió la interacción entre los participantes importantes: los religiosos y los políticos.[214]

En 2011 se formó la Coordinadora Nacional Pro Familia (Conapfam), creado por Julio Rosas Huaranga,[215] como una respuesta a las ordenanzas progresistas de la acaldesa de Lima Susana Villarán.[216] En 2014 Juan Luis Ciprani entabló el Compromiso por el Perú, un documentó que reunió firmas de organizaciones políticas y religiosas en tratar temas progresistas en el país,[217][218] en el cual el partido político del gobierno de Ollanta Humala no participó.[219] Para finales de los años 2010, con la tendencia del conservadurismo moderno en Latinoamérica relacionada con la elección de Pedro Pablo Kuczynski,[220][221] se realizaron eventos para reivindicar la postura tradicionalista en la educación como la marcha de Con mis hijos no te metas (un movimiento ciudadano apoyado por Conapfam, cuyo fundador negó transformarlo en partido político).[222] Con centenas de miles de personas en las movilizaciones,[204] algunas de sus posturas políticas fueron motivadas por el neopentecostalismo,[223][224] cuyos integrantes de la Alianza Cristiana y Misionera posteriormente se encontraron con congresistas de bancadas antiprogresistas.[225] La entonces videpresidenta de Kuczynski, Mercedes Aráoz, criticó a «un grupo ultraconservador con algunas ideas que la verdad ya no corresponden al siglo XXI».[226]

El movimiento profamilia estuvo influenciado por Fuerza Popular, según Perú 21 los simpatizantes religiosos fueron el bolso de votos para su representación parlamentaria.[227] Es tal su influencia, que el decano El Comercio señaló la obtención por lo menos dos escaños parlamentarios en 2019 por algunos representantes del movimiento;[228] mientras La República vaticinó que el evangélico Alejandro Muñante, momentáneamente vocero de Con mis hijos no te metas y opositor de «quitar a Dios de la política», participaría en el siguiente periodo parlamentario,[229] la cual ingresó en la elección de 2021 bajo Renovación Popular. El sociólogo y exministro Pérez Guadalupe denominó como el fenómeno de «las facciones evangélicas».[230] El activismo conservador se mantuvo en marcha cuando el Colectivo Unidad, formado por cristianos interesados en participar temas políticos, organizó su primera cubre iberoamericana provida en 2020, con el apoyo de la Universidad de San Martín de Porres y políticos notables como Rafael López Aliaga y Hernando de Soto.[231]

La elección de algunos conservadores religiosos el Parlamento permitieron concretar medidas contra el enfoque de género,[232] bajo un nuevo bloque parlamentario denominado «Por la vida y la familia»;[233] cuya vehemencia fue mayor en el 2023, al ocurrir diferentes sucesos: Ositrán, bajo la premisa de «no confundir a los usuarios», de moderar los carteles de baños inclusivos propuestos por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos para el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez,[234] cuyo denunciante fue el congresista evangélico Alejandro Muñante.[235] Una parlamentaria de la bancada de Renovación Popular (que mostró una postura contraria de pintar a Rosa de Lima, icónica santa católica, con la bandera LGBT)[236] consiguió aprobar la eliminación del lenguaje inclusivo bajo la excusa de «generar confusión básica regular»,[237] postura que la señalada persona animó a «estudiar en nuestra lengua natural».[238] En otro orden de cosas, como una aparente presencia de «destruir la integridad de la familia», la parlamentaria María Acuña Peralta (Alianza para el Progreso) propuso como requisito para el matrimonio civil a los exámenes psicológicos.[239] Sobre el impacto de las políticas fundamentalistas parlamentarias, el analista Alejandro Boyco verificó para RPP que tras asumir la presidencia de las comisiones de Educación, Mujer y Salud el movimiento tomó «más allá del conservadurismo [...] una agenda antiderechos, que va contraria a todos los estándares de derechos humanos internacionales»; algunas de ellas están relacionadas al matrimonio infantil y el patriarcado.[240]

Al igual que ocurrió en congregaciones católicas, no todos los movimientos afiliados al fujimorismo o similares se negaron a desarrollar políticas a favor de los derechos humanos, tal como ocurrieron en los años 1990 con las asociaciones del entonces Concilio Nacional Evangélico del Perú.[241] Para finales de la década de 2010, se presenció una nueva separación de ese movimiento cuando la Unión Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas del Perú, que agrupa a iglesias independientes en el país, se enfocó en atender problemas de la sociedad en lugar de prevalecer ideas afines al creciente «contramovimiento religioso conservador».[242]

Tratamiento del conservadurismo en el Perú

Ecología

La degradación ambiental ocurrió en el Perú debido a que las empresas aprovecharon la desregulación para obtener un mayor crecimiento,[148] a costa de sus políticas conservadoras contra los pueblos indígenas,[243] particularmente en los gobiernos de Fernando Belaúnde y Alan García (segundo mandato).[244] Un punto relevante corresponde a la ambigüedad de la Constitución Política de 1993;[245] en que aférreos a la doctrina neoliberal desprestigian alternativas a los mecanismos extractivistas por estar aparentemente ideologizadas.[246] De hecho, desde que se limitó el Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales de 1990 (considerado como un «obstáculo» para el sector empresarial por sus incongruencias en el manejo de riqueza ecológica),[247] Perú no encontró una industria para solucionar el sector extractivo, cuya estrategia para generar ingresos continuó de línea económica antiguorregimental.[248]

El Bulletin de l'Institut Français d'Études Andines señaló que se buscaron crear convenios para evitar la sobrepresencia empresarial en el entorno ecológico como fue la Coordinadora Binacional de la Nacionalidad Achuar del Ecuador y Perú, que estuvo involucrados movimientos católicos y evangélicos.[249]

Al igual que Colombia, Perú aún continuó la tendencia del extractivismo en las siguientes décadas, promovida del abandonado consenso de Washington.[250] En 2014 se reveló una serie de correos filtrados desde el despacho ministerial de René Cornejo,[251] en que se involucraron una disputa en la toma de decisiones en el estudio ambiental para ceder la explotación de recursos naturales.[252][253] En los años 2020, a causa del conservadurismo, el Congreso se negó a ratificar el Acuerdo de Escazú sobre derechos ambientales, argumentando que violaría la soberanía de Perú e interferiría con la economía.[148]

Economía y neoliberalismo

El desarrollo del neoliberalismo se originó en las medidas económicas por el entonces ministro Pedro Beltrán Espantoso en el segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche, a mediados del siglo siglo XX.[254]

Hernando de Soto, fundador de una de las primeras organizaciones neoliberales en América Latina, el Instituto para la Libertad y la Democracia (ILD), comenzó a recibir asistencia de la administración de Ronald Reagan, con el Centro para la Empresa Privada Internacional de la Fundación Nacional para la Democracia. Aquella fundación brindó financiamiento y educación a ILD para sus campañas publicitarias.[255][256][257] Entre 1988 y 1995, de Soto y el ILD fueron los principales partícipes de unas cuatrocientas iniciativas, leyes y reglamentos que llevaron a cambios significativos en el sistema económico del Perú (véase Fujishock).[258]

Con la economía social de mercado, desarrollado por el Partido Popular Cristiano para la constitución de 1979 según el historiador Henry Pease,[259] el neoliberalismo de la constitución de 1993, bajo el neopopulismo de Fujimori,[260] fue el primer inicio para fomentar políticas más inclusivas; sin embargo, en la práctica no fue así.[261] El Consenso de Lima establecido durante la administración de Fujimori se centró económicamente en la desregulación y la privatización con el objetivo de migrar el Estado a una economía neoliberal.[148][262] Según la investigadora Maruja Barrig, en el poder ejecutivo hubo mayor proridad en la maximización del capital que en iniciativas sociales como el enfoque de género.[261]

Cuando el gobierno de Fujimori comenzó a implementar su política económica, su administración intentó reescribir la visión económica del Perú, bajo la supervisión del ministro Ministro de Economía Carlos Boloña. El ministro afirmó sesgadamente que «durante las tres décadas que precedieron a la fecha, las ideas populistas, socialistas o mercantilistas y los gobiernos ejercieron casi absoluta predominio en nuestro país».[262] El desmantelamiento de los partidos políticos en la década de 1990 trajo como resultado que los políticos recién llegados al siglo XXI estuvieran débilmente estructuradas, ya que los tecnócratas que existían en el gobierno de Fujimori seguirían promoviendo el Consenso y permanecer la situación política en Perú.[263] A medida que el Consenso de Washington perdía relevencia en la década de 2000, un Consenso de Lima más definido comenzó a surgir en Perú al mismo tiempo que la economía mejoraba durante el auge de las materias primas de esa década.[149] Sin embargo, el auge económico que experimentó Perú no significó en un gobierno más fuerte, con la desregulación y la privatización cada vez más establecidas debido al Consenso que siguió a la caída del gobierno de Fujimori, mientras que las élites que apoyaban el Consenso obtuvieron poder de veto en el gobierno.[148][149][263]

Las políticas del consenso neoliberal cuentan con el apoyo de la élite económica y parte de la clase media, y los partidarios abogan por la desregulación, la privatización y la eliminación de los programas sociales.[264] Esta falta de intervención estatal promovida por el Consenso ha resultado en un gobierno débil con un desempeño deficiente, propensa a la corrupción, con muchos peruanos experimentando servicios básicos insuficientes como educación, justicia y seguridad.[148][263]

Educación

La educación es uno de los tópicos relevantes en el tratamiento conservador desde que se busca tomar valores de patriotismo en los textos escolares cuando surgió la independencia en 1821.[265] Uno de ellos es la formación de la educación religiosa, establecida en la Constitución de 1823, cuyo artículo 10 señaló su intención de promover la «civilización y conversión de los infieles conforme al espíritu del Evangelio».[266] Producto de su alianza con la Santa Sede en 1980, a pesar de que ya no es obligatoria en el sistema educativo nacional aunque sí la «ética y cívica» de la Constitución de 1979,[266] la doctrina católica prevaleció en la Constitución de 1993.[267] En el ámbito universitario siempre se formó una corriente tradicionalista, limitada por grupos de élite social y académico,[268] y que se mantuvo vigente con la contrarreforma universitaria de 2021-2022.[269]

La educación bajo el modelo neoliberal de Fujimori suele estar ligada a la mercantilización, limitando el conocimiento en algunos sectores con bajo poder adquisitivo.[270] Según La República, con el Tratado de Libre Comercio Perú-Estados Unidos, no se propusieron atractivas ofertas de en la mayoría de los servicios del sector educativo estatal (salvo centros de idiomas y arte culinario), sin descartar la posibilidad de realizar cambios en la legislación nacional sobre educación.[271] Esto explica que en casi tres décadas de neoliberalismo, el desarrollo de materias sociológicas y afines a las ciencias políticas se debilitaron en la formación universitaria.[272]

En 2017, el Ministerio de Educación del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski propuso el enfoque de género en la nueva currícula educativa que fue rechazada por evangélicos, católicos y fujimoristas.[273] En los años 2020, el sector conservador a mando de Esdras Medina tomó control de la Comisión de Educación del Congreso de la República.[274] El resultado fue que en 2022, los grupos tuvieran el derecho de tomar textos educativos que consideren ofensivos;[275] mientras que en 2023 se estableció controlar los actos del sector educativo por propuesta de Renovación Popular.[276]

Izquierda caviar

La expresión «izquierda caviar» en Perú (denominada simplemente como «caviar», así como sus variantes «caviarada», «caviaraje» y «caviarizar») es recurrente en la política de ese país a inicios del siglo XXI.[277] El término es descrito como tanto adjetivo como sustantivo,[278] y a modo de peyorativo, hacia una conspiración de una o varias personas que, sin evidencias, buscarían el control del gobierno peruano bajo intereses progresistas[279] —que comprende un partidismo liberal de los espectros izquierda (principalmente), centro y afines—[280] con ayuda de ONG de derechos humanos, medios y políticos.[281] Además de expresarse por políticos del populismo de derecha,[282] que abarca también el neoconservadurismo;[283] el canal Willax —en que destaca los espacios La hora caviar con Mariátegui, actualmente Yo, caviar; y Beto a saber[280] y PBO Radio[284] ganaron fama en recurrir ese término.

La expresión en su estado literal fue recurrida por algunos periodistas a los simpatizantes de izquierda burguesa, emergida en el gobierno de Juan Velasco Alvarado.[285] Sin embargo, para el periodista Juan Gargurevich, hubo casos de a mediados del siglo XX con una intención crítica hacia las personas que se «portan mal» con ideas sociales liberales, situación que se asemeja a la interpretación hacia las personas de la llamada «izquierda caviar», de forma distorsionada al origen francoparlante, como muestra a la falta de argumentos para combatir sus ideas.[278]

Años después, con la llegada de Valentín Paniagua y coincidiendo con movimientos progresistas como el antifujimorismo,[286] el uso frecuente del término ya adoptado en el país como parte de un imaginario colectivo para vincular con las ideas de Paniagua y de otros mandatarios con propuestas más liberales.[287] El imaginario tuvo un impacto mediático y posteriormente se convirtió en un tema de discusión en el ámbito estatal,[286] en que algunas de las personas aludidas por dicha expresión afirmaron su pertenencia a este grupo de la sociedad, desvalorizando el carácter descalificativo del término;[288][289] que destaca al influyente periodista César Hildebrandt.[290] Uno de ellos es Rafael López Aliaga, quien atribuyo a un «caviar» a la persona que muestra aparente apoyo comunista;[283] mientras que la asumida parlamentaria Patricia Chirinos tildó el peyorativo a sus integrantes extranjeros que recurren «mentiras y una narrativa falsa e ideologizada que busca destruir la imagen internacional del Estado».[291]

El analista del conservadurismo, Fernán Altuve, señaló que el imaginario surgió con el presidente Alan García tras combatir las ideas del gobierno de transición de Paniagua (también citado por detractores como la «república caviar»).[292] El sociólogo Martín Tanaka describió en 2007 un caso que se asemeja al concepto, cuando el fujimorismo buscó colaborar de forma «natural» con el oficialismo, bajo el mandato de Alan García, porque «se [consideraron] adversarios a las ONG[nota 3] y a la 'izquierda caviar', que [desconfiaron] de la Corte IDH y de la causa de los derechos humanos».[296] Es para 2023, según el sociólogo Tanaka, que el término cobró sentido notorio no solo para la partidos de derecha sino para el conservadurismo en general, en aras de evitar cualquier interferencia con instituciones ajenas, incluso si estas instituciones realizaran investigaciones delictivas hacia ellos.[297]

Terruqueo

Mujer portando un cartel con el mensaje «No somos terroristas»
Mujer portando un cartel con el mensaje «No somos terr[or]istas» durante las protestas de diciembre de 2022

El terruqueo es una práctica política y social utilizada por los sectores conservadores y de la derecha peruana en general, que consiste en asignar a algún adversario, que tiene propuestas de izquierda o es disidente del establishment,[298][299][300][301] las connotaciones de ser afín a comportamientos o ideas terroristas, o de realizar apología del terrorismo, o, incluso, ser miembro u operar dentro de estos grupos armados, con el fin de desprestigiarle o que su discurso se vea invalidado.[302][303] El término se complementa con la palabra «caviar».[301]

También se ha definido como una estrategia política que utiliza, por asociación, el miedo al terrorismo para obtener rédito político[303][304][305][306][307] y que anula cualquier espacio de debate o pluralidad política dentro de un estado democrático.[308][309] Asimismo, se ha definido como una práctica utilizada, aplicada también en algunos medios de comunicación de Lima,[310] para criminalizar la protesta social en el país.[311] Su magnitud es tal, que varios especialistas de la ONU condenaron su uso y declararon públicamente que se trataba de una táctica de intimidación empleada por el gobierno peruano.[312][313]

El término se ha expandido a otros lugares, como en España, donde la práctica es habitual pero no tenía una denominación clara.[314] Un ejemplo es el Foro de Madrid, una serie de sesiones realizadas por el partido político Vox y personalidades internacionales, en que políticos de la izquierda señalaron que la participación de personalidades en Lima «[promovieron] el odio, la discriminación y el terruqueo a nivel internacional».[315]

Medios de comunicación

Se demostró que las organizaciones de medios de Perú tienen control de la esfera pública, cuyos propietarios son familias ricas que controlan gran parte de los medios e influyen en las decisiones de la nación para servir a sus intereses económicos.[316][317][318] Los principales medios de comunicación del Perú suelen ser económica y políticamente conservadores.[319]

El Grupo El Comercio es el conglomerado de medios más grande de Perú y uno de los más grandes de América del Sur, posee el 80 % de los periódicos, recibe el 65 % de los lectores en línea y genera el 57 % de los ingresos entre las organizaciones de medios más grandes de Perú.[320][321][322][323] Aunque inicialmente se opusieron a la familia Fujimori en otros casos, especialmente contra Alberto Fujimori,[324][325] el diario El Comercio y otras marcas de la corporación inclinaron su postura a candidatos políticos afines a la derecha, incluidos el presidente Alan García, Lourdes Flores y Keiko Fujimori.[318][326] También se percató que el diario tuvo menos cobertura en temas de terrorismo, a diferencia de su rival La República.[327]

«Derecha bruta y achorada»

El periodista Juan Carlos Tafur acuñó en 2010 el término «derecha bruta y achorada» en su columna de Diario 16[328] y posteriormente en La República.[329] El neologismo tomó el peruanismo «achorada», peyorativo de beligerante,[330] que se originó en las ideas sociales del maquiavelismo y la mercantilización dentro de Perú.[331] Dicho término se concibió al sector de este espectro con intereses particulares.[329][332] Si bien Álvarez Rodrich define como el segmento «conservador» de la política,[333] el término es vinculado como «extrema derecha»,[334][335][336] «autoritaria»,[330][337] y una contraparte de «izquierda caviar» o «terruca».[330][338][339]

Si bien en 2020, Tafur señaló, a partir de un informe de Ipsos, que hay «un 28% se considera conservador y un 37% semiconservador»;[340] en 2021, en su columna de Sudaca, ejemplificó a un representante cercano de la DBA al empresario Rafael López Aliaga.[341]

Véase también

Notas

  1. Keiko Fujimori participó de compromisos del conservadurismo cristiano local.[126] Señaló en 2018 que buscó velar su país en «una sociedad conservadora y tradicional».[127] Ella también mostró una postura contraria a medidas reversorias a la de su padre; esta se evidencia cuando culpó al gobierno transitorio de Valentín Paniagua[128] y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos[129] por supuestamente favorecer a los denominados «terroristas».
  2. Para las elecciones de 2021, Pedro Castillo (vinculado a la izquierda) y Keiko Fujimori (derecha) son considerados conservadores sociales, e inclusive ultraconservadores según France 24.[155] Existen referencias de Claudia Cisneros[156] y otros[157] que el candidato de Perú Libre mostró rechazo en pilares importantes del progresismo.
  3. Históricamente las organizaciones tuvieron un rol activista a mediados del siglo XX, en especial, durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado.[293] Pasado ese periodo, al menos en los años 1990, las organizaciones civiles estuvieron supervisadas por el Estado.[294] El Código Civil del Perú, al menos en 1998, describe a la organizaciones no gubernamentales al «realizar acciones de promoción social utilizando recursos de cooperación técnica internacional». Es, no obstante, que no tienen una inscripción definida en Perú y que «para gozar de identidad legal como sujetos de derecho adoptan usualmente, por su flexibilidad, la figura de la asociación civil».[295]

Referencias

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  17. Rottenbacher de Rojas, Jan Marc; Schmitz, Mathias (2013). «Condicionantes ideológicos de la criminalización de la protesta social y el apoyo a la democracia en una muestra limeña». Revista de Psicología (PUCP) 31 (2): 371-394. ISSN 0254-9247. Consultado el 20 de agosto de 2023. «Por otra parte, se ha propuesto que los individuos más conservadores, cuando son expuesto a este tipo de situaciones, suelen exhibir la denominada repuesta autoritaria (Oesterreich, 2005) o agresión autoritaria (Altemeyer, 1981, 1988, 1998, 2004), es decir, un apoyo hacia las autoridades percibidas como legítimas, en tanto se encarguen de preservar el orden social, y una predisposición a aceptar mecanismos punitivos desproporcionados, si estos están encaminados hacia la restauración de la estabilidad social ».
  18. Espinoza, Carlos. «¿Aceptarían los peruanos un régimen como el de Nayib Bukele en el gobierno y quién asumiría esa figura?». infobae. Consultado el 29 de agosto de 2023. «Por otro lado, desde un lado más analítico, Juan Carlos Ubilluz mencionó que hay muchas posibilidades de que la ciudadanía peruana opte por apoyar una figura como la de Nayib Bukele en el Perú, pero “no porque la alta criminalidad conduzca a la gente directamente a la solución de mano dura, sino porque la ultraderecha viene tratando durante años de instalar la narrativa de que la mano dura es la única solución” ».
  19. Espinoza, Carlos. «Critican a la CIDH por admitir denuncia de Polay Campos contra el Estado Peruano». infobae. Consultado el 31 de agosto de 2023. «“Esa es la diferencia con El Salvador, el presidente Nayib Bukele no está en la CIDH y toma las decisiones que el país (de Perú) necesita. Esta debe entenderse como una lucha permanente de las corrientes ideológicas que hoy pretenden tomar el control de muchas partes del mundo. Los socialcomunistas pretenden que estos casos se vean todo el tiempo”, agregó [el exjefe de la Dirección General de Inteligencia (Digimin), José Luis Gil] ».
  20. Auccatoma-Tinco, Roly (31 de julio de 2023). «Las banderas de la derecha en política». Investigación Valdizana 17 (3): 133-140. ISSN 1995-445X. doi:10.33554/riv.17.3.1846. Consultado el 15 de septiembre de 2023. «El análisis crítico de la derecha política nos muestra que los partidarios del conservadurismo defienden a toda costa, su orden establecido. Es así que, en la actualidad, la derecha propende los principios del imperialismo occidental para dominar a los países periféricos y los que habitan en ellas son considerados barbaros o terroristas ».
  21. Bardales Pereyra, Gregory Pek (18 de enero de 2023). «El papel de los cristianos evangélicos de izquierda en la construcción de la democracia peruana: el caso del Colectivo Ecuménico por el Perú (CEP)». Revista NUPEM 15 (34): 21-37. ISSN 2176-7912. doi:10.33871/nupem.2023.15.34.21-37. Consultado el 2 de agosto de 2023.
  22. Barrera Rivera, Dario Paulo (18 de enero de 2023). «Dossier: A la derecha y a la izquierda: identidades político-religiosas en América del Sur». Revista NUPEM 15 (34): 5-6. ISSN 2176-7912. Consultado el 15 de septiembre de 2023. «El artículo de Gregory Bardales, titulado “El papel de los cristianos evangélicos de izquierda en la construcción de la democracia peruana: el caso del Colectivo Ecuménico por el Perú”, retoma una cuestión que fue recurrente en los estudios sobre religión y política en los años setenta/ochenta y que parecía haber quedado en el siglo XXI fuera del horizonte de intereses temáticos de los estudiosos: religión y militancia política de izquierda. [...] El caso del Colectivo Ecuménico por el Perú revela un fenómeno que se repite en la segunda década del presente siglo en otros países de América Latina. Nos referimos al protagonismo político del progresismo evangélico, minoritario en comparación con el sector evangélico moralmente conservador y políticamente derechizado e inclusive posicionado desvergonzadamente en la ultraderecha ».
  23. Tur Donatti, Carlos M. (1 de junio de 2003). «Iglesia y Estado en el Perú oligárquico». Contribuciones desde Coatepec (4): 57-62. ISSN 1870-0365. Consultado el 21 de agosto de 2023. «Se puede afirmar que en la Costa, la región donde el capitalismo se fue asentando y expandiendo con notable dinamismo desde la fundación de la República Aristocrática, la Iglesia actuó como una institución-bisagra entre la culturade los países centrales y la oligarquía limeña, y además, continuando una tradición colonial, competía y complementaba a la vez las tareas propias de la burocracia civil del Estado ».
  24. Durand, Francisco (1994). «Privatization and the Export Economy». Business And Politics In Peru: The State And The National Bourgeoisie (en inglés) (Edición digital de 2021). Routledge. ISBN 978-0-429-71546-4. Consultado el 18 de agosto de 2023. «Morales Bermudez will open a transitional period, both economically and politically. Economically, the government will gradually abandon import substitution industrialization policies and deemphasize the role of state as a key economic agent. It is a process of backlash politics where the national private sector and international financial organizations back conservative political leaders in order to liberalize the economy. Politically, the military will agree to return to the barracks after a Constitutional Assembly is formed and, later on, general elections called. Of the first three democratic governments (Fernando Belaunde, 1980-1985; Alan García, 1985 1990; Alberto Fujimori, 1990-1995), only two (Belaunde and Fujimori) will agree to carry on the process of economic liberalization. García will attempt to stop the process but generating the conditions to make stateled growth possible will be very difficult ».
  25. Chaparro, Amanda (June 2016). «Perú: la derecha o la derecha». Le Monde diplomatique.
  26. «Quién es Pedro Castillo, el maestro de escuela y líder sindical de izquierda que competirá por la presidencia de Perú». BBC News Mundo. Consultado el 7 de abril de 2023.
  27. Perdomo, Román (1 de enero de 2023). «Politics as usual? El gobierno efímero de Pedro Castillo en Perú». Les Études du CERI. n° 264-265: 30. Consultado el 15 de septiembre de 2023. «A pesar de ello, los avances de la izquierda ideológica también pusieron en evidencia las divisiones entre Perú Libre, promotor de un proyecto social conservador, y la izquierda progresista representada en las elecciones presidenciales por Verónika Mendoza (Juntos Por el Perú). Esta coalición integró inicialmente el gobierno de Pedro Castillo, pero las divisiones políticas dieron un fin a esta participación. Juntos Por El Perú siguió apoyando el gobierno desde el Congreso, sin dudar formular críticas promoviendo una agenda de reformas estructurales y de derechos sociales, para las mujeres y las minorías particularmente ».
  28. Levitsky, Steven; Cameron, Maxwell A. (Autumn 2003). «Democracy without Parties? Political Parties and Regime Change in Fujimori's Peru». Latin American Politics and Society 45 (3): 1-33. doi:10.1111/j.1548-2456.2003.tb00248.x.
  29. «Peru's Political Party System and the Promotion of the Pro-Poor Reform». National Democratic Institute. Marzo de 2005. Consultado el 21 de agosto de 2023.
  30. Gorman, Stephen M. (September 1980). «The Economic and Social Foundations of Elite Power in Peru: A Review of the Literature». Social and Economic Studies (University of the West Indies) 29 (2/3): 292-319.
  31. Crabtree, John (10 de noviembre de 1997). «Populismo y neopopulismo: la experiencia peruana». Apuntes. Revista de ciencias sociales: 97-109. ISSN 2223-1757. doi:10.21678/apuntes.40.457. Consultado el 7 de septiembre de 2023. «El fracaso de los partidos políticos populares para alcanzar una posición política dominante, retrasó el momento en el que el poder de la oligarquía fue finalmente quebrado. Aunque durante este período (1930 y 1970) aparecieron nuevos partidos, no se observa el desarrollo de un sistema de partidos estable, mediante el cual los intereses de los grupos sociales emergentes pudieran obtener representación política a nivel de gobierno ».
  32. Torres Arancivia, 2007, p. 129. «[L]as instituciones republicanas que se intentaron recrear en el Perú nunca llegaron a consolidarse, y como consecuencia se generó un vacío de poder que múltiples caudillos militares pretendieron llenar».
  33. Morán, Daniel (2011). «"Sin religión no puede existir legado alguno". El fenómeno religioso y la ideología providencialista en el Perú durante las guerras de la independencia, 1810-1825». Temas Americanistas (26). ISSN 1988-7868. doi:10.12795/Temas-Americanistas.2011.i26.03. Consultado el 21 de agosto de 2023.
  34. Pazo Pineda, Oscar Andrés (30 de diciembre de 2021). «La influencia de los postulados de la Revolución francesa en la Constitución de 1823». Ius Inkarri 10 (10): 203-247. ISSN 2519-7274. doi:10.31381/iusinkarri.v10n10.4636. Consultado el 30 de agosto de 2023. «Cuando en el Perú se tuvo esta primera impresión de la revolución, muchos dejaron de creer que la separación con la metrópoli fuese una adecuada solución. El estigma que se le creó, sobre todo a través de las publicaciones de la Gaceta de Lima, como movimiento irreligioso, persuadió aun más a la siempre conservadora élite limeña ».
  35. Sobrevilla, Natalia (10 de marzo de 2020). Los inicios de la república peruana: Viendo más allá de la "cueva de bandoleros". Fondo Editorial de la PUCP. pp. 178-179. ISBN 978-612-317-546-7. Consultado el 3 de agosto de 2023.
  36. Torres Arancivia, 2007, pp. 115-116.
  37. Rodríguez Ruiz, 2021, p. 440. «Siguiendo la dinámica independentista, el 8 de octubre de 1821, José de San Martín sancionó el Estatuto Provisional, lo que constituye la orientación jurídica de las futuras constituciones, es decir; la invocación a Dios en el Preámbulo; la confesionalidad del Estado; y el establecimiento de la relaciones mediante un Concordato».
  38. Torres Arancivia, 2007, p. 118.
  39. Mesía Ramírez, Carlos (1 de diciembre de 1998). «El pensamiento constitucional y la idea de constitución en el Perú del siglo XIX». Pensamiento Constitucional 5 (5): 341-375. ISSN 2223-0262. Consultado el 12 de agosto de 2023. «Si bien la influencia de Ramón de Salas y Cortés es relativa, la impresión de su obra en el Perú y su posible asunción como texto de enseñanza en la cátedra de Derecho Público y Constitucional, allá por los años de 1827, habla mucho en torno a la influencia que tuvo en el Perú la Constitución Gaditana. [...] El concepto aristotélica de que el Estado ha sido creado para realizar el bien común; la tesis montesquiana de que el juez es simplemente la boca por la que habla la ley, aserto general en el siglo XIX, y la existencia de un poder neutro o conservador, como medio de salvaguardar la regularidad constitucional de las leyes, tienen su primera postulación en la obra de este profesor español. En efecto, el control de la constitucionalidad de la ley se otorga a un poder conservador, cuarto poder, en la teoría de Ramón de Salas y Cortés, «cuerpo intermedio destinado a oponerse a las naturales extralimitaciones de los otros poderes», [...] Entre sus funciones estaba la de «declarar la inconstitucionalidad, y por consiguiente la nulidad de los actos del cuerpo legislativo, ó del cuerpo ejecutivo, sobre la reclamación de uno de los dos, ó sobre otras provocaciones que la constitución tenga por válidas». Sin embargo, como la naturaleza de los cuerpos conservadores es la de conciliar la doctrina democrática con el poder de la monarquía, la tesis del poder conservador no iría más allá de su mera postulación. Sin monarquía con quien conciliar, en el Perú, el poder conservador no pasaba de ser una proposición que respondía a imitaciones foráneas. [...] La teoría constitucional se construye sobre los supuestos de que es el Parlamento el poder supremo. En medio de ello, como gran vértice de discusión principal, el debate sobre el origen del poder, iniciado con las doctrinas de Heineccio, continuadas por Bartolomé Herrera y por los que lo sucedieron posteriormente ».
  40. Muzzo, Gustavo Pons (1950). Historia del Peru: Periodo independiente. Época de la República. p. 141. OCLC 4070537. Consultado el 3 de septiembre de 2023.
  41. Escrig Rosa, Josep (8 de junio de 2023). «José Ignacio Moreno contra «el partido filosófico de nuestro siglo» (Perú, 1822)». Revista de Indias 83 (287): 207-238. ISSN 1988-3188. doi:10.3989/revindias.2023.008. Consultado el 3 de agosto de 2023. «En la mirada de Moreno la independencia peruana tenía un sentido mesiánico: suponía la superación de un pasado en el que los filósofos conspiradores trataron de implantar el dominio de la irreligión. Sus ideas sobre la emancipación reflejaban la aspiración ideal de realizar una transformación hacia una nueva sociedad. Así, proyectaba sobre el futuro inmediato del Perú sus distintos anhelos. El guayaquileño confiaba que en el nuevo Estado nación se adoptaran medidas favorables a la conservación y el progreso del catolicismo. Por eso las Cartas no eran solo una impugnación de los principios de la falsa filosofía. En ellas encontramos un continuo llamamiento a la acción para preservar el país del contagio y reforzar la posición de la Iglesia ».
  42. Peralta Ruiz, Víctor (30 de abril de 2016). «De Prefectos a Mandatarios de la Nación. La violencia en la política peruana (1829-1836)». Revista de Indias 76 (266): 173-201. ISSN 1988-3188. doi:10.3989/revindias.2016.006. Consultado el 31 de agosto de 2023. «Entre 1829 y 1836 el Perú experimentó un prolongado clima de inestabilidad expresado en catorce revoluciones durante el primer gobierno del general Agustín Gamarra (1829-1833), una revolución que derivó en dictadura, dos guerras civiles y una invasión extranjera bajo la presidencia del general Luis José de Orbegoso (1834-1836). Esta coyuntura fue el resultado de una pugna entre el republicanismo militar autoritario (Gamarra y Salaverry) y el republicanismo militar liberal (José de la Mar, Orbegoso y Domingo Nieto). [...] [E]l único que concibió un proyecto político de corte conservador para «salvar la patria» fue Gamarra. [...] Su suerte en el campo de batalla de Ingavi el 18 de noviembre de 1841 acabó con su deseo de desarrollar un sistema político mayestático que, probablemente, hubiera cimentado un partido conservador controlado por los mandos militares ».
  43. Pinto Vallejos, Julio (2016). «La construcción social del estado en el Perú: El régimen de Castilla y el mundo popular, 1845-1856». Historia (Santiago) 49 (2): 547-578. ISSN 0717-7194. doi:10.4067/S0717-71942016000200008. Consultado el 4 de septiembre de 2023.
  44. Serrano del Pozo, Gonzalo (21 de abril de 2021). «La presencia del Ejército restaurador en Perú (1837-1839), un vacío historiográfico». Cuadernos de Historia (54): 95-117. ISSN 0719-1243. Consultado el 19 de agosto de 2023. «[L]a historiadora Natalia Sobrevilla en The Caudillo of The Andes [...] aborda un tema que resulta de enorme relevancia como lo fue la Constitución de Huancayo escrita mientras estaba el ejército chileno y que habría tenido una clara inspiración conservadora: “With Lima still occupied by the Chileans, Gamarra called for a Constituent Assembly to meet in small Andean twon of Huancayo. This constitution was heavily influenced by the conservative Chilean Constitution of 1833“ ».
  45. Peralta Ruiz, Víctor (2018). «Las revoluciones del general Manuel Ignacio de Vivanco, 1841-1858». En McEvoy Carreras, Carmen; Rabinovich, Alejandro Martin, eds. Tiempo de guerra: estado, nación y conflicto armado en el Perú, siglos XVII-XIX. Estudios históricos. Instituto de Estudios Peruanos. pp. 250-275. ISBN 978-9972-51-699-3. Consultado el 3 de septiembre de 2023. «El regeneracionismo, que desde un principio se asoció con el regionalismo arequipeño, se impuso reconstruir la institucionalidad peruana a partir de su reedificación sobre cuatro cimientos: la religión, la moral, la familia y la propiedad. [...] El regeneracionismo vivanquista fue la pieza clave del conservadurismo peruano ».
  46. Rojas Girón, Marden (17 de diciembre de 2020). «La reforma educativa en el Perú 1972 -1975». La Vida & la Historia 7 (2): 34-42. ISSN 2617-6041. doi:10.33326/26176041.2020.2.974. Consultado el 30 de agosto de 2023. «En el siglo XIX, después de la proclamación de la independencia del Perú, fue mandato constitucional la creación de códigos y reglamentos de instrucción pública. El primer esbozo de reforma educativa fue decretado en 1850 por el gobierno de Ramón Castilla y Marquesado (1845-1851). Posteriormente se formularon más de quince reformas educativas, que simplemente fueron medidas improvisadas e inconexas, propias de gobiernos neoliberales. La mayoría se caracterizó por el empirismo, el pragmatismo, la incoherencia, la soberbia y las formas autoritarias; que no entendieron la inevitable conexión que debe existir entre la educación y la transformación social. Dos marcadas excepciones son lo que se hizo en el gobierno de José Pardo y Barreda (1904-1908) con su postulado “Escuela para todos” y en el gobierno de Manuel Prado Ugarteche (1956-1962) con Jorge Basadre Grohmann como ministro de Educación, quien realizó el primer “Inventario de la Realidad Educativa” nacional. Sin embargo, entre todos los intentos fallidos, la única reforma educativa que puede ser considerada como tal es la que estuvo a cargo del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas (1968-1975) que presidió el General Juan Velasco Alvarado ».
  47. Espinoza, G. Antonio (2013). Education and the State in Modern Peru: Primary Schooling in Lima, 1821–c. 1921. Palgrave Macmillan. ISBN 978-1137338402.
  48. Huaco Palomino, 2008, p. 114.
  49. Huaco Palomino, 2008, p. 110.
  50. Rodríguez Ruiz, 2021, p. 441. «En definitiva, se puede afirmar que el Patronato, desde la presencia española en el Perú, ha sido la única institución que ha perdurado hasta 1980. Fue derogado por el Presidente Francisco Morales Bermúdez, mediante Decreto Ley No. 23147, dejando el camino expedito para la firma del Acuerdo, materia de esta investigación».
  51. Yupanqui, Samuel Abad (1 de diciembre de 2008). «Libertad religiosa y Estado Constitucional». Derecho PUCP (61): 167-192. ISSN 2305-2546. doi:10.18800/derechopucp.200801.007. Consultado el 3 de agosto de 2023.
  52. Klarén, Peter F. (2004). Nación y sociedad en la historia del Perú. Instituto de Estudios Peruanos. pp. 198-199, 487-488. ISBN 978-9972-51-095-3. Consultado el 14 de agosto de 2023.
  53. Ragas, José (9 de diciembre de 2000). «Gobernabilidad y representación: el sufragio en el Perú poscolonial (1850)». IUS ET VERITAS (21): 333-338. ISSN 1995-2929. Consultado el 14 de agosto de 2023. «Una de ellas era la Sociedad Conservadora de la Constitución y la Paz fundada en noviembre de 1849, donde, según los estatutos, se menciona que entre sus objetivos estaban los de "posesionarse de todos los medios conducentes a dirigir las elecciones y obtener el completo triunfo en ellas" además de "impedir[...] que todo partido que amenace a las instituciones y ocasione la anarquía, levante y progrese" ».
  54. Fonseca Ariza, Juan (2002). Misioneros y civilizadores: protestantismo y modernización en el Perú, 1915-1930. Fondo Editorial PUCP. pp. 17-20. ISBN 978-9972-42-501-1. Consultado el 11 de agosto de 2023.
  55. Peralta Ruiz, Víctor (21 de septiembre de 2018). «Guerra internacional, revolución y dictadura: los partidos parlamentarios y la política peruana entre 1865 y 1867». Histórica 42 (1): 85-114. ISSN 2223-375X. doi:10.18800/historica.201801.003. Consultado el 4 de septiembre de 2023. «El nuevo Congreso establecido el 28 de julio de 1864 trajo como novedad la coexistencia en el parlamento de tres agrupaciones: la «Sociedad Conservadora» del general José Rufino Echenique, el club «castillista» o liberal radical afín al general Castilla y el club político de los partidarios del general Pezet ».
  56. Klaiber, Jeffrey (1 de diciembre de 1983). «Partidos Católicos en el Perú». Histórica 7 (2): 157-177. ISSN 2223-375X. doi:10.18800/historica.198302.001. Consultado el 17 de agosto de 2023.
  57. Gleason, Daniel (October 1981). «Anti-Democratic Thought in Early Republican Peru: Bartolomé Herrera and the Liberal-Conservative Ideological Struggle». The Americas 38 (2): 205-217. doi:10.2307/980999. «In contrast to the liberals, conservatives were essentially reactionary authoritarians. ... Herrera emerged as the leading spokesman of Peruvian conservatism. As opposed to contemporary liberal thinkers, Herrera called for greater reliance on authority, opted for order over liberty, and argued for greater ecclesiastical influence in worldly affairs. Political authority derived from God, ... The Constitution of 1860 was a compromise between the 1856 charter, which many Peruvians found too radical, and the authoritarian proposal of Herrera. »
  58. Gleason, Daniel (1981). «Anti-Democratic Thought in Early Republican Peru: Bartolomé Herrera and the Liberal-Conservative Ideological Struggle». The Americas (en inglés) 38 (2): 205-217. ISSN 0003-1615. doi:10.2307/980999. Consultado el 17 de agosto de 2023.
  59. Rivera, Víctor Samuel (1 de octubre de 2008). «Tras el incienso. El republicanismo reaccionario de Bartolomé Herrera». Araucaria 10 (20). ISSN 2340-2199. Consultado el 20 de agosto de 2023.
  60. Torres Arancivia, 2007, p. 259. «Durante el caudillismo militar —y la consiguiente anarquía—, los religiosos tuvieron una participación clave en la vida política cuando los momentos de sosiego gubernamental lo permitían. Aunque muchos de ellos se proclamaran liberales y otros conservadores, en esencia ambos bandos estaban dentro de una línea conservadora, solo graduada por la reacción. Claro ejemplo es el de Bartolomé Herrera, prestigioso sacerdote de mediados del siglo xix, quien saltó a la fama cuando le tocó dar el sermón de acción de gracias por los veinticinco años de vida independiente del Perú (Herrera 1929)».
  61. Orrego, Juan L. «La República Aristocrática: la generación del 900». Blog PUCP. Consultado el 7 de abril de 2023.
  62. Lemogodeuc, Jean-Marie; Bareiro Saguier, Rubén; Hernández, Amelia (2002). América hispánica en el siglo XX: identidades, culturas y sociedades. Universidad Católica Andrés Bello. p. 35. OCLC 1318193810. Consultado el 18 de agosto de 2023.
  63. Chavarría, Jesús (1 de mayo de 1970). «The Intellectuals and the Crisis of Modern Peruvian Nationalism: 1870–1919». Hispanic American Historical Review 50 (2): 257-278. doi:10.1215/00182168-50.2.257. Consultado el 4 de octubre de 2023.
  64. Romero Meza, Eddy Walter (30 de junio de 2021). «Visiones y discursos sobre el mestizaje en la historia e historiografía peruana». Revista Escripta 3 (5): 8-42. ISSN 2594-2891. Consultado el 8 de septiembre de 2023. «A finales del siglo XIX, tras la derrota de la guerra del Pacífico (1879-1883) se pone en cuestión la idea de nación que las élites criollas habían elaborado. El intelectual y crítico radical, Manuel González Prada (1844-1918), inspirado en los escritos del político indigenista Juan Bustamante, afirma que el verdadero Perú no se encuentra en la diminuta franja costera, sino detrás de las montañas, en los Andes. Si la población en el Perú era mayoritariamente indígena, era natural concebir la nación peruana como indígena y no criollo-mestiza como se proponía desde el discurso oficial. La versión indigenista de la nación peruana se elabora en esos años, y se contrapone al discurso criollo conservador, principalmente limeño, que concibe a la nación como mestiza-criolla ».
  65. Romero Meza, Eddy Walter (28 de julio de 2022). «Trayectoria de la ideología del mestizaje en el Perú del siglo XX». ISHRA, Revista del Instituto Seminario de Historia Rural Andina (8): 75-92. ISSN 2616-664X. doi:10.15381/ishra.n8.22024. Consultado el 6 de agosto de 2023. «José de la Riva Agüero y Osma [...] fue un escritor e historiador nacido en Lima, perteneciente a la aristocracia criolla. De posturas liberales en su juventud, derivó hacia un ultra-conservadurismo católico en su etapa de madurez. Fue representante destacado de la generación del 900 [...] Estudió filosofía, letras y derecho en la Universidad San Marcos de Lima, donde fue discípulo del filósofo conservador Alejandro Deustua. »
  66. «El analista Alberto Adrianzén: "En Perú las grandes transformaciones siguen sin concretarse"». www.publico.es. 23 de febrero de 2022. Consultado el 20 de agosto de 2023. «[A] mediados de la década del 10, la derecha crea el denominado Partido Futurista, integrado por intelectuales liberales que eran bastante buenos, pero que después de la dictadura de (Augusto) Leguía, que duró once años (1919-1930) y que tenía una impronta plebeya, que reivindica al indio, ellos se pasan a la derecha reaccionaria. Como dijo José de [la] Riva Agüero, que fue un gran intelectual de derecha: "no somos conservadores, somos reaccionarios" ».
  67. Gonales Alvarado, Osmar (25 de diciembre de 2020). «José de la Riva Agüero y Felipe Sassone: Dos pensadores sociales y el fascismo en el Perú». Discursos del Sur, revista de teoría crítica en Ciencias Sociales (6): 75-96. ISSN 2617-2291. doi:10.15381/dds.v0i6.19324. Consultado el 6 de agosto de 2023. «El fascismo tuvo en el Perú muchos adherentes, aparte de José de la Riva Agüero y Felipe Sassone, como Luis A. Flores, Guillermo Hoyos Osores, Carlos Miró Quesada Laos, Luis Humberto Delgado, Raúl Ferrero Rebagliati, Guillermo Lohmann Villena, Pedro M. Benvenutto Murrieta, José Fiansón, Roberto Mac Lean Estenós, Alfonso Tealdo Simi, Aurelio Miró Quesada Sosa, Cristóbal Losada y Puga, Carlos Pareja y Paz Soldán, Mario Alzamora, César Arróspide, J. Ismael Bielich, Jorge del Busto, Eulogio Romero Romaña, entre otros. Sin contar a miembros de las colonias italiana, española y alemana. Recordemos que es el tiempo del anticomunismo, de la influencia del catolicismo más dogmático, del nacionalismo a ultranza y conservador. Y también de enfrentamientos violentos entre repu-blicanos y fascistas, como en España, lo que motivó adhesiones fanáticas, incluso en el Perú ».
  68. Gonzales Alvarado, 2021, p. 180. «Luego de fracasos políticos y de la experiencia del exilio ‒durante el cual vivió en Europa, principalmente en España‒, Riva-Agüero se conectaría nuevamente con su fe al mismo tiempo que dejaba atrás sus ideas renovadoras y se acercaba al fascismo».
  69. Gonzales Alvarado, 2021, p. 184. «Si bien Riva-Agüero fue un intelectual producto de la República de notables (1895-1919), no sería un ideólogo de ella. Por el contrario, se revelaría como un constante crítico del civilismo ‒la fuerza política dominante en su tiempo‒, por su negativa para establecer reformas que Riva-Agüero y sus compañeros generacionales entendían que eran impostergables para dar sus contornos definitivos a la nacionalidad, especialmente en relación con el problema indígena y en el terreno jurídico-político. El joven historiador sería un decidido opositor al primer gobierno de Augusto B. Leguía (1908-1912), quien había ocasionado una ruptura dentro del civilismo tradicional».
  70. Torres Arancivia, 2007, p. 154. «El mismo inicio del gobierno de Augusto B. Leguía tuvo un origen no menos que discutible, pues tomó el poder por la fuerza en 1919 ante el temor de que su victoria electoral fuera anulada por un «manotazo de ahogado» de la decadente República Aristocrática, y se las ingenió para aumentar el periodo presidencial a cinco años».
  71. Klaiber, 2000, pp. 87-88. «En la década anterior (1920), el arzobispo de Lima, Emilio Lissón, había establecido vínculos muy estrechos con el presidente Augusto B. Leguía, quien, por su parte, apoyaba económicamente a la Iglesia».
  72. Candela, Emilio (1 de diciembre de 2011). «La Acción Patriótica: un movimiento doctrinario en una época polarizada (1935-1936)». Revista Elecciones 10 (11): 165-194. ISSN 1995-6290. doi:10.53557/Elecciones.2011.v10n11.06. Consultado el 6 de agosto de 2023.
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  75. Candela Jiménez, Emilio; Contreras Zanabria, Fernando (30 de septiembre de 2017). «Populismo y Salud Pública durante el ochenio de Odría». Acta Herediana 60 (33). doi:10.20453/ah.v60i0.3166. Consultado el 28 de septiembre de 2023. «Desde los años treinta el rol de los sectores populares fue más visible en nuestro país, tanto en el aspecto político (con la aparición de los partidos de masas), como en los conflictos sociales que generó la llamada crisis del orden oligárquico y en el orden económico (vivienda y comercio). Desde los sectores conservadores una manera de enfrentar este escenario de política de masas fue a través de la alianza entre la oligarquía y la Fuerza Armada, la cual se vio concretada en los gobiernos de militares y civiles como Luis Sánchez Cerro, Óscar R. Benavides y Manuel Odría. La estrategia principal de estos regímenes fue la de combinar la represión sobre los opositores (particularmente apristas y comunistas) con políticas asistencialistas dirigidas a la clase obrera, la clase media y sectores migrante ».
  76. Klaiber, 2000, p. 89-90. «Pero la fuerza política que más temor suscitó a la Iglesia fue el APRA, en parte porque fue el primer movimiento de masas en el Perú. El APRA tuvo una postura ambigua ante la Iglesia, suficientemente ambigua para mantener los temores en alerta. Aunque los dirigentes apristas apelaban abiertamente a la religión para apoyar su causa, el culto mesiánico en torno a Haya de la Torre, más los rasgos claramente fascistas del partido, convirtieron el APRA en una fuerza que hacía la competencia a la religión y la Iglesia. [...] [L]a Iglesia se encontraba entre dos presiones fuertes, el APRA y el marxismo, por un lado, y por otro lado, las clases económicamente dominantes y las fuerzas armadas, que se alían para defender el orden establecido».
  77. Neira, p. 444
  78. Torres Arancivia, 2007, pp. 140-141. «Evidentemente, una dictadura es el autoritarismo llevado a su máxima expresión. Ahí están los gobiernos militares de Sánchez Cerro, de Benavides y de Odría para dar prueba de ello. Fueron gobiernos aplastantes, en los que se persiguió a opositores y se torturó y mató gente en aras de salvaguardar lo que en aquel entonces se entendía como el orden social. [...] Aquellos militares fueron conocidos como los cancerberos de la oligarquía, grupo que siempre apostó por mantener el statu quo o por buscar el desarrollo de una manera tan tibia que solo parecía beneficiarlos a ellos».
  79. Paniagua Corazao, Valentin (2 de enero de 1992). «Las relaciones legislativo-ejecutivo». Ius et Praxis (19-20): 9-149. ISSN 2523-6296. doi:10.26439/iusetpraxis1992.n19-20.3489. Consultado el 8 de septiembre de 2023. «Las condiciones descritas y algunos hechos repudiables como el asesinato del director del diario La Prensa y el levantamiento del 3 de octubre facilitaron la acción de la plutocracia agroexportadora ansiosa de retornar el ejercicio del poder. El "clan de la ultraderecha" constituido -según bustamtante- "por capitalistas y hacendados que prosperaron a base del ejercicio directo de la función pública"tuvo siempre al estado, prisionero de su poderío económico. Taimada egoísta y edieval temía los cambios. Era el antiapra. Pero en las antípodas estaba la extrema izquierda comunista. Y así el régimen democrático "entre dos fuerzas incociliables y comatido por las dos: el APRA empecinada en la captura total del poder y la derecha extrema... anhelosa del... estrangulamiento de las libertades públicas ».
  80. Bákula, Juan Miguel (2006). El Perú en el reino ajeno: historia interna de la acción externa. Fondo Editorial de la Universidad de Lima. p. 261. ISBN 978-9972-45-193-5. Consultado el 8 de septiembre de 2023.
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  84. Klaiber, 2000, p. 94. «La aparición de la Democracia Cristiana rompió para siempre el binomio «católico-conservador». [...] Ellos ayudaron a la Iglesia en general a dejar atrás su conservadurismo y adoptar posturas más avanzadas».
  85. Romero, Catalina (1 de diciembre de 1982). «Cambios en la relación iglesia - sociedad en el Perú: 1958-1978». Debates en Sociología (7): 115-141. ISSN 2304-4284. doi:10.18800/debatesensociologia.198201.006. Consultado el 21 de agosto de 2023. «Con estos límites de información podemos intentar distinguir dos grandes grupos en el clero establecido en el Perú. Aquel con una formación más tradicional y estacionaria coincidiendo probablemente con el período de su ingreso al sacerdocio; y otro grupo más cercano a las comentes modernas de la Teología y de los acontecimientos importantes de la Iglesia como Vaticano II, Medellin y Pueblo. Aunque un análisis más detallado del clero podría llevar a introducir otros criterios de diferenciación en términos de contactos sociales, y visión de la realidad social, ya sea en términos locales o nacionales ».
  86. Gallegos Heredia, Poll (28 de junio de 2019). «Ni capitalista, ni comunista: apuntes sobre las bases ideológicas del Gobierno Revolucionario de la fuerza Armada del Perú (1968-1975)». La Vida & la Historia (9): 15-23. ISSN 2617-6041. doi:10.33326/26176041.2019.9.790. Consultado el 30 de agosto de 2023. «La relación entre el Gobierno del general Velasco y la Iglesia fue cordial. Los militares reconocían la importancia de la Iglesia como institución y del cristianismo como credo popular; y en algunos casos, su reconocimiento como el bastión social que en palabras de Fernández (1973) era: “el parapeto más seguro contra las deformaciones del individualismo, el egoísmo y el endiosamiento materialista que nos trajera una sociedad occidental feudal asentada después en un capitalismo incipiente, intermediario y colonizado por el imperialismo” (p.41) ».
  87. «Operation Condor | international campaign | Britannica». www.britannica.com (en inglés). Consultado el 25 de marzo de 2023.
  88. Sánchez, Juan Martín; Gonzales, Osmar (30 de junio de 2002). «Ideólogos y expertos en el Perú reciente». Anuario de Estudios Americanos 59 (1): 223-247. ISSN 1988-4273. doi:10.3989/aeamer.2002.v59.i1.203. Consultado el 6 de agosto de 2023. «Luego del fracaso del velasquismo y la captura del gobierno por par-te de los militares conservadores, el Perú presenció una ofensiva de la derecha aprovisionada de un discurso neoliberal para sustentar ideológicamente su proyecto político. Éste fue un marco propicio para la aparición de una serie de jóvenes intelectuales que se autodenominaban “nueva derecha”, auspiciados especialmente por los periódicos La Prensa y Expreso, instituciones como Apoyo, el Instituto Libertad y Democracia (ILD), y revistas como Debate ».
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  90. Casey-Pariseault, Matthew (2 de agosto de 2022). «La teología política del conservadurismo católico en el Perú contemporáneo». Discursos del Sur (9): 41-59. ISSN 2617-2291. doi:10.15381/dds.n9.23274. Consultado el 4 de agosto de 2023. «En su primera etapa, durante los años 80 y 90, el conservadurismo católico peruano promovió un antiizquierdismo centrado primariamente en contrarrestar la influencia de la teología de la liberación con una movilización paralela y opositora. En el nuevo milenio, la doctrina social de la Iglesia se impuso en la lucha contra el feminismo y el movimiento por los derechos LGBTQ. Cada vez más, el movimiento ha incluido a laicos y miembros de la jerarquía que ven a los evangélicos conservadores como aliados importantes en la lucha contra el aborto, el izquierdismo económico y la llamada “ideología de género”. [...] Durante las dos décadas siguientes, cualquier indicio de izquierdismo en la ideología de un católico los exponía a acusaciones de “comunista” e incluso de “terruco” ».
  91. Trelles Velasquez, Gustavo (2020). «Cipriani como actor político». Pluriversidad (6): 181-183. ISSN 2617-6262. doi:10.31381/pluriversidad.v0i6.3639. Consultado el 4 de agosto de 2023.
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  93. Klaiber, 2000, p. 101-102. «Su sucesor Juan Luis Cipriani, del Opus Dei, fue aún más enérgico en su rechazo a los grupos de derechos humanos, que él acusaba de interferir con la labor de pacificación de la zona».
  94. Barrera Rivera, Pauto (1 de junio de 2006). «Evangélicos y política electoral en América Latina. Un estudio comparativo entre Brasil y Perú / Evangelicals and Electoral Politics in Latín America. A Comparatíve Study of Brazil Ana Peru». Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 8 (1): 71-80. ISSN 0719-0948. Consultado el 11 de agosto de 2023.
  95. Pérez Guadalupe y Amat y León, 2022, p. 61. «Asimismo, debemos incluir los esfuerzos realizados por algunos sectores evangélicos, quienes, inmediatamente después de promulgada la Constitución Política del Perú de 1979, organizaron movimientos políticos en la lógica de partidos confesionales, entre 1980 y 1990, cuya participación no gozaba del apoyo de las iglesias evangélicas, que en aquellos momentos todavía ejercían resistencia a la participación de los evangélicos en la política, y que pretendían afirmar el apoliticismo de la iglesia evangélica. Tales son los casos del Movimiento Frente Evangélico (FE), donde la imagen más conocida era la del pastor Carlos García García; la Asociación Movimiento de Acción Renovadora (AMAR), donde hubo líderes como Abner Pinedo y Víctor Arroyo, quienes procuraron trabajar a partir de sus contactos en el Concilio Nacional Evangélico del Perú, pero sin llegar a tener éxito electoral».
  96. «Cipriani resalta actitud cristiana de Belaunde». RPP. Archivado desde el original el 7 de junio de 2002. Consultado el 22 de agosto de 2023.
  97. «Commanding Heights : Peru Overview». PBS. Consultado el 6 de abril de 2023.
  98. Torres Arancivia, 2007, p. 196. «[L]a mentalidad del presidente, como la de sus seguidores, asesores y ministros, quedó anquilosada en 1963, con la salvedad de que el régimen se orientó mucho más hacia la derecha para hacerles frente al Apra y a la izquierda. La lógica del nuevo régimen era regresar al Perú anterior, al de 1968; así fue desmantelando el andamiaje velasquista y dejando a su suerte muchas de las reformas que el régimen militar había iniciado pero que habían quedado inconclusas (Cueto y Contreras 2000). [...] Mientras el presidente se mostraba conservador en política social, sus ministros tenían un claro perfil liberal en cuanto a economía se refería, y ello hizo que las acciones políticas se enfocaran en el mercado y no en el Estado (Crabtree 2005)».
  99. Arce Borja, Luis (2009). Historia de una guerra: Perú (1980-2000). Centre d’Etudes Sociales sur Amérique Latine. p. 14-15. ISBN 9782960088007. OCLC 851339935. Consultado el 8 de septiembre de 2023. Resumen divulgativo. «Para los políticos y militares más conservadores, la subversión peruana, era parte de un complot azuzado por “oscuras fuerzas comunistas del campo internacional”. Decían incluso que las armas que utilizaban los subversivos venían del extranjero. Fernando Belaúnde, presidente de la República entre 1980 y 1985, en una conferencia de prensa dominical el 2 de enero 1983, refiriéndose a la subversión, anunció que la violencia que vivía Ayacucho era insana y perversa, y que era incentivada y sostenida desde el “extranjero y tenia el propósito de empobrecer al país” ».
  100. Burt, Jo-Marie (September–October 1998). «Unsettled accounts: militarization and memory in postwar Peru». NACLA Report on the Americas (Taylor & Francis) 32 (2): 35-41. doi:10.1080/10714839.1998.11725657. «the military's growing frustration over the limitations placed upon its counterinsurgency operations by democratic institutions, coupled with the growing inability of civilian politicians to deal with the spiraling economic crisis and the expansion of the Shining Path, prompted a group of military officers to devise a coup plan in the late 1980s. The plan called for the dissolution of Peru's civilian government, military control over the state, and total elimination of armed opposition groups. The plan, developed in a series of documents known as the "Plan Verde," outlined a strategy for carrying out a military coup in which the armed forces would govern for 15 to 20 years and radically restructure state-society relations along neoliberal lines. »
  101. Alfredo Schulte-Bockholt (2006). «Chapter 5: Elites, Cocaine, and Power in Colombia and Peru». The politics of organized crime and the organized crime of politics: a study in criminal power. Lexington Books. pp. 114-118. ISBN 978-0-7391-1358-5. «important members of the officer corps, particularly within the army, had been contemplating a military coup and the establishment of an authoritarian regime, or a so-called directed democracy. The project was known as 'Plan Verde', the Green Plan. ... Fujimori essentially adopted the 'Plan Verde,' and the military became a partner in the regime. ... The autogolpe, or self-coup, of April 5, 1992, dissolved the Congress and the country's constitution and allowed for the implementation of the most important components of the 'Plan Verde.' ».
  102. Rospigliosi, Fernando (1996). Las Fuerzas Armadas y el 5 de abril: la percepción de la amenaza subversiva como una motivación golpista. Lima, Peru: Instituto de Estudios Peruanos. pp. 46-47.
  103. Regalado Álvarez, Roberto (2007). Latin America at the crossroads: domination, crisis, popular movements, and political alternatives. Ocean Press. pp. 187-188. ISBN 978-1-920888-71-8. OCLC 156874624. Consultado el 15 de agosto de 2023. «The year 2000 marked the end of Alberto Fujimori's 10 years as president of Peru. The despotic caudillismo he had exercised since 1990, based on the image of the "strong man" capable of combating the widespread violence that plagued the country — including the terrorist activities of Shining Path — was the main manifestation of the Peruvian political crisis ».
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  109. Pérez Guadalupe y Amat y León, 2022, p. 61. «A comienzos del siglo xxi, aparece el libro de Tomás Gutiérrez (2000), El "hermano" Fujimori. En este trabajo, surgido en el contexto de un año electoral, Gutiérrez postula que "la clave del triunfo de Fujimori no fue otra que la participación de los evangélicos, quienes […] consiguieron facilitarle acceso al corazón del pueblo peruano". […] En síntesis, Gutiérrez concluye que "las bases de ‘CAMBIO 90’ las proporcionan las iglesias evangélicas, en especial las de corte conservador y con una posición fundamentalista". [...] Asimismo, para Gutiérrez es significativo el avance de "evangelistas a evangélicos", como reconocimiento público en los medios, así como en el sentido popular, es decir, que puede constituir un paso significativo el desterrar el uso del término "evangelistas", como una manera despectiva, a un tratamiento más ciudadano y respetuoso con el uso del término "evangélicos"».
  110. Pérez Guadalupe y Amat y León, 2022, p. 67. «Según Gutiérrez, el saldo positivo para los evangélicos fue que la iglesia como colectivo religioso perdió el mito del apoliticismo. Los sectores más conservadores que cuestionaron el rol de defensa de los derechos humanos de parte del CONEP, algunos años antes, ahora se involucraban con entusiasmo en la nueva aventura política de Fujimori, demostrando que el problema de los evangélicos nunca fue la participación política en sí, sino, más bien, el signo o el contenido de la propuesta política que se defiende. El debilitamiento de los partidos políticos tradicionales, la crisis de las izquierdas a nivel mundial y el temor en la población como consecuencia del fenómeno subversivo y la violencia política existente, fueron el gran caldo de cultivo que hizo que la Iglesia Evangélica diera el paso definitivo a su ingreso a la arena político electoral.».
  111. Gallardo Lorenzo, Ignacio (2020). «Discursos políticos sobre la anticoncepción quirúrgica voluntaria en el Perú (1990-2000)». Revista del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social +Memoria(s) (3). ISSN 2523-112X. Consultado el 28 de agosto de 2023. «El 15 de septiembre de 1995, Fujimori participó en la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer de las Naciones Unidas en Beijing, en la que se perfilan los llamados Lineamientos de Política de Salud 1995-2000. Su discurso principalmente fue encaminado a ganarse la confianza de las organizaciones internacionales, buscando financiación exterior para elaborar la campaña nacional de planificación familiar en el Perú. [...] Fujimori en dicha cumbre aprovechó para posicionarse a favor del movimiento feminista y atacar la actitud de los movimientos conservadores, principalmente a las instituciones eclesiásticas ».
  112. Loxton, James (29 de julio de 2021). «Other Attempts at Conservative Party-Building in Latin America». Conservative Party-Building in Latin America: Authoritarian Inheritance and Counterrevolutionary Struggle (en inglés) (Primera edición). Oxford University Press. pp. 191-192. ISBN 978-0-19-753752-7. doi:10.1093/oso/9780197537527.001.0001. Consultado el 17 de agosto de 2023. «A final case with striking parallels is Fujimorismo in Peru. Fujimorismo (which has gone by many names over the years, but since 2012 has been called Popular Force) is an authoritarian successor party rooted in the competitive authoritarian regime of Alberto Fujimori (1992–2000). Although it never joined the UPLA, its commitment to the free market and hardline qualify it as a conservative party. In 2000, Fujimori’s regime collapsed and he fled the country, leading to a poor result for the party in the 2001 election security policies. [Fujimorismo as] relative success was especially noteworthy when compared to the country’s other high-profile attempt at conservative party-building in recent decades, Mario Vargas Llosa’s Liberty Movement. That party, as discussed later in the chapter, led the Democratic Front (FREDEMO) coalition in the 1990 general election, before disappearing ».
  113. Durand Guevara, Anahí (5 de enero de 2016). «Movimientos sociales y política en el Perú de hoy». Latinoamérica. Revista de Estudios Latinoamericanos (58): 59-84. ISSN 2448-6914. doi:10.1016/S1665-8574(14)70101-2. Consultado el 11 de enero de 2023. «Por otra parte, en lo que respecta a la preeminencia de un discurso autoritario conservador elaborado sobre la historia reciente de violencia y posterior pacificación, el legado fujimorista se presenta dominante en tanto haber posicionado una memoria oficial sobre las causas de la violencia, los artífices de la pacificación y la exaltación del orden y la gobernabilidad como garantía de crecimiento ».
  114. Planas, Pedro (1999). «La difícil integración de las ciudadanías en el Perú”». En Bardález, Elsa; Tanaka, Martín; Zapata, Antonio, eds. Repensando la política en el Perú. Pontificia Universidad Católica del Perú. pp. 361-362. ISBN 978-9972-603-18-1. Consultado el 11 de septiembre de 2023. «La estrategia de "modernización" de la economía, según se le ha concebido en Perú desde 1992, consistiría en elevar las leyes del libre mercado al rango de una cláusula sacrosanta, ubicada por encima de los derechos ciudadanos y de la propia Constitución, en un lugar inaccesible donde parece que también se ubican el imperativo político de la reelección presidencial y el control político de los ex poderes Legislativo y Judicial. Desde esa prioridad institucional, los niveles mínimos de protección social frente a las naturales disparidades del mercado –mecanismos de compensación propios de la economía de accidente- son plenamente ignorados por las leyes peruanas, que fomentan la deserción del rol solidario del Estado y sólo parecen catalogar al ciudadano peruano como un potencial "cliente", cuyos auténticos derechos serán sólo aquellos que adquiera como resultado de las leyes del propio mercado. Es decir, el habitante peruano, sólo si tiene cierta economía propia, podrá acceder al disfrute de esos derechos básicos que le corresponden por su condición humana ».
  115. Olmo, Guillermo (8 de abril de 2022). «Entrevista con Gustavo Gorriti: "El caudillismo de Fujimori sigue presente en el Perú de hoy"». BBC News Mundo. Consultado el 31 de agosto de 2023.
  116. Pérez Guadalupe y Amat y León, 2022, p. 61. «Desde marzo de 1991, ya se venían dando “las primeras expulsiones de evangélicos, entre los que figuraban Mario Soto, Juana Avellaneda, y Guillermo Yoshikawa” (p. 66). “De allí en adelante, las noticias de la oposición entre Carlos García García, representando a los evangélicos expulsados y renunciantes, se sucedieron hasta que el 13 de mayo de 1991, aparece una noticia que terminará por sellar la total separación del bloque mayoritario de evangélicos —no sólo de ‘Cambio 90’, sino de la confianza en el Presidente Fujimori: ‘Nació FE’ [Frente Evangélico]”. [...] La idea de consolidar una especie de ‘bancada evangélica’, a través de la creación del FE, terminó por convertirse en un proyecto inconcluso: el cierre del Congreso en abril de 1992 confirmó el alejamiento definitivo de la gran mayoría de los evangélicos que iniciaron la aventura política fujimorista en 1990».
  117. Chávez Yacila, Rosa (25 de abril de 2021). «Guillermo Flores: “ha habido una sobreutilización del discurso cristiano en la política desde el ‘90”». Ojo Público. Consultado el 2 de octubre de 2023. «Si bien los discursos religiosos siempre han tenido una influencia en la política peruana, ha habido una sobreutilización de discursos de corte cristiano desde el ‘90. Cuando Fujimori asumió la presidencia, su vicepresidente, Carlos García y García era evangélico, pero no tenía una agenda propia. El real detonador del discurso religioso peruano como lo conocemos ahora se da en 1992, con el autogolpe ».
  118. Maxwell, Cameron A.; Mauceri, Philip (1 de noviembre de 2010). Peruvian Labyrinth: Polity, Society, Economy (en inglés). Penn State Press. p. 168. ISBN 978-0-271-04324-1. Consultado el 4 de agosto de 2023.
  119. Roldán, Julio (2000). Vargas Llosa, entre el mito y la realidad: posibilidades y limites de un escritor latinoamericano comprometido. Tectum Verlag. pp. 232, 233. ISBN 978-3-8288-8160-0. Consultado el 20 de agosto de 2023.
  120. González González, Miguel Ángel (2004). El Perú bajo Fujimori: alumbramiento, auge y ocaso de una dictadura peruana. Madrid: Universidad Complutense de Madrid. p. 102. ISBN 84-669-2639-9. Consultado el 8 de septiembre de 2023. «Lo cierto es que el afamado escritor [Mario Vargas Llosa] era la mejor carta de presentación en los ámbitos nacional e internacional con la que podían contar tanto el proyecto neoliberal como los partidos conservadores que le daban un apoyo más oportunista que decidido; en este sentido, varios autores (Grompone, 1987; Lauer, 1988; Abad y Garcés, 1993) han puesto de manifiesto como, a finales de los 80, se asiste a un esfuerzo de los sectores conservadores peruanos, constituidos en una “nueva derecha”, para aproximarse, con fines políticos y electorales, a los sectores populares e informales ».
  121. Boisard, Stéphane; Giménez, María Julia (21 de febrero de 2022). «Defender el liberalismo con piedras y tanques: Mario Vargas Llosa y la Fundación Internacional para la Libertad». Nuevo Mundo Mundos Nuevos. Nouveaux mondes mondes nouveaux - Novo Mundo Mundos Novos - New world New worlds. ISSN 1626-0252. doi:10.4000/nuevomundo.87306. Consultado el 18 de agosto de 2023.
  122. Torres Arancivia, 2007, p. 125. «La modernización tradicionalista es una desviación del capitalismo. En dicha concepción, la élite o los grupos de poder anhelan ser modernos, pero lo hacen conservando las jerarquías sociales y considerando la legitimidad del que gobierna como incuestionable. Los cambios en un esquema como este son tomados con reticencias, pues, en esencia, se trata de un modelo conservador. Pero las contradicciones van más allá: en el plano del derecho formal, este recoge nociones de avanzada, aunque divorciadas de la realidad empírica, lo cual genera aquel abismo entre Estado real y Estado legal».
  123. Durand, Mathieu; Godard, Henri (8 de mayo de 2007). «Las elecciones presidenciales en el Perú en 2006: un indicador de la segregación socio-espacial y de la protesta social». Bulletin de l'Institut français d'études andines (36 (1)): 165-170. ISSN 0303-7495. doi:10.4000/bifea.4699. Consultado el 7 de septiembre de 2023. «A. García y O. Humala encarnan dos opciones de sociedad: el primero se inscribe dentro de la continuidad del modelo neoliberal implantado por A. Fujimori en los años 1990 y proseguido por A. Toledo; el segundo pretende romper con este modelo y defender los intereses nacionales y las poblaciones más desfavorecidas y excluidas del modelo económico desarrollado desde hace 16 años ».
  124. «Laura Arroyo: En muchas partes el fujimorismo siguió gobernando, aunque Keiko Fujimori no estuviera en Palacio». Ideele Radio. 29 de marzo de 2023. Consultado el 5 de septiembre de 2023.
  125. «Politólogo peruano: “Alan García ha logrado en una década que el APRA sea hoy casi un segundo fujimorismo"». AméricaEconomía. Consultado el 7 de septiembre de 2023. «Alan lo tiene más complicado porque ofrece casi lo mismo que el fujimorismo, y para distanciarse de ellos tiene que invertir mucho. Ya lo está intentando, pero hay que ver si en un año podrá deshacer el conservadurismo cultivado en una década. Me resulta difícil concebir que haya espacio para dos fujimorismos en segunda vuelta. Y García ha logrado en una década que el Apra sea hoy casi un segundo fujimorismo en el Perú ».
  126. Godoy, José Alejandro (1 de agosto de 2022). Los herederos de Fujimori: El legado de El último dictador. Penguin Random House Grupo Editorial Perú. p. 115. ISBN 978-612-5068-07-1. Consultado el 12 de marzo de 2023. «En esas mismas semanas, la candidata de Fuerza Popular suscribió otro compromiso de honor con la denominada Coordinadora Cívica Crisitana ProValores [...] ».
  127. Agencia EFE (2 de septiembre de 2018). «Keiko Fujimori dice quiso hacer “crítica constructiva” al presidente Vizcarra». www.telemetro.com. Consultado el 20 de agosto de 2023. «Al referirse a las críticas que recibe por su rechazo al enfoque de género en la educación, aseguró que en Perú se vive "en una sociedad conservadora y tradicional" y ella es "defensora de la familia" ».
  128. «Keiko Fujimori indignada por la excarcelación de altos mandos de Sendero Luminoso». El Economista. 19 de abril de 2018. Consultado el 7 de septiembre de 2023. «"Como todos recordamos, durante el Gobierno de (Valentín) Paniagua se flexibilizaron las normas antiterroristas y durante el Gobierno del señor (Alejandro) Toledo se dieron beneficios penitenciarios que hoy han sido utilizados por estos señores terroristas", agregó ».
  129. Paucar, Luis. «Keiko Fujimori retoma embestida contra la CIDH por demanda a favor de Víctor Polay: “Siempre ha protegido a terroristas”». infobae. Consultado el 3 de septiembre de 2023.
  130. Grupo de Análisis Político 50+1 (27 de febrero de 2021). Minicandidatos: Última temporada electoral de la serie política peruana. Penguin Random House Grupo Editorial. p. 72. ISBN 978-612-4272-75-2. Consultado el 20 de agosto de 2023.
  131. Giordano, Verónica; Rodríguez, Gina Paola (28 de agosto de 2019). «Luchas memoriales y estrategias de poder de las derechas en América Latina hoy». Universitas (31): 19-36. ISSN 1390-8634. doi:10.17163/uni.n31.2019.01. Consultado el 7 de septiembre de 2023. «En 2010 se creó el partido Fuerza Popular (FP), y desde ese mismo momento el relato fujimorista construido sobre el pasado reciente aparece desdoblado: por un lado, la defensa estricta de lo actuado por el dictador (considerado héroe pacificador) y por el otro, la condena de lo operado por su asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos (responsabilizado por los múltiples casos de corrupción y las violaciones a los derechos humanos) (“Keiko”, 2016). [...] La derecha se erige sobre una memoria del pasado reciente que, tal como expone el Informe de la CVR en sus conclusiones, asume que tanto el Estado como la insurgencia minaron las identidades colectivas, destruyeron las bases materiales y morales requeridas para la organización social e inocularon una cultura del miedo que aún se respira en el país (CVR, 2003) ».
  132. Pérez Guadalupe y Amat y León, 2022, «Los discursos conservadores como catalizadores de una ‘agenda política’», pp. 88-105.
  133. Alemán Mori, Luis (2018). «Activismo conservador evangélico contra la unión civil no matrimonial». Argumentos (Instituto de Estudios Peruanos) 12 (1): 42-48. ISSN 2076-7722. Consultado el 5 de septiembre de 2022. «Durante muchos años, la Iglesia católica ha sido la principal institución que ha regulado y resguardado una moral sexual. [...] [E]l conservadurismo católico (nacional y regional) ha optimizado sus estrategias con el objetivo de penetrar en las instituciones del Estado, participar en las discusiones políticas e intervenir en la formulación [de] leyes. [...] Sin embargo, dicha injerencia política ya no es ejercida exclusivamente por el catolicismo. En los últimos cinco años, un sector conservador de las Iglesias Evangélicas ha aunado esfuerzos para evitar la aprobación de normativas que vayan en contra de sus principios morales. [...] ».
  134. Barrera Rivera, Paulo (2017-12). «“Don’t you mess with my children”—Conservative Inter-religious Cooperation in Peru in the XXI Century». International Journal of Latin American Religions (en inglés) 1 (2): 296-308. ISSN 2509-9957. doi:10.1007/s41603-017-0030-5. Consultado el 29 de septiembre de 2023. «The political participation of evangelicals at the beginning of the twenty-first century is changing clearly and the tendency is for greater participation of Pentecostals and charismatics (Barrera 2006). The argument used today to justify political participation is that the church throughout the world is undergoing a new Bspiritual awakening, one of its effects being "a review of its role in the world." The goal is not just to gain space in Congress. A new political agenda based on religious morality guides the articulations of several Pentecostal churches with Fujimori and with the Catholic Church ».
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  138. Azurín, Alessandro (10 de marzo de 2021). «Milagros Aguayo: La empresaria de la fe que López Aliaga pretende llevar al Congreso». Sudaca - Periodismo libre y en profundidad. Consultado el 11 de septiembre de 2023. «“La mitad de nuestras listas son pastores o líderes evangélicos. Los números uno en nuestro país”, dijo orgulloso el candidato presidencial [Rafael López Aliaga] en la presentación de sus candidatos para las elecciones generales de abril ».
  139. Janos, Erika; Espinosa, Agustín; Pacheco, Manuel (31 de diciembre de 2018). «Bases Ideológicas de la Percepción del Sistema Normativo y el Cinismo Político en Adultos de Sectores Urbanos del Perú». Psykhe 27 (1). ISSN 0718-2228. doi:10.7764/psykhe.27.1.1176. Consultado el 6 de agosto de 2023. «Ahora, sobre estas dimensiones de la escala, los resultados sugieren dos nuevas dimensiones que pueden interpretarse como consecuencias del cinismo, más allá de la mera desconfianza hacia el sistema político: (a) la idea de que las deficiencias del sistema político pueden ser aprovechadas para beneficio personal, en una dimensión que se ha denominado Laxitud Moral Política (aunque en la muestra del presente estudio esta dimensión se encuentra bajo el promedio teórico) y (b) la idea de que el sistema político es efectivamente deficiente y que es posible tomar acciones desde la ciudadanía para cambiarlo, lo cual iría en contra de la idea de que el cinismo normalmente se caracteriza por el escepticismo ante una posibilidad de cambio. En ese sentido, se puede apreciar una especie de dualidad del cinismo político. En primer lugar, existe una concepción negativa que va más allá de un desinterés en la participación política y que implicaría una visión acrítica del sistema y, al mismo tiempo, fomentaría una relación clientelar con el mismo. Por otro lado, coexiste esta visión positiva en donde los ciudadanos tienen que buscar de manera activa una transformación de la sociedad y así evitar que sucedan eventos considerados como perjudiciales para la salud de la sociedad ».
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  145. Ríos Sierra, Jerónimo (2020). «Semblanzas revolucionarias de la izquierda peruana: Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui, Alan García y Sendero Luminoso1». Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades 22 (43): 325-348. Consultado el 7 de septiembre de 2023. «El APRA en ese momento ocupa mayormente el espacio político de izquierdas frente al resto de fuerzas políticas. Sin embargo, esta circunstancia cambia cuando García llega por segunda vez a la presidencia, en el año 2006. Rápidamente, sus políticas rompen con lo esperado y resultan más propias de un gobierno conservador, lo que le deja importantes críticas y cuestionamientos. Algunos autores, consideran que lo anterior se debe a tres razones en particular: las nuevas características del sistema de partidos, la lógica de coaliciones que tiene lugar en 2006 y la debilidad intrínseca del APRA (Tanaka, 2008) ».
  146. Basombrío, Carlos; Gamio, Gonzalo; Salinas, Pedro (Octubre de 2006). «Los primeros pasos de Alan II». Ideele (178): 4-8. «El silencio del discurso inaugural de Alan García frente al tema del sistema anticorrupción y a las políticas de defensa de los derechos humanos ha sido profundamente revelador respecto de la actitud de un Gobierno que ha prometido imponer “orden y autoridad”, que se ha comprometido innecesariamente con iniciativas populistas y virulentas como la propuesta de aplicar la pena de muerte a los violadores de menores que asesinen a sus víctimas, o que ha asumido una actitud hostil frente al trabajo de las organizaciones no gubernamentales en materia de justicia y medio ambiente. La presencia en el Gobierno de personajes vinculados a los sectores del conservadurismo político y religioso y la desconcertante proximidad con el fujimorismo suscita serias dudas sobre la continuidad de las políticas de justicia transicional iniciadas en el Gobierno de Valentín Paniagua. En el terreno de las formas, cierto trato vertical a los ministros, y cierto discurso de corte voluntarista y paternalista —con matices religiosos de muy viejo cuño— nos devuelven al tradicional estilo de la política presidencialista, que creíamos ya desaparecido en el Perú, justamente a partir de finales del año 2000 ».
  147. Arce Arce, Gerardo Alberto (Diciembre de 2010). «Fuerzas Armadas, comisión de la verdad y justicia transicional en Perú». Revista internacional de derechos humanos Sur 7 (13): 27-49. Consultado el 12 de septiembre de 2023. «En efecto, tras ganar las elecciones Alan García (Apra, 2006-2011), y tomar las primeras decisiones de su nuevo gobierno, se haría cada vez más evidente su alianza con los mismos sectores que habían sido su tenaz oposición en el pasado: la derecha política, económica y social. »
  148. Tegel, Simeon. «How Peru Laid the Groundwork for an Oil Spill Disaster». Foreign Policy (en inglés estadounidense). Consultado el 23 de febrero de 2022.
  149. «El Consenso de Lima». La Republica. 11 de mayo de 2013. Archivado desde el original el 20 de julio de 2020. Consultado el 23 de febrero de 2022.
  150. «Es falso comunicado difundido por Coordinadora Republicana que anuncia rompimiento entre Nuevo Perú y Castillo». larepublica.pe. 12 de mayo de 2021. Consultado el 4 de agosto de 2023. «La Coordinadora Republicana se autodenomina como “un grupo de personas que busca una confluencia republicana en defensa de la Constitución y los valores democráticos como un espacio político, no partidario” ».
  151. «Ántero Flores-Aráoz: “Si no nos unimos vamos a repetir el 2021″». Peru21. 9 de mayo de 2023. Consultado el 4 de agosto de 2023. «Necesitamos alguien que sepa gobernar y que sea honesto. Ya nos pasó en 2021. Hicimos la Coordinadora Republicana para tratar que se unieran. Hacer de bisagra. [...] Fracasamos por los egos. Una pena. Nadie quiere juntarse con el otro. Los mensajes y el pensamiento son muy similares. ¿Cuál es la diferencia? Antes estaban en las antípodas el socialcristianismo y la socialdemocracia. Hoy día están muy juntas. En este mundo moderno todos han migrado al centro. Y este se ha tugurizado ».
  152. Dammert, Lucía; Dargent, Eduardo (30 de noviembre de 2020). «Perú: ¿se evitó el salto al vacío?». Análisis Carolina (55). ISSN 2695-4362. doi:10.33960/AC_55.2020. Consultado el 31 de agosto de 2023. «El nombramiento del primer ministro resultó de especial relevancia: se eligió a Ántero Flores-Aráoz, un antiguo político peruano conocido por sus posiciones conservadoras, sus comentarios machistas e incluso racistas, y por haber obtenido menos del 0,5% del apoyo ciudadano cuando fue candidato presidencial. [...] El resto de los miembros del gabinete tan solo mostraban mayor debilidad y confirmaron el carácter conservador del gobierno. En él se incluían a representantes del mundo empresarial y personas sin conocimiento de los temas que debían gestionar. [...] La caída del breve régimen de Manuel Merino tuvo a la calle como protagonista, en tanto la ciudadanía rechazó lo que eran razones interesadas para controlar el poder y una coalición conservadora no pudo legitimar sus actos ».
  153. Castro Pérez, Raúl (1 de julio de 2021). «La imaginación cívica en Latinoamérica». Desde el Sur 13 (1): e0001-e0001. ISSN 2415-0959. doi:10.21142/DES-1301-2021-0001. Consultado el 31 de agosto de 2023. «[En el caso del Perú], se mostraron pancartas con «dinosaurios» dibujados, categoría empleada para referirse a cierto grupo etario de orientación conservadora ».
  154. Duárez Mendoza, Jorge Luis (31 de diciembre de 2022). «La deriva de la representación política en el Perú. El triunfo electoral de Pedro Castillo y la cuestión de la representatividad política». Discursos del Sur, revista de teoría crítica en Ciencias Sociales (10): 9-30. ISSN 2617-2291. doi:10.15381/dds.n10.24404. Consultado el 19 de agosto de 2023. «Según Ramón Pajuelo, en las elecciones generales del 2021 se fueron progresivamente decantando dos narrativas enfrentadas: un discurso del miedo y un discurso del descontento, narrativas que expresaban sentidos de pertenencia, perspectivas de futuro y representaciones de la historia contrapuestos. Según nuestro autor, estas narrativas empezaron a moldearse aún con poca claridad durante una primera vuelta electoral signada por un alto número de candidaturas (dieciocho postulantes). El componente ideológico de estas narrativas habría sido el primero que se habría moldeado a partir de una distinción entre, por un lado, alternativas conservadoras, de continuidad o modernización del modelo económico; y, por otro lado, el cuestionamiento al modelo económico, la eliminación de la desigualdad y la necesidad de una nueva constitución ».
  155. «En Primera Plana - Fujimori o Castillo, el giro ultraconservador de Perú». France 24. 30 de mayo de 2021. Consultado el 12 de septiembre de 2023.
  156. Cisneros, Claudia (13 de abril de 2021). «El Perú descuartizado». El Búho. Consultado el 21 de agosto de 2023. «Creo que una segunda lección de esta primera vuelta es que más que una confrontación entre derecha o izquierda económicas, lo que estaba y está delante de nuestros ojos es una disputa incluso anterior, la del conservadurismo contra el progresismo. Si algo tienen en común la izquierda de Pedro Castillo con las derechas de Keiko, López Aliaga- y hasta de Soto y Lescano- son sus diversos grados de conservadurismo. pero conservadurismo al fin. Al margen de los modelos de Estado que cada cual defiende, coinciden en su rechazo a los valores del progresismo por los derechos de minorías sexuales o de las mujeres frente a su cuerpo y la reproducción. La encarnación política de esos miedos en el respaldo a todos esos candidatos de los primeros 4 o 5 puestos, son una respuesta al avance del progresismo de los últimos años ».
  157. Aranda, Gilberto (Junio de 2021). «Paralelismos del súper domingo electoral y la revancha del mundo andino». Boletín del Departamento de América Latina y El Caribe 76. ISSN 2250-6683. Consultado el 31 de agosto de 2023. «[M]ientras que el sufragio punitivo de rechazo a la élite política peruana, se deslindó por con un candidato percibido como antisistema, Pedro Castillo, aunque hiperconservador en propuestas valórico-morales ».
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  161. EFE (22 de septiembre de 2021). «Vargas Llosa dice que el socialismo radical no es la solución para América». Los Angeles Times en Español. Consultado el 18 de agosto de 2023. «[Vargas Llosa] afirmó que al igual que Nicaragua cuyo presidente, Daniel Ortega, detiene a opositores previo a las elecciones de noviembre, Perú se acerca al grupo de países “que defienden el “socialismo del siglo 21” , tras las “elecciones fraudulentas” que a mediados de año le dieron el triunfo al izquierdista Pedro Castillo ».
  162. Velasco, Ricardo (12-18 de mayo de 2023). «Pensando adversarios». Hildebrandt en Sus Trece (635): 6-7. Resumen divulgativo Twitter.
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  164. Vásquez Benavente, Laura. «Constitución prioriza debate de normas orientadas a que el Perú denuncie a la Convención Americana de Derechos Humanos». infobae. Consultado el 11 de septiembre de 2023. «En este contexto, la Comisión de Constitución, presidida por la parlamentaria fujimorista Martha Moyano, ha priorizado la discusión de tres proyectos de ley que contemplan denunciar a la Convención Americana sobre Derechos Humanos ».
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  169. «Dina Boluarte advierte que profesores que den mensajes “ideologizados” serán despedidos - Caretas Política». Caretas. 16 de mayo de 2023. Consultado el 19 de agosto de 2023.
  170. Luján, Estéfany (4 de octubre de 2023). «Cuestionan cambios en el Ministerio de la Mujer que ponen en riesgo la transversalización del enfoque de género». infobae. Consultado el 5 de octubre de 2023. «El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp) modificó su Reglamento de Organización y Funciones (ROF) y con ello oficializó la eliminación de la Direccion de Transversalización del Enfoque de Género como órgano de línea, un área que funcionó, hasta hoy, como órgano de línea del Despacho Viceministerial de la Mujer ».
  171. «López Obrador opina sobre política de Perú, dice que “conservadurismo trabaja contra Castillo”». Gestión. 7 de febrero de 2022. Consultado el 20 de agosto de 2023. «Dijo que “un bloque de derecha conservador” se reunió hace unos meses en Miami y el invitado especial fue el escritor peruano Mario Vargas Llosa “y lo que plantearon ahí, pues no dejan de tener relaciones, fue como una internacional del conservadurismo” ».
  172. «AMLO: “En el Perú hubo un golpe del conservadurismo, son racistas y muy corruptos”». larepublica.pe. 22 de diciembre de 2022. Consultado el 4 de agosto de 2023.
  173. Gilbert, Abel (19 de julio de 2023). «La presidenta de Perú califica de "guerra" las protestas en su contra». elperiodico. Consultado el 19 de agosto de 2023. «Boluarte reemplazó al destituido Pedro Castillo en diciembre pasado. Aunque pertenecían al mismo partido, Perú Libre, en apariencias de izquierdas, la mandataria provisional no dudó en aliarse con los sectores más conservadores para manejar el Ejecutivo hasta 2026 ».
  174. «Juan de la Puente sobre el gobierno de Dina Boluarte: Ella no es la líder, es el vértice de una coalición conservadora». Ideele Radio. 8 de febrero de 2023. Consultado el 12 de septiembre de 2023. «“Creo que estamos frente a un fenómeno que la teoría política denomina cooptación. Es decir, ella no es la líder de una coalición; ella es parte, es el vértice de una coalición. Probablemente, esa coalición conservadora está a la espera de un líder o una líder, digamos, que lo represente más”, acotó ».
  175. Coca Pimentel, Valeria. «“Perú está en un camino decidido hacia el autoritarismo”: CPP habló de la criminalización de la protesta del Gobierno». infobae. Consultado el 17 de septiembre de 2023. «Considero que ya no hay instancias. Perú está en un camino decidido hacia el autoritarismo. Las instancias que antes podían proteger al periodismo y la libertad de expresión están ocupadas por el Congreso. La Defensoría del Pueblo está muda con respecto a su voz de libertad de expresión, tenemos un Tribunal Constitucional que también está perfilado junto con el Congreso que quiere retirar al Perú de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de otros organismos multilaterales internacionales. Estamos desprotegidos ».
  176. «Verónika Mendoza: “Dina Boluarte es solo la careta de una coalición autoritaria, conservadora y mafiosa”». Caretas. 13 de junio de 2023. Consultado el 19 de agosto de 2023.
  177. Zárate, Pamela (6 de septiembre de 2023). «Fiscal de la Nación a punto de librarse de investigaciones de la JNJ gracias al Congreso». El Búho. Consultado el 10 de septiembre de 2023. «Chirinos afirmó que ella es una demócrata y que siempre será respetuosa de las instituciones del Estado. Sin embargo, aclaró que rechaza a quienes se hacen llamar “progresistas y que pretenden tomar las instituciones a su antojo” ».
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  184. «Fuerza Popular y Apra se unen para interpelar a ministra de Educación». Peru21. 16 de abril de 2019. Consultado el 7 de septiembre de 2023. «Milagros Salazar explicó a este diario que la intención es investigar desde la gestión del ex ministro Jaime Saavedra – a quien también Fuerza Popular y el Apra sacaron del cargo vía interpelación y censura–, pues quieren encontrar “a los responsables de que estos textos hayan tenido un contenido inadecuado” ».
  185. «Hijo de exfujimorista Rosas usa el Congreso para dar conferencias contra la igualdad de género». larepublica.pe. 25 de junio de 2019. Consultado el 19 de agosto de 2023. «Los proyectos de ley mencionados fueron presentados por Fuerza Popular hace unos meses y excluyen el enfoque de género de las políticas públicas. El PL 3610, si bien señala que busca la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres, intenta excluir “del ordenamiento jurídico y las políticas públicas todo término que haga referencia a la ideología de género”. Por su lado, el PL 3795 tenía un propósito similar: “excluye la ideología de género de las políticas públicas dirigidas a niños y adolescentes”. »
  186. Ester, Bárbara (16 de septiembre de 2017). «Perú, la crisis anunciada: PPK vs. el Congreso». CELAG. Consultado el 7 de septiembre de 2023. «La censura al ex ministro de Educación, Jaime Saavedra, por parte de la coalición APRA-fujimorismo, ante la cual el Ejecutivo dejó pasar la oportunidad de plantear la cuestión de confianza, fue un grave error político ya que en ese momento su imagen no era tan desfavorable en las encuestas ».
  187. «Adrianzén: Actitud de Fuerza Popular en caso Sodalicio tendría que ver con el poder de Cipriani, gran amigo de Keiko». Ideele Radio. 10 de marzo de 2017. Consultado el 4 de septiembre de 2023.
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  202. Vasquez, Laura (20 de junio de 2023). «Sigrid Bazán: El rol de Keiko Fujimori ha sido el de gobernar sin ser presidenta». larepublica.pe. Consultado el 6 de septiembre de 2023. «"[...] Yo creo que la tranquilidad de Keiko Fujimori, cuando dice estas afirmaciones, parte por el hecho de que en este país se puede gobernar sin ser presidente. En este país se puede controlar instituciones sin ser jefe de la institución y creo que ese ha sido el rol de Keiko Fujimori los últimos 10 años por lo menos [...]", aseveró para RPP. »
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  209. «Por qué no debes tenerle miedo a la 'ideología de género'». Peru21. 1 de diciembre de 2016. Consultado el 5 de octubre de 2023. «Una de las autoridades detrás de esta postura contra la 'ideología de género' es el alcalde Luis Castañeda Lossio, quien firmó la 'Declaración de Lima' "contra el intento de imposición de la Ideología de Género" ».
  210. Pérez Guadalupe y Amat y León, 2022, p. 115. «En este evento, que constituyó un hito importante en el desarrollo del proyecto, se firmó la llamada "Declaración de Lima", "un documento mediante el cual [los participantes de la reunión] se comprometieron a defender la dignidad de la vida humana, de la familia y la libertad religiosa" (Tello, 2019a, p. 49). Este documento fue firmado también el alcalde de Lima, Luis Castañeda, el sacerdote católico Luis Gaspar (del Arzobispado de Lima), el pastor Humberto Lay, el pastor Rodolfo Gonzáles, entre otros personajes, aparte de los mencionados líneas arriba».
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  219. «Cipriani dijo que la religión no es un obstáculo que los legisladores necesiten saltarse». canaln.pe. 28 de julio de 2014. Consultado el 5 de octubre de 2023. «Cipriani recordó en ese sentido la firma del “Compromiso por el Perú”, que firmaron representantes de diversas religiones con partidos políticos (en el que el partido de gobierno no estuvo incluido) que está en contra de la unión civil y el aborto ».
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  221. Chirinos, Carmen Vildoso (31 de diciembre de 2022). «López Aliaga y Renovación Popular: un proyecto de restauración patriarcal». Discursos del Sur, revista de teoría crítica en Ciencias Sociales (10): 67-85. ISSN 2617-2291. doi:10.15381/dds.n10.22741. Consultado el 19 de agosto de 2023. «[E]n esa coyuntura, la resistencia de Keiko Fujimori a aceptar su derrota frente a Pedro Pablo Kuczynski bloqueó la posibilidad de entendimiento entre sus partidos pese a representar, ambos, propuestas de modernización conservadora ».
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  228. Castro, Jonathan (15 de agosto de 2019). «Los conservadores asumen puestos de poder en el Congreso». El Comercio. ISSN 1605-3052. Consultado el 19 de agosto de 2023. «Dos de los tres vicepresidentes que lo acompañan en la mesa directiva también han mostrado su oposición a la “ideología de género”: Karina Beteta y Salvador Heresi. Beteta es una de las que sumaron sus firmas al proyecto de Tamar Arimborgo para eliminar esta supuesta ideología de todas las políticas públicas destinadas a menores de edad ».
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  244. Arenas, Susan Carol Bernuy (30 de diciembre de 2021). «Colonialidad, extractivismo y resistencia en la Amazonía peruana». Espiral, revista de geografías y ciencias sociales 3 (6): 5-27. ISSN 2708-8464. doi:10.15381/espiral.v3i6.21705. Consultado el 19 de agosto de 2023. «Es posible identificar la actuación colonial del Estado en la Amazonía peruana. Entre los ejemplos que ilustran esta situación, se puede identificar el gobierno de Fernando Belaúnde y su política de “La conquista del Perú por los peruanos” que se centró en la ocupación/colonización de la Amazonía, la explotación desordenada de sus recursos y la imposición de una “visión de desarrollo moderna” que se acompañaron de acciones como el bombardeo a pueblos originarios no contactados (Genocidio Matsés en Loreto). O el gobierno de Alan García que promulgó decretos legislativos que afectaban la autonomía de los pueblos originarios, a fin de facilitar la firma de un tratado de libre comercio con los Estados Unidos, lo cual fue realizado sin ningún tipo de consulta, alegando que “estas personas no son ciudadanos de primera clase” y que sus territorios son “tierras ociosas porque el dueño no tiene formación ni recursos económicos, por tanto, su propiedad es aparente”, más una serie de irresponsables acciones que suscitaron la masacre en Bagua, más conocida como el “Baguazo” ».
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  246. Silva Santisteban, Rocío (1 de enero de 2016). «Perros y antimineros : discursos extractivistas y prácticas represivas en el Perú.». Tabula Rasa (24): 79-104. ISSN 2011-2742. doi:10.25058/20112742.58. Consultado el 19 de agosto de 2023. «De esta manera el discurso extractivista se engarza «naturalmente» sobre el discurso neoliberal fujimorista que apela a lo técnico como elemento neutro dentro del ámbito de lo político y desprestigia lo político asumiéndolo como ideologizado; y sin embargo se integra al sistema global en tanto que país productor de materias primas. Con el alza posterior de los commodities y el aumento de las inversiones mineras, de hidrocarburos y gasíferas a gran escala entrado el siglo XXI, así como la democracia en el Perú, el mismo sentido común permanece ».
  247. Fisher, Jeffrey A. (18 de agosto de 1995). «Privatizando el medio ambiente ¿un rubro contradictorio para el desarrollo sostenible?». Agenda Internacional 2 (5): 113-129. ISSN 2311-5718. doi:10.18800/agenda.199503.007. Consultado el 27 de septiembre de 2023. «Desde que el Código del Medio Ambiente y los Recursos naturales (CMARN) se firmó en Septiembre de 1990, este se ha debilitado considerablemente, dejando de ser un "obstáculo" para la inversión privada. Cabe decir que desde el principio, el Código contenía omisiones e incongruencias que requerían ser clarificadas, pero muchos de los cam-bios que se han dado hasta ahora buscan solo que el Perú sea más atractivo para la inversión privada. Esto se evidencia en las leyes aprobadas después que se promulgó el CMARN. Por ejemplo, la ley de Promoción de las Inversiones en el Sector Agrario, del 11 de Noviembre de 1991, deroga el Artículo 71 del CMARM que prohibía desarrollar actividades de aprovechamiento energético o de recursos naturales no renovables en áreas naturales protegidas ».
  248. Torres Arancivia, 2007, pp. 132-133. «El Perú nunca pasó por un proceso de industrialización. Más bien, optó por continuar en la línea económica antiguorregimental: exportación de materias primas, cargas tributarias a estamentos sobrevivientes —dígase indígenas, por ejemplo—, ingresos por aduanas y, lo más importante, el fomento del rentismo más que de una cultura capitalista».
  249. Espinosa, Oscar (8 de diciembre de 2018). «La relación de la Iglesia católica y las Iglesias evangélicas con las organizaciones indígenas en la Amazonía peruana: la experiencia del pueblo achuar». Bulletin de l'Institut français d'études andines (47 (3)): 267-292. ISSN 0303-7495. doi:10.4000/bifea.10226. Consultado el 11 de agosto de 2023. «[L]uego de la firma de la Declaración de Paz de Itamaraty en 1995 y del Acta de Brasilia en 1998 entre Perú y Ecuador, la relación mantenida entre los achuar peruanos y ecuatorianos permitió la realización de encuentros binacionales y la creación de una instancia común: la Coordinadora Binacional de la Nacionalidad Achuar del Ecuador y Perú (COBNAEP). Según Jorge Fachín y Segundo Wasunt (comunicación personal, 2007), se trató de un proceso cada vez mayor de coordinación y unidad para hacer frente a los problemas comunes que se enfrentan a ambos lados de la frontera, principalmente ante las amenazas que suponen las empresas petroleras. Este proceso de unidad significaba, pues, relativizar las diferencias religiosas y destacar, en cambio, aquellos aspectos en común, como el impacto negativo de la presencia de las empresas en relación con su territorio y su medio ambiente. »
  250. Alayza Moncloa, Alejandra, ed. (2011). Transiciones: post extractivismo y alternativas al extractivismo en el Perú (Primera edición). Centro Peruano de Estudios Sociales. ISBN 978-9972-722-17-2. Consultado el 26 de septiembre de 2023. «Por un lado, tenemos la realidad de países como Colombia, Perú y con ciertos matices Chile (de Sebastián Piñeira), que continúan bajo los preceptos de las políticas del consenso de Washington y que tienen en el sector extractivo, sobre todo la minería y los hidrocarburos, a uno de los pilares de sus economías: en estos países las políticas se siguen caracterizando por la promoción abierta de estas actividades, bajo el predominio y el control de los recursos por empresas transnacionales, que desarrollan sus actividades en un escenario de desregulación total, con Estados que tienen una mínima presencia y participación ».
  251. «¿Cómo formalizar el lobby en el Perú?». El Comercio. 8 de septiembre de 2014. ISSN 1605-3052. Consultado el 3 de agosto de 2023. «José de Echave, ex viceministro de Gestión Ambiental, acepta la validez del lobby, pues reconoce que también las ONG ambientalistas y de derechos humanos lo ejercen, sin embargo, indica que su ejercicio adolece de una gran falta de transparencia ».
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  260. Murakami, Yusuke (2012). Perú en la era del chino: la política no institucionalizada y el pueblo en busca de un salvador. Ideología y Política (Segunda edición revisada y actualizada). Instituto de Estudios Peruanos. p. 45. ISBN 978-9972-51-345-9. Consultado el 27 de septiembre de 2023. «Teniendo en cuenta lo anterior, es dable preguntarse: ¿por qué se le llama “neopopulismo” a la política de Fujimori? Para responder a esta pregunta es importante tomar en cuenta que mientras el populismo convencional se desarrolló bajo un esquema que asignaba al Estado un desempeño importante en la economía y la sociedad así como en la protección de las industrias internas, en el caso de Fujimori, el populismo se amoldó a las políticas “neoliberales” de minimizar en lo posible el rol del Estado, impulsar la apertura y liberalización de la economía y perfeccionar la economía de mercado ».
  261. Alegría, Alicia (30 de noviembre de 2020). «La controversia en torno al enfoque de género en el currículo nacional de educación básica en el Perú por parte de la campaña #ConMisHijosNoTeMetas». La Colmena (13): 8-17. ISSN 2220-4490. Consultado el 9 de agosto de 2023. «Según Maruja Barrig (2002), en el Perú de los años noventa, el desarrollo del neoliberalismo viene conjuntamente acompañado con políticas a favor del enfoque de género, dada la “alianza implícita” del gobierno de Fujimori con los organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales feministas en la Conferencia de Beijing en 1995. En esta, como señala Barrig (2002), el Estado se compromete, de manera general, a incentivar políticas para las mujeres, lo que permitió intervenir mediante programas de “planificación familiar”. Paradójicamente, lo que se presentó como una manera de empoderar a las mujeres sobre su vida sexual, condujo a la aplicación de un conjunto de políticas de esterilización que se implementaron privilegiando la maximización del capital sobre los derechos de los cuerpos de las mujeres ».
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  266. Palomino Thompson, Carlos Eduardo (30 de diciembre de 2017). «Educación religiosa escolar en constituciones y leyes del Perú republicano». Alétheia 5 (1): 27-36. ISSN 2708-6402. doi:10.33539/aletheia.2017.n5.2100. Consultado el 17 de agosto de 2023.
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  269. Velásquez Benites, Orlando (19 de agosto de 2020). «Viacrusis y parálisis en la universidad peruana». Journal of the Academy (3): 40-54. ISSN 2707-0301. doi:10.47058/joa3.4. Consultado el 9 de agosto de 2023. «Los gobiernos sucesivos y los sectores conservadores, después de la Reforma universitaria, desarrollaron mecanismos y políticas para contrarrestar el avance de la Autonomía universitaria y el posicionamiento de la universidad en la sociedad peruana, imponiendo restricciones, recorte presupuestal e intentos intervencionistas como la creación del CONUP, ente regulador de las universidades, la anulación del régimen facultativo y otras medidas para impedir la organización estudiantil ».
  270. Huertas Vilca, Karla Stefanny; Durand Azcárate, Luis Augusto; Cabos Villa, Luigi; D'Angelo Panizo, Maria del Carmen (8 de febrero de 2022). «Modelo neoliberal en sistema educativo peruano: Crisis y limitaciones en el contexto de pandemia». Encuentros. Revista de Ciencias Humanas, Teoría Social y Pensamiento Crítico. (15): 352-365. ISSN 2610-8046. doi:10.5281/zenodo.5980107. Consultado el 10 de septiembre de 2023. «El modelo neoliberal pone al descubierto la mercantilización de la educación, en cuyo caso privatiza el saber y coloca al conocimiento y la información en un lugar privilegiado cuyo provecho se ve determinado por la capacidad y cobertura económica ».
  271. Ruiz Caro, Ariela. «Reforma neoliberal - TLC y educación en el Perú». LaRepublica.pe. Archivado desde el original el 28 de octubre de 2014. Consultado el 8 de septiembre de 2023. «Es cierto que Fujimori realizó una reforma neoliberal en el sector educativo, que hoy, sin necesidad de modificaciones, se intenta perpetuar con el TLC. En la medida en que el Perú, en el marco de las negociaciones multilaterales que tienen lugar en la OMC, no ha presentado una oferta de liberalización de los servicios educativos (salvo centros de idiomas y arte culinario), un futuro gobierno podría realizar cambios en la legislación nacional sobre educación. [..] Este proceso [de neoliberalización] se ha profundizado desde inicios de los noventa con el telón de fondo de las políticas económicas aplicadas en el marco del denominado Consenso de Washington, cuyos ejes centrales fueron la plena libertad de mercado, la disciplina fiscal y la desregulación del Estado. Al Estado se le asignó un rol "subsidiario", hecho que connota una visión residual de las políticas públicas, pues a éste, según dicho Consenso, sólo le corresponde actuar allí donde el mercado no llega. El Estado debía limitarse a mantener el orden interno y externo y a la realización de tareas de asistencia social. »
  272. Castillo Rivadeneira, Oscar (31 de diciembre de 2021). «La sociología, el neoliberalismo y el traje del emperador». Pluriversidad (8): 27-49. ISSN 2617-6262. doi:10.31381/pluriversidad.v1i8.4569. Consultado el 9 de septiembre de 2023. «En ese aspecto, se puede decir que, los neoliberales, aliados con los conservadores de ultraderecha, y grupos fanáticos religiosos, también tuvieron éxito, asociando o ligando a la oposición de izquierda, la socialdemocracia y las ciencias sociales, con los conceptos de «terrorismo» «comunismo» y «violencia política». Así, a lo largo de las décadas de esta «larga noche neoliberal», disciplinas como la sociología y las ciencias políticas se debilitaron o desaparecieron en muchas universidades del país ».
  273. Fowks, Jacqueline (3 de marzo de 2017). «La educación sobre igualdad de género divide a Perú». El País. ISSN 1134-6582. Archivado desde el original el 9 de abril de 2019. Consultado el 9 de agosto de 2023.
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  278. Gargurevich, Juan (9 de abril de 2007). «La Izquierda Caviar». Agencia Perú. Consultado el 23 de mayo de 2023. «Piensan ‘a gauche’ pero viven ‘a droite” dicen que es una buena definición de lo que hoy algunos llaman “Izquierda caviar” para desvalorizar a liberales no proletarios que apuestan por una visión crítica del estado de cosas. Las derechas conservadoras se burlan con “son los niños bien que se portan mal”. [...] Señalar a políticos como “izquierda caviar” es un recurso desvalorizador que comienza precisamente a desvalorizarse por el uso excesivo... »
  279. Feldman y Moraga Núñez, 2023, p. 150. «The predominant use of “caviar” in Peru does not relate to such culinary experiences though; it denotes a class of progressive elites who, according to critics, have undue influence over the country’s affairs and whose embrace of causes such as human rights should be viewed with suspicion».
  280. Tejada, Claudia (2023). «Los caviares, ¿injustamente atacados?: cómo se legitiman los ataques en la sociedad». Canalé (PUCP): 33-37. Consultado el 14 de mayo de 2023. «En conclusión, se puede describir a los ‘caviares’ como intelectuales que se alejan de los extremos para ubicarse en el centro o centro izquierda. Asimismo, si algo podemos rescatar de este conjunto de de claraciones es que el apelativo caviar se usa para deslegitimar a la persona. No hay evidencia de que la gente tildada de caviar quiera o apoye gobiernos autoritarios en el país. Estamos hablando de personas que no tienen miedo a hablar y proteger lo que consideran justo para vivir en libertad, democracia y desarrollo ».
  281. «Fernando Rospigliosi sobre voto de confianza: En mi opinión, no deberían darle». América Noticias. Consultado el 19 de junio de 2023. «[L]a mafia caviar son un conjunto de ONG, estudios de abogados, de políticos y que además tienen una enorme influencia en los medios de comunicación ».
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  283. Barrera Rivera, Paulo (30 de diciembre de 2021). «Religião contra democracia: o neoconservadorismo evangélico no Peru do século XXI». Ciencias Sociales y Religión (en portugués) 23: e021023-e021023. ISSN 1982-2650. doi:10.20396/csr.v23i00.15315. Consultado el 24 de julio de 2023. «[L]a derecha no se ha contentado con la crisis semántica del “terruqueo” y la ha resignificado y ampliado con la expresión “caviar”. La izquierda “caviar” sería una izquierda de clase media, intelectual cuya condición privilegiada no lo lleva a una práctica política objetiva. Pero el sentido de “caviar” se ha ampliado. RLA es el candidato que más lo usa y él mismo lo define de la siguiente manera: “un caviar es un comunista que se infiltra en las instituciones del estado, vive del salario del Estado, destruye la iglesia y odia a las FF AA”. RLA y sus candidatos usan estra-tégicamente la expresión “el caviarismo” como explicación simplificadora de todos los males del país pero especial atención le dan a un supuesto daño moral a la sociedad. Es la lucha contra la “caviarada”, que se habría instalado en todas las instituciones sociales, políticas y educativas, lo que moviliza sectores de las fuerzas armadas, policiales y religiosa ».
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  288. Tuya Jara, Alfredo, ¡Soy caviar!, Huaraz Noticias. «Hace un buen tiempo en el escenario político, se viene utilizando el término que sectores intolerantes y antidemocráticos recurren para descalificar a quienes han osado cuestionar sus fechorías, y el término es "izquierda caviar" o simplemente "los caviares" [...] Con este término demuestran una solapada discriminación y de paso la falta de argumentos para tratar de justificar las fechorías de Fujimori...»
  289. «Sigrid Bazán se confiesa: ‘Me gusta el Reguetón y no me afecta que me digan caviar’». Trome.com. 20 de noviembre de 2018. Consultado el 7 de junio de 2023.
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  291. Paucar, Luis. «Patricia Chirinos llama “caviares” a miembros de JNJ y ordena a Cancillería a pronunciarse contra CIDH». infobae. Consultado el 26 de septiembre de 2023. «Ante la difusión del comunicado [de la CIDH sobre la preocupación de la investigación a la Junta Nacional de Justicia], la diputada tildó de “caviares” al pleno de la JNJ y señaló que el respaldo [de la CIDH] contiene “mentiras y una narrativa falsa e ideologizada que busca destruir la imagen internacional del Estado” ».
  292. De Piérola, Francisco (presentador) (21 de agosto de 2023). «Entrevista a Fernán Altuve». Canal N (Mundos paralelos) (Lima: Compañía Peruana de Radiodifusión). Escena en minuto 17. Consultado el 22 de agosto de 2023. «La república caviar fue fundada por [Valentín] Paniagua. [...] El apogeo de la república fue gracias a un [gobierno] "no caviar" (Alan García), [...] quien no confrontó con los "caviares" ».
  293. Bobadilla, Percy (2017). «Análisis del proceso histórico de las ONG en el Perú: cambios y permanencias en su identidad institucional». Las ONG en la era de la globalización: Cambios y permanencias en su identidad y rol institucional. Pontificia Universidad Católica del Perú. p. 25. ISBN 978-612-4320-20-0. Consultado el 27 de julio de 2023. «Un [factor] importante es el rol que jugaron tanto los movimientos estudiantiles como las universidades en la composición de las ONG. En un contexto de expansión de carreras relacionadas a las ciencias sociales, los estudiantes universitarios tuvieron un rol central al presionar a las autoridades “para que se incluyera programas de proyección social o acción social como parte de la responsabilidad de la universidad hacia la comunidad” (Carroll, Humphreys y Scurrah, 1990: 38). [...] En esa línea, Beumont (1996) señala que el rol de las ONG estuvo marcado por un cariz político anti-estatal y bajo una propuesta de cambio. Según el autor, la metodología de trabajo priorizaba la educación popular ya que esta vía representaba la concientización política de los grupos destinatarios, el fin era realizar el cambio social a través del cambio político e ideológico ».
  294. Cárdenas, Luis Olivera; Medina, Tahina Ojeda; Muñoz, Enara Echart; Kern, Alejandra; Weisstaub, Lara; Rada, Eduardo Paz; Filho, Clayton M. Cunha; Hernández-Umaña, Bernardo Alfredo et al. (2019). Medina, Tahina Ojeda, ed. Perú: El Complejo Proceso De Ser Dual. Balance de una década (2008-2018). CLACSO. pp. 153-162. doi:10.2307/j.ctvt6rmgq.15. Consultado el 6 de octubre de 2023.
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Bibliografía

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