La timidez es un sentimiento de incomodidad que puedes sentir en reuniones sociales, algo que evita que alcances tus metas personales o sociales.[1] ¿Eres una persona tímida? ¿La idea de conversar con una persona extraña hace que se te revuelva el estómago? Eso está bien. La timidez es un problema muy común. Al igual que cualquier otra característica no deseada, puedes vencer la timidez con las herramientas correctas.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Adquirir confianza en ti mismo

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    Considera qué es lo que quieres cambiar y por qué. ¿Te molesta tu falta de habilidad social? ¿Te es difícil mantener conversaciones superficiales, demostrar tus sentimientos, experimentar con frecuencia pausas incómodas durante una conversación u otros problemas prácticos? Quizás eres lo suficientemente sociable, pero no quieres sentirte tan incómodo e inseguro.
    • Pregúntate a ti mismo cuánto quieres cambiar realmente (no todos son o pueden ser mariposas sociales). No gastes energía comparándote con otras personas. No te digas a ti mismo que debes ser como ellas. Se trata de un simple refuerzo que solo te hará sentir diferente, solo e incluso, en casos extremos, inferior.[2]
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    Reestructura tu pensamiento. Las personas ansiosas en cuanto a lo social tienen pensamientos negativos de forma frecuente rondando en sus cabezas. “Me siento extraño”, “Nadie me habla” o “Me veré como un idiota” son pensamientos que pueden aparecer una y otra vez. Como es probable que lo sepas, todos estos pensamientos son negativos y solo servirán para que continúes sintiéndote tímido y acomplejado.
    • Ten como objetivo romper el hábito de tener pensamientos negativos al volverte más consciente sobre cuándo estás cayendo ante ellos y al desafiar su lógica. Por ejemplo, solo porque estés nervioso en medio de una multitud o en una fiesta no significa que te veas extraño. Es posible que otras personas a tu alrededor también estén nerviosas.
    • Reestructurar no solo significa dar una vuelta de forma positiva en tus pensamientos, sino también tener una perspectiva más realista. Muchos pensamientos negativos provienen de creencias irracionales. Encuentra alguna evidencia que debata tus pensamientos negativos y encuentra otra forma de ver la situación.[3]
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    Enfoca tu atención hacia afuera, no en ti mismo. Este es uno de los aspectos más importantes respecto a la timidez y ansiedad social. La mayoría de las personas tímidas no lo hace a propósito, pero a menudo centra constantemente la atención en sí misma durante las conversaciones. Al hacerlo, harás que estés consciente de ti mismo y continuarás con un círculo vicioso. Algunas investigaciones han demostrado que esto puede desempeñar un papel clave sobre por qué las personas experimentan ataques de pánico luego de momentos de ansiedad relativamente leves.[4] [5]
    • En lugar de notar que estás siendo tímido, o que hayas dicho algo vergonzoso, intenta tomar un acercamiento ligero para tener en cuenta las deficiencias. Ríete de ello o sigue adelante sin hacer que pongan demasiada atención en lo que crees que es un defecto. La mayoría de las personas mostrará empatía (sentirse conectado como ser humano es más fácil de lo que crees).
    • Demuestra interés en otras personas o en los alrededores. Es posible que sientas que todos te miran, pero por lo general las personas no te estarán juzgando. La percepción distorsionada es el culpable en esta situación. Las otras personas estarán ocupadas en sus propios asuntos y, en la mayoría de casos, no planearán averiguar sobre ti.
    • Una idea equivocada y común es que las personas tímidas son introvertidas. De hecho, aquellos que son introvertidos disfrutan la soledad y obtienen energía al pasar tiempo a solas. Por el contrario, las personas tímidas quieren relacionarse con los demás pero sienten miedo al escrutinio o juicio.[6]
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    Observa cómo otras personas con confianza se desenvuelven en escenas sociales. La imitación es la forma más grande de halago. Por supuesto, no debes ir y hacer exactamente lo que otra persona hace, sino observar a alguien que es experto socialmente ya que te dará algunas ideas sobre cómo lidiar con ciertas situaciones.[7]
    • Si conoces a estas personans lo suficientemente bien, puedes incluso ser sincero con ellos y pedir abiertamente que te aconsejen. Hazles saber que te das cuenta de cuán cómodos se ven en situaciones sociales e intenta pedirles algunos consejos. Es posible que te des con una sorpresa y descubras que una persona de las que admiras por sus habilidades sociales es, en realidad, tan tímida como tú.
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    Busca la ayuda de un profesional de salud si tienes problemas para vencer timidez por tu propia cuenta. Algunas veces, la timidez extrema es una señal de un trastorno de ansiedad social. Las personas con este trastorno sienten un miedo terrible de ser escudriñados o juzgados por otros a tal punto de tener pocos o ningún amigo, o una relación romántica.[8]
    • Tu proveedor de salud mental puede ayudarte a diagnosticar un trastorno de ansiedad social y trabajar contigo para que desarrolles patrones de pensamiento más saludables, y confianza para dejar de evitar a las personas y diversas situaciones sociales.
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Parte 2
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Hablar con nuevas personas

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    Sé más accesible ¿Te acercarías a alguien que tenga una expresión agria en el rostro o esté apoyando la cabeza sobre la mesa? No es probable. Nuestro lenguaje puede permitirles a los demás hacer suposiciones acerca de nosotros incluso antes de que hablemos. Abstente de tener la mirada hacia abajo en tus zapatos. En vez de eso intenta esbozar una sonrisa pequeña y confiada, y hacer contacto visual.
    • Un lenguaje corporal abierto le envía a los demás el mensaje de que estás dispuesto a interactuar con ellos. Siéntate inclinándote hacia adelante, en dirección hacia la persona a la que le estás hablando. Mantén tus piernas y brazos abiertos, y una postura relajada.[9]
    • Reconoce que tu lenguaje corporal no solo determina cómo las personas te perciben, sino también cómo te desempeñas. Algunas investigaciones demuestran que ciertas “poses de poder” (como tener una postura relajada y los brazos abiertos) representan cuando una persona se siente al mando y victoriosa. Por otro lado, cerrarse en uno mismo como en una posición fetal representa impotencia o vulnerabilidad.
    • Una charla TED popular demuestra cómo estas posiciones de dominio y poder son universales en todos los seres vivientes: humanos, primates e incluso aves. La hipótesis es que, si deliberadamente usamos estas posiciones de “poder” cuando nos sintamos inseguros, empezaremos a creerlo. Esto significa que tendrás el poder de controlar el nivel de confianza que tienes en cualquier situación.[10] [11]
    • Realizar una pose de poder de dos a cinco minutos realmente puede alterar la química del cerebro, lo que incrementaría la testosterona y disminuiría la hormona del estrés. Incluso con solo visualizar simplemente estas poses te sentirás más confiado y te ayudará a empezar a correr riesgos.
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    Sal y haz que pase. La mejor forma de conocer gente es buscar activamente lugares donde puedas hacerlo. Ve al baile de otoño en tu escuela o a la reunión de Navidad del trabajo. Intenta conocer al menos una persona al término de la noche. Encuentra un micrófono abierto local y lee algo de la poesía que hayas escrito en tus días de universitario.
    • Un investigador señaló que su mejor salida para superar la timidez que sentía con las personas fue conseguir un trabajo en un restaurante de comida rápida. Trabajar en McDonald's durante su adolescencia lo obligó a interactuar con completos extraños diariamente. Todavía se siente acomplejado en algunas situaciones sociales, pero da crédito de que esa experiencia lo ayudó a ser más exitoso a pesar de su timidez.[12]
    • Pídele a tus amigos que te presenten a sus amigos o conocidos. Esta es una gran forma de conocer nuevas personas. Además, no debes preocuparte sobre conocer a todos porque la persona que sí conoces actuará como intermediario. Habla con esa persona por un momento. Luego, expande la conversación lentamente y empieza a hablar con amigos en común.
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    Practica hablar. Aunque esto pueda parecer extraño, párate frente a un espejo o cierra tus ojos, e imagínate a ti mismo hablando con alguien. Sentir que estás preparado antes de entrar a un desconocido ambiente social puede ayudarte a minimizar la ansiedad. Observa tus interacciones más como un juego de rol en una película. Imagínate a ti mismo como la persona sociable que atrae a otras personas. Luego, sal de allí y pon en práctica tu trabajo.
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    Resalta tus talentos. Ampliar tus fortalezas no solo hará que te sientas más confiado cuando estés con otros, sino que también te hará ver como alguien más interesante y acogedor. Por ejemplo, si te gusta el arte, considera realizar la escenografía para una obra. Será mucho más fácil brillar si te sientes cómodo. Encuentra formas para entablar una conversación con otras personas que compartan tus pasiones e intereses. Puedes atraer a muchos nuevos amigos al simplemente hacer lo que sabes y demostrar que lo disfrutas.
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    Haz cumplidos sinceros. No necesitas ser desbordante. Algunas de las conversaciones más geniales empiezan con “Me gusta tu camisa. ¿La compraste en (el nombre de una tienda)?”. Naturalmente, los cumplidos le dan a las personas una impresión positiva de ti porque haces que se sientan bien. Lo que es mejor, está garantizado que te retirarás con una sonrisa ya que hacer cumplidos a otros también hace que uno se sienta bien.[13]
    • Si conoces a la persona, usa su nombre cuando le hagas un cumplidos. Además, sé específico. No digas solamente “Te ves genial”, sino di “Me gusta tu nuevo estilo de cabello. El color favorece el tono de tu piel”.
    • Esfuérzate por hacerle, al día, de tres a cinco cumplidos a varias personas que veas en la calle o durante tus actividades diarias. Intenta no elegir a la misma persona dos veces. Examina cuántas conversaciones empiezan y cuántas personas se sienten mejor a diferencia de cuando las encontraste en un principio.
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    Da pasos cortos. Intenta progresar con pasos pequeños, fácilmente desglosables e identificables. Esto te dará algo nuevo para aprender. Además, podrás mantener un seguimiento del proceso. Continúa haciendo cosas tales como conversar con nuevas personas y buscar oportunidades para conectarte con otras. Además, celebra las pequeñas victorias, ya sea haciéndote algún cumplido o retando tus pensamientos negativos.
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Consejos

  • Intenta dar un paso cada semana (o día). Por ejemplo, si te cuesta mucho mantener una conversación, trata de tener una conversación larga cada vez que hables con alguien. Una buena forma de hacer esto es no dejarle de hacer preguntas a esa persona.
  • Algunas personas tienen problemas yendo a alguna parte solas. Intenta ir al cine solo. ¿Cuán tímido puedes ser en la oscuridad? Además, esto le demuestra a otras personas que tienes suficiente confianza en ti mismo como para ir solo. ¡Finge hasta que lo logres!
  • Di que necesitas ayuda en algo si es así. Si lo mantienes oculto, te pondrás ansioso y no expresarás lo que te ocurre.
  • Habla con gente al azar, incluso con gente que no conoces. Sé amable y, pronto, ¡tendrás una reputación!
  • Practica algún deporte. Esta es una forma increíble de conocer nuevas personas. Sal de tu cascarón de timidez y demuestra tu talento atlético.
  • Siempre es bueno participar en conversaciones con tus amigos o con quien sea. No obstante, algunas veces está bien solo sentarse y escuchar. Esta es una ventaja de ser tímido: puedes escuchar y descubrir lo que pasa.
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Advertencias

  • Superar tu timidez es un gran compromiso. No esperes pasar de ser tímido a ser abierto en un día. No funciona así. Ten paciencia y recuerda que “Roma no se construyó en un día”.
  • Sé tú mismo y nunca dejes que alguien te haga sentir mal.
  • Muchas veces en realidad lo que parece timidez pudiera tratarse de una condición más seria, como por ejemplo un trastorno del espectro autista (especialmente el de grado 1 tipo Asperger).
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Acerca de este wikiHow

Moshe Ratson, MFT, PCC
Coescrito por:
Terapeuta
Este artículo fue coescrito por Moshe Ratson, MFT, PCC. Moshe Ratson es el director ejecutivo de spiral2grow Marriage & Family Therapy, una clínica de terapia y coaching en la ciudad de Nueva York. Moshe es un entrenador certificado profesional acreditado por la Federación Internacional de Coaching (TCF, por sus siglas en inglés). Recibió su maestría en Terapia de Matrimonio y Familia en lona College. Moshe es miembro clínico de la Asociación Americana de Terapia de Matrimonio y Familia (AAMFT, por sus siglas en inglés), y miembro de la Federación Internacional de Coaching. Este artículo ha sido visto 528 868 veces.
Categorías: Relaciones sociales
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