El objetivo de muchos cristianos es acercarse a Dios. Hay muchas maneras de conseguirlo, desde rezar y alabar a Dios formal o informalmente hasta leer la Bilblia. [1] Si eres una persona sociable, puedes hablar con tu sacerdote o empezar a participar activamente en tu iglesia. Sigue leyendo para conocer más ideas sobre cómo acercarse a Dios siguiendo la tradición cristiana.

Método 1
Método 1 de 2:
Rezarle a Dios

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    Familiarízate con tu fe. Si no estás familiarizado con Dios y hasta ahora no has sido activo en tu tradición religiosa, tómate tu tiempo para conocerlo.[2] Puedes empezar cerrando tu habitación con pestillo. De este modo, te sentirás a solas con el Creador.
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    Intenta despejar tu mente. Respira profundamente y di en voz alta: "Hola, Dios. He reservado este espacio de tiempo para ti. ¿Puedes venir y acercarte a mí, por favor?". Al principio, puede parecerte absurdo, pero debes comprender que Dios realmente te escucha y se preocupa por ti. Recuerda: "Pide y recibirás". Tampoco hay nada de malo en pedirle a Dios que te hable.[3]
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    Habla con un amigo o con alguien en quien verdaderamente confíes. Ábrete y dile a Dios todo lo que te preocupe. Dile algo por lo que te sientas agradecido y que haya ocurrido recientemente en tu vida. Por ejemplo, puedes agradecerle que tu equipo haya ganado un partido importante, que alguien que te gusta te haya pedido salir, o que hayas hecho un nuevo amigo. Dios escucha y comprende siempre, así que no tienes por qué sentirte estúpido.
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    No muestres soberbia ni arrogancia. No reces por cuestiones innecesariamente sofisticadas: intenta centrarte en los aspectos verdaderamente importantes de tu vida. Nada es demasiado insignificante para incluirlo en tu oración, siempre que pidas ayuda y sabiduría. Una oración no debe estar centrada en uno mismo.
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    Ten en cuenta que Dios tiene sus propias razones, sus tiempos. Confía en Él. Tal vez no obtengas exactamente lo que quieres cuando lo quieres, pero Él hace todo por alguna razón.
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    Confiésale tus pecados a Dios. Reza por los problemas actuales en tu vida, y por otros asuntos que sean importantes para ti. Puedes probar a hacer un diario de oración, si no te sientes cómodo rezando, para anotar tus peticiones y sus resultados.[4]
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    Reza con frecuencia.[5] Aunque tal vez te suene demasiado obvio, rézale a Dios dos veces al día como mínimo.Asegúrate de que las palabras que emplees salgan de tu corazón. Imagínate a ti mismo acercándote a él y contemplando su majestuosidad mientras rezas. ¡Alaba su majestuosidad! Además, Él quiere ser, sencillamente, tu mejor amigo para siempre, tu Dios Santo, Él es el amor más perfecto. Quiere que reces desde el espíritu y desde la comprensión. Quiere que reces para que otras personas se arrepientan y se sanen.
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    Pídeles a tus amigos cristianos que te den consejos de oración. Si no tienes experiencia rezando, mira a tu alrededor y lee artículos en Internet acerca de cómo hacerlo de manera eficaz.
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Método 2
Método 2 de 2:
Acercarse de otras maneras

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    Recuerda que Dios está siempre junto a ti. Él está siempre contigo, como el amigo más íntimo. Si tienes esto presente, probablemente te sorprendas a ti mismo hablando cada vez más con Dios. Cuando hables con Dios, no tiene por qué ser siempre mediante oraciones formales. Háblale con el corazón cuando lo necesites.[6] Esto te acercará más a él. Alabar a Dios y buscar que su Espíritu Santo entre en ti solo te traerá beneficios.[7]
    • Ten en cuenta que Dios puede hablarte en tu vida cotidiana, y lo hará. Dios puede hablarle a tu corazón durante la oración o en cualquier momento del día, a través de otros que no saben nada de lo que puedas haber dicho en tus oraciones. Además, Él normalmente responde a la pregunta "¿Por qué?" en lugar de responder a "¿Qué?" o "¿Cuándo?". Unas veces, responde "Sí", otras veces, responde "No", y en otras ocasiones, "Ahora no".
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    Habla con el cura, sacerdote, profesor o coordinador de juventud de tu iglesia. Háblale de las dudas que tengas. Lo habitual es que esta persona haya estudiado la Biblia y se haya hecho preguntas similares a sí mismo alguna vez. Aprenderás muchas cosas que no sabías sobre Dios. Además, buscar respuestas puede ayudarte a explicarles a tus amigos no cristianos qué son Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo.
    • ¿Por qué Dios nos permite la opción de pecar?
    • ¿Por qué Dios permite que su gente sufra y por qué a veces surgen problemas incluso cuando una persona hace el bien?
    • ¿Por qué Dios permitió que su hijo sufriese, sangrase y muriese en la cruz para salvarnos del pecado?
    • ¿Por qué Cristo necesita volver al Padre en el Cielo?
    • ¿Por qué Dios envió al Espíritu Santo?
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    Lee la Biblia.[8] Esforzarte por conocer a Dios te ayudará a acercarte a Él, y la Biblia es su palabra escrita. ¿Qué le gusta a Dios? ¿Qué le desagrada? ¿Qué le hace estar feliz, triste o enfadado? ¿Qué es lo que valora? ¿Qué es para él la estupidez? Todas las respuestas a estas preguntas se encuentran en la Biblia. Intenta seguir un plan de lectura bíblica a diario.[9]
    • Puedes encontrar muchos planes de lectura bíblica en Internet. Intenta dar con el que mejor funcione para ti. Los devocionales son muy útiles porque explican los pasajes de manera que siempre puedes relacionarlos con tu vida, y son verdaderamente esclarecedores. Puedes comprarlo o buscar alguno en internet.
    • Un libro que explica con todo lujo de detalles las promesas de Dios, verdaderas hasta en los momentos más complicados de la vida, es Always True, de James MacDonald. Sus textos te dirigen a las Sagradas Escrituras que te servirán de apoyo y te ofrecerán esperanza en los momentos más duros.
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    No le hagas falsas promesas a Dios. Si fallas o flaqueas a la hora de cumplir una promesa, da un paso atrás y enmienda tus errores con Dios. Tal vez Él quiera que enmiendes tus errores con otros. Tal vez no. Trata de interpretar sus deseos cuando reces, presta atención a tus sentimientos para comprender mejor a Dios. Abre tu corazón y sé honesto. Él ya sabe lo que hay en tu corazón. Eres tú quien necesita ver lo que hay en tu corazón. Sé honesto contigo mismo. Si mientes, solo te estarás mintiendo a ti mismo, porque Dios ya sabe la verdad.
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    Presta atención en la iglesia. Aprenderás mucho más y te sentirás más en sintonía con Dios.
    • Toma nota en la iglesia. Esta práctica es realmente útil y, más adelante, podrás revisar tus anotaciones y deducir cómo aplicar los principios aprendidos a tu propia vida.
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    Participa en la iglesia. Cantar en la iglesia e involucrarse en las acciones de sus celebraciones (inclinar la cabeza, levantarse, sentarse) no es suficiente. Colabora como voluntario todo lo que puedas, ayuda a los demás y sé bienaventurado.[10]
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    Sé honesto con tus pensamientos, sentimientos y acciones. Dios es puro, así que cuanto más puro seas tú, más se acercará Dios a tu corazón para satisfacer tus deseos más sinceros.
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    Rechaza la violencia y las peleas. Mantén una actitud equilibrada y éticamente serena. Busca en la Biblia la ayuda que necesitas para mantener esa armonía eterna.
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    Ve a confesarte. Si eres de tradición Católica, ve a confesarte cada dos o tres meses como mínimo. Esto te ayudará a vivir una vida más cristiana y a acercarte a Dios.[11]
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    Asóciate con personas con las que compartas tu fe. Ya seas un niño, un adolescente o un adulto, mantén el contacto con otras personas con las que compartas tu fe. Esto te ayudará a cultivar y fortalecer tu propia fe, especialmente en los momentos en los que se reúnan dos más personas para rezar y pedirle a Dios que les guíe. Esto no significa que no puedas conectar también con personas no creyentes, o que tengan otras creencias. Lo que importa es lo que hay en tu corazón. Reces cuando reces, hazlo con fe. Si no crees, no te acercarás a Dios.
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Consejos

  • Si sientes que los problemas de tu vida están fuera de control, da un paso atrás y acepta el plan de Dios, el cual siempre es bueno y nunca malo. Cultiva tu fidelidad. Confía en el Señor, y haz el bien.[12]
  • No tienes que hacerte cura, diácono o sacerdote para acercarte realmente a Dios. Todo creyente es llamado a experimentar una conexión profunda con Dios, incluso aquellos que no son guías o líderes religiosos.
  • Asiste a reuniones de jóvenes y a retiros de adultos creyentes para reavivar la llama dentro de ti.
  • Búscalo porque: Es imposible satisfacer a Dios sin fe: todo el que acuda a Él debe 'creer que existe' y que recompensará a aquellos que 'lo busquen con esmero'. (Hebreos 11:6)[13]
  • Da las gracias, alaba y glorifica siempre a Dios por todo lo que ha hecho o pueda hacer por ti, independientemente de lo bueno o malo que ocurra en tu vida.
  • La ira puede ser una respuesta natural a la injusticia o a las adversidades de la vida, pero debes evitar dejarte llevar por la ira o alejarte de Dios cuando estés enfadado.
  • Leer la biblia con regularidad es fundamental para acercarse a Dios. Si no tienes claro qué leer, prueba a empezar por los evangelios. Antes de leer, pídele a Dios que abra tu corazón, tu alma y tu mente a lo que sea que quiera mostrarte.
  • Cuando tengas un problema, pídele a Dios que te ayude. Tal vez no lo resuelva de la manera en que te gustaría, pero probablemente acabes sintiéndote satisfecho con el resultado. Jesús dijo: "Pide y [lo que pidas] te será dado, busca y encontrarás; llama a la puerta y se abrirá para ti" (Mateo 7:7-8).
  • Evita el pecado de manera activa, y pídele a Dios que te perdone cuando cometas un pecado.
  • Dios siempre está contigo. Escribe un verso que te haya ayudado en una ficha y lleva siempre esa ficha en el bolsillo adonde quiera que vayas. Cuando necesites ayuda, sácala y léela para ti. También puedes decir el verso de memoria regularmente, e, incluso, compartirlo con otras personas cuando necesiten apoyo.
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Advertencias

  • "¡La soberbia nos hace caer y conduce a los espíritus altivos a la destrucción!", dice la Biblia. Esfuérzate por pensar mejor de los demás. Por ejemplo: intenta acostumbrarte a prestar tu ayuda, a ser cortés y considerado, compartiendo el amor de Dios con los demás.
  • Un niño o un adolescente rara vez puede evitar la separación de sus padres o la ruptura de una familia, si el padre, la madre, o ambos han tomado la firme decisión de divorciarse. Hay situaciones que las oraciones no pueden resolver, pero rezar puede ayudar aliviar el dolor durante una transición complicada.
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Referencias

  1. Zachary Rainey. Sacerdote ordenado. Entrevista a especialista. 19 May 2019.
  2. Zachary Rainey. Sacerdote ordenado. Entrevista a especialista. 19 May 2019.
  3. https://www.desiringgod.org/articles/if-you-want-to-hear-god-quiet-your-mind
  4. https://blog.biblesforamerica.org/the-need-to-confess-our-sins/
  5. Zachary Rainey. Sacerdote ordenado. Entrevista a especialista. 19 May 2019.
  6. Zachary Rainey. Sacerdote ordenado. Entrevista a especialista. 19 May 2019.
  7. https://www.christiantoday.com/article/7-bible-verses-to-remind-you-god-is-always-with-you/107961.htm
  8. Zachary Rainey. Sacerdote ordenado. Entrevista a especialista. 19 May 2019.
  9. https://www.patheos.com/blogs/christiancrier/2018/06/11/how-to-grow-closer-to-god-by-reading-the-bible/

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Categorías: Cristianismo
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