Es posible que te sorprenda saber que el 40 % de los estadounidenses reportan sentirse solos.[1] La soledad puede afectar tu salud mental, emocional y física al suprimir el sistema inmunológico, incrementar el riesgo de depresión y ansiedad, y distorsionar nuestras percepciones.[2] Puedes sentirte solo si vives en un pueblo pequeño donde es difícil encontrar amigos de tu edad. A veces, la soledad es el resultado de cambios recientes en tu vida, como haberte mudado, tener un nuevo trabajo o asistir a un colegio nuevo. En el medio de grandes cambios, date cuenta de que es posible que te sientas solo durante un tiempo. Ya sea que estés experimentando una soledad a corto plazo o una soledad crónica, existen varias cosas que puedes hacer para tener más paz y trabajar contra los sentimientos de soledad.

Método 1
Método 1 de 2:
Afrontar la soledad

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    Acepta que la soledad no es un hecho, sino un sentimiento. La soledad puede desencadenar sentimientos de abandono, desamparo o aislamiento. Reconoce cuándo se desencadenan estas emociones y recuerda que tener un sentimiento no necesariamente significa que es un hecho. No estás obligado a sentirte solo.[3]
    • Los sentimientos pueden cambiar rápidamente en base a las circunstancias y actitudes. Puedes sentirte solo por un momento, y luego darte cuenta de que prefieres estar solo a estar con amigos. También podrías recibir la llamada telefónica de un amigo que alivie tu soledad.
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    Acepta tus sentimientos. No ignores tus sentimientos; estos pueden ser señales importantes sobre lo que va bien o mal en tu vida. Al igual que con todos los sentimientos, permítete sentir la soledad. Presta atención a cómo te sientes cuando surge la soledad. Es posible que sientas tu cuerpo pesado o que tengas ganas de llorar. Permítete sentir las asociaciones físicas y emocionales, y permítete llorar.[4]
    • No huyas instintivamente de la soledad. Muchas personas optan por distraerse viendo televisión, trabajando, realizando proyectos u otras actividades para evitar sentir el dolor de la soledad. En lugar de eso, mantente al tanto de tus sentimientos (y la manera de lidiar con ellos), y determina respetar tu cuerpo y emociones.[5]
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    Cambia tu actitud. Cuando los pensamientos como “Estoy solo” o “Me siento solo” pasan por tu mente, lo más probable es que tengas una asociación negativa con estos sentimientos. Es fácil caer en los pensamientos negativos desde este punto: puedes cuestionar tu autoestima, sentirte de algún modo menos valioso, o sentirte emocionalmente o físicamente agotado. Antes de caer en ese agujero, considera cambiar tu actitud. En lugar de etiquetar tu experiencia como “solitaria”, adopta la idea de tener un sentimiento de soledad. Acepta tener la oportunidad de experimentar la soledad como pacífica y reponedora.[6] Cuando aprendas a apreciar tu soledad, serás capaz de manejar los momentos en los que estés solo.
    • Usa tu tiempo para conocerte mejor: escribe un diario, medita y lee un libro que te interese.
    • A veces, tener más tiempo a solas es inevitable, como cuando te mudas de una ciudad a otra. Acepta los momentos que tienes para experimentar la soledad y ten en cuenta que no durarán para siempre. Aprecia el tiempo que tienes para vivir una nueva experiencia.
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    Practica la compasión. Date cuenta de que la soledad es una experiencia universal que afecta a cada persona en algún momento u otro. La soledad es parte de la experiencia humana.[7] Imagina que un amigo te dice que se siente solo, ¿cómo responderías? ¿Qué le dirías? Practica esta misma compasión contigo. Date la oportunidad de llegar a la gente y pedir ayuda.
    • La soledad no es lamentable ni vergonzosa; en algún punto es parte de la vida de todos y no hay necesidad de sentirse mal por sentirse solo. Expresa compasión hacia ti mismo y expresa compasión hacia otras personas a tu alrededor que pueden sentirse solas.
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    Pregúntate qué es lo que falta en tu vida. La soledad puede ser una herramienta para mostrarte lo que podría estar faltando o lo que quisieras más en tu vida.[8] Podrías estar rodeado de personas y eventos sociales, pero aun así sentirte solo. Es posible que la soledad no sea la falta de contacto social sino la falta de conexiones íntimas.[9] Tómate un tiempo para reflexionar acerca de lo que te gustaría tener en tu vida.
    • Anota las veces que te sientas solo. Tal vez te sientes más solo durante los grandes eventos sociales o cuando estás solo en casa. Entonces, considera qué es lo que podría aliviar tu soledad; tal vez la solución podría ser tener un amigo para que vaya a los eventos contigo o llamar a tu hermana para ver una película cuando te sientas solo en casa. Llega a una solución realista que puedas decretar (no tomes como solución tener un novio o una novia para resolver tu soledad).
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    Supera la timidez y la inseguridad. Recuerda que nadie nace con habilidades sociales. Además, recuerda que estas son habilidades, no superpoderes. Gran parte de la timidez y la inseguridad provienen de falsas creencias o temores acerca del desempeño social. Tus pensamientos sobre ser poco agradable o raro no reflejan la realidad; se trata solo de una percepción. Asimismo, recuerda que no tienes que ser perfecto para ser agradable. Cuando te sientas socialmente inseguro, presta más atención a tu entorno externo en lugar de tus pensamientos y sentimientos internos. Céntrate en las personas con las que hablas, y centra tu atención en comprender y escuchar a la persona que te acompaña en lugar de a ti mismo.[10]
    • Date cuenta de que está bien cometer errores sociales. ¡Todo el mundo lo hace!
    • La gente nota mucho menos tus errores de lo que crees; la mayoría de la gente está demasiado concentrada en ella misma y en luchar contra sus miedos sociales como para notar tus inseguridades.
    • Para más información, lee Cómo dejar de ser tímido.
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    Vence el miedo al rechazo. A veces, parece más seguro evitar las situaciones sociales que experimentar el rechazo. Un miedo al rechazo se basa en la desconfianza en las personas.[11] Tal vez experimentaste la traición en el pasado y ahora tienes miedo de confiar en la gente o hacer amigos. Si bien esta experiencia fue dolorosa, recuerda que no todas las amistades que tengas te van a traicionar. Sigue intentándolo.
    • No todos los rechazos que experimentes reflejan un rechazo hacia ti como persona. Alguien puede estar distraído o no darse cuenta de que intentas comunicarte.
    • Recuerda que no te agradarán todos los que conozcas, así como también no le agradarás a todos los que conozcas, lo cual está bien.
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Método 2
Método 2 de 2:
Superar la soledad

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    Construye tus habilidades sociales. Tal vez te sientes solo porque no confías en tus habilidades sociales. Practica tus habilidades sociales como sonreírle a otras personas, hacer cumplidos y conversar con las personas con las que te encuentras a lo largo del día (el empleado de una tienda, la barista o tus compañeros de trabajo).[12]
    • Si estás en una situación nueva, acércate a alguien e inicia una conversación. Di algo como “Nunca estuve en este lugar antes, ¿tú sí? ¿Qué tal es?”. Tal vez esa persona puede ayudarte respondiendo tus preguntas o pueden sentirse más cómodos haciendo algo nuevo juntos.
    • Recuerda comunicarte abiertamente a través del lenguaje corporal. Si encoges los hombros, miras hacia abajo, evitas el contacto visual y cruzas los brazos, te verás inaccesible. Sonríe, mantén una postura abierta (no cruces los brazos o piernas), inclínate y colócate frente a la persona con la que hablas.[13]
    • Busca cosas que puedas resaltar en otros. No te limites a elogiar la apariencia de alguien (“me gusta tu suéter”), en lugar de eso di “Siempre te tomas el tiempo de combinar los accesorios apropiados”. Si conoces lo suficientemente bien a alguien, elogia su bondad o inteligencia.
    • Aprende más sobre las formas de mejorar tus habilidades sociales leyendo el artículo Cómo mejorar tus habilidades sociales.
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    Sé un buen oyente. Interactuar con otras personas no se trata solo de saber lo que hay que decir. Perfecciona tus habilidades de escucha prestándole total atención a la persona que habla. No trates de planificar la respuesta perfecta, ni esperes encontrar tu punto de entrada; eso pone la atención en ti y no en la persona que habla. En lugar de eso, alienta a la persona a seguir hablando y muestra interés en lo que dice.[14]
    • Comunica de forma no verbal tus habilidades de escucha al mover tu cabeza, hacer contacto visual y realizar pequeños comentarios como “Ya veo” o “Oh, ajá”.[15]
    • Para obtener más consejos sobre cómo desarrollar habilidades de escucha, echa un vistazo a Cómo ser un buen oyente.
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    Conoce gente en tu comunidad. Encuentra personas con las que puedas tener intereses comunes y con quienes puedas pasar tiempo. Realiza preguntas que te permitan conocer a alguien (pregunta sobre la familia, mascotas, intereses, entre otros), y asegúrate de que esas personas quieran conocerte también haciendo preguntas sobre ti.[16]
    • Conoce gente participando de voluntariados. Si amas a los animales, sé voluntario en un santuario de animales o en refugio para animales. Allí conocerás a otras personas que aman a los animales y se conectarán contigo de inmediato.
    • Encuentra grupos de interés común en tu comunidad. Si te interesa tejer, es posible que haya gente a tu alrededor que comparta el mismo interés. Investiga un poco en Internet y encuentra grupos a los que puedas unirte.
    • ¿Deseas más información acerca de cómo hacer amigos? Revisa el artículo Cómo hacer amigos.
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    Haz nuevos amigos. Es importante tener amistades sólidas en la cuidad donde vives. Las amistades te ayudan a mejorar tu estado de ánimo, reducir el estrés y te darán apoyo a lo largo de tu vida.[17] Busca amigos en los que confíes, sean leales y te alienten. Asegúrate de poner en práctica los valores que buscas en un amigo siendo una persona de confianza, leal y alentadora para los amigos que tienes.
    • Sé genuino. Si no puedes “ser tú mismo” cuando estás con los demás, lo más probable es que ellos no sean tus amigos. Los amigos te apreciarán por cómo eres, con tus peculiaridades y todo. Si tienes dificultades para relacionarte con una persona o sientes que realmente lo estás intentando demasiado, toma otro rumbo y haz un amigo nuevo.
    • Practica ser el amigo que quieres tener. Piensa en las cualidades que quieres en un amigo y haz cosas por las personas que son parte de tu vida.
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    Adopta una mascota. Adoptar un perro o un gato (o cualquier mascota) de un refugio de animales puede traer grandes beneficios para tu salud, y especialmente te hará compañía. Los seres humanos que tienen perros suelen tener niveles más bajos de depresión, son capaces de lidiar mejor con el estrés y muestran niveles más bajos de ansiedad.[18]
    • Ve al refugio de animales local y ayuda a socializar a un perro o un gato que haya perdido a su familia y está solo. Si puedes, es posible que quieras adoptar un perro.
    • Por supuesto, adoptar un perro es una gran responsabilidad. Asegúrate de poder ajustar tu horario en torno a tu nueva mascota con la finalidad de poder darle una vida satisfactoria y con amor.
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    Participa en terapia. A veces, el dolor de la soledad puede causar estragos y dificultarte seguir adelante por tu cuenta. Un terapeuta puede ayudarte a trabajar para disminuir la ansiedad social, comprender los sentimientos pasados de traición y desconfianza, mejorar tus habilidades sociales y ofrecerte apoyo para seguir adelante. Visitar a un terapeuta puede ser un primer paso de empoderamiento para lograr la vida que deseas para ti.[19]
    • Para más información echa un vistazo a Cómo escoger un terapeuta.
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Consejos

  • Revisa las actividades de tu biblioteca local o centro comunitario. Muchas veces, estos tienen programas, charlas y otros eventos a los que puedes asistir.
  • Presta atención cuando alguien en tu comunidad experimenta una muerte o pérdida. Escribe una nota para esa persona. Luego, invítala a almorzar y ofrécete a escuchar su historia. Escucha verdaderamente, no hables sobre ti.
  • Saluda a las personas que no lo esperan, sonríe de manera amigable y di algo amable. Puedes hacer esto con la persona en la cabina del peaje, el empleado en la tienda, el encargado de la playa de estacionamiento, entre otros. Si el tiempo lo permite, pregúntale cómo le va en su día o participa en alguna otra conversación.
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Advertencias

  • Evita pasar demasiado tiempo en línea. Es posible que sientas que te estás conectando con gente real; sin embargo, puede ser una experiencia muy extraña cuando estas personas no están realmente allí para ti, y no puedes hablar con ellos de la manera en la que requieren las relaciones normales y exitosas. De todos modos, haz amigos en Internet, pero no lo hagas a costa de tu vida fuera del Internet.
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Acerca de este wikiHow

Donna Novak, Psy.D
Coescrito por:
Licenciada en Psicología Clínica
Este artículo fue coescrito por Donna Novak, Psy.D. La Dra. Novak es una psicóloga clínica licenciada que reside en Simi Valley, California. Con más de diez años de experiencia, la Dra. Novak se especializa en tratar la ansiedad, y los problemas de relaciones y sexuales. Tiene una licenciatura en psicología de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) y un doctorado en psicología clínica de la Alliant International University-Los Ángeles. Utiliza un modelo de diferenciación en el tratamiento enfocado en el crecimiento personal, aumentando la conciencia propia, la motivación personal y la confianza. Este artículo ha sido visto 13 998 veces.
Categorías: Salud emocional
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