Cristóbal Colón
Cristóbal Colón (Cristoforo Colombo, en italiano, o Christophorus Columbus, en latín; de orígenes discutidos, los expertos se inclinan por Génova, República de Génova[n. 1][3][4] donde pudo haber nacido el 31 de octubre de 1451[5] y se sabe que murió en Valladolid el 20 de mayo de 1506) fue un navegante, cartógrafo, almirante, virrey y gobernador general de las Indias Occidentales al servicio de la Corona de Castilla. Realizó el llamado descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492, al llegar a la isla de Guanahani, en las Bahamas.
Cristóbal Colón | ||
---|---|---|
Retrato de hombre, óleo sobre lienzo de Sebastiano del Piombo, fechado en 1519, con una leyenda de dudosa autenticidad que lo identifica como el ligur Colombo, «el primero en entrar en barco en el mundo de las Antípodas» (Nueva York, Metropolitan Museum).[1] No se conocen retratos auténticos de Colón.[2] | ||
| ||
1.er Virrey de las Indias (título nominal desde 1500) | ||
12 de octubre de 1492-20 de mayo de 1506 | ||
Monarca | Reyes Católicos | |
Predecesor | Nuevo cargo | |
Sucesor |
Diego Colón (a partir de 1511; Pleitos colombinos) | |
| ||
1.er Gobernador general del Virreinato de Indias | ||
17 de abril de 1492-10 de marzo de 1496 | ||
Monarca | Reyes Católicos | |
Predecesor | Nuevo cargo | |
Sucesor |
Bartolomé Colón (como primer adelantado y segundo gobernador general de Indias) | |
| ||
3.er Gobernador general del Virreinato de Indias | ||
30 de agosto de 1498-23 de agosto de 1500 | ||
Monarca | Reyes Católicos | |
Predecesor |
Bartolomé Colón (como primer adelantado y segundo gobernador general de Indias) | |
Sucesor |
Francisco de Bobadilla (como cuarto gobernador general de Indias) | |
| ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Christophorus Columbus | |
Nombre en italiano | Cristoforo Colombo | |
Nombre en Ligurian | Christoffa Corombo | |
Nacimiento |
Posiblemente 1451 Génova (Génova)[3][4] | |
Fallecimiento |
20 de mayo de 1506 (54 años) Valladolid (Castilla) | |
Sepultura | Catedral de Sevilla | |
Religión | Iglesia católica | |
Familia | ||
Familia | Colón | |
Padres | Domingo Colón y Susana Fontanarossa | |
Cónyuge | Felipa Moniz | |
Pareja | Beatriz Enríquez de Arana | |
Hijos | Diego Colón y Hernando Colón | |
Información profesional | ||
Ocupación | Navegante, cartógrafo, almirante, virrey y gobernador general de las Indias Occidentales | |
Lealtad | Corona de Castilla | |
Unidad militar | Columbus' fleet | |
Rango militar |
| |
Firma | ||
Escudo | ||
| ||
Efectuó cuatro viajes a las Indias —denominación inicial del continente americano — y aunque posiblemente no fue el primer explorador europeo de América, se le considera el descubridor de un nuevo continente —por eso llamado el Nuevo Mundo— para Europa, al ser el primero que trazó una ruta de ida y vuelta a través del océano Atlántico y dio a conocer la noticia. Este hecho impulsó decisivamente la expansión mundial de la civilización europea, así como la conquista y colonización por varias de sus potencias del continente americano. No se sabe con certeza hasta qué punto era consciente de que América era una masa de tierra totalmente separada; nunca renunció claramente a su creencia de que había llegado al Extremo Oriente.
Como gobernador colonial, Colón fue acusado por sus contemporáneos de una importante brutalidad y pronto fue destituido del cargo. Durante su gobierno en La Española, los taínos, un pueblo que fue diezmado y dejado de contabilizar en los censos de la época pero del cual se conservan descendientes,[6][7] fueron objeto de un impuesto,[8] repartidos entre los colonos[9] y vendidos como esclavos.[10][11] Algunos historiadores han negado las acusaciones de genocidio realizadas contra él por otros.[12][13] Las tensas relaciones de Colón con la Corona de Castilla y sus administradores coloniales designados en América condujeron a su arresto y expulsión de La Española en 1500, y posteriormente a un prolongado litigio sobre los beneficios que él y sus herederos reclamaban que les debía la corona.
Su antropónimo es un ícono mundial que inspiró diversas denominaciones, como la de un país: Colombia,[14] y dos regiones de Norteamérica: la Columbia Británica, en Canadá, y el Distrito de Columbia, en Estados Unidos.
Perfil histórico
Cristóbal Colón sostenía que podía alcanzarse el lejano oriente (conocido en la época como «Las Indias») desde Europa, navegando por el océano Atlántico hacia el oeste, y que era posible realizar el viaje por mar con posibilidades de éxito.[15] La caída del Imperio romano de Oriente en poder de los turcos otomanos en 1453, tras la toma de Constantinopla, su capital, provocó el encarecimiento del comercio entre Europa y las regiones orientales.
Si bien en el siglo iii a. C., el astrónomo griego Eratóstenes había calculado con bastante exactitud la medida de la circunferencia de la Tierra, al parecer, la hipótesis de Colón sobre la posibilidad del viaje se basaba en cálculos alternativos (y erróneos) sobre el tamaño de la esfera, ya que suponía que era más pequeña de lo que realmente es.[16][17] Ahora bien, Colón aseguraba que había recopilado datos sobre la existencia de tierras habitadas al otro lado del Atlántico. De los mismos deducía que el extremo oriental de Asia se hallaba mucho más próximo a Europa de lo que suponían los cosmógrafos de la época. También era posible que tales informes testimoniaran la presencia de islas que pudieran servir como escalas en un viaje a las Indias.[18]
Otras teorías sostienen que Colón había oído datos, por habladurías de marinos, sobre la existencia de tierras mucho más cercanas a Europa de lo que se suponía científicamente que estaba Asia, y que emprendió la tarea de alcanzarla para comerciar sin depender de la República de Génova ni del Reino de Portugal. Una de ellas, conocida como la teoría del prenauta, sugiere que durante el tiempo que Colón pasó en las islas portuguesas del Atlántico se hizo cargo de un marino portugués o castellano moribundo cuya carabela había sido arrastrada por las corrientes desde el golfo de Guinea hasta el mar Caribe.[19] Ciertos autores incluso dicen que podría tratarse de Alonso Sánchez de Huelva,[20][21] aunque según otras fuentes podría ser portugués o vizcaíno.[22] Esta teoría sugiere que el prenauta le confió a Colón el secreto.[23][24][25] Algunos estudiosos opinan que la prueba más contundente a favor de esta teoría son las Capitulaciones de Santa Fe, puesto que hablan de «lo que ha descubierto en las mares oçeanas»[26] al tiempo que otorgan a Colón una serie de privilegios no otorgados hasta entonces a nadie.
Lo seguro es que Colón no solo logró arribar a las costas de América, sino que regresó a Europa, realizando un total de cuatro viajes y dando origen a una ruta para la navegación periódica y segura entre Europa y América. Aunque es sabido que los siberianos habían llegado a América en el Pleistoceno, y que existe documentación que habla sobre posibles viajes anteriores realizados por los cartagineses,[27] musulmanes andalusíes,[28] vikingos, chinos[29] y polinesios.[30] No obstante, es a partir de los viajes de Colón, y otros exploradores y conquistadores que le sucedieron, cuando se establecieron vínculos permanentes con Europa y se puede hablar de «descubrimiento», al haber reconocimiento de las naciones implicadas y testimonios contrastables en la época. A partir de este «encuentro» algunas potencias europeas invadieron el territorio americano, imponiendo su dominio, político, cultural y religioso, sobre las culturas locales.
Colón proyectó su viaje con el fin de traer de Oriente mercancías, en especial especias y oro.[n. 2] El camino de la especiería que incluía las especias, la seda y otros productos originarios del extremo Oriente, habían llegado a través de los siglos siempre por la ruta comercial que atravesaba Asia hasta Europa, por Asia Menor y Egipto, pero a partir de la expansión del Imperio otomano esta vía se hizo difícil y quedó monopolizada por ellos y sus socios, los mercaderes italianos. El Reino de Portugal y el Reino de Castilla, en ese entonces los primeros Estados de la Edad Moderna, querían esas mercancías sin intermediarios.
Debido a que los portugueses habían conseguido su Reconquista contra los musulmanes en el siglo xiii, tomaron la iniciativa en la competencia por alcanzar una nueva ruta de la especiería que fuera una alternativa marítima directa a Asia Oriental. Portugal se lanzó a navegar por el mar océano bordeando África y otorgándose el monopolio de dicha navegación por el océano Atlántico a excepción de las islas Canarias.[31][32] En 1488 el navegante Bartolomé Díaz encontró el paso por el cabo de Buena Esperanza, que unía el océano Atlántico con el océano Índico.
Por su parte, el Reino de Castilla, en el mismo año en que terminó con éxito su Reconquista, buscó una ruta nueva de las especias, y si bien también la buscó en el océano Atlántico, fijó otro rumbo —hacia el oeste— en aguas alejadas de la costa y desconocidas para los navegantes.
La llegada de Colón a América permitió el desarrollo del comercio y el envío hacia Europa de gran cantidad de alimentos que se cultivaban en esas tierras, como el maíz, la patata, el cacao, el tabaco, el pimiento, el zapallo, la calabaza, el tomate, el poroto (nuevas variedades de judía o frijol), el aguacate y la vainilla, entre otros, que fueron rápidamente adoptados por los europeos y por el resto del mundo. Los investigadores han estimado que tres quintas partes de los cultivos actuales de todo el mundo fueron importadas desde América.[33] En sentido inverso, la expedición colombina conllevó posteriormente la llegada a América de la rueda, el hierro, el caballo, el cerdo, el asno, el café, la caña de azúcar y las armas de fuego, entre otras.
En su primer viaje, el navegante alcanzó la isla de San Salvador, llamada Guanahani por los habitantes que encontraron, en las actuales Bahamas. Después de dos meses de travesía, visitando luego Cuba y La Española, volvió a España siete meses después de su partida. En su último viaje solo tardó un mes y cuatro días en alcanzar las costas de América.
Origen
Aunque la mayor parte de su vida adulta la pasó en España y Portugal, el consenso entre los expertos sobre el lugar de nacimiento de Cristóbal Colón es que nació en la República de Génova.[3] Las teorías alternativas sobre su origen han sido generalmente rechazadas por los principales expertos.[4]
La tesis apoyada mayoritariamente mantiene que Cristoforo Colombo nació el año 1451 en Savona, en la República de Génova, aunque una investigación reciente estima, por el contrario, que nació en 1446.[34] Sus padres serían Doménico Colombo —maestro tejedor y luego comerciante— y Susanna Fontanarossa. De los cinco hijos del matrimonio, dos, Cristoforo y Bartolomeo, tuvieron pronto vocación marinera. El tercero fue Giacomo, que aprendió el oficio de tejedor. Respecto a los dos restantes, Giovanni murió joven y la única mujer no dejó rastro.[35] Existen actas notariales y judiciales, como el mentado testamento de su hijo en donde afirma la oriundez genovesa de su padre, que defienden esta tesis.[36] Además, el mismo Colón declara ser genovés, en el documento denominado Fundación de Mayorazgo él menta «della salí y en ella nací [en Génova]»,[37][38][39] pero diversos autores e investigadores indican que probablemente esta declaración sería interesada por los Pleitos colombinos que mantuvieron sus descendientes con la corona de Castilla,[40] y por ello lo declararon como falso o apócrifo; sin embargo, otros investigadores a principios del siglo xx encontraron en el Archivo de Simancas documentación que, según ellos, mostraba la autenticidad de esta declaración. Dicho escrito fue hallado en 1925 y contenía todas la firmas y sellos pertinentes, que fueron validadas por una comisión especial que ratificó la credibilidad del documento expedido el 28 de septiembre de 1501.[41][42] También existe una misiva de Pedro de Ayala, embajador de los Reyes Católicos en Inglaterra, en donde afirma que Juan Caboto, que proponía explorar el Atlántico para Inglaterra, era «otro genovés como Colón».[43][44] Además, las autoridades municipales de Génova mostraron, entre los años 1931 y 1932, actas fidedignas que afirmaban su origen genovés.[41][45]
Otra hipótesis genovesa es que Cristóbal Colón nació en Cogoleto.[46]
Hipótesis secundarias
Las teorías secundarias afirman que el origen de Cristóbal Colón es un enigma sobre el que no existe unanimidad entre historiadores e investigadores, entre otras razones por la confusión y pérdida de documentación referente a sus orígenes y ascendencia. Además, su propio hijo, Hernando Colón, en su Historia del almirante Don Cristóbal Colón, oscureció aún más su lugar de nacimiento afirmando que su progenitor no quería que fuesen conocidos su origen y patria.[47][48] Por esta, entre otras razones, han surgido múltiples teorías sobre el lugar de nacimiento de Colón, aunque existe un fehaciente testamento en donde el mismo Hernando Colón asevera que su padre era genovés: «hijo de Cristóbal Colón, genovés, primero almirante que descubrió las Indias».[49] Algunos autores e investigadores han defendido otras hipótesis sobre posibles orígenes de Colón y los motivos porque quiso ocultarlos.
Hipótesis judía
Varios historiadores y autores han sostenido que Colón era de origen sefardí. Entre otros, El Enigma de Colón recoge la interpretación hecha por Cecil Roth de las siglas S.A.S anotadas por Colón en sus escritos de carácter confidencial, que las atribuye a una invocación guerrera del dios de los ejércitos del antiguo testamento.[50] Roth también menciona ciertas coincidencias de las fechas escogidas por Colón para zarpar con arreglo al calendario judío. Por su parte, tanto el escritor valenciano Juan Atienza en su libro sobre los judíos de España, como el historiador Celso García de la Riega, algunos otros, describen como llamativas las estrechas relaciones que tenía Colón con destacadas figuras judías de la época, habiéndole proporcionado apoyos, financiación (en forma de préstamos a la casa real) y facilidades para el estudio cartográfico por parte de personajes como Abraham Zacuto.[51]
La tesis sefardí es defendida por varios ensayistas, la mayoría aceptando el origen genovés del almirante, como es el caso de Pedro de Frutos en su libro El enigma de Colón.[52] Pero de acuerdo con la tesis de Salvador de Madariaga,[53] Colón sería genovés, pero sus ascendientes serían judíos catalanes huidos de las persecuciones de finales del siglo xiv.[54][55] Colón sería un judío converso, razón que explicaría, según Madariaga, su empeño en ocultar sus orígenes. Por su parte, Nito Verdera mantiene la teoría de que Colón era criptojudío y nacido en Ibiza.[56] Otros ensayistas se adhiriénen a la hipótesis gallega como es el caso de Enrique María de Arribas y Turull.[57]
Hipótesis catalana
Una de ellas es la hipótesis catalana; Luis Ulloa, historiador peruano que residió en Barcelona varios años, afirmaba que Colón era originario de Cataluña[58] y de tradición marinera, basándose, entre otras razones, en que en sus escritos, todos en lengua castellana, existen giros lingüísticos propios del catalán.[59] Para Ulloa, Cristóbal Colón fue un noble catalán que se llamaría realmente Joan Colom, un navegante enemigo del rey Juan II de Aragón, contra el que luchó al servicio de Renato de Anjou, aspirante al trono y que además sería el supuesto John Scolvus que habría llegado al norte de América en el año 1476, que posteriormente le ofrecería el proyecto del descubrimiento al rey Fernando el Católico para beneficio de la Corona de Aragón.[60] Esta teoría ha sido seguida, ampliada o modificada por diversos autores, en su mayoría historiadores e investigadores catalanes, aunque también existen investigadores de otros países como el estadounidense Charles Merrill que han apoyado esta tesis.[61] Por el contrario, esta hipótesis ha sido contestada indicando que los partidarios de la misma dedican gran parte de sus esfuerzos en refutar o desmentir numerosos documentos históricos que manifiesten el origen genovés del navegante, mientras que no han aportado ningún documento que demuestre el supuesto origen catalán.[60][62][63]
De la hipótesis catalana han surgido diferentes corrientes como las tesis baleares. Una de ellas, la mallorquina, identifica a Colón con un hijo natural del príncipe de Viana nacido en Felanich, Mallorca.[64][65] Sin embargo, otros expertos como el investigador, periodista y piloto mercante, Nito Verdera, han rechazado esta tesis.[66][67]
Hipótesis gallega
Otra hipótesis indica que Colón era de origen gallego. Celso García de la Riega y posteriormente Enrique María de Arribas y Turull[68] sostuvieron esta teoría,[69] principalmente basándose en documentos de la época colombina que recogían la existencia de familias que poseían ese apellido.[70] Sin embargo, estos fueron desacreditados posteriormente por el paleógrafo Eladio Oviedo Arce,[71] concluyendo que dichos documentos, o bien eran falsos, o habían sido manipulados en fechas posteriores a su creación.[72] Sin embargo, en 2013 un nuevo estudio dio por auténticos los documentos, limitándose eso sí a constatar la presencia pretérita de habitantes con el apellido Colón en la actual provincia de Pontevedra, sin pronunciarse sobre el supuesto origen gallego del Almirante. En palabras de María del Carmen Hidalgo Brinquis, quien presentó los resultados de la verificación, este hallazgo ni desmiente ni confirma el origen gallego del navegante, pues solo demuestra «que en Pontevedra hubo un clan Colón, pero nosotros no sabemos si fue el del descubridor de América».[73][74] Una variante de la teoría gallega identifica a Colón con el noble pontevedrés Pedro Álvarez de Sotomayor;[75] siendo esta hipótesis rechazada por la mayoría de los historiadores, que exponen, entre muchos documentos, el testamento de su hijo Álvaro redactado en 1491, en donde cita «los huesos de mis padres (...) los traigan y entierren dentro de la capilla que el S. Obispo D. Juan fizo en la Iglesia Catedral de Tuy», lo que indica que Pedro de Sotomayor se hallaba muerto antes de que Colón llegara a las Américas.[76]
Hipótesis portuguesa
También existe la teoría del origen portugués, que se basa en la interpretación del anagrama de la firma de Colón o en la existencia de supuestos portuguesismos en sus escritos. El experto filólogo Ramón Menéndez Pidal confirmó que eran portuguesismos[77] en contra de quienes mantenían que eran galleguismos o catalanismos,[78][79] aunque el historiador Antonio Romeu de Armas matizó que esto se debería no a que fuera nacido en Portugal sino a una naturalización debida a los años que permaneció en aquel país.[80]
La teoría del origen portugués surgió en los años veinte y treinta del siglo xx. Su primer defensor fue Patrocínio Ribeiro, que apuntó que algunos topónimos usados por Colón para nombrar sus descubrimientos se encuentran también en Portugal.[81] El exministro Manuel Pestana Júnior publicó casi simultáneamente su teoría de que Colón habría sido un agente secreto del rey Juan II de Portugal.[82] Autores posteriores le otorgarían a Colón un origen aristocrático portugués.[83]
Otras hipótesis
También dentro de España existen otras teorías que le atribuyen un origen andaluz, concretamente de Sevilla,[84] castellano de Guadalajara,[85][86] extremeño de Plasencia[87][88] o vasco.[89]
Otros países también se disputan ser la cuna del almirante, siendo de posible origen griego,[90] inglés,[91] corso,[92] sardo,[93] noruego,[94] escocés[95] o croata.[96][97]
Idioma de Colón
Sobre la lengua materna de Cristóbal Colón también existe controversia, ya que, según los investigadores, es un importante apoyo para una u otra teoría sobre su ciudad natal. Para tratar de fijar sus orígenes reales, se han dado diversas razones en todos los sentidos.
La mayor parte de sus escritos están en castellano,[98] pero con evidentes giros lingüísticos procedentes de otras lenguas de la península ibérica que, siguiendo a Menéndez Pidal,[77] muchos coinciden en señalar como lusismos.[79][98] Hay varios investigadores y lingüistas, tanto de Galicia como de Cataluña o de Baleares, que apoyan la hipótesis de que son galleguismos[69] o catalanismos.[99][100]
No parecen existir escritos en italiano realizados por Colón, salvo alguna nota marginal, al parecer con una redacción deficiente. No escribía en italiano ni cuando se dirigía a sus hijos o a sus hermanos; ni siquiera al Banco de San Giorgio de Génova.[101] Cuando el florentino Francisco de Bardi, su concuñado, le envió una carta personal en 1505 prefirió redactarla en un mal castellano que en italiano.[102] De todos modos, la situación lingüística en Italia no era entonces la misma que ahora, y si él y su familia eran genoveses necesariamente debían tener como lengua materna el ligur (así lo pensó ya Menéndez Pidal), lengua del pueblo que a su vez era la lengua de prestigio de la República de Génova; lo que habría que demostrar, por tanto, es si aprendió el italiano.[103][104] Tampoco parecía dominar el latín, el cual escribía con influencia hispánica y no italiana.[98]
Historiadores como Consuelo Varela o Arranz Márquez opinan que se trata de un típico hombre de la mar que se expresa en diversas lenguas sin llegar a dominar bien ninguna, o que quizá hablase la lingua franca o jerga levantisca.[100]
Primeros años
Según el origen genovés, abrumadoramente apoyado por la mayoría de los historiadores, Cristóbal Colón sería la castellanización del italiano Cristoforo Colombo.[47][105] Cristoforo puede traducirse por Cristóbal, el que lleva a Cristo, y Colombo en italiano significa palomo.[106] En una de las firmas de Colón se puede leer «Xpo Ferens», que, según algunos investigadores, significa «portador de Cristo».[107][108][109]
Según esto, su educación literaria fue escasa y se introdujo en la navegación a temprana edad. Entre 1474 y 1475 habría viajado a la isla de Quíos (Quío o Chío),[110] posesión genovesa en el mar Egeo,[111] como marino y probablemente también como comerciante. Por otra parte, su hijo, Hernando Colón aseguró que su padre aprendió letras y estudió en Pavía, lo que le permitía entender a los cosmógrafos.[112]
A partir de 1477 Colón se estableció en Portugal, aunque no está claro cómo llegó allí. Según la biografía escrita por su hijo Hernando, fue por accidente, a raíz de un naufragio en un combate naval cerca del cabo San Vicente en fecha indeterminada.[113] Colón habría formado parte de la tripulación de un corsario llamado «Colón el Mozo», que atacó unas naves venecianas. El barco de Colón se hundió, él se salvó a nado y alcanzó las costas del Algarve.[114][115] Desde allí partió a Lisboa, en busca de la ayuda de su hermano Bartolomé y de otros conocidos.[116] Sin embargo, después se ha comprobado que Hernando Colón se inventó este relato mezclando fuentes sobre dos batallas diferentes, una de 1476 (durante la guerra de Sucesión castellana) y otra de 1485.[117]
Hasta 1485 vivió en Portugal como agente de la casa Centurione de Madeira[118][119] y realizó numerosos viajes con destinos variados, incluida Génova, Inglaterra e Irlanda. Posiblemente en este viaje, en el año 1477, llegó a Islandia y escuchó rumores de la existencia de otras tierras hacia el oeste.[120][121] Parece que también viajó por las rutas que los portugueses frecuentaban en las costas occidentales de África como Guinea y seguramente habría estado en las islas Canarias, lo cual implica que también conocería la «Volta da Mina», ruta que seguían los marineros portugueses cuando regresaban a su país desde el golfo de Guinea y con ello los vientos alisios del océano Atlántico.[119][122]
Entre 1479 y 1480 Cristóbal Colón contrajo matrimonio con Felipa Moniz,[123] hija del colonizador de las islas Madeira, Bartolomeu Perestrelo,[124][125] probablemente en Lisboa. Una vez casado vivió en Porto Santo y en Madeira,[126] lo que hace suponer que viajara también a las Azores. Su esposa Felipa, de la clase alta portuguesa, le abrió las puertas para la preparación de su proyecto.[119] En 1480 el matrimonio tuvo un único hijo, Diego Colón.[127] Muchos años más tarde, Colón escribiría que en las playas de Porto Santo vio objetos arrastrados desde Oriente, incluso un cadáver con rasgos asiáticos. Esto es, sin embargo, improbable porque las corrientes dominantes en esa zona son de norte a sur, no de oeste a este.[128]
El proyecto
Es difícil estimar en qué momento nació el proyecto de Cristóbal Colón de llegar a Cipango —el moderno Japón— y a las tierras del Gran Kan navegando hacia occidente, pero puede fecharse después de su matrimonio y antes de 1481.[60][129]
Probablemente tuvo conocimientos de los informes del matemático y médico florentino Paolo dal Pozzo Toscanelli[130][131] sobre la posibilidad de llegar a las Indias por el oeste,[132] redactados a instancias del rey Alfonso V de Portugal, interesado en el asunto.[133][134]
Sea como fuere, Colón tuvo acceso a una carta de Toscanelli que iba acompañada de un mapa en que se trazaba el trayecto a seguir al oriente asiático, incluidas todas las islas que se suponían debían estar en el trayecto.[135] Este mapa y las noticias de Toscanelli estaban basados principalmente en los viajes de Marco Polo. Señalaba este último que entre el extremo occidental de Europa y Asia la distancia no era excesiva, estimando en torno a 6500 leguas marinas el espacio entre Lisboa y Quinsay, y desde la legendaria Antillia al Cipango solo 2500 millas, lo que facilitaba la navegación.[134] Se conocen dos cartas dirigidas por Toscanelli a Colón recogidas por el padre Bartolomé de las Casas en su Historia de las Indias,[132] sin embargo, también existe polémica sobre la autenticidad de las mismas.[136][137]
Los libros que se conservan de la biblioteca de Colón aportan luz sobre lo que influyó en sus ideas, por su costumbre de subrayar los libros y se deduce que los más subrayados serían los más leídos. Entre los que tienen más anotaciones están el Tractatus de Imago Mundi de Pierre d'Ailly, la Historia Rerum ubique Gestarum de Eneas Silvio Piccolomini y especialmente Los viajes de Marco Polo, que le dieron la idea de cómo era el oriente que soñaba encontrar.
Colón se basaba en que la Tierra tenía una circunferencia de 29 000 km, según la «medición» de Posidonio y la medida del grado terrestre de Ailly, sin considerar que este hablaba de millas árabes y no italianas,[16] que son más cortas,[138] de modo que cifraba esa circunferencia en menos de las tres cuartas partes de la real, que por otro lado era la aceptada científicamente desde tiempos de Eratóstenes. Como resultado de lo anterior, según Colón, entre las islas Canarias y Cipango debía haber unas 2400 millas náuticas,[138] cuando, en realidad, hay 10 700.
La búsqueda de patronazgo
Portugal
Entre 1483 y 1485 Cristóbal Colón ofreció por primera vez su proyecto al rey Juan II de Portugal. Este lo consultó con tres expertos —el obispo Diego Ortiz y los judíos maese Rodrigo y maese Vizinho— que dieron una opinión negativa, tras lo cual el monarca rechazó la oferta de Colón.[139][140] Por esos mismos años hubo otros exploradores que sí fueron autorizados por el rey portugués a navegar hacia el Atlántico Occidental, con peticiones de dinero o privilegios mucho más modestas que las que al parecer hizo Colón.[141] En 1484 el madeirense Fernão Domingues do Arco fue nombrado capitán de una tierra que afirmaba haber descubierto hacia el oeste, y en 1486 Ferdinand van Olmen logró permiso para navegar desde las Azores hacia poniente para explorar y conquistar la «isla de las Siete Ciudades». Según la Historia del Almirante de Hernando Colón, Juan II envió secretamente una carabela siguiendo el rumbo que Colón había indicado, pero regresó sin haber conseguido llegar a ninguna tierra nueva.[142]
El fracaso de Cristóbal Colón ante Juan II, sumado quizás a la campaña lanzada por el rey portugués contra la Casa de Braganza,[143] llevó a Colón a emigrar de Portugal a los vecinos reinos de Castilla. Dejó atrás a su hijo Diego y a su esposa Felipa, la cual, en contra de lo que han afirmado algunos historiadores,[144] estaba aún viva.[145]
Castilla
Si bien los primeros cronistas[146] y algunos testimonios de los pleitos colombinos[n. 3] reflejan que Cristóbal Colón llegó a Castilla, entrando por el Puerto de Palos hacia finales del año 1484 o comienzos de 1485,[60][146][147][148] hay algunos autores que no admiten estos sucesos como ciertos,[n. 4][149][150] aunque es la versión apoyada más frecuentemente, si bien existen otras teorías.[n. 5] Según dicha versión, en el vecino monasterio de La Rábida, hizo amistad en primera instancia con fray Antonio de Marchena y años más tarde con fray Juan Pérez, a quienes confió sus planes.
Los frailes lo apoyaron y recomendaron a fray Hernando de Talavera, confesor de la reina Isabel I de Castilla.[159] En la vecina villa de Moguer también encontró el apoyo de la abadesa del convento de Santa Clara, Inés Enríquez, tía del rey de Castilla y de Aragón, Fernando el Católico. Colón se dirigió a las cortes, establecidas por entonces en Córdoba, y entabló relaciones con importantes personajes del entorno real.[60] Se desconoce cuánto tiempo estuvo en La Rábida.[160] Colón llegó a Sevilla a mediados de 1485 y se hospedó varias veces en el Monasterio de La Cartuja.[161][162]
Si bien el Real Consejo rechazó su proyecto, consiguió ser recibido en enero de 1486, gracias al valimiento de Hernando de Talavera, por la reina Isabel, a quien expuso sus planes.[163] La soberana se interesó por la idea, pero quiso que, previamente, un consejo de doctos varones, presidido por Talavera, diera un dictamen sobre la viabilidad del proyecto, mientras asignaba a Colón, pobre de recursos, una subvención de la corona.[164][165]
El Consejo se reunió primero en Salamanca y después en Córdoba y varios años más tarde dictaminó que era imposible que fuera verdad lo que decía Colón.[166][167][168] Por otra parte, Talavera temía que el viaje propuesto por Colón transgrediera el tratado de Alcáçovas firmado con Portugal y refrendado por bula papal.[169] También parece que las exigencias económicas y políticas expuestas por Colón eran muy altas, como se vio luego en las Capitulaciones de Santa Fe.[170]
La reina llamó entonces a Colón, diciéndole que no descartaba totalmente su plan. Mientras el navegante esperaba, se dedicó a vender mapas y libros para mantenerse económicamente.[171]
Conoció en esa época a la cordobesa Beatriz Enríquez de Arana, que vivía con un primo y trabajaba como tejedora. Nunca se casaron, aunque a su muerte Colón le legó su fortuna e hizo que su primer hijo, Diego, la tratara como a su madre verdadera. Tuvieron un hijo, Hernando Colón (llamado Fernando por algunas fuentes), quien viajó con su padre a América en su cuarto viaje y años más tarde escribió la Historia del Almirante Don Cristóbal Colón, una biografía de su padre quizás excesivamente elogiosa.[172][173]
Colón pasó nuevamente a Portugal, con el consentimiento de los soberanos y del rey de Portugal, para negociar sobre temas que se desconocen.[169] Allí recogió a su hijo Diego, cuya madre había fallecido mientras Colón estaba en Castilla.[145] También pudo asistir al regreso de Bartolomeu Dias[174] del viaje en el que había descubierto el cabo de Buena Esperanza, extremo sur de África, tras el cual se abría a los portugueses la vía marítima a la India por el océano Índico. Colón, a la vuelta a Andalucía, acudió a proponer su proyecto al duque de Medina Sidonia, que lo rechazó, y después a Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, quien se mostró interesado y acogió a Colón durante dos años en su palacio de El Puerto de Santa María.[163][169][175][175][176] Sin embargo, al ser consultada, la reina mandó llamar a Colón y le prometió ocuparse de su plan tan pronto como se terminara la conquista de Granada.
En diciembre de 1491, Colón llegó al campamento real de Santa Fe de Granada. Su proyecto fue sometido a una nueva junta, convocada por la reina, pero nuevamente se rechazó.[170] Parte importante de la oposición era por las exigencias desmedidas de Colón.[60][177] En esos momentos intervinieron Luis de Santángel y Diego de Deza, quienes ganaron para su causa al rey Fernando, consiguiendo su apoyo.[178][179]
Las arcas de los monarcas, debido a las distintas campañas bélicas y en especial la desarrollada durante la guerra de Granada —que culminó exitosamente la Reconquista con su toma por los cristianos—, no pasaban por sus mejores momentos. Es por ello que Luis de Santángel, escribano de ración, se ofreció a prestar el dinero que le correspondía aportar a la corona, 1 140 000 maravedís.[180][181][182] Consta en el Archivo de Simancas la devolución de esta cantidad a Luis de Santángel.[n. 6]
Las Capitulaciones de Santa Fe
Las negociaciones entre Cristóbal Colón y la Corona se realizaron a través del secretario de la Corona de Aragón, Juan de Coloma, y de fray Juan Pérez, en representación de Colón.[183][184][185] El resultado de las negociaciones fueron las Capitulaciones de Santa Fe, del 17 de abril de 1492.[n. 7][186]
La naturaleza jurídica de este documento (contrato vinculante o merced revocable) es aun hoy día objeto de controversia.[187] En él Colón obtuvo, «en satisfacción de lo que ha descubierto en las Mares Océanas y del viaje que ahora (...) ha de hacer por ellas en servicio» de la Corona, las siguientes prebendas:
- El título de almirante en todas las tierras que descubriese o ganase en la Mar Océana, con carácter hereditario y con el mismo rango que el almirante de Castilla.
- El título de virrey, también hereditario y gobernador general en todas las islas o tierras firmes que descubriera o ganara en dichos mares, recibiendo el derecho de proponer ternas para el gobierno de cada una de ellas.
- El diezmo, o el diez por ciento del producto neto de la mercadería comprada, ganada, hallada o trocada dentro de los límites del Almirantazgo, quedando un quinto para la corona.
- La jurisdicción comercial de los pleitos derivados del comercio en la zona de su almirantazgo, según correspondiese a tal oficio.
- El derecho a contribuir con un octavo de la expedición y participar de las ganancias en esa misma proporción.
El contenido de las Capitulaciones se desarrolló en una carta de merced fechada a 30 de abril de 1492, en la que se condicionaba la concesión a Colón del título de almirante a que efectivamente descubriera y ganara nuevas tierras y no se le daba a Colón el tratamiento de don.[188]
Se despacharon, además, diversas cédulas para la organización del viaje.[189] Según una de ellas, Colón sería Capitán Mayor de la Armada,[190] constituida por tres navíos.[191] Otra cédula era una Real Provisión dirigida a ciertos vecinos de la villa de Palos y decía que debían proporcionar dos carabelas equipadas y tripuladas como pago de una sanción impuesta a dichos vecinos.[n. 8][192] Una tercera real provisión concedida a Colón, por los Reyes Católicos, obligaba a las villas de las costas andaluzas,[193] y por medio de una comisión posterior dirigida a la villa de Moguer, a ceder dos barcos a la empresa descubridora.[194] Cristóbal Colón ejecutó esta Real provisión en el Puerto de la Ribera de esta localidad, embargando dos barcos en presencia del escribano Alonso Pardo, embarcaciones que más tarde fueron desechadas.[195]
Colón en Palos de la Frontera, intervención de Martín Alonso Pinzón
Cuando Cristóbal Colón llegó a la villa de Palos de la Frontera se encontró con la oposición de los vecinos, que desconfiaban del extraño. Una Real Provisión dirigida a Diego Rodríguez Prieto y otros vecinos de la villa, en la que los sancionaba a servir a la corona con dos carabelas durante dos meses,[n. 8][196][197] fue leída en la puerta de la Iglesia de San Jorge,[n. 9][198] donde estaba situada la plaza pública. También hubo problemas en el reclutamiento de marineros, por ello Colón recurrió a una de las provisiones expedidas por los monarcas en la que se le concedió permiso para reclutar marineros entre los encarcelados, aunque finalmente esto no fue necesario.[n. 10][199][200] Por fin, los religiosos de Monasterio de la Rábida, en especial fray Juan Pérez y fray Antonio de Marchena, lograron solucionar el problema de la recluta de marineros, al poner en contacto a Colón con Martín Alonso Pinzón, destacado navegante local, que apoyó la posibilidad del viaje, contra lo que la gente pensaba del proyecto.[201] También Pero Vázquez de la Frontera, viejo marino de la villa muy respetado por su experiencia y amigo de Martín Alonso, influyó de manera importante para que el mayor de los hermanos Pinzón se decidiera a apoyar la empresa.[202]
Según Bartolomé de las Casas, Martín Alonso aportó de su hacienda personal medio millón de maravedíes, la tercera parte de los gastos en metálico de la empresa.[203][204] Asimismo desechó los barcos que había embargado Colón[205] y despidió también a los hombres que este había enrolado, escogió para la empresa otras dos carabelas,[206] la Pinta y la Niña, ya que sabía que eran muy veleras y «aptas para el oficio de navegar» porque las tenía arrendadas,[207] hizo partícipes a sus hermanos y, además, fue por Palos, Moguer y Huelva, convenciendo a sus parientes y amigos de que se enrolasen, consiguiendo con ello la tripulación necesaria.[205] Destacadas familias de marineros de la zona se unieron a la empresa, como los hermanos Niño de Moguer, los Quintero de Palos y otros marinos de prestigio que fueron decisivos para el definitivo reclutamiento de la tripulación.[208][209]
Colón en Moguer
En Moguer, Cristóbal Colón visitó el Monasterio de Santa Clara, cuya abadesa, Inés Enríquez, tía del rey Fernando el Católico, apoyó el proyecto de Colón ante la Corte. También encontró apoyo en el clérigo Martín Sánchez y el hacendado Juan Rodríguez Cabezudo a quien confió la custodia de su hijo Diego, cuando partió en el viaje descubridor.[210]
Los hermanos Niño tuvieron una destacada participación en los preparativos y desarrollo del viaje descubridor. Una vez superadas las primeras reticencias al proyecto de Colón, se unieron a la empresa y animaron a la marinería moguereña, y resto de marinos que habitualmente navegaban con ellos, para que se alistaran en la expedición. Así mismo, una de las carabelas —La Niña— era propiedad de esta familia.[195] Pedro Alonso Niño fue piloto, posiblemente, de la Santa María, Francisco Niño participó como marinero en La Niña y Juan Niño como maestre también en La Niña, además, una parte de la tripulación era de la localidad.[211]
Los cuatro viajes de Colón a las Indias
Cristóbal Colón realizó un total de cuatro viajes a lo que hoy se conoce como América:
- En el primer viaje zarpó del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 y, pasando por las islas Canarias, donde estuvo desde el 9 de agosto al 6 de septiembre, llegó a las Indias al descubrir las islas Bahamas el 12 de octubre y posteriormente también las islas La Española —actual Santo Domingo— y Cuba. Volvió de La Española el 4 de enero, llegando a Lisboa el 4 de marzo y a Palos el 15 de marzo de 1493.
- En el segundo viaje partió de Cádiz el 25 de septiembre de 1493, saliendo de Hierro el 13 de octubre y llegando a la isla Guadalupe el 4 de noviembre, descubriendo y explorando Puerto Rico y Jamaica. Regresó a Cádiz el 11 de junio de 1496.
- En el tercer viaje zarpó el 30 de mayo de 1498, desde Sanlúcar de Barrameda, haciendo escala en Cabo Verde, de donde zarpó el 4 de julio, y llegó el 31 de julio a la isla Trinidad. Exploró la costa de Venezuela. El 27 de agosto de 1499 llegó Francisco de Bobadilla quien, con poderes de los reyes, encarceló en un barco a los tres hermanos Colón el 15 de septiembre y los envió encadenados a la península a mediados de octubre, llegando a Cádiz el 25 de noviembre de 1500.
- En el cuarto viaje salió de Sevilla el 3 de abril de 1502[212][213][214][215] y llegó a La Española el 29 de junio. El 17 de julio desembarcó en la actual Honduras y volvió el 11 de septiembre desde Santo Domingo, llegando el 7 de noviembre a Sanlúcar de Barrameda.
Primer viaje (3 de agosto de 1492-15 de marzo de 1493)
Finalizados todos los preparativos, la expedición de Cristóbal Colón salió del puerto de Palos de la Frontera (Huelva) el 3 de agosto de 1492, con las carabelas Pinta y Niña, y con la nao Santa María y con una tripulación de unos noventa hombres. La Santa María, llamada originalmente La Gallega, era propiedad de Juan de la Cosa y fue donde embarcó Colón. La Niña, propiedad de la familia Niño,[195] y la Pinta fueron elegidas por Martín Alonso Pinzón. Aunque en diversas pinturas y otras obras artísticas se ha reflejado la presencia de algún sacerdote o religioso, en esta primera expedición no viajó ningún clérigo entre la tripulación.[209][216][217]
Estuvo en las Islas Canarias hasta el 6 de septiembre, concretamente en La Gomera; según la Historia del Almirante visitando a Beatriz de Bobadilla y Ulloa, gobernadora de la isla, y en Gran Canaria, arreglando el timón de La Pinta y sustituyendo sus velas triangulares originales por unas cuadradas, lo que la convirtió en la carabela más rápida de la flotilla.[n. 11]
Con rumbo hacia el incierto oeste, la expedición no resultó fácil para nadie y durante la misma hubo varios conatos de motines. Entre el 13 y el 17 de septiembre observaron que las agujas de las brújulas se desviaban respecto a la Estrella Polar al oeste por la noche y al este por la mañana.[218] Este efecto ha sido erróneamente atribuido a la declinación magnética por algunos historiadores, pero en realidad se debe al giro de la Polar en torno al polo norte celeste.[128] El 22 de septiembre envió Colón su carta de navegación a Pinzón.[n. 12] La noche del 6 al 7 de octubre se produjo un intento de motín en la Santa María que fue sofocado con la ayuda de los Pinzón. Sin embargo, entre el 9 de octubre y 10 de octubre el descontento se extendió al resto de la expedición, tomando los capitanes la determinación de que se volverían en el plazo de tres días de no divisar tierra.[219][220] El 12 de octubre, cuando la tripulación ya estaba inquieta por la larga travesía sin llegar a ninguna parte, el grumete Rodrigo de Triana dio el famoso grito de «¡tierra a la vista!». Sobre este episodio también existe controversia entre los historiadores,[221] ya que los reyes habían ofrecido 10 000 maravedís al primero que avistara tierra, sin embargo, este premio lo recibió Colón quien, según su diario de a bordo,[n. 13] habría visto «lumbre» unas horas antes que Rodrigo de Triana.[222] Llegaron a una isla llamada Guanahani, a la que rebautizó como «San Salvador», en el archipiélago de las Bahamas. Colón creyó cumplir con su ansiada meta de llegar a las Indias de las especias navegando por la mar océano con rumbo oeste. No fue consciente de que había arribado a un continente distinto.
Después del 12 de octubre, Colón recorrió otras islas de las Bahamas hacia el sur hasta llegar a la isla de Cuba, y posteriormente a la Española (actual República Dominicana). En las orillas de esta, el 25 de diciembre de 1492, se hundió la nao capitana, la Santa María. Sus restos fueron usados para construir el Fuerte de La Navidad, el primer poblado español en América.[223]
Las dos carabelas, al mando del almirante, emprendieron el viaje de regreso a España. Las naves se separaron, llegando la Pinta en primer lugar a Bayona, hacia el 18 de febrero de 1493.[224] La Niña sufrió una fuerte tempestad que estuvo a punto de hacerla naufragar. En tan difícil trance, Cristóbal Colón, decidió echar en suerte, la promesa de peregrinar en romería a varios templos.[225] La nave de Colón hizo escala en las islas portuguesas de los Azores y de allí llegó el 4 de marzo a Lisboa, forzada por otra tormenta.[226][227] El 9 de marzo Colón fue llevado ante el rey Juan II de Portugal, al que intentó convencer de que la expedición no interfería con sus posesiones atlánticas.[n. 14] Algunos cortesanos propusieron que se ejecutase a Colón por haber violado el Tratado de Alcáçovas, pero el rey finalmente lo dejó libre.[228] Tras esto Colón hizo vela para Andalucía.
Finalmente, el 15 de marzo la Niña arribó al puerto de Palos, con pocas horas de diferencia respecto a la Pinta. Cristóbal Colón pasó una noche de vigilia en la iglesia de Santa Clara, cumpliendo la promesa o Voto Colombino realizado en alta mar.[225] También cumplió en Huelva con la promesa de encender una vela en el Santuario de la Cinta.[229] A los pocos días falleció Martín Alonso Pinzón, el principal socio de Colón en este viaje, que fue enterrado probablemente en La Rábida, según era su voluntad.[n. 15][230][231]
Pinzón primero y Colón después enviaron separadamente noticias de su llegada a los Reyes, que se encontraban en Barcelona.[232] En esta ciudad apareció impresa, probablemente a principios de abril, una carta de Colón anunciando el Descubrimiento dirigida a Luis de Santángel[233] fechada a 15 de febrero, cuando todavía estaban en alta mar. Una semanas más tarde se imprimió en Roma una carta muy similar, dirigida al tesorero Gabriel (o Rafael) Sánchez y traducida al latín por Leandro de Cozco.[234][235][236] Esta obra se difundió rápidamente por toda Europa y fue traducida al italiano y al alemán.
En abril de 1493, Colón fue recibido por los Reyes Católicos en el monasterio de San Jerónimo de la Murtra,[237] en Badalona, cerca de Barcelona (otras versiones indican que dicho encuentro se produjo en el Saló del Tinell, en Barcelona), donde explicó su llegada por el oeste a lo que él creía era la India.
Varios años después los europeos irían dándose cuenta de que las tierras a las que había llegado Colón no estaban conectadas por tierra con Asia, sino que formaban un continente distinto, al que a partir de 1507 se le empezaría a llamar América.
El 20 de mayo los reyes Fernando e Isabel, entre los premios y dignidades otorgados a Colón le concedieron esta ampliación de su escudo de armas primitivo:
El Castillo de color dorado en campo verde, en el cuadro del escudo de vuestras armas en lo alto a la mano derecha; y en el otro cuadro alto a la mano izquierda un León de púrpura en campo blanco rampando de verde, y en el otro cuadro bajo a la mano derecha unas islas doradas en ondas de mar, y en el otro cuadro bajo a la mano izquierda las armas vuestras que soliades tener. Las cuales armas serán conocidas por vuestras, e de vuestros fijos e descendientes para siempre jamás.[238]
El escudo concedido por los reyes fue modificado pronto por los Colón, si bien estas alteraciones fueron hechas motu proprio, así en 1502 en la publicación del Libro de los Privilegios[n. 16] se imprimió en la portada un nuevo escudo. Este presenta las siguientes diferencias con el escudo oficial: las armas del primer y segundo cuartel fueron modificadas para representar las del Reino de Castilla y las del Reino de León, las islas del tercer cuartel fueron modificadas acompañándolas de una «tierra firme» en punta, con el fin de añadir las nuevas tierras continentales ya descubiertas, y el cuarto cuartel colocaron cinco anclas para señalar su dignidad de Almirante, pero no derechas, sino tumbadas hacia la derecha; las armas primitivas, las que «soliades tener» según el decreto real, fueron trasladadas a un «entado» inferior.[239]
Segundo viaje (25 de septiembre de 1493-11 de junio de 1496)
El segundo viaje de Cristóbal Colón partió de Cádiz y desembarcó en la isla de Puerto Rico el 19 de noviembre.
El objetivo de este viaje fue explorar, colonizar y predicar la fe católica por los territorios que habían sido descubiertos en el primer viaje, todo ello bajo el amparo de las bulas alejandrinas que protegían los territorios descubiertos de las reclamaciones portuguesas.[240][241]
De las 17 naves que participaron en este segundo viaje (tres carracas, dos naos grandes y doce carabelas), solo se conoce el nombre de unas pocas, entre las que se cuentan la Niña, participante del primer viaje, y la Marigalante o Santa María, homónima de la malograda en el primer viaje, la carabela Cardera y la carabela San Juan, de la que era piloto el roteño Bartolomé Pérez, que en el primer viaje, fuera en la Niña.[242]
En su segundo viaje a la isla La Española, observó el eclipse lunar del 14 al 15 de septiembre de 1494 y, comparando sus horas del comienzo y fin con las registradas en las observaciones de Cádiz y Sao Vicente en Portugal, dedujo definitivamente la esfericidad de la Tierra ya descrita por Claudio Ptolomeo.[243]
En 1493 descubrió la isla de Guadalupe, ubicada a unos 480 km (300 millas) al sudeste de Puerto Rico y que era conocida por los indios caribes como Karukera («isla de las aguas hermosas»).
Tras fundar la ciudad de La Isabela, el 6 de enero de 1494, dispuso el retorno a España de 12 buques de su flota, quedándose solo con las carabelas Niña —ahora llamada Santa Clara (su primitivo nombre)—, San Juan, Cardera y algunas otras. En junio de 1496 Colón regresó de su segundo viaje a bordo de la Niña, acompañado solo de la India, el primer buque construido en las Nuevas Tierras.[242]
Tercer viaje (30 de mayo de 1498-25 de noviembre de 1500)
En el tercer viaje, Cristóbal Colón partió desde Sanlúcar de Barrameda capitaneando seis barcos y llevando consigo a Bartolomé de Las Casas, quien después proporcionaría parte de las transcripciones de los Diarios de Colón.
La primera escala la realizó en la isla portuguesa de Porto Santo, de donde procedía su mujer. De allí partió hacia Madeira y llegó el 31 de julio a la isla Trinidad.
Al día siguiente arribó por primera vez a tierra continental en la actual Venezuela. Desde el 4 al 12 de agosto exploró el golfo de Paria, el cual separa Trinidad de Venezuela. En su reconocimiento de la zona llegó hasta la desembocadura del río Orinoco, navegó por las islas de Chacachacare y Margarita y renombró Tobago («Bella Forma») y Granada («Concepción»). Desembarcaron en la zona de Macuro, en Venezuela, en agosto de 1498,[244] siendo esta región ya parte de la masa continental americana.
Inicialmente, describió las tierras como pertenecientes a un continente desconocido para los europeos, pero luego se retrajo y dijo que pertenecían a Asia.[245]
El 19 de agosto retornó a La Española para encontrar que la mayoría de los españoles allí asentados estaban descontentos, al sentirse engañados por Colón sobre las riquezas que encontrarían. Colón intentó repetidas veces pactar con los sublevados, los taínos y los caribes. Algunos de los españoles que habían retornado acusaron a Colón ante la corte por mal gobierno.[246] Los reyes enviaron a La Española al administrador real Francisco de Bobadilla en 1500, el cual a su llegada (23 de agosto) detuvo a Colón y a sus hermanos y los embarcó hacia España. Colón rehusó que se le quitaran los grilletes en todo su viaje a España, durante el cual escribió una larga carta a los Reyes Católicos.[247] Al llegar a España recuperó su libertad, pero había perdido su prestigio y sus poderes.[248]
Los viajes menores o andaluces
Pese a la intención del almirante Colón de reservarse el monopolio de la conquista y colonización de las tierras a las que había llegado, la Corona no tenía esas ideas. De esta forma capituló las condiciones de nuevos viajes, cuyo objetivo era descubrir tierras desconocidas para los europeos y en ningún modo colonizarlas.
Estos viajes se desarrollaron a partir de 1499 y entre ellos cabe destacar los siguientes:
- Alonso de Ojeda y Juan de la Cosa en 1499, en el cual participó Américo Vespuccio, cuyo nombre daría, a la postre, la denominación al continente. Llegaron hasta la actual Venezuela y recogieron noticias sobre riquezas. Estas noticias fueron investigadas por otros marinos, que al final encontraron depósitos de perlas.
- En el mismo año, 1499, Vicente Yáñez Pinzón se convirtió en el primer europeo en llegar al río Amazonas y, según diversos historiadores, se le debe considerar el verdadero descubridor del Brasil.[249][250] Volvió a la península el 30 de septiembre de 1500 con un cargamento de una madera muy cotizada denominada palo brasil. En una nueva capitulación, firmada con el rey Fernando, el 5 de septiembre de 1501,[251] le nombró capitán y gobernador de Santa María de Consolación hasta la desembocadura del río Amazonas, pero no volvió a la zona. En el año 1508 volvió al Caribe con la misión de buscar un paso al océano Pacífico, exploró toda la costa de Centroamérica y de la península de Yucatán, estableciendo el primer contacto con la civilización maya.[249]
Estos viajes, si bien fueron limitados en sus objetivos, aportaron gran información a la Corona y a la Casa de la Contratación.
Cuarto viaje (3 de abril de 1502-7 de noviembre de 1504)
Entre 1500 y 1502 Colón, sintiéndose acosado por sus enemigos, lanzó una operación de imagen. En 1501, su amigo Pedro Mártir redactó la que se puede considerar la «biografía oficial» del Almirante. El año siguiente, Colón legó el 10 % de sus rentas a la ciudad de Génova para ganarse su favor mientras mercaderes genoveses aportaron la financiación necesaria para un nuevo viaje de exploración a las Indias.[252]
El cuarto y último viaje de Cristóbal Colón partió desde Sevilla el 3 de abril de 1502,[212][213][214] se dirigió hacia la Puebla Vieja y posteriormente Colón se mantuvo ocupado en Sevilla para asuntos de municiones y tripulación mientras los navíos aguardaban en Cádiz, de donde zarparon el 11 de mayo.[215] El 25 de mayo hicieron escala por Gran Canaria y, tras una travesía de 21 días por el Atlántico, llegaron al Caribe, recalando en una bahía de La Española. Colón exploró las costas de las actuales Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Desde este golfo intentó retornar a La Española, pero una tormenta lo forzó a desembarcar en Jamaica, debido a que no obtuvo el permiso del Gobernador de La Española. De allí viró a la Isla de Pinos (Cuba) para acabar en tierra continental.[253]
En octubre de 1502 llegó a la Bahía de Chirqui (Panamá), creyendo ver el paso hacia las Indias, el mítico Paso Occidental. Los indígenas le hablaron de un paso para llegar al Gran Océano (Océano Pacífico). Colón, como marino, rechazó adentrarse en la selva. De haberlo hecho, hubiera sido el primer europeo en lograrlo.
El 5 de diciembre de 1502 renunció a la búsqueda del Paso Occidental por una explotación puramente económica, dirigiéndose a Veragua (Panamá) donde encontró oro en los torrentes que bajaban de las montañas, aconsejado por su hermano Bartolomé. En abril de 1503, tras cuatro meses en Veragua, fundaron el asentamiento de Belén, de 80 personas, al mando de su hermano Bartolomé y su escribano Diego Méndez. El 6 de abril de 1503 los guaraníes atacaron Belén en una proporción de 10 a 1 a favor de los indígenas. Pese a la superioridad tecnológica española (arcabuces contra flechas y macanas), deben de abandonar el asentamiento y hacerse a la mar, hacia el norte.
Con la madera de los cascos de los barcos podrida y entrando agua constantemente, sufrió la cuarta tormenta del viaje, encallando sus barcos en Jamaica. Con los restos del naufragio, hicieron un campamento en la playa. Ante la certeza de que nadie les iba a rescatar (ningún barco arribaba a Jamaica desde 1494) Colón confió en su escribano, Diego Méndez, para una misión suicida: Ir a La Española en una canoa y recabar ayuda de su Gobernador, Nicolás de Ovando.
Tras 5 días de travesía entre Jamaica y La Española, arribaron a la isla, donde su Gobernador, en lucha contra los nativos, rehusó ayudar a Colón y retuvo a Diego Méndez durante meses. Mientras tanto, en Jamaica, hubo un motín encabezado por los hermanos Porras para socavar el mando de un ya enfermo y artrítico Colón, que fracasó en principio al no poder abandonar Jamaica.
El 29 de febrero de 1504 hubo un eclipse lunar que predijo Colón y que asustó a los asustados indígenas jamaicanos, que le hicieron ofrendas. Sin embargo, solo ganó algo de tiempo, pues a través de un emisario mandado, Nicolás de Ovando le hizo llegar su negativa a enviar un rescate.
Tras ocho meses de espera, el 11 de septiembre de 1504, un enfermo y agotado Colón y su hijo Hernando lograron reembarcar en Jamaica con destino la Española, en un barco conseguido por Diego Méndez. Colón tuvo que pagar su pasaje. Sorprendentemente, este corto viaje duró 45 días, frente a los 5 que invirtió Diego Méndez en una canoa, debido a las adversas condiciones de la mar.
110 de los 145 miembros de la expedición sobrevivieron, aunque muchos de ellos, exhaustos, renunciaron a volver a Castilla y se quedaron en La Española.
En 1503, en su último viaje por las Antillas Mayores, descubrió las islas llamadas actualmente Caimán Brac y Pequeño Caimán (pues Colón nunca vio la isla de Gran Caimán), que recibieron el nombre de Las Tortugas. Se les dio ese nombre por la gran cantidad de tortugas que había en ellas y en sus alrededores. Regresó en 1504 a Sanlúcar de Barrameda sin cumplir ninguno de sus principales objetivos.
Relaciones con los indígenas
Siguiendo las costumbres vigentes en esos tiempos, las relaciones de Cristóbal Colón y sus hombres con otros pueblos y tierras se regían por las posibilidades de conquistarlas para el reino al que representaban.
Pensando que se hallaban en las tierras del Gran Kan, intentaron tomar posiciones militares defensivas y entablar contacto con algún rey, pero no encontraron nada parecido y comprobaron poco a poco que poseían una gran superioridad armamentística sobre los indígenas y que estos desconocían las palabras «Gran Kan». Atribuyeron ese desconocimiento a un muy bajo nivel cultural de los indios y fueron asumiendo la facilidad de conquista del nuevo territorio. Así lo demostraron en los comunicados a sus monarcas.
Actividad como cartógrafo
Aunque no se conserva ningún mapa firmado por Colón, varios indicios apuntan a que sí dibujó algunos mapas. Las Casas y otros autores del siglo xvi afirman que Colón se ganaba la vida ocasionalmente haciendo cartas náuticas. Las Casas también relata que, navegando a lo largo de Cuba en 1492, Colón iba dibujando un mapa de la costa. En la correspondencia entre Colón y los reyes se mencionan varias veces mapas de las nuevas tierras que los soberanos reclaman o que Colón afirma haber enviado. También consta que Alonso de Ojeda tuvo acceso a un mapa de las costas continentales sudamericanas realizado por Colón (o por alguien a su servicio) durante su tercer viaje.[254]
Hacia 1501 Colón afirmó en una carta saber dibujar planisferios terrestres:
nuestro señor (...) me dio (...) engenio en el anima e manos para debusar espera y en ella las çibdades ryos y montañas yslas y puertos todo en su propio sytio.Carta de Colón a los Reyes incluida en el Libro de las Profecías
Mapas sin firma ni fecha atribuidos a Cristóbal o Bartolomé Colón | |||||||||
|
Testamento
El 19 de mayo de 1506, un día antes de su muerte en Valladolid, Cristóbal Colón redactó su testamento ante Pedro de Inoxedo, escribano de cámara de los Reyes Católicos. Dejó como testamentarios y cumplidores de su última voluntad a su hijo Diego Colón, a su hermano Bartolomé Colón y a Juan de Porras, tesorero de Vizcaya.
En ese documento Colón, que se autotituló almirante, virrey y gobernador de las islas y tierra firme de las Indias descubiertas y por descubrir, estableció lo siguiente:[255]
Yo constituí a mi caro hijo don Diego por mi heredero de todos mis bienes e ofiçios que tengo de juro y heredad, de que hize en el mayorazgo, y non aviendo el hijo heredero varón, que herede mi hijo don Fernando por la mesma guisa, e non aviendo el hijo varón heredero, que herede don Bartolomé mi hermano por la misma guisa; e por la misma guisa si no tuviere hijo heredero varón, que herede otro mi hermano; que se entienda ansí de uno a otro el pariente más llegado a mi linia, y esto sea para siempre. E non herede mujer, salvo si non faltase non se fallar hombre; e si esto acaesçiese, sea la muger más allegada a mi linia.
De donde se entiende que tiene dos hijos, Diego y Fernando, y que el heredero es el primogénito, según la costumbre al uso. Manifiesta asimismo que doña Beatriz es la madre de Fernando, lo que atestigua que nunca se casaron.
En el testamento Colón se quejó de la pequeña cantidad —un cuento (millón) de maravedíes— que los Reyes Católicos habían puesto en 1492 para la empresa del descubrimiento, debiendo él mismo contribuir con capital para el viaje. No obstante, es falso el mito inventado por su hijo Hernando y propagado por Bartolomé de las Casas de que Colón muriese pobre. Su situación económica al final de su vida era la de un millonario, con rentas anuales estimadas en unos 8.000 pesos (unos cuatro millones de maravedíes).[256]
Fallecimiento, entierro y posteriores traslados
Cristóbal Colón falleció en Valladolid, el 20 de mayo de 1506, presumiblemente por complicaciones derivadas de una gota o una artritis padecida durante años.[257] Tras su muerte, su cuerpo fue tratado con un proceso llamado descarnación, mediante el cual se quitaba toda la carne de los huesos para la mejor conservación del cadáver.
Se le enterró inicialmente en el Convento de San Francisco en Valladolid y, posteriormente, sus restos fueron trasladados a la capilla de Santa Ana del Monasterio de la Cartuja en Sevilla en 1509.[161] Se encargó del traslado el mercader florentino Simón Verde, amigo de la familia.[258]
En 1523, por deseo de su hijo Diego Colón, este dispuso en su testamento que tanto sus restos como los de su padre fueran trasladados y enterrados en la catedral de Santo Domingo.
Los trámites relacionados con el cumplimiento de la voluntad testamentaria de Diego Colón estuvieron a cargo de su viuda, la virreina María Álvarez de Toledo y Rojas, quien a través de los buenos oficios de la reina Isabel, solicitó y obtuvo del rey Carlos I de España la autorización para que en la capilla mayor de la catedral de Santo Domingo fueran trasladados y enterrados Cristóbal y Diego Colón. María, el 2 de junio de 1537, amplió el derecho a favor de su hijo Luis Colón.
Existen discrepancias sobre la fecha exacta en María de Toledo trasladó los restos, ya que en 1536 la virreina solicitó a los monjes del monasterio cartujo de Santa María de la Cuevas de Sevilla la entrega de los restos de ambos almirantes, otras fuentes mencionan que el traslado de los restos se efectuó antes de 1539[259] y otras, que la virreina María Álvarez de Toledo los llevó consigo en su regreso a Santo Domingo el 8 de agosto de 1544.[260]
Lo que resulta indubitable es que en 1548, cuando María redactó su testamento, los restos de ambos personajes ya estaban en la dicha catedral, ya que María pidió que su cuerpo no fuera enterrado en la misma sepultura de su marido Diego sino debajo de él, en el suelo de la capilla, junto al presbiterio del altar mayor.
Los restos mortales de Cristóbal Colón permanecieron sepultados en Santo Domingo por más de dos siglos.
Tras la conquista de la isla de Santo Domingo en 1795 por los franceses, se trasladaron a La Habana y, tras la guerra de independencia cubana en 1898, sus restos fueron trasladados a bordo del crucero Conde de Venadito hasta Cádiz y desde allí hasta Sevilla por el aviso Giralda con destino a la Catedral de Sevilla,[261][262] donde reposan en un suntuoso catafalco.
Discusiones sobre su enterramiento
Posteriormente, se produjo una controversia sobre el destino final de los restos de Cristóbal Colón, tras aparecer en 1877, en la Catedral de Santo Domingo, una caja de plomo que contenía fragmentos de huesos y que llevaba una inscripción donde se leía «Varón ilustre y distinguido Cristóbal Colón». Esos restos permanecieron en la catedral de Santo Domingo hasta 1992, año en el que fueron trasladados al Faro a Colón, un monumento faraónico construido por la República Dominicana para homenajear y conservar los restos que se suponen también de Colón.[263]
Al parecer, en el momento de exhumar el cuerpo de la catedral de Santo Domingo no estuvo muy claro cuál era exactamente la tumba de Cristóbal Colón, debido al mal estado de las tumbas, con lo que resulta al menos probable que solo se recogieran parte de los huesos, quedando la otra parte en la catedral de Santo Domingo. Todavía faltan estudios que sean más concluyentes al respecto.
Para averiguar cuáles eran los verdaderos restos se propuso tomar muestras de ADN de ambos esqueletos: el de Sevilla y el de Santo Domingo. Los estudios debían acabar en mayo del año 2006, pero en enero de 2005 las autoridades dominicanas pospusieron la apertura de la tumba. En el estudio preliminar se detectó una probable vinculación filial entre los huesos enterrados en la catedral de Sevilla y los de su hijo Diego.
El 1 de agosto de 2006 el equipo de investigación dirigido por José Antonio Lorente, médico forense y director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, que estudió los restos óseos atribuidos al almirante que están en la catedral de Sevilla desde 1898, confirmó que «sí son los de Cristóbal Colón». Esta afirmación está basada en el estudio del ADN comparado con el de su hermano menor Diego y con los de su hijo Hernando.[264]
Según los estudios del equipo de investigación, se determinó que Cristóbal Colón era
varón, de entre 50 y 70 años, sin marcas de patología, sin osteoporosis y con alguna caries. Mediterráneo, medianamente robusto y de talla mediana.
Todavía se espera que las autoridades de la República Dominicana permitan el estudio de los restos atribuidos al Almirante que están en ese país, lo cual permitiría completar la historia en torno a esta cuestión. Pero este estudio ya no es determinante para identificar los restos del descubridor.[263] Se estima que pueda haber restos en otros lugares, ya que los que hay en la capital andaluza no llegan al 15 % de la totalidad del esqueleto, por lo que podría resultar que los que están en Santo Domingo también correspondan al descubridor de América.[cita requerida]
Acusación de tiranía
Luego de su primer viaje, Cristóbal Colón fue designado virrey y gobernador de las Indias bajo las Capitulaciones de Santa Fe. Esto incluyó la administración de las colonias en la isla de La Española, cuya capital se estableció en Santo Domingo. Al final de su tercer viaje, Colón estaba física y mentalmente exhausto: su cuerpo afligido por artritis y sus ojos por oftalmia. En octubre de 1499, envió dos naves a España, pidiendo a la Corte designar a un comisionado real para ayudarlo a gobernar.
Para entonces, las acusaciones de tiranía e incompetencia de Colón como gobernador habían llegado a la Corte. La reina Isabel y el rey Fernando respondieron quitando a Colón del poder y reemplazándolo por Francisco de Bobadilla, miembro de la Orden de Calatrava.
Bobadilla, quien fue gobernador desde 1500 hasta 1502, cuando falleció debido a una tormenta, también había recibido el encargo de investigar las acusaciones de brutalidad hechas contra Colón. Al llegar Bobadilla a Santo Domingo, mientras Colón estaba ocupado con sus exploraciones del tercer viaje, fue recibido con quejas contra los tres hermanos Colón: Cristóbal, Bartolomé y Diego. Un informe de Bobadilla recientemente descubierto asevera que Colón frecuentemente usaba la tortura y mutilación para gobernar La Española. El informe de 48 páginas, encontrado en 2006 en el Archivo General de Simancas, contiene testimonios de 23 personas, incluyendo enemigos y partidarios de Colón, acerca del trato de Colón y sus hermanos a los súbditos coloniales durante sus siete años de mandato.[265][266]
De acuerdo con este informe, Colón castigó a un hombre culpable de robar maíz haciéndole cortar las orejas y la nariz, para venderlo luego como esclavo. Los testimonios registrados en el informe aseveran que Colón felicitó a su hermano Bartolomé por “defender a la familia”, cuando este último ordenó que una mujer fuera forzada a desfilar desnuda en público y que su lengua fuera cortada por sugerir que Colón era de mal nacimiento.[265][266] El documento también describía el modo como Colón controló el descontento y revuelta de los nativos. Primero, ordenó una represión brutal en la que los nativos fueron asesinados y luego sus cuerpos desmembrados desfilados por las calles en un intento de desincentivar cualquier otra rebelión.[267]
«El gobierno de Colón se distinguió por una forma de tiranía», afirma Consuelo Varela Bueno, historiadora española que estudió y publicó documentos. «Incluso quienes lo admiraban [a Colón] tuvieron que admitir las atrocidades que habían ocurrido».[266] Varela Bueno afirma en el prólogo de su libro, que «La historiografía que se nos ha conservado hasta ahora es única y exclusivamente la que le favorecía» y como resultado de su investigación concluye que «Colón, pese a su grandeza, no es un personaje simpático. Ahora lo es aún menos».[268]
Bartolomé de las Casas escribió que al llegar él a La Española en 1508 había, contados todos los indios, más de 60 000 personas viviendo en la isla, de modo que de 1494 a 1508 alrededor de tres millones de indios habrían muerto en las guerras, a causa de la esclavitud o el trabajo en minas, y concluía exclamando: «Esto ¿quién lo creerá de los que en los siglos venideros nacieren? Yo mismo que lo escribo y vio y sé lo más dello, ahora me parece que no fue posible».[269][270] Las cifras de muertos dadas por Las Casas han sido consideradas inverosímiles por los historiadores estadounidenses John Tate Lanning y Philip Wayne Powell,[271] el argentino Enrique Díaz Araujo[272] y la española Elvira Roca Barea.[273][274] Estudios demográficos como los realizados en el México colonial por Sherburne F. Cook a mediados del siglo XX sugirieron que el descenso en los primeros años de la conquista fue realmente drástico, oscilando entre el 80 y el 90%, debido a muchas causas diferentes pero todas ellas, en última instancia, atribuibles a la llegada de los europeos.[275] La causa principal y abrumadora fue la enfermedad introducida por los europeos. Diversos historiadores también han señalado que la exageración y la inflación de las cifras era la norma en los relatos del siglo XVI, y tanto los detractores como los partidarios contemporáneos de Las Casas eran culpables de exageraciones similares.[275][276]
El gobierno de los hermanos Colón en La Española no cumplió con las expectativas de los Reyes Católicos. Desde un primer momento fue clara la posición de la propia reina Isabel I de Castilla en la defensa de la igualdad de los indios, sus súbditos del Nuevo Mundo, y los españoles, sus súbditos del Viejo Mundo. Las agresiones a indígenas y la venta de algunos como esclavos era un desobediencia de las órdenes expresas de la reina Isabel la Católica, que había dejado clara su voluntad de que se tratara a los indígenas como súbditos de Castilla, y por lo tanto, como hombres libres.[277] Lo que acabaría con la paciencia de la Corona española fue el informe de Mosén Margarit en las cortes donde expuso crímenes de Cristóbal Colón, quien fue acusado de ser un mal administrador y un líder autoritario, además de comprobarse que personalmente habría capturado 1600 indígenas (del cual 400 indios fueron liberados, pero evidenciando un miedo a los conquistadores españoles que entristecería y enojaría a Isabel la Católica). [278]
Por este motivo, Colón fue arrestado después de su tercer viaje y enviado encadenado ante la reina por el pesquisidor Francisco de Bobadilla.[279] No correspondía el comportamiento de Colón con el que España proponía en sus leyes,[n. 17] aunque la distancia, entre otros motivos, propiciaron conductas similares a la de Colón con los indígenas, las cuales fueron denunciadas por Fray Bartolomé de las Casas y reprobadas por las Leyes Nuevas. Colón y sus hermanos estuvieron en prisión por seis semanas antes de que el rey Fernando ordenara su liberación. Luego de poco tiempo, el rey y la reina llamaron a Colón y sus hermanos al palacio de la Alhambra en Granada. Allí, los monarcas escucharon las suplicas de los hermanos, les devolvieron su libertad y riquezas, y luego de mucha persuasión, aceptaron financiar el cuarto viaje de Colón. Sin embargo, Colón nunca llegó a recuperar su rol de gobernador, que en ese momento fue asumido por Nicolás de Ovando y Cáceres, nuevo gobernador de las Indias Occidentales.
Además, para los contemporáneos de la época, fue tal la mala fama en la que cayo Colón ante la monarquía, que la sociedad española trato con despecho a los hijos y familiares de Colón cuando caminaban por las calles, sobre todo por quienes estaban emparentados por los exploradores españoles que perdieron en la vida o cayeron en desgracia por los viajes a América, acusando a Colón y compañía de ser «personas injustas, enemigos crueles y causantes de derramamiento de sangre española». [280]
«¡Ahí van los hijos del almirante de los mosquitos, el que ha descubierto las tierras de la vanidad y la ilusión, la tumba y la ruina de los caballeros castellanos!»
Posteridad
Formación del mito
En los siglos XVI y XVII coexistieron varias visiones de Colón. Una de ellas, favorecida por la Monarquía Hispánica, fue la visión providencialista que veía a Colón como el instrumento escogido por Dios para revelar el Nuevo Mundo a la Humanidad (europea) y ponerlo en manos de los Reyes Católicos. El máximo exponente de esta visión fue Antonio de Herrera, quien se basó en la biografía escrita por Hernando Colón y en los manuscritos no publicados de Bartolomé de las Casas. De esta época data también la primera gran obra teatral dedicada al personaje, creada por Lope de Vega, en la que se le presenta como un enviado de Dios.[281] En las potencias rivales de España, por el contrario, se achacaba el descubrimiento colombino a mera buena suerte (por ejemplo el británico Daniel Defoe en 1725)[cita requerida] o se cargaban las tintas sobre los crímenes perpetrados por Colón contra los indígenas (el francés abate Raynal, 1770).[282]
En 1777, el escocés William Robertson introdujo una perspectiva nueva: la de Colón hombre de ciencia, un genio adelantado a su tiempo. Robertson creía en la visión de la historia propuesta por autores escoceses anteriores como Adam Smith, que afirmaban que toda sociedad humana avanza pasando por una serie de niveles de civilización, del más primitivo de cazador al de la ganadería, luego al de la agricultura y por fin al "comercial". Para Robertson, Colón había sido la culminación de una serie de exploraciones que llevaron a Europa de la fase agrícola a la fase comercial de la Historia. Esta visión heroica e ilustrada de Colón tuvo gran acogida en los recién independizados Estados Unidos, que la fusionaron con la figura femenina de la Libertad para dar lugar a Columbia, una personificación que se convirtió en uno de los símbolos de la nueva república así como en el nombre del distrito de la capital federal en 1791.[282]
El historiador español Martín Fernández de Navarrete publicó en 1825 el primer volumen de una colección de documentos de archivo esenciales para comprender la realidad de Colón, sus viajes y el descubrimiento de América en general. El embajador estadounidense en España contrató al escritor Washington Irving para traducir la obra de Navarrete al inglés. Sin embargo, Irving prefirió componer a partir de esas informaciones una historia novelada, proyectando sobre Colón los ideales del descubridor de la era del Romanticismo, personificados por aquel entonces en Alexander von Humboldt. Para ello Irving no dudó en añadir episodios inventados cuando le convenía, por ejemplo un inexistente debate en Salamanca entre el "científico" Colón y unos religiosos oscurantistas que defendían que la Tierra era plana; o en denigrar a los tripulantes y compañeros de Colón, a los que tachaba de "chusma disoluta". La obra de Irving fue un enorme éxito de ventas, traduciéndose a seis otros idiomas incluido el español, y definió la visión de Colón que perduró hasta al menos medidados del siglo XX,[282] y se reflejó en producciones cinematográficas como 1492, la Conquista del Paraíso.[283]
Legado
El juicio histórico
A raíz de la revolución que supuso el descubrimiento de América capitaneado por Cristóbal Colón, su figura y su nombre, así como sus variantes, aparecen en numerosos lugares y también en las artes, la cultura y la educación. Un país, estados, ciudades, escuelas, calles y parques llevan su nombre, así como es homenajado por esculturas y monumentos, de modo que la figura de Colón se ha convertido en un icono mundial. Sobre su vida se han escrito novelas, cuentos, se han compuesto piezas musicales y obras dramáticas tanto en teatro como en cine. Hubo un intento desde la jerarquía católica de canonizarlo como "propagador de la fe".[284][285]
La admiración prácticamente unánime de Cristóbal Colón durante el siglo XIX, alcanzó su culminación en 1892, cuando se conmemoraba el IV Centenario de su viaje inaugural, entendido en el contexto de la Segunda revolución industrial y el auge del colonialismo, como un hito de la civilización. Las pocas voces críticas evitaban centrarse en su figura, y cargaban los males de la conquista en españoles y portugueses (en menor medida franceses e ingleses), presentando a Colón como un explorador y adalid del pensamiento científico. En relación con esta idea, se afianzó el mito de la creencia medieval de una Tierra Plana, la cual Colón habría desafiado con su viaje.
En el siglo XX, esta unanimidad en la admiración de Colón desapareció cuando sus acciones fueron puestas en relación con los procesos históricos que desencadenaron, en especial la Conquista de América. Por tal razón algunos investigadores y divulgadores históricos cuestionaron a Colón como un representante del eurocentrismo y el imperialismo cultural, otros prefirieron destacar que, como hombre de su tiempo, actuaba de acuerdo a valores y un sistema de creencias que son diferentes a los de siglos posteriores.
Conmemoraciones
En diferentes países se conmemora el desembarco colombino en América el 12 de octubre de 1492, una iniciativa que se formuló en torno a las celebraciones del IV Centenario del Descubrmiento.[286] En España se ha adoptado esta fecha como Fiesta Nacional de España (hasta 1987 llamado también Día de la Hispanidad), diferentes países de América latina lo celebran, o celebraron, con el nombre de Día de la Raza en el contexto de afirmación de la identidad de comienzos del siglo XX. De este modo lo adoptaron como parte de su calendario de fiestas cívicas la Argentina (pionera desde 1917 y hasta 2010 cuando cambió de nombre), Venezuela (entre 1921 y 2002), México ( desde 1928) y Chile (desde 1931). En los Estados Unidos el 12 de octubre se conmemora con el nombre de Columbus Day.
El auge de los movimientos de liberación nacional a partir de los años 1960 y 1970, la aparición de nuevos conceptos antropológicos sobre la cultura y la civilización, la crítica al colonialismo y al neocolonialismo y la emergencia de una historiografía basada en el estudio de los procesos sociales, antes que en acontecimientos, y en el protagonismo colectivo, más que el individual llevaron a cuestionar la idea de "descubrimiento" y las propias acciones de Colón, en especial como quien dio comienzo a la conquista de América. Superadas las ideas sesgadas de Leyenda Negra y Leyenda Rosa, hacia el V Centenario aparecieron dos visiones acerca de este proceso. Una de ellas se centró en los desarrollos posteriores y prefirió considerar al mismo como un "encuentro", no exento de conflictos, entre dos mundos, durante el mismo, que comenzó con Colón, se completó el conocimiento del mundo y se sentaron las bases de una civilización global interconectada por el comercio y la cultura.[286][287] La otra consideraba que los procesos de dominación colonial se encontraban aún vigentes tanto desde el mundo desarrollado como en el interior de las sociedades poscoloniales y que el desprecio por los pueblos indígenas en América y Europa y la asimetría en las relaciones entre el mundo desarrollado y el Tercer Mundo, eran la consecuencia de lo acaedido desde el 12 de octubre de 1492;[288][289] para esta interpretación, por lo tanto, "no hay nada que festejar" y la fecha debe conmemorarse antes que celebrarse.[286][290]
Mientras que la Celebración del IV Centenario en 1892 había sido una apoteosis de Colón, los festejos del Quinto Centenario en 1992 se llevaron a cabo bajo el título de "Encuentro de Dos mundos", consensuado en la Unesco con beneplácito de todos los gobiernos implicados, que quitaba protagonismo a Colón además de evitar el término controvertido de "descubrimiento".[286] No obstante, las celebraciones fueron rechazadas como una "nueva conquista" por movimientos indígenas, partidos de izquierda de algunos países y otras organizaciones.[286] En los Estados Unidos, donde el "Día de Colón" era una fecha dedicada a celebrar el legado europeo (sobre todo italiano) y la audacia del genovés, no hubo grandes celebraciones en 1992. El Concilio Nacional de Iglesias de este país declaró que no era un día para celebrar, sino para "la reflexión y el arrepentimiento".[291][292]
A partir del siglo XXI, algunos gobiernos iberoamericanos y españoles de izquierdas comenzaron a cuestionar de manera oficial la celebración del 12 de octubre. Así en 2002, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez —en concordancia con el llamado pensamiento bolivariano — cambió la denominación de Día de la Raza a Día de la Resistencia Indígena. Asimismo el Consejo Nacional Indio, en representación de las 36 etnias indígenas venezolanas, solicitó que se quitaran las estatuas de Cristóbal Colón y que las mismas fueran sustituidas por la del cacique Guaicaipuro quien resistió la invasión española.[293] Ese mismo día un grupo de activistas indígenas derribó la estatua de Colón ubicada en Caracas.[294]
En 2007, una variante de ese mismo nombre - Día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular- fue adoptado por Nicaragua[295] y en 2017, el Parlamento de Navarra, conmemoró el 12 de octubre también como Día de la Resistencia Indígena.[296][297]
En Argentina la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por medio de un decreto cambió, en 2010, el nombre de Día de la Raza a Día del respeto a la diversidad cultural,[298] por recomendación del INADI, en consonancia con la concepción de que no existen las razas y con el objeto de que se convirtiera en un “...día de reflexión histórica y diálogo intercultural".[299][300][301] En 2013, el traslado del Monumento a Cristóbal Colón (obsequio de la comunidad italiana en conmemoración al Centenario Argentino) ubicado detrás de la Casa Rosada, generó cierta polémica.[302]
Toponimia
En lo que se refiere a la toponimia, el nombre de Colón es utilizado ampliamente, principalmente en América. Un país americano, Colombia debe su nombre al Almirante, como también su montaña más alta el Pico Cristóbal Colón; así como diferentes regiones, ciudades y ríos como por ejemplo Columbus en Ohio (Estados Unidos) o la Ciudad de Colón en Panamá, así como la provincia homónima. En Estados Unidos se adoptó sobre todo la forma Columbia, fusión del ideal heroico de Colón con la figura femenina de la Libertad, por ejemplo en Columbia (Carolina del Sur), el Distrito de Columbia donde se sitúa la capital federal Washington D. C., el río Columbia o la provincia canadiense de la Columbia Británica.
En Argentina hay dos ciudades denominadas Colón, una en la provincia de Buenos Aires y otra en la de Entre Ríos. En Cuba también existe una ciudad denominada Colón, en la provincia de Matanzas, así como el principal cementerio del país: la Necrópolis de Cristóbal Colón en La Habana. Puerto Colón —en Paraguay—, Ciudad Colón —en Costa Rica—, Colón —en México—, San Juan de Colón —en Venezuela—, San Marcos de Colón en Honduras. Asimismo, el archipiélago de las Islas Galápagos, perteneciente a Ecuador, recibe oficialmente el nombre de «Archipiélago de Colón».
En España, concretamente en la provincia de Huelva, existe la ruta histórico-artística de los «Lugares colombinos» en torno a la figura de Colón, los hermanos Pinzón y los hechos que rodearon el descubrimiento. Fue declarada conjunto histórico-artístico de la provincia en 1967.[303]
El huevo de Colón
El DLE define el huevo de Colón[304] como: «Cosa que aparenta tener mucha dificultad pero resulta ser fácil al conocer su artificio». El origen de este dicho está relacionado con una anécdota publicada por Girolamo Benzoni en el libro Historia del Nuevo Mundo (Venecia, 1565). Esta nos sitúa en un juego entre Colón y un grupo de nobles. Como respuesta a una pregunta sobre el descubrimiento, Colón pidió un huevo e invitó a los nobles a intentar que dicho huevo se mantuviera derecho por sí solo. Los nobles no fueron capaces de mantener derecho el huevo y cuando este volvió a sus manos, Colón golpeó el huevo contra la mesa, rompiéndolo un poco y propiciando que el huevo quedara en pie. Si bien es probable que esta anécdota sea una leyenda, se ha hecho muy popular.
Teatro, cine y televisión
En 1614 Lope de Vega escribió El nuevo mundo descubierto por Cristóbal Colón, primera gran obra teatral dedicada al personaje de Colón, en la que se le presenta como un enviado de Dios.[281]
En las primeras dos décadas del siglo xx se realizaron tres películas tituladas Cristóbal Colón, dirigidas por Vincent Lorant-Heilbronn (1904), Emiliano Fontana (1910) y Gérard Bourgeois (1917). Las tres realzaban el supuesto carácter misionero cristiano de Colón.[281] En la misma línea hagiográfica se inscribe la obra teatral experimental publicada en 1933 por Paul Claudel, autor francés marcadamente católico, con el título Le livre de Christophe Colomb.[305]
La primera gran película consagrada a Colón fue realizada en 1949 por el británico David MacDonald. Titulada Christopher Columbus (Cristóbal Colón en la versión en español), destacó la interpretación de Fredric March en el papel protagonista.[281] Las siguientes súper-producciones sobre el mismo tema no llegaron hasta el Quinto Centenario del Descubrimiento, en 1992, cuando se estrenaron dos películas en un intervalo de pocos meses. La primera fue Cristóbal Colón: el descubrimiento, dirigida por John Glen y con George Corraface como protagonista. Le siguió 1492: La Conquista del Paraíso, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Gérard Depardieu. Ambos filmes fueron calificados de mediocres por la crítica.[281]
Otras obras de teatro, cine y televisión centradas en Colón:
- Christophe Colomb de Michel de Ghelderode (1929), farsa satírica.[306]
- Alba de América (1951), dirigida por Juan de Orduña, protagonizada por Antonio Vilar.
- Cristóbal Colón (1968), serie televisiva dirigida por Vittorio Cottafavi, con Francisco Rabal como protagonista.[307]
- Cristóbal Colón de oficio... descubridor (1982), parodia de la vida del descubridor dirigida por Mariano Ozores, con Andrés Pajares como protagonista.
- Cristóbal Colón (1985), serie televisiva dirigida por Alberto Lattuada, con Gabriel Byrne en el papel protagonista.
- Réquiem por Granada (1990), serie televisiva de Vicente Escrivá, con Juanjo Puigcorbé interpretando a Colón.
- Érase una vez... las Américas (1991), serie de televisión animada francesa, de Albert Barillé.
- Carry On Columbus (1992), comedia.
- Cristóbal Colón, el enigma (2007), documental dirigido por Manoel de Oliveira sobre el posible origen portugués de Colón.
Música
- Alessandro Scarlatti (1660-1725): Il Colombo ovvera L'India scoperta, es la primera ópera que se conoce sobre Colón, estrenada en Italia (1690).
- Vincenzo Fabrici: Il Colombo, o La Scoperta delle Indie, ópera (1788).
- Wilhelm Friedrich Ernst Bach, (nieto de Johann Sebastian Bach) (1759-1845): Columbus oder Die Entdeckung Amerikas, cantata.
- Francesco Morlacchi (1784-1841): Colombo, ópera (1828).
- Ramón Carnicer (1789-1855): Cristóforo Colombo, ópera, sobre un texto italiano de Felice Romani (1829).
- Gaetano Donizetti (1797-1848): Cristoforo Colombo, ópera.
- Giovanni Bottesini (1821-1889): Cristoforo Colombo, ópera estrenada en el Gran Teatro de La Habana de Cuba (1848).
- Theodor Apel (1811-1867): Columbus, drama.
- Richard Wagner (1813-1883): Apertura para el drama de Theodor Apel Columbus (WWV 37).
- Heinrich von Herzogenberg (1843-1900): Columbus, cantata dramática.
- Alberto Franchetti (1860-1942): Cristoforo Colombo, ópera, una de las más conocidas y estrenada en Génova en conmemoración del IV Centenario del descubrimiento (1892).
- Darius Milhaud (1892-1974): Christophe Colomb ópera basada en la obra Le livre de Christophe Colomb del poeta Paul Claudel (1930 y revisada en 1955).
- Werner Egk (1901-1983): Columbus, radio ópera (1933).
- Sir William Walton (1902-1983): Christopher Columbus Suite (1942).
- Manuel de Falla (1876-1946): Atlántida, ópera (1962).
- Jacques Offenbach (1819-1880): Christopher Columbus, opereta, estrenada con el motivo del bicentenario de los Estados Unidos de América (1876).
- Philip Glass (1937): The Voyage, ópera (1992).
- Karl-Erik Welin (1934-1992): Christofer Columbus (1991).
- Leonardo Balada (1933): Christopher Columbus, ópera (1986); Death of Columbus, ópera (1996).
- Aquiles Nazoa (1920-1976) / Federico Ruiz (1948): Los martirios de Colón, ópera bufa (1993).
Literatura histórica y de ficción
- Rodrigues do Santos, José (2006). El Códice 632. Barcelona: ROCA EDITORIAL DE LIBROS, S.L. ISBN 9788496544413.
- Piqueras Gómez, Pedro (2006). Colón. A Los Ojos De Beatriz. MR Ediciones. ISBN 978-84-270-3284-2.
- Finley, Robert (2002). Las Indias accidentales. Barcelona: EDICIONES BARATARIA. ISBN 9788495764058.
- Vidal, Miguel Ángel (2008). El Jardí de les Hespèrides (en catalán). Palma de Mallorca: MOLL. ISBN 9788427321847.
- Marlowe, Stephen (1987). Memorias de Cristóbal Colón. Madrid: Mondadori. ISBN 84-397-1199-9.
- Ferrà i Martorell, Miquel (1983). Memòries secretes de Cristòfor Colom (en catalán). La Magrana. ISBN 9788474101287.
- López Vergara, María Luisa (1988). No serán las Indias. Tusquets. ISBN 9788472232631.
- Blasco Ibáñez, Vicente (1929). En busca del gran Kan: (Cristóbal Colón). Editorial Biblioteca Nueva, S.L. ISBN 9788470307034.
- Nacher, Enrique (1957). Guanche. Ediciones Destino, S.A. ISBN 9788423303182.
- Melero, Luis (2006). Colón: el impostor. Ediciones Temas de Hoy. ISBN 9788484605485.
- Scott Card, Orson (1998). Observadores del pasado: la redención de Cristóbal Colón. Barcelona: Ediciones B. ISBN 8440681194.
- Ruiz Montañez, Miguel (2006). La Tomba de Colom. Barcelona: EDICIONES B. ISBN 84-666-3041-4.
- Levinas, Marcelo Leonardo (2001). El último crimen de Colón. Buenos Aires: Alfaguara. ISBN 9789505117376.
- Rosset, Edward (2002). Cristóbal Colón: rumbo a Cipango. Barcelona: Edhasa. ISBN 9788435060592.
- Cifuentes, Paula (2005). La ruta de las tormentas. Madrid: Martínez Roca. ISBN 9788427031845.
- Eslava Galán, Juan (2004). El enigma de Colón y los descubrimientos de América. Barcelona: Planeta. ISBN 9788408066798.
- Roa Bastos, Augusto (1992). Vigilia del almirante. Madrid: Alfaguara, D.L. ISBN 9788420481043.
- Reston, James (2007). Los perros de Dios: Colón, la inquisición y la caída de Granada. Barcelona: Destino. ISBN 9788423339181.
- Hiriart, Hugo (2008). La destrucción de todas las cosas. Madrid: Del Taller de Mario Muchnik, cop. ISBN 9788495303738.
- Infantil y juvenil
- Corbella Colón, Felicitas; Ilustrador: FERRER, Adán (1997). Mi Padre Don Cristóbal Colón. Zaragoza: Edelvives. ISBN 9788426315298.
- Sierra i Fabra, Jordi (2006). I li van dir Colom. Barcelona: EDEBE. ISBN 9788423681723.
- Molina Llorente, María Isabel. Colón, tras la ruta de poniente. Alfaguara. ISBN 9788420469973.
- Villanes Cairo, Carlos (2005). La otra orilla. Madrid: Anaya. ISBN 9788420744902.
- Villanes Cairo, Carlos (2006). Memorias del segundo viaje de Colón. Madrid: Anaya. ISBN 9788466751797.
- Villanes Cairo, Carlos (2006). El ocaso del gran navegante. Madrid: Anaya. ISBN 9788466753579.
- Plaza Plaza, José María; Ilustraciones de Julius Pozuelo de Alarcón (2005). ¡Tierra a la vista!: la historia de Cristóbal Colón. Madrid: Espasa Calpe. ISBN 9788467019575.
- Baumann, Hans (1958). El hijo de Colón. Barcelona: Herder, cop.
- Cómic
Monumentos dedicados a Colón
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Monumentos a Cristóbal Colón.
Sellos
Monedas
|
|
Véase también
- Anexo:Cronología de Cristóbal Colón
- Cartas anunciando el descubrimiento de las Indias
- Casa de Colón
- Casa de Cristoforo Colombo
- Descubrimiento de América
- Hermanos Pinzón
- Huevo de Colón
- Llegada del hombre a América
- Libro copiador de Colón
- Lugares colombinos
- Pleitos colombinos
- Ducado de Veragua
- Contactos transoceánicos precolombinos
- Escuela de Sagres
- Cráter lunar Colombo, nombrado en su memoria.
Notas
- La mayoría de los expertos afirman el origen genovés de Colón, para más precisión ver origen.
- Colón destaca el objetivo de la búsqueda de oro en su Diario de Viaje (sumario realizado por Bartolomé de las Casas: Sábado 13 de octubre (1492):
[...] Yo estava atento y trabajava de saber si avía oro y vide que algunos de ellos traían un pedaçuelo colgado en un agujero que tienen en la nariz. Y por señas pude entender que yendo al Sur o Bolviendo la isla por el Sur, que estava alli un rey que tenía grandes vasos de ello, y tenía muy mucho[...]Cristóbal Colón, Diario de Viaje.
- El físico (o médico) de Palos Garcí Fernández en su declaración en los pleitos colombinos atestigua:
... que sabe quel dicho martyn alonso pynçon -contenido- en la dicha pregunta, tenya en esta villa lo que le hacya menester e que sabe quel dicho almyrante don crystobal colon veyendo a la Rabyda con su hijo don diego ques agora almirante a pie se vyno a la Rabyda ques monasteryo de frayles en esta villa el qual demando a la porterya que le diesen para aquel nyñico que hera niño, pan y agua que veviese.Citado en La Rábida, historia documental crítica, ORTEGA, Ángel. Tomo II, pág. 18.... Autores muy beneméritos han tratado de analizarle para deducir que el buen físico habla de dos tiempos, de dos visitas... [y] el calificativo de niñico dado a don Diego solo le cuadra en 1484, a los ocho o diez años de su edad, no en 1491, cuando ya tenía quince o diez y siete.Citado en La Rábida, historia documental crítica, ORTEGA, Ángel. Tomo II, pág. 18.
- Según el P. Ortega el primer autor en negar esta primera estancia de Colón en La Rábida en 1485 es Navarrete, quien retrasa esta llegada hasta 1492:
El primero que negó esta presencia de Colón en La Rábida, retardándola hasta 1492, fue don Martín Fernández de Navarrete
- También se ha explicado que pudo haber llegado a España por primera vez en barco al Puerto de Santa María o que llegase a España por tierra por Extremadura o Andalucía.[151] El Puerto de Santa María era la urbe principal del conde de Medinaceli Luis de la Cerda, a su vez muy aficionado a la náutica. Además, el Puerto de Santa María estaba comunicado por naves costeras que hacían, hasta allí, el cabotaje de Lisboa. Colón, que se había marchado de la corte de Juan II, pudo haber decidido acercarse a este noble. Sería presentado a él gracias a la colaboración de su mayordomo mayor, Romero.[152] Colón le reveló al duque su proyecto y se sabe, por una carta del propio duque, que este lo mantuvo en su casa durante unos dos años,[153] aunque posteriormente el noble desistió de la empresa.[154]
Otra teoría expone que la entrada de Colón en España la realizó tomando un barco hasta Huelva[155] para buscar a una amiga de su mujer llamada Violante Muñiz, casada con un individuo llamado Miguel de Muliar o Muliarte.[156] Probablemente acudiría a esta casa para poder dejar a su hijo Diego y fue allí donde escuchó noticias sobre el prestigio de fray Juan Pérez. Tras esto, tomaría una barquilla para atravesar el ancho cauce que hay en la unión de los ríos Tinto y Odiel, e ir a La Rábida en busca del famoso fraile. Según esta teoría, en la historiografía romántica se ha presentado este hecho como Colón con su hijo pidiendo refugio, pan y un vaso de agua en las puertas del monasterio, sin embargo, podría no haber sido así, ya que Colón habría ganado algún dinero en tierras portuguesas[157] y mantenía una excelente relación con el Duque de Medinasidonia y este, por estar su señorío de Niebla tan próximo a Huelva, debió haber tenido relaciones con los frailes.[158] - Libranza a Luis de Santángel por los préstamos hechos a la corona.
Orden a Fernando de Villadiego, tesorero de la cruzada en parte de los obispados de Oviedo y Astorga, para que libre a Luis de Santángel, escribano de ración y miembro del consejo real, 290.000 mrs por dos cuentos y seiscientos cuarenta mil que prestó (un cuento y ciento cuarenta mil para el viaje de Colón y el resto para pagar a Don Isaac Abrabanel).Archivo General de Simancas. Signatura: CCA,CED,1,101,2. PARES.
- El original de las Capitulaciones no se conserva, lo que se conserva en la actualidad, en el Archivo General de Indias, es un testimonio autorizado dentro de la unidad Patronato con la signatura PATRONATO,295,N.2 y un asiento en un registro cedulario en la unidad Indiferente General con la signatura INDIFERENTE,418,L.1,F.1R-1V y en el Archivo de la Corona de Aragón, un registro de Cancillería dentro de la unidad Archivo Real (Real Cancillería), con la signatura ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN, REAL CANCILLERÍA, REGISTROS, NÚM.3569, en los folios 135v-136v.
- Real Provisión de los Reyes Católicos, dirigida a ciertos vecinos de Palos. Granada, 30 de abril de 1492.
... A vos, Diego Rodríguez Prieto, e a todas las otras personas vuestros compañeros e otros vezinos de la villa de Palos e a cada uno de vos, salud e gracia. Vien sabedes como por algunas cosas fechas e cometidas por vosotros en desserbicio nuestro, por los del nuestro Consejo fuistes condenados a que fuésedes obligados a nos serbir dos meses con dos carabelas armadas a vuestras propias costas e espensas cada e quando e doquier que por nos vos fuese mandado so ciertas penas, segund que todo más largamente en la dicha sentencia que contra vosotros fue dada se contiene...Archivo General de Indias. Signatura: PATRONATO, 295, N.3.
- Real Provisión de los Reyes Católicos, dirigida a ciertos vecinos de Palos. Granada, 30 de abril de 1492. (Parte trasera).
En miércoles veynte y tres de mayo año del nascimiento de nuestro salvador Ihesuchristo de mill e quatrozientos e nobenta e dos años. Estando en la iglesia de Sant Gorge desta villa de Palos, estando ende presente frey Juan Peres y Christóval Colón, e asimismo estando ende presentes Alvaro Alonso Rascón e Diego Rodriguez Prieto, alcaldes mayores, e Francisco Martín Nieto e Alonso Rodriguez Pietro e Alonso Gutierres, regidores... los dichos alcaldes y regidores dixeron que obedecían la dicha carta con la reberencia debida como carta de sus Altezas e que estaban presto de la cunplir en todo y por todo segund sus Altezas lo mandan...Archivo General de Indias. Signatura: PATRONATO, 295, N.3.
- Existió una leyenda inexacta en la que se decía que en el primer viaje la mayor parte de la tripulación eran presos y delincuentes. Esto es debido a que como nadie quería enrolarse con Colón, este decidió usar una provisión real que le permitía excarcelar a los presos que necesitase para completar la tripulación necesaria (véase referencias siguientes en el texto).
- Jueves, 9 de agosto.
Hasta el domingo en la noche no pudo el Almirante tomar la Gomera, y Martín Alonso quedóse en aquella costa de Gran Canaria por mandado del Almirante, porque no podía navegar. Después tornó el Almirante a Canaria, y adobaron muy bien la Pinta con mucho trabajo y diligencias del Almirante, de Martín Alonso y de los demás; y al cabo vinieron a la Gomera. Vieron salir gran fuego de la sierra de la isla de Tenerife, que es muy alta en gran manera. Hicieron la Pinta redonda, porque era latina ; tornó a la Gomera domingo a dos de septiembre con la Pinta adobada.Libro de la primera navegación y descubrimiento de las Indias. COLÓN, Cristóbal. Relación compendiada de Fray Bartolomé de Las Casas.
- Martes, 25 de septiembre.
Este día hubo mucha calma, y después ventó; y fueron su camino al Oeste hasta la noche. Iba hablando el Almirante con Martín Alonso Pinzón, capitán de la otra carabela Pinta, sobre una carta que le había enviado tres días hacía a la carabela, donde según parece tenía pintadas el Almirante ciertas islas por aquella mar. Y decía Martín Alonso que estaban en aquella comarca, y decía el Almirante que así le parecía a él; pero puesto que no hubiesen dado con ellas, lo debían de haber causado las corrientes que siempre habían echado los navíos al Nordeste, y que no habían andado tanto como los pilotos decían. Y, estando en esto, dijo el Almirante que le enviase la carta dicha. Y, enviada con alguna cuerda, comenzó el Almirante a cartear en ella con su piloto y marineros...Libro de la primera navegación y descubrimiento de las Indias. COLÓN, Cristóbal. Relación compendiada de Fray Bartolomé de Las Casas.
- Jueves, 11 de octubre.
Después del sol puesto, navegó a su primer camino, al Oeste; andarían doce millas cada hora y hasta dos horas después de media noche andarían noventa millas, que son veintidós leguas y media. Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señas que el Almirante había mandado. Esta tierra vio primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana; puesto que el Almirante, a las diez de la noche, estando en el castillo de popa, vio lumbre, aunque fue cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra; pero llamó a Pero Gutiérrez, repostero de estrados del Rey, y díjole que parecía lumbre, que mirase él, y así lo hizo y viola; díjole también a Rodrigo Sánchez de Segovia, que el Rey y la Reina enviaban en el armada por veedor, el cual no vio nada porque no estaba en lugar do la pudiese ver. Después de que el Almirante lo dijo, se vio una vez o dos, y era como una candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos pareciera ser indicio de tierra. Pero el Almirante tuvo por cierto estar junto a la tierra. Por lo cual, cuando dijeron la Salve, que la acostumbraban decir y cantar a su manera todos los marineros y se hallan todos, rogó y amonestólos el Almirante que hiciesen buena guarda al castillo de proa, y mirasen bien por la tierra, y que al que le dijese primero que veía tierra le daría luego un jubón de seda, sin las otras mercedes que los Reyes habían prometido, que eran diez mil maravedís de juro a quien primero la viese.Libro de la primera navegación y descubrimiento de las Indias. COLÓN, Cristóbal. Relación compendiada de Fray Bartolomé de Las Casas.
- Sábado, 9 de marzo.
Hoy partió de Sacamben para ir adonde el Rey estaba, que era el valle del Paraíso, nueve leguas de Lisboa... El Rey le mandó recibir a los principales de su casa muy honradamente, y el Rey también le recibió con mucha honra... mas que entendía que en la capitulación que había entre los Reyes y él que aquella conquista le pertenecía. A lo cual respondió el Almirante que no había visto la capitulación ni sabía otra cosa sino que los Reyes le habían mandado que no fuese a la Mina ni en toda Guinea, y que así se había mandado pregonar en todos los puertos del Andalucía antes que para el viaje partiese. El Rey graciosamente respondió que tenía él por cierto que no habría en esto menester terceros...Libro de la primera navegación y descubrimiento de las Indias. COLÓN, Cristóbal. Relación compendiada de Fray Bartolomé de Las Casas.
- Testimonio en los Pleitos colombinos de Francisco Medel y Hernán Pérez Mateos:
Francisco Medel:
...en el monasterio de la Rábida, donde el dicho Martín Alonso Pinzón está enterrado...Hernán Pérez Mateos:
...e estando doliente lo trujeron ciertos debdos suyos a un monasterio de Franciscos que se dice la Rábida en términos de Palos, adonde fallesció desta presente vida...
Citado en:- ORTEGA, Ángel. La Rábida. Historia documental crítica. Tomo III, págs. 94 y 103.
- Este libro fue publicado para defender los derechos del almirante como descubridor de nuevas tierras. En cuanto a la autoría del mismo existen dudas si fue realizado por Cristóbal o bien por su hijo Diego.
- También para el maestro de la Universidad de Salamanca, fray Francisco de Vitoria, uno de los principios fundamentales reconocidos en la Carta Constitucional de los Indios, como teología alternativa, era el derecho de los indios a ser hombres y ser tratados como seres libres (véase: Luciano Pereña Vicente, Derechos y Deberes entre Indios y Españoles en el nuevo mundo según Francisco de Vitoria. Salamanca (España), Universidad Pontificia de Salamanca, 1992: p. 10.
Referencias
- Ficha de la obra en The Metropolitan Museum of Art.
- «Looks are deceiving: The portraits of Christopher Columbus». Visual Anthropology. enero de 1993.
- Phillips, William D. y Carla Rahn Phillips. The Worlds of Christopher Columbus. Cambridge: Cambridge University Press, 1992. Página 9.
«Even with less than a complete record, however, scholars can state with assurance that Columbus was born in the republic of Genoa in northern Italy, although perhaps not in the city itself, and that his family made a living in the wool business as weavers and merchants... The two main early biographies of Columbus have been taken as literal truth by hundreds of writers, in large part because they were written by individual closely connected to Columbus or his writings... Both biographies have serious shortcomings as evidence». - Davidson (1997, pp.3ff), Phillips & Phillips (1992, pp. 85ff.)
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Págs. 106.
- Jorge Baracutei Estevez (15 de octubre de 2019). «Conoce a los supervivientes de un «genocidio sobre el papel»». National Geographic. Consultado el 22 de noviembre de 2021.
- «Los taínos, los indígenas que se encontró Colón, tienen descendientes vivos». ABC. 20 de febrero de 2018.
- Varela, 2006, pp. 31-32.
- Efrén Córdova (Octubre de 1968). «La encomienda y la desaparición de los indios en las Antillas Mayores». Caribbean Studies 8 (3): 23-49.
- Varela, 2006, pp. 111-118.
- «Consuelo Varela: «Los sevillanos no valoran la importancia histórica de Colón»». ABC de Sevilla. 12 de octubre de 2020. «No se le puede acusar de esclavista. Hay que mirar la historia con la perspectiva del tiempo. Él hizo lo que había que hacer en su época. España solo esclavizó indígenas que no eran súbditos, sino a los prisioneros de guerra. »
- Kevin J. Jones (12 de octubre de 2020). «Critics of Columbus Day get history wrong, scholar says». Catholic News Agency.
- Morales, Manuel (13 de noviembre de 2018). «¿Fue Colón un genocida?». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 22 de noviembre de 2021.
- «Acerca de Colombia. Orgullo Colombiano». www.colombia.com. Consultado el 6 de enero de 2008.
- «Etimología de Colombia». www.etimologias.dechile.net. Consultado el 6 de enero de 2008.
- «La Gran Colombia». www.simon-bolivar.org. Archivado desde el original el 16 de febrero de 2008. Consultado el 6 de enero de 2008.
- DE LAS CASAS, Bartolomé. Pág. 57.
- Historia general de España y América. 7. El descubrimiento y la fundación de los reinos ultramarinos: Hasta finales del siglo xvi. Ediciones Rialp, S.A. pp. 86-87. ISBN 9788432121029.
- LOSADA CASTRO, Basilio. Pág. 26. Archivado el 9 de agosto de 2014 en Wayback Machine.
- Cristóbal Colón Personalidad del descubridor: rasgos biográficos y formación científica. En Biblioteca Cervantes Virtual (http://www.cervantesvirtual.com/bib/portal/colon/include/pcolon_colon664b.html?nomportal=colon) Consultado 19/04/2014.
- DE LAS CASAS, Bartolomé. «Tomo I, Capítulo XIV.»
- DE LORENO, Baldomero (1892). «Capítulo I, págs. 47-51». Cristóbal Colón y Alonso Sánchez. Imprenta de El Guadalete, Jerez de la Frontera.
- LOSADA CASTRO, Basilio. Pág. 32. Archivado el 23 de abril de 2014 en Wayback Machine.
- FERNÁNDEZ DURO, Cesáreo (1885). Colón y la historia póstuma. Imprenta Fundición de M. Tello, Madrid. pp. 70-72.
- LÓPEZ DE GÓMARA, Francisco. Págs. 37-39.
- Inca Garcilaso de la Vega. «Comentarios Reales De Los Incas». www.reformation.org. Archivado desde el original el 24 de septiembre de 2015. Consultado el 7 de abril de 2009.
- Cesáreo Fernández-Duro. «La tradición de Alonso Sánchez de Huelva, descubridor de tierras incógnitas». Cervantesvirtual.com. Consultado el 7 de abril de 2009.
- FERNÁNDEZ HERRERO, Beatriz (1992). La utopía de América: teoría, leyes, experimentos. Anthropos Editorial. pp. 73-76. ISBN 9788476583203.
- Aristóteles, Mirabilis Auscultationes, cap 84. Citado en: FERNÁNDEZ HERRERO, Beatriz (1992). La utopía de América: teoría, leyes, experimentos. Anthropos Editorial. pp. 48. ISBN 9788476583203.
- «El islam en América en la época precolombina». www.islamyal-andalus.org. Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2008. Consultado el 20 de abril de 2009.
- Gavin Menzies, 1421: The Year China Discovered the World ISBN 978-0-593-05078-1
- Clarke, A. C., Cordero, M. A., Green, R. C., Irwin, G., Klar, K. A., Quiróz, D., ...& Weisler, M. I. (2011). Polynesians in America: pre-Columbian contacts with the New World. (en inglés). Rowman Altamira.
- ROJAS DONAT, Luis (1997). «Dos análisis histórico-jurídicos en torno al descubrimiento de las Indias: la accesión y la ocupación». Revista de estudios histórico-jurídicos (19). ISSN 0716-5455.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. PágS. 134-135.
- Mann, Charles (2006), 1491, Madrid, Taurus, pag. 241
- Según la investigación de Alfonso Enseñat de Villalonga en los Archivi di Stato di Genova, nació y se crio en un albergo genovés. Estos albergi tenían banca propia, flota propia y la costumbre de que todos sus habitantes adoptaran el mismo apellido, lo que hizo casi imposible conocer en detalle la juventud de Colón, quien provendría del albergo Colonne, creado en torno al año 1403. Sus miembros fueron adoptando el apellido Colonne para diferenciarse de los restantes clanes genoveses. Allí vivió su padre hasta el año 1453 y Cristóbal Colón, quien en un principio se habría llamado Pietro Colonne, cambió de nombre a Cristóforo Colonne al tomar órdenes menores en el convento genovés de Santa Maria di Castello. http://www.abc.es/cultura/abci-pelirrojo-cristobal-colon-201601182306_noticia.html
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Páginas. 105-106.
- DE ALTOLAGUIRRE Y DUVALE, Ángel. «La patria de Cristóbal Colón, según las actas notariales de Italia». Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo 72 (1918), pp. 200-224. www.cervantesvirtual.com. Consultado el 25 de marzo de 2009.
- «El descubrimiento y la fundación de los reinos ultramarinos». Archivado desde el original el 23 de abril de 2014. Consultado el 11 de septiembre de 2013.
- Testamento de don Cristóbal Colón en el que fundó mayorazgo en su hijo don Diego. Archivo General de Indias. Signatura: PATRONATO,295,N.101. PARES.
- Congreso de Historia del Descubrimiento (1492-1556): actas (ponencias y comunicaciones). Tomo III. Real Academia de la Historia. 1992. pp. Págs. 477-480. ISBN 9788460082033.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Págs. 104-105.
- SVET, Yakov. pág. 26.
- DE ALTOLAGUIRRE Y DUVALE, Ángel. «Declaraciones hechas por Don Cristóbal, Don Diego y Don Bartolomé Colón acerca de su nacionalidad». Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo 86 (1925), pp. 307-325. www.cervantesvirtual.com. Consultado el 25 de marzo de 2009.
- Cesáreo Fernández Duro. «Los Cabotos». Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo 2 (1893), pp. 257-282. www.cervantesvirtual.com. Consultado el 11 de diciembre de 2013.
- Robles Macías, Luis A. (30 de diciembre de 2014). «Transcripción revisada del informe de Pedro de Ayala de 1498 sobre las expediciones inglesas de descubrimiento». Revista de Indias 74 (262): 623-660. doi:10.3989/revindias.2014.021.
- La historiografía americanista en España
- "Christóval Colóm, natural de Cugureo, cerca de Génova"
- COLÓN, Hernando. Capítulo I, págs. 4-5.
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. pág. 25.
- Cristóbal Colón pág. 30.
- de Frutos, Pedro (1980). El enigma de COLÓN. Barcelona: Libroexpres. p. 217. ISBN 84-7442-186-1.
- de Frutos, Pedro (1980). El enigma de COLÓN. Barcelona: Libroexpres. p. 261-263. ISBN 84-7442-186-1.
- de Frutos, Pedro (1980). El enigma de COLÓN. Barcelona: Libroexpres. ISBN 84-7442-186-1.
- DE MADARIAGA, Salvador (1975). Vida del muy magnífico senõr don Cristóbal Colón. Espasa-Calpe. ISBN 9788423949281.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Págs. 103-104.
- VALLS I TABERNER, Ferrán; SOLDEVILA, Ferrán (2002). Història de Catalunya. L'Abadia de Montserrat. pp. pág. 331. ISBN 9788484154341.
- VERDERA, Nito (1999). Cristóbal Colón, originario de Ibiza y criptojudío. Consell Insular d'Eivissa i Formentera, Conselleria de Cultura. ISBN 978-84-88018-42-7. Archivado desde el original el 17 de julio de 2011. Consultado el 4 de abril de 2009.
- de Arribas y Turull, Enrique María (1913). «1». En "La enseñanza", ed. Cristobal Colón, natural de Pontevedra. "La enseñanza". p. 39. Consultado el 2021.
- ULLOA, Luis (1927). «Christophe Colomb, Catalan». Librairie Orientale et Américaine Maisonneuve.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Págs. 99-100.
- PLA ALBEROLA, Primitivo (director científico). «Cristóbal Colón». Portal Cristóbal Colón. www.cervantesvirtual.com. Consultado el 27 de noviembre de 2008.
- MERRILL, Charles J. (2008). Colom of Catalonia: origins of Christopher Columbus revealed. Demers Books LLC. ISBN 9780981600222.
- «Copia archivada». Archivado desde el original el 23 de abril de 2014. Consultado el 11 de septiembre de 2013.
- VERD MARTORELL, Gabriel (1986). Cristóbal Colón y la revelación del enigma. AUTOR-EDITOR. G. Verd Martorell. ISBN 978-84-398-7877-3.
- VERD MARTORELL, Gabriel (1992). Cristóbal Colón era noble y de sangre real. AUTOR-EDITOR. G. Verd Martorell. ISBN 978-84-604-1727-9.
- VERDERA, Nito. «Cristóbal Colón no era hijo natural del Príncipe de Viana». www.cristobalcolondeibiza.com. Archivado desde el original el 29 de mayo de 2009. Consultado el 30 de marzo de 2009.
- LAS HERAS, Antonio (2006). «pág. 114». La trama Colón: Manipulación en el descubrimiento de América. Ediciones Nowtilus S.L. ISBN 9788497632850.
- de Arribas y Turull, Cristóbal Colón, natural de Pontevedra (1913). Imp. De La Enseñanza, ed. Cristóbal Colón, natural de Pontevedra. Madrid: "La Enseñanza".
- GARCÍA DE LA RIEGA, Celso (1914). Colón español, su origen y patria. Madrid: Sucesores de Rivadeneyra.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Págs. 97-98.
- «La naturaleza de Colón. Colón no es gallego». Publicado en: «La Idea Moderna», diario de La Coruña, lunes 28 de mayo de 1917. www.cervantesvirtual.com. 1917. Archivado desde el original el 24 de septiembre de 2015. Consultado el 29 de marzo de 2009.
- Congreso de Historia del Descubrimiento (1492-1556): actas (ponencias y comunicaciones). Tomo IV. Real Academia de la Historia. 1992. pp. 458. ISBN 9788460082033.
- Susana Regueira (22 de diciembre de 2013). «El día de la victoria de Celso García de la Riega». El Faro de Vigo.
- Nuria Martínez (23 de mayo de 2013). «García de la Riega no falseó los documentos del Colón gallego». Archivado desde el original el 12 de noviembre de 2013.
- «Casi un centenar de expertos indican que Colón y Pedro Madruga son la misma persona». Faro de Vigo, 6 de octubre de 2013.
- López, Roberto J. (2012). «"Así pasan las glorias de este mundo": Baiona, villa y puerto del Descubrimiento en la Época Moderna». En David González Cruz (coord.), ed. Descubridores de América. Colón, los marinos y los puertos. Madrid: Sílex Ediciones. pp. 269-293. ISBN 978-8-4773-7739-9.
- MENÉNDEZ PIDAL, Ramón (1942). La lengua de Cristóbal Colón: El estilo de Santa Teresa y otros estudios sobre el siglo xvi. Espasa-Calpe Argentina, S.A.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Pág. 103.
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. pág. 29.
- ROMEU DE ARMAS, Antonio (1982). El "portugués" Cristóbal Colón en Castilla. Ediciones Cultura Hispánica del Instituto de Cooperación Iberoamericana. ISBN 9788472322899. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
- Ribeiro, Patrocinio, A Nacionalidade Portuguesa de Cristovão Colombo, publicado póstumamente en 1927 en Lisboa por Livraria Renascença- J. Cardoso. Reeditado en 1979, 1998 e 2000.
- Pestana Júnior, Manuel (1928). D. Cristóbal Colom : ou, Symam Palha: na historia e na cabala. Lisboa: Imprensa Lucas & Cía.
- G. L. Santos Ferreira y A. Ferreira da Serna lo hicieron hijo bastardo del duque de Beja mientras que A. Sousa Gomes lo identificó con el almirante Nuno Vaz de Castelo Branco. Véase Pinheiro Marques, Alfredo (1992). Portugal e o Descobrimento Europeu de América. Impresa Nacional - Casa da Moeda., pp. 24-31.
- ASTRANA MARTÍN, Luis (1929). Cristóbal Colón, su patria, sus restos y el enigma del descubrimiento de América. Madrid: Editorial Voluntad, S.A.
- SANZ, Ricardo; SANZ GARCÍA, Ricardo; DEL OLMO, Margarita; CUENCA, Emilio (1980). Nacimiento y vida del noble castellano Cristóbal Colón Guadalajara. Ed Nueva Alcarria. ISBN 9788430036813.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Págs. 102-103.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Pág. 98-99.
- Madoz, Pascual (1845-1850), Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, 16 tomos, Madrid: Establecimiento literario-tipográfico de P. Madoz y L. Sagasti.
- MENÉNDEZ POLO, Francisco (1936). Colón vizcaíno.
- GOODRICH, Aaron (1874, la primera edición). «A History of the Character and Achievements of the So-called Christopher Columbus». Nueva York: D. Appleton and Co. ISBN 9780795011443.
- MOLLOY, Charles (1682). De Jure Maritimo et Navali. London: Printed by J. Walthoe.
- Dr. Savelli (1826). In souvenirs historiques de la Legion Corse dans le royaume de Naples.
- Marisa Azuara, Cristoforo Colombo, la Crociata Universale, Barracoa, 2007
- SANNES, Tor Borch (1991). Christopher Columbus- en Europeer fra Norge?. Oslo: Norsk maritimt forlag. ISBN 9788290319125. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
- «Christopher Columbus was actually a Scotsman called Pedro Scotto, historian says» (en inglés británico). 8 de marzo de 2009. ISSN 0307-1235. Consultado el 4 de mayo de 2020.
- SINOVCIC Vincent (1990). Publishing,inc Columbus: Debunking of a Legend. Nueva York. ISBN 9780944957066.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Págs. 97
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Págs. 108-110.
- VERDERA, Nito. «El catalán, lengua de Colón». www.cristobalcolondeibiza.com. Archivado desde el original el 27 de mayo de 2008. Consultado el 23 de abril de 2009.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Pág. 110.
- Pinheiro Marques, Alfredo (1992). Portugal e o Descobrimento Europeu de América. Impresa Nacional - Casa da Moeda., pp. 21-22.
- Gil, Juan (1986}). El Libro de Marco Polo (ejemplar anotado por Cristóbal Colón y que se conserva en la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla). Madrid: Testimonio. pp. 77-78. ISBN 978-84-86290-11-5.
- Menéndez Pidal, Ramón (1940). «La lengua de Cristóbal Colón». Bulletin Hispanique 42 (1): 5-28. Consultado el 12 de julio de 2023.
- Enseñat de Villalonga, Alfonso (2012). «El genovesismo de Colón corroborado por los auténticos documentos colombinos». Hidalguía: la revista de genealogía, nobleza y armas. (352-353): 315-364. Consultado el 12 de julio de 2023.
- «Cristóbal Colón». Biografiasyvidas.com. Consultado el 6 de enero de 2008.
- Nuevo diccionario italiano-español: de los verbos regulares é irregulares en ambos idiomas. París: Rosa y Bouret, 1860. pp. 78.
- SÁNCHEZ, Tomás Antonio y otros (1864). Poetas castellanos anteriores al siglo xv. Madrid: M. Rivadeneyra. pp. 565.
- SVET, Yakov. Cristóbal Colón. ISBN 9789978803776. Págs. 241-242.
- Kay Brigham
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. Pág. 21. Archivado el 28 de octubre de 2014 en Wayback Machine.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Pág. 118.
- COLÓN, Hernando. Pág. 15
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. Pág. 35. Archivado el 28 de octubre de 2014 en Wayback Machine.
- Colón, Hernando (2006). Historia del almirante. Manuel Carrera Díaz (trans.). Madrid: Planeta. pp. 55-56. ISBN 978-84-08-06680-4.
- DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA, Maria Lourdes. Pág. 37.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Pág. 129.
- Rumeu de Armas, Antonio (1992). «Presencia temprana de Cristóbal Colón en Portugal». Congreso de Historia del Descubrimiento (1492-1556): actas (ponencias y communicaciones) I. Madrid: Real Academia de la Historia. pp. 77-114. ISBN 84-600-8202-4.
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. Pág. 38.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Pág. 130.
- DE LAS CASAS, Bartolomé. Págs. 48-50.
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. Págs. 21-22. Archivado el 21 de abril de 2014 en Wayback Machine.
- DE LAS CASAS, Bartolomé. Págs. 49.
- COLÓN, Hernando. págs. 24-25. Archivado el 24 de septiembre de 2015 en Wayback Machine.
- DE LAS CASAS, Bartolomé. Pág. 53.
- LOSADA CASTRO, Basilio. Págs. 20-22. Archivado el 9 de agosto de 2014 en Wayback Machine.
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. Págs. 25. Archivado el 21 de abril de 2014 en Wayback Machine.
- BRIGHAM, Kay pág. 88
- Matos, Jorge Luís (2006), «As viagens de Colombo e a náutica portuguesa de quinhentos», Palos de la Frontera, pp. 27-50.
- LOSADA CASTRO, Basilio. Pág. 28. Archivado el 28 de octubre de 2014 en Wayback Machine.
- FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, Martín. Págs. 1-4.
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. Pág. 24. Archivado el 28 de octubre de 2014 en Wayback Machine.
- DE LAS CASAS, Bartolomé. Págs. 92-96.
- LOSADA CASTRO, Basilio. Págs. 25-26. Archivado el 28 de octubre de 2014 en Wayback Machine.
- SVET, Yakov Pág. 60.
- DE ALTOLAGUIRRE Y DUVALE, Ángel. «La carta de navegar atribuida a Cristóbal Colón por Mr. de La Roncier, historiador de la Marina francesa». www.cervantesvirtual.com. Consultado el 7 de enero de 2008.
- arteHistoria. «Toscanelli, Pablo del Pozzo». Artehistoria.jcyl.es. Archivado desde el original el 28 de diciembre de 2007. Consultado el 7 de enero de 2008.
- «Toscanelli, Paolo Del Pozzo». Enciclopedia GER. Archivado desde el original el 20 de mayo de 2008. Consultado el 7 de enero de 2008.
- ORTEGA, Ángel. Vol. II, pág. 34.
- Rialp, Ediciones, S.A. (1982). Historia general de España y América. Tomo VII «El descubrimiento y la fundación de los reinos ultramarinos: Hasta finales del siglo xvi». Ediciones Rialp. pp. 83-84. ISBN 9788432121029. Archivado desde el original el 28 de octubre de 2014. Consultado el 27 de abril de 2009.
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. Págs. 39-40. Archivado el 21 de abril de 2014 en Wayback Machine.
- Crónica de Joao de Barros, citada en LOSADA CASTRO, Basilio. Págs. 28-29. Archivado el 9 de agosto de 2014 en Wayback Machine.
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. Págs. 40-41. Archivado el 21 de abril de 2014 en Wayback Machine.
- Pinheiro Marques, Alfredo (1992). Portugal e o Descobrimento Europeu de América. Impresa Nacional - Casa da Moeda., pp. 46-61.
- COLÓN, Hernando. págs. 58-59. Archivado el 24 de septiembre de 2015 en Wayback Machine.
- Adám Szászdi e István Szászdi (2007). «Portugal y Palos en la vida de Colón: algunas observaciones». En Fernando Navarro Antolín, ed. Orbis Incognitvs. Avisos y Legajos del Nuevo Mundo. pp. 19-25. ISBN 978-84-96826-23-6. Archivado desde el original el 22 de octubre de 2014.
- Suárez Fernández, Luis (1990). Los Reyes Católicos: La expansión de la fe., p. 242.
- d'Arienzo, Luisa (2007). «La famiglia di Bartolomeo Perestrello, suocero di Colombo». Bollettino della Società Geografica Italiana XII: 649-670.
- DE LAS CASAS, Bartolomé Pág. 227.
- COLÓN, Hernando. Pág. 61.
- LÓPEZ DE GÓMARA, Francisco Págs. 40-41
- DE HERRERA Y TORDESILLAS, Antonio (1601). Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas i Tierra firme del Mar Océano. 1, Libro I, Cap. VII. Madrid.
- IRVING, Washington (1852). Vida y viajes de Cristóbal Colón. Gaspar y Roig. pp. 14-15.
- COLL, José (1891). «Cap. IX, Primera visita de Cristóbal Colón al Convento de La Rábida». Colón y La Rábida. Madrid: Libreria católica de Gregorio del Amo. pp. 127-140.
- ORTEGA, Ángel. Tomo II, págs. 11-18.
- BRIGHAM, Kay. Pág. 23.
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. Pág. 53.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Págs. 177-180.
- MORINSON, Samuel Eliot (2007). Admiral Of The Ocean Sea - A Life Of Christopher Columbus. READ BOOKS. pp. Pág. 79. ISBN 9781406750270.
- IZQUIERDO LABRADO, Julio. «Breve Historia de Palos de la Frontera». es.geocities.com. Archivado desde el original el 26 de octubre de 2007. Consultado el 15 de abril de 2009.
- FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, Martín (1829). Colección de los Viages y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del siglo xv con varios documentos inéditos concernientes a la historia de la Marina Castellana y de los establecimientos españoles en Indias. Madrid: Imprenta Real. pp. 596-604 quien considerado en su época como autor bien documentado, logró en torno suyo algún ambiente de opinión. Citado en «La Rábida, historia documental crítica», ORTEGA, Ángel. Tomo II, pág. 14.
- RUMEU DE ARMAS, Antonio (1968). La Rábida y el descubrimiento de América: Colón, Marchena, y fray Juan Pérez. Madrid: Ediciones Cultura Hispánica. pp. 31-49. ISBN 9788472320390.
- JOS, Emiliano (1979). El plan y la génesis del descubrimiento colombino. Valladolid: Casa-Museo de Colón. pp. 91-95.
- PICKMAN p. 33
- PICKMAN p. 40
- PICKMAN p. 45
- PICKMAN p. 43
- PICKMAN p. 24
- PICKMAN p. 54
- PICKMAN p. 22
- PICKMAN p. 27
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. págs. 47-48. Archivado el 28 de octubre de 2014 en Wayback Machine.
- Documental de BBC emitido doblado en TVE. Dirigido y escrito por Thomas Friedman y asesorado por historiadores como Mauricio Obregon, William McNeil, Consuelo Varela, Juan Gil y Roman Gubern. (1992). «Colón y la Era del Descubrimiento. Capítulo 2: Una idea toma forma.». Archivado desde el original el 15 de noviembre de 2016. Consultado el 12 de enero de 2017.
- «El monasterio de La Cartuja se convertirá tras la Exposición en el Museo de Historia de Andalucía». ABC de Sevilla. 14 de diciembre de 1987.
- Baltasar Cuartero y Huerta (1988). «Los Colón en la Cartuja». Boletín de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras: Minervae Baeticae (16): 67-152.
- LÓPEZ DE GÓMARA, Francisco. cap. XV, pág. 41.
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. pág. 48-49. Archivado el 28 de octubre de 2014 en Wayback Machine.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Págs. 184-186.
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. págs. 47-49. Archivado el 28 de octubre de 2014 en Wayback Machine.
- LOSADA CASTRO, Basilio. págs. 41-42. Archivado el 9 de agosto de 2014 en Wayback Machine.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. pág. 173.
- Giménez Fernández, Manuel (1955). «América, “Ysla de Canaria por ganar”». Anuario de estudios atlánticos 1 (1): 309-336. Archivado desde el original el 23 de abril de 2014.
- DE LAS CASAS, Bartolomé. pág. 243.
- Historia general de España y América. 7. El descubrimiento y la fundación de los reinos ultramarinos: Hasta finales del siglo xvi. Ediciones Rialp, S.A. pp. 89. ISBN 9788432121029.
- BRIGHAM, Kay Pág. 88. (Nota 2).
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. págs. 22.
- Esto afirman Varela Marcos y León Guerrero, p. 106. Sin embargo, otros historiadores afirman que Colón estaba ya de vuelta en Sevilla en octubre de 1488, antes del regreso de Dias en diciembre; por ejemplo Díaz Trechuelo, Lourdes (2006). Cristóbal Colón. Palabra., pp. 66-67.
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. pág. 51-52. Archivado el 21 de abril de 2014 en Wayback Machine.
- Carta de Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, a su tío el cardenal Pedro González de Mendoza. 19 de marzo de 1493. Texto original en Wikisource.
- ORTEGA, Ángel. Tomo II, pág. 131.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Págs. 196.
- LOSADA CASTRO, Basilio. pág. 51. Archivado el 9 de agosto de 2014 en Wayback Machine.
- LOSADA CASTRO, Basilio (1983). Isabel la Católica. Ediciones Rialp. pp. 129. ISBN 9788472811225.
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. Pág. 205.
- LOSADA CASTRO, Basilio. Pág. 54 Archivado el 28 de octubre de 2014 en Wayback Machine.
- ORTEGA, Ángel. Tom II, pág. 133.
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. pág. 72.
- LOSADA CASTRO, Basilio. pág. 52. Archivado el 28 de octubre de 2014 en Wayback Machine.
- DIEGO FERNÁNDEZ, Rafael. págs. 103-127.
- Rojas Donat, Luis (1992-1993). «Las Capitulaciones de Santa Fe: En torno a una polémica». Revista de Estudios Histórico-Jurídicos (XV): 253-263. Consultado el 3 de mayo de 2014.
- Rumeu de Armas, Antonio (1985). Nueva luz sobre las capitulaciones de Santa Fe de 1492 concertadas entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón: estudio institucional y diplomático. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. ISBN 9788400059613., pp. 153-160.
- PARES
- Carta a los concejos y justicias del Reino para que den facilidades a Cristóbal Colón a fin de que pueda armar tres carabelas y «vaya a ciertas partes de la mar océano, como nuestro capitán». Archivo General de Simancas. Unidad: Cancillería. Registro del Sello de Corte. Signatura: RGS,149204,17.
- Provisión original de los Reyes Católicos en la que se manda se den a precios razonables a Cristóbal Colón la madera y cuanto fuese necesario para armar las tres Carabelas. Granada, 30 de abril de 1492. Archivo General de Indias. Unidad: Patronato. Signatura: PATRONATO,295,N.4.
- Cédula original de los Reyes Católicos para que no se lleven derechos por las cosas que se sacaran de Sevilla y de cualesquiera otras ciudades para las tres carabelas que lleva Cristóbal Colón. Santa Fe, 30 de abril de 1492. Archivo General de Indias. Unidad: Patronato. Signatura: PATRONATO,295,N.6.
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. pág. 79.
- Carta a los capitanes, maestres de naos, etc. para que obedezcan a Cristóbal Colón como capitán de SS. AA. de los tres navíos con que va a ciertas partes «de la mar océano». Archivo General de Simancas. Unidad: Cancillería. Registro del Sello de Corte. Signatura: RGS,149204,18. PARES.
- FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, Martín. Págs. 11-13.
- Real cédula notificando a las ciudades y villas que mandan a Colón con tres carabelas a ciertas partes del mar, y que le ayuden.
...las cibdades e villas e logares de la costa de la mar de Andalucía como de todos los nros. reynos e Señorios (...) Sabedes que nos habemos mandado a Christobal Colon que con tres carabelas vaya a ciertas partes de la mar oceana como nro. capitan (...) por ende nos vos mandamos a todos e a cada uno de vos en vros. logares e jurisdicciones que cada quel dicho Christobal Colon hobiere menester....Archivo General de Indias. Signatura: PATRONATO, 295, N.4.
- Comisión al contino Juan de Peñalosa, para que haga cumplir en la villa de Moguer, una cédula de SS. AA., ordenando se entreguen a Cristóbal Colón, donde y cuando las pidiese, tres carabelas armadas y equipadas. Archivo General de Simancas. Signatura: RGS,149206,1
- González Cruz, David (2012). Descubridores de América, Colón, los marinos y los puertos. Sílex Ediciones. ISBN 978-84-7737-739-9.
- «Real Provisión de los Reyes Católicos. Dirigida a ciertos vecinos de Palos para que entreguen a Cristóbal Colón dos carabelas». www.elhistoriador.com.ar. Archivado desde el original el 28 de abril de 2009. Consultado el 19 de septiembre de 2009.
- MORALES PADRÓN, Francisco (1973). Historia del descubrimiento y conquista de América. Madrid: Editora Nacional. p. 85. ISBN 9788427602915.
- FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, Martín. Pág. 13.
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. págs. 78-79.
- FERNÁNDEZ DURO, Cesáreo (23 de noviembre de 1891). Primer viaje de Colón. «El Continente americano : conferencias dadas en el Ateneo científico, literario y artístico de Madrid, con motivo del cuarto centenario del descubrimiento de Améríca (1894).». Estblecimiento Tip. «Sucesores de Rivadeneyra». Volumen 1. (Madrid): págs. 16-17.
- ASENSIO, José María. Martín Alonso Pinzón: Estudio histórico. La España Moderna, 1892. pp. 58-61.
- Fernández Duro, Cesáreo. págs. 91-92.
- De Las Casas, Bartolomé. pág. 256.
- ASENSIO, José María. Martín Alonso Pinzón: Estudio histórico. La España Moderna, 1892. pp. 66-68.
- MANZANO Y MANZANO, Juan; MANZANO FERNÁNDEZ-HEREDIA, Ana María (1988). Los Pinzones y el Descubrimiento de América. 3 vols. Madrid: Ediciones de Cultura Hispánica. ISBN 978-84-7232-442-8.
- ORTEGA, Ángel. Págs. 37-110.
- RIVERA, Carlos (1945). Martín Alonso Pinzón. Ayamonte, (Huelva): Imprenta Asilio Provincial.
- «Historia de la navegación: Martín Alonso Pinzón». www.mgar.net. Consultado el 23 de abril de 2009.
- FERNÁNDEZ DURO, Cesáreo. «Pinzón, en el descubrimiento de las Índias.». La ilustración española y americana. Año XXXVI, Núm. III. Madrid 22 de enero de 1892. Consultado el 23 de abril de 2009.
- IZQUIERDO LABRADO, Julio. «Martín Alonso Pinzón». es.geocites.com. Archivado desde el original el 3 de agosto de 2004. Consultado el 23 de abril de 2009.
- ALONSO PINZÓN, Marin (1992). «Amputaciones históricas». México: Ediciones Especiales (Pensylvania: Universidad de Millersville). Archivado desde el original el 4 de abril de 2009. Consultado el 23 de abril de 2009.
- IBARRA Y RODRÍGUEZ, Eduardo pág. 184
- MENÉNDEZ-PIDAL, Gonzalo. «Tres puntos finales, Cristóbal Colón». Hacia una nueva imagen del mundo. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2003. ISBN 978-84-259-1245-0.
- GOULD, Alice B (1984). Nueva lista documentada de los tripulantes de Colón en 1492. Madrid: Real Academia de la Historia. pp. Pág. 93. ISBN 9788460038290.
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. págs. 77-78.
- SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luis (1990). Los reyes católicos. Ediciones Rialp. pp. 247. ISBN 9788432125850. Archivado desde el original el 28 de octubre de 2014. Consultado el 14 de abril de 2009.
- ROPERO REGIDOR, Diego (2003). Moguer y América en la era de los descubrimientos. Moguer (Huelva): Col. «Biblioteca Nueva Urium», nº 2. Archivo Histórico Municipal; Fundación Municipal Cultura. ISBN 84-607-8932-2.
- ROPERO REGIDOR, Diego (1992). Los lugares colombinos y su entorno. Madrid: Fundación Ramón Areces. ISBN 978-84-8004-027-3.
- History Channel (2007). Documental: El Último Viaje de Cristóbal Colón.
- Revista 16 de abril: Revista Científico-Estudiantil de Ciencias Médicas de Cuba. «Enfermedades que afectaron a Cristóbal Colón durante sus cuatro viajes a América.».
- Web-site Historia Universal (2009). «Cuarto viaje de Colón».
- Colón de Carvajal y Chocano, 1992, p. 305.
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. pág. 104.
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. Pág. 71. Archivado el 21 de abril de 2014 en Wayback Machine.
- DE LAS CASAS, Bartolomé. Págs. 268-269.
- FERNÁNDEZ DE OVIEDO, Gonzalo. Lib. II, cap. V, p. 23.
- VARELA MARCOS, Jesús (2005). Colón y Pinzón: descubridores de América. Tordesillas (Valladolid): Universidad de Valladolid. pp. 129-130. ISBN 9788493393809.
- GOULD, Alice B (1984). Nueva lista documentada de los tripulantes de Colón en 1492. Madrid: Real Academia de la Historia. pp. Pág. 201-211. ISBN 9788460038290.
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. págs. 82-83.
- DÍAZ-TRECHUELO, María Lourdes. Págs. 93-94.
- LEÓN GUERRERO, p.28
- ARTEHISTORIA. «Diario de a bordo. Cristóbal Colón. Primer viaje América.». Archivado desde el original el 16 de octubre de 2013. Consultado el 18 de julio de 2013.
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. Págs. 84-86. Archivado el 21 de abril de 2014 en Wayback Machine.
- MANZANO Y MANZANO, Juan; MANZANO FERNÁNDEZ-HEREDIA, Ana María. Vol. 1, pág. 143.
- Pinheiro Marques, Alfredo (1992). Portugal e o Descobrimento Europeu de América. Impresa Nacional - Casa da Moeda., p. 76.
- Lojo, Toñi (4 de marzo de 2018). «El Voto Colombino en el 525 aniversario». Huelva Información. Consultado el 11 de julio de 2018.
- IZQUIERDO LABRADO, Julio (1985). «Martín Alonso Pinzón». es.geocities.com. Archivado desde el original el 6 de junio de 2004. Consultado el 31 de julio de 2008.
- ÁLVAREZ DE TOLEDO, Luisa I. «El primer viaje». África versus América, la fuerza del paradigma. Junta Islámica. Centro de Documentación y Publicaciones. ISBN 978-84-607-1135-3. Archivado desde el original el 15 de diciembre de 2009. Consultado el 16 de noviembre de 2008.
- LEÓN GUERRERO, Montserrat (2000). El segundo viaje colombino. Universidad de Valladolid (tesis doctoral). p. 22. Archivado desde el original el 13 de octubre de 2011. Consultado el 28 de julio de 2009., citando a:
- ZURITA, Jerónimo. Historia del Rey don Hernando el Católico: de las empresas y ligas de Italia. Herederos de Pedro Lanaja y Lamarca, 1670. pp. 31.
- COLÓN, Cristóbal. «Carta de Cristóbal Colón a Luis de Santángel refiriéndole su primer viaje y las islas que había descubierto». Relaciones y cartas de Cristóbal Colón. Madrid, 1892: Librería de la Viuda de Hernando y Cª.
- COLÓN, Cristóbal. «Carta a Rafael Sánchez». Relaciones y cartas de Cristóbal Colón. Madrid, 1892: Librería de la Viuda de Hernando y Cª.
- FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, Martín. Pág. 175.
- VARHAGEN, Francisco Adolfo de; usando el pseudónimo de Genaro H. de Volafan (1858). Primera epístola del Almirante Don Cristóbal Colón dando cuenta de su primer descubrimiento, a D. Gabriel Sánchez, Tesorero de Aragón. Valencia: imprenta de J. Mateu Garin.
- Fernando García de Cortázar, Jaime Alvar Ezquerra, Salvador Claramunt y Ricard García Cárcel, Memoria de España, Ed. Aguilar, 2004, pág. 246.
- FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, Martín. Págs. 36-37.
- «Armas Colón». grandesp.org.uk. Consultado el 27 de octubre de 2009.
- DIEGO FERNÁNDEZ, Rafael (1987). «Etapa Colombina, pág. 75». Capitulaciones colombinas (1492-1506). Colegio de Michoacán. ISBN 978-9687-23030-6.
- PATIÑO FRANCO, José Uriel (2002). «Las bulas alejandrinas, pág. 57». La Iglesia en América Latina : una mirada histórica al proceso evangelizador eclesial en el continente de la esperanza: siglos xv-xx. Editorial San Pablo, Bogotá (Colombia). ISBN 9789586923262.
- Cristóbal Colón. Fuentes y documentos de Cesáreo Fernández Duro
- De Las Casas, Bartolomé. «Tomo II. Capítulo XCVI, pág. 60.»
- Pontificia Universidad Católica de Chile. «El Tercer Viaje: Una Amargura (1498-1500)».
- Congreso de Historia del Descubrimiento (1492-1556): actas (ponencias y comunicaciones). Tomo I. Real Academia de la Historia. 1992. pp. Págs. 174 y ss. ISBN 9788460082026.
- Consuelo Varela (1986). Cristóbal Colón, los cuatro viajes y testamento. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 8420635871.
- VERLINDEN, Charles; PÉREZ-EMBID, Florentino. Págs. 130. Archivado el 17 de julio de 2011 en Wayback Machine.
- VARELA, Consuelo Págs. 168-169.
- IZQUIERDO LABRADO, Julio (1999). «Vicente Yáñez Pinzón. Los Viajes Andaluces». es.geocities.com. Archivado desde el original el 5 de junio de 2004. Consultado el 20 de abril de 2009.
- IZQUIERDO LABRADO, Julio; y otros (2005). «El descubrimiento del Brasil por Vicente Yáñez Pinzón: el Cabo de Santo Agostinho». Huelva en su Historia. Volumen I. Universidad de Huelva. pp. 71-94. X - D.L.: S-122-1997; ISSN: 1136-6877.
- MANZANO Y MANZANO, Juan; MANZANO FERNÁNDEZ-HEREDIA, Ana María (1988). Los Pinzones y el Descubrimiento de América. 3 vols. Madrid: Ediciones de Cultura Hispánica. ISBN 978-84-7232-442-8.
- VARELA MARCOS, Jesús (1999). «Vicente Yáñez Pinzón descubridor del Brasil». Quaderni ibero-americani:attualita culturale nella Penisola Iberica e America Latina / Associazione per i rapporti culturali con la Spagna, el Portogallo e l'America Latina (85-86): págs. 40-49. ISSN 0033-4960.
- Historia general de España y América. 7. El descubrimiento y la fundación de los reinos ultramarinos: Hasta finales del siglo xvi. Ediciones Rialp, S.A. pp. 126-128. ISBN 9788432121029.
- «Capitulación otorgada a Vicente Yáñez Pinzón (reproducción del texto original, en castellano antiguo)». es.geocities.com. Archivado desde el original el 27 de octubre de 2009.
- Gil, Juan; Varela, Consuelo (1989). Cartas particulares a Colón y Relaciones coetáneas. Alianza Universidad. pp. 297-299.
- SIBAJA CHACÓN, Luis Fernando (2006). El cuarto viaje de Cristóbal Colón y los orígenes de la provincia de Costa Rica. EUNED. pp. 23-24. ISBN 9789968314886.
- Ferro, Gaetano (1996). The Genoese cartograhic tradition and Christopher Columbus. Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato.
- «Testamento y Codicilio de Cristóbal Colón (1506)». www.ideasapiens.com. Archivado desde el original el 7 de enero de 2012. Consultado el 23 de abril de 2009.
- Gil, Juan (1984). «Las cuentas de Cristóbal Colón». Anuario de Estudios Hispano-Americanos (41): 425-511.
- Hoenig, LJ (febrero de 1992). «The arthritis of Christopher Columbus». Archives of Internal Medicine 152 (2): 274-7. PMID 1472175. doi:10.1001/archinte.1992.00400140028008.
- Varela, Consuelo (1988). Colón y los florentinos. Madrid: Alianza América. p. 89. ISBN 84-206-4222-3.
- Cúneo-Vidal, R. y C. de la Real Academia de la Historia de Madrid (1921). «Lo restos de Colón».
- ARRANZ MÁRQUEZ, Luis. pp. 348-350.
- «Cristóbal Colón: traslación de sus restos mortales a la ciudad de Sevilla». www.cervantesvirtual.com. Archivado desde el original el 3 de abril de 2009. Consultado el 23 de abril de 2009.
- «Recibimiento de los Restos de Colón en Sevilla». La ilustración artística (Barcelona) (892): 6-7. 30 de enero de 1899.
- «Los restos de Colón de la Catedral de Sevilla son auténticos, según los investigadores de Granada». El Mundo. Europa Press. 21 de abril de 2006. Consultado el 21 de octubre de 2008.
- Junquera, N. (1 de agosto de 2006). «Colón sí es Colón». El País.
- Varela Bueno, Consuelo (2006). La caída de Cristóbal Colón: el juicio de Bobadilla. Madrid: Marcial Pons. ISBN 84-96467287.
- Giles Tremlett (7 de agosto de 2006). «Lost document reveals Columbus as tyrant of the Caribbean». The Guardian (UK). Consultado el 16 de mayo de 2013.
- «Columbus Controversy». , A&E Television Networks. Consultado el 12 de agosto de 2013.
- «Consuelo Varela: “La caída de Cristóbal Colón” (Marcial Pons, 2006)». ojosdepapel.com. 21 de junio de 2006. Consultado el 12 de octubre de 2014. «... este documento venía a presentar ante nuestra vista la otra cara del almirante, la que desconocíamos, que también es, por qué ocultarlo, la más fea y desagradable. He de confesar que no me gustó su lectura y que, en algunos momentos, sentí una rabia inmensa. Colón, pese a su grandeza, no es un personaje simpático. Ahora lo es aún menos. »
- CASAS, Bartolomé de las (1986). Historia de las Indias, vol. 2. Fundación Biblioteca Ayachucho. p. 156. ISBN 9802760196.
- Gutiérrez, Carlos; Castelor y Ripoll, Emilio (1878). Fray Bartolomé de las Casas, sus tiempos y su apostolado. Madrid: Imprenta de Fortanet. p. 40. Library of Charles Reginald Schiller Harris, Fellow of All Souls College, Oxford. Consultado el 12 de octubre de 2014.
- Wayne Powell, 1972, p. 49.
- Díaz Araujo, 1995, p. 131.
- «"Analfabetos ha habido siempre pero nunca habían salido de la universidad"». El Mundo. 17 de diciembre de 2016.
- Mira Caballos, Esteban: Conquista y destrucción de las Indias. Sevilla, Muñoz Moya Editor, 2009
- Internet Archive, Juan; Keen, Benjamin (1971). Bartolomé de las Casas in history : toward an understanding of the man and his work. DeKalb : Northern Illinois University Press. ISBN 978-0-87580-025-7. Consultado el 26 de noviembre de 2021.
- Hanke, Lewis (1 de noviembre de 1968). «The Life and Writings of Bartolomé de las Casas». Hispanic American Historical Review 48 (4): 694-696. ISSN 0018-2168. doi:10.1215/00182168-48.4.694. Consultado el 26 de noviembre de 2021.
- IRVING, Washington (1832). Vida y viajes de Cristóbal Colon. Gaspar y Roig. pp. 151.
- «Así batalló Isabel La Católica por que los indios fueran tratados «muy bien y con cariño»». Diario ABC. 17 de junio de 2020. Consultado el 6 de agosto de 2023.
- Enciclopedia Católica
- «El castigo de una furiosa Isabel La Católica a Cristóbal Colón por esclavizar a 1.600 indios». Diario ABC. 30 de noviembre de 2018. Consultado el 6 de agosto de 2023.
- Aziza, Claude (julio de 2010). «Un héros de fiction». L'Histoire (355): 67. Archivado desde el original el 4 de junio de 2011.
- Edney, Matthew H. (3 de mayo de 2020). «Creating “Discovery”: The Myth of Columbus, 1777–1828». Terrae Incognitae (en inglés) 52 (2): 195-213. doi:10.1080/00822884.2020.1779982.
- "Historically inaccurate and dramatically inert, Ridley Scott's retelling of Christopher Columbus' exploits is an epic without grandeur or insight" según una crítica recopilada por el sitio Rotten Tomatoes
- Adolfo Castañón (30 de junio de 2005). «Léon Bloy - y la beatificación de Cristobal Colón». Letras Libres.
- Arana, D.B. (1892) "El proyecto de canonizar a Cristobal Colon". En: Anales de la Universidad de Chile. Versión en PDF en: revistahistoriaindigena.uchile.cl
- Rodriguez, Sandra Patricia (2011) "Conmemoraciones del cuarto y quinto centenario del '12 de octubre de 1492' ": debates sobre la identidad americana. En: Revista de Estudios Sociales No. 38, Bogotá, pp. 64-75. ISSN 0123-885X
- Céspedes del Castillo, Guillermo (1992) "1492-1992: Significados de una Conmemoración". En: Nueva Revista, mayo 1992 (dossier especial Quinto Centenario)
- Zinn, Howard (1980) A People's History of the United States, capítulo 1.
- Galeano, Eduardo (1977) Las venas abiertas de América Latina, capítulo. "Fiebre de oro, fiebre de la plata".
- Contreras Hernández, Jesús (1991) "La cara india, la cruz del 92". En: Gazeta de Antropología, Nº 8.http://hdl.handle.net/10481/13672
- Myrna Blyth (13 de octubre de 2008). «Discovering Columbus Day». National Review.
- «A Faithful Response to the 500th Anniversary of the Arrival of Christopher Columbus A Resolution of the National Council of the Churches of Christ in the USA as adopted by the Governing Board May 17, 1990». Consultado el 31 de octubre de 2020."The people in our churches and communities now look at the significance of the event in different ways. What represented newness of freedom, hope and opportunity for some was the occasion for oppression, degradation and genocide for others. For the Church this is not a time for celebration but a time for a committed plan of action insuring that this "kairos" moment in history not continue to cosmetically coat the painful aspects of the American history of racism."
- Día de la Resistencia Indígena: Indígenas piden remover a Colón de sitios en Caracas y Puerto La Cruz, Gobierno Bolivariano de Venezuela, 12 de octubre de 2004
- La estatua de Colón fue derribada en Venezuela el Día de la Resistencia Indígena, por Robin Nieto, Voltaire Net, 15 de octubre de 2004
- «El 12 de octubre y los indígenas». 12 de octubre de 2016.
- Pablo Ojer (6 de octubre de 2017). «El Parlamento de Navarra cambia el Día de la Hispanidad por el Día de la Resistencia Indígena». ABC (periódico).
- El Parlamento de Navarra celebra el 'Día de la Resistencia Indígena' en EP, miércoles, 11 de Octubre de 2017 - Archivado aquì
- «FERIADOS NACIONALES Decreto 1584/2010 (ratificado por Resolución de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación )». InfoLeg. 2 de noviembre de 2010. «Que, asimismo, se modifica la denominación del feriado del día 12 de octubre, dotando a dicha fecha, de un significado acorde al valor que asigna nuestra Constitución Nacional y diversos tratados y declaraciones de derechos humanos a la diversidad étnica y cultural de todos los pueblos. »
- «Día del Respeto a la Diversidad Cultural en Argentina». Ministerio de Cultura (Argentina).
- «12 de octubre: ¿por qué cambió el Día de la Raza por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural?». Diario Clarín. 12 de octubre de 2020.
- «Día del respeto a la diversidad cultural». Dirección General de Escuelas (Mendoza).
- Eduardo Videla. «El último viaje de Colón». Página/12.
- «Decreto 553/1967, de 2 de marzo. BOE nº 69 de 22/03/1967». ww.BOE.es. Archivado desde el original el 27 de septiembre de 2007. Consultado el 2 de mayo de 2009.
- «Entrada palabra huevo en el diccionario de la lengua española». RAE. Consultado el 2 de mayo de 2009.
- Koninklijke Bibliotheek. «Le livre de Christophe Colomb» (en inglés). Archivado desde el original el 7 de enero de 2010. Consultado el 5 de septiembre de 2010.
- «Michel de Ghelderode» (en inglés). eNotes.com. Consultado el 5 de septiembre de 2010.
- Ficha de la película Archivado el 21 de mayo de 2011 en Wayback Machine. en IMDb.
Bibliografía
- Colón, Cristóbal (1892). Cartas y relaciones. Madrid: Librería de la Viuda de Hernando y C°., [recopilación que contiene el diario del primer viaje, la relación de los demás viajes y cartas, algunas de las cuales que circularon en la época].
- Quaritch, Bernard (1893). Carta de Cristóbal Colón a Luis de Santángel datada el 15 de febrero de 1493. Londres: Edición facsimilar.
- Colón, Hernando (1892). Historia del almirante Don Cristóbal Colón. Madrid: Imprenta Tomas Minuesa. Tomo 1 y Tomo 2
- de las Casas, Bartolomé (1875). Historia de las Indias. Madrid: Imprenta de Miguel Ginesta.
- Fernández de Oviedo, Gonzalo (1851). Historia general y natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del Mar Océano. Primera parte. Madrid: Imprenta de la Real Academia de la Historia.
- López de Gómara, Francisco (1922). Historia General de las Indias. volumen 1. Calpe.
- Fernández Duro, Cesáreo (1883). Colón y Pinzón. Real Academia de la Historia.
- Ibarra y Rodríguez, Eduardo (1892). Don Fernando el Católico y el descubrimiento de América. Imprenta de Fortaner, Madrid.
- Irving, Washington (1852). Vida y viajes de Cristóbal Colón. Gaspar y Roig.
- Ortega, Ángel (1925, el original). La Rábida. Historia documental crítica. 4 vol. (Ed. facsímil). Diputación Provincial de Huelva. Servicio de Publicaciones. ISBN 978-84-500-3860-6.
- Eliot Morison, Samuel (original en inglés: 1942; 2.ª Edición en español corregida, 1.ª reimpresión: 1993). El Almirante de la Mar Océano. Vida de Cristóbal Colón. México: Fondo de Cultura Económica.
- Diego Fernández, Rafael (1987). Capitulaciones colombinas (1492-1506). Colegio de Michoacán. ISBN 978-9687-23030-6.
- Manzano y Manzano, Juan; Manzano Fernández-Heredia, Ana María (1988). Los Pinzones y el Descubrimiento de América. 3 vols.. Madrid: Ediciones de Cultura Hispánica. ISBN 978-84-7232-442-8.
- Brigham, Kay (1990). Cristóbal Colón: Su vida y descubrimiento a la luz de sus profecías. Editorial Clie. ISBN 9788476454046.
- Losada Castro, Basilio (1990). Cristóbal Colón. Ediciones Rialp. ISBN 9788432126369. Archivado desde el original el 17 de julio de 2011. Consultado el 7 de abril de 2009.
- Fernández Armesto, Felipe (1992). Colón. Editorial Crítica. ISBN 9788474235401.
- Serra Pickman, Carlos (1992). Cristóbal Colón: sus estancias y enterramiento en la cartuja de Sevilla. ISBN 84-7117-051-5.
- Svet, Yakov (1996). Cristóbal Colón. Libresa. ISBN 9789978803776.
- Varela Marcos, Jesús (2005). Colón y Pinzón: descubridores de América. Universidad de Valladolid. ISBN 9788493393809.
- Varela, Consuelo (2006). La caída de Cristóbal Colón. El juicio de Bobadilla. Madrid: Editorial Marcial Pons. ISBN 84-96467-28-7.
- Arranz Márquez, Luis (2006). Cristóbal Colón: misterio y grandeza. Marcial Pons Historia. ISBN 9788496467231.
- Díaz-Trechuelo Spínola, María Lourdes (2006). Cristóbal Colón (Segunda edición). Ediciones Palabra. ISBN 9788498400205.
- Sánchez González, Antonio (2006). El Puerto de Santa María como alternativa del viaje de Descubrimiento. El Puerto de Santa María: Ayuntamiento. ISBN 84-89141-90-8.
- Verlinden, Charles; Pérez-Embid, Florentino (2006). Cristóbal Colón y el descubrimiento de América. Ediciones Rialp. ISBN 978-84-321-3585-9. Archivado desde el original el 23 de abril de 2014. Consultado el 7 de abril de 2009.
- González Cruz, David (coord.) y otros autores (2012). Descubridores de América, Colón, los marinos y los puertos. Huelva: Sílex ediciones. ISBN 978-84-7737-739-9.
- Colón de Carvajal, Anunciada; Chocano, Guadalupe (1992). Cristóbal Colón: incógnitas de su muerte 1506-1902. Primeros almirantes de las indias 2. Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
- Díaz Araujo, Enrique (1995). Las Casas, visto de costado: crítica bibliográfica sobre la leyenda negra. Fundación Francisco Elías de Tejada y Erasmo Pèrcopo. ISBN 84-920739-0-X.
- Wayne Powell, Philip (1972). Árbol de odio. Madrid: Ediciones José Porrúa Turanzas S. A.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Cristóbal Colón.
- Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Cristóbal Colón.
- Wikisource contiene obras originales de o sobre Cristóbal Colón.
- Viajes de Cristóbal Colón en Internet Archive
- Portal sobre Cristóbal Colón en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
- Biografía de Cristóbal Colón: Vida y Obra MundoHistoria
- El almirante del Mar Océano Archivado el 10 de octubre de 2006 en Wayback Machine. (francés)
- V Centenario del Fallecimiento de Cristóbal Colón
- Casa Museo de Colón de Gran Canaria
- Luengo, O., Gonzalo A., 2006, Árbol Genealógico de parte de la nobleza europea, se explica la descedencia hasta nuestros días de Cristóbal Colón.
- La vida de Cristóbal Colón
- Declaraciones hechas por Don Cristóbal, Don Diego y Don Bartolomé Colón acerca de su nacionalidad
- Cristóbal Colón, episodio de la serie de TVE Paisaje con figuras.