Aunque los gatos son buenos para acicalarse, hay ocasiones en las que necesitas bañarlos, por ejemplo, si se meten en algo sucio. Suelen ser reacios al agua, así que será necesario entrenar un poco a tu gato antes que participe en el baño sin problemas. Primero tendrás que dedicar algo de tiempo a acostumbrarlo a que lo toquen. Cuando estés listo para bañarlo, asegúrate de hacerlo poco a poco para que el gato esté cómodo todo el tiempo. Antes de bañarlo, es buena idea cortarle las uñas para que no pueda lastimarte.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Introducir el entrenamiento del baño lentamente

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    Toca al gato. Los gatos suelen ser asustadizos cuando se trata del contacto humano. Si quieres que tu gato se acostumbre a bañarse, abrázalo y frótalo un poco. Asegúrate de que esté cómodo con el hecho de tocarlo antes de intentar bañarlo. Este proceso variará en duración dependiendo del gato. Los gatos muy asustadizos requerirán más tiempo de entrenamiento.[1]
    • Tócale las orejas, la boca y la nariz. También debes tocarle los pies con suavidad y otras zonas sensibles de las mascotas, como el vientre y las piernas.
    • Mientras lo haces, susúrrale palabras dulces y tranquilizadoras. Si se resiste, jálalo suavemente hacia ti y tranquilízalo. Cuando se porte bien, dale golosinas y felicítalo como recompensa.
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    Frótalo con una toallita. Cuando tu gato deje de resistirse a que lo toques, introduce el agua. Humedece ligeramente una toallita y pásala por su cuerpo.[2]
    • Repite el mismo proceso que utilizaste cuando tocaste al gato, pero incorpora la toallita. Frótala sobre sus orejas, boca, nariz y las zonas sensibles como el vientre.
    • Si tu gato se resiste o intenta alejarse, háblale con suavidad hasta que se calme. Felicítalo cuando se porte bien.
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    Vierte un poco de agua sobre su lomo. No debes sumergir al gato en un baño sin mojarlo primero. El agua puede ser traumante para un gato, así que primero acostúmbralo a ella vertiéndole agua en el lomo. No debes bañarlo hasta que coopere con esto.[3] Los gatos requerirán distintos periodos de tiempo para adaptarse a bañarse en el agua. Un gato asustadizo puede tardar varias semanas, mientras que uno tranquilo puede tardar solo unos días.[4]
    • Al igual que con las otras partes del proceso, debes tranquilizarlo todo el tiempo. Háblale y jálalo suavemente hacia ti si se resiste. Asegúrate de mover su cabeza con suavidad hacia arriba empujando su barbilla. No debes dejar que le entre agua en los ojos.
    • Luego, sécalo envolviéndolo en una toalla tibia. Abrázalo y felicítalo durante el proceso de secado.
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    Tranquilízalo durante todo este proceso. El gato debe pensar en el agua y el toque como experiencias tranquilas. Por lo tanto, es necesario que lo tranquilices durante todo el proceso. Háblale todo el tiempo con una voz muy suave para que se sienta seguro. Cuando se porte bien, dale golosinas como recompensa.[5]
    • Por lo general, a los gatos no les gustan los regaños, así que no regañes al tuyo si se porta mal. Esto solo lo irritará, lo que dificultará más todo el proceso de baño. Incluso si te sientes frustrado, resiste las ganas de regañarlo.
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    No lo saques de su zona de confort. Por lo general, los gatos están bien equipados para limpiarse a sí mismos. Pasan mucho tiempo acicalándose, por eso normalmente no es muy necesario bañarlos de forma regular.[6] En caso de que tu gato no se adapte al agua y al toque, debes evitar bañarlo. En vez de eso, puedes cepillarlo, ya que esto puede eliminar la suciedad, la grasa y el pelo muerto.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Darle un baño a tu gato

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    Espera hasta que tu gato esté de buen humor. El tiempo es la clave cuando se trata de bañar a un gato. No debes bañarlo cuando esté agitado. Espera un momento en el que el gato parezca estar de buen humor.[7]
    • Piensa en los momentos en los que tu gato se ve tranquilo. Por ejemplo, es posible que esté dócil y agradable después de cenar. Por lo general, puede calmarse después de unos minutos de juego.
    • Elige un momento en el que sepas que se calmará para bañarlo. Si ronronea mientras se relaja en tu regazo, puede ser un buen momento para bañarlo.
    • En ciertos casos, no podrás esperar el momento ideal. Si tu gato se metió en algo tóxico o un zorrillo lo roció, llama al veterinario. Él podría aconsejarte que lo bañes de inmediato o que lo lleves a su consultorio para que lo laven y lo acicalen. Si intentas bañar a un gato angustiado, podría morderte o arañarte, lo que puede provocar lesiones. Es mejor consultar con un veterinario para recibir consejos para tu seguridad y la de tu gato.
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    Cepíllalo. Siempre debes cepillar a tu gato antes de bañarlo. Así eliminarás el pelo suelto, la suciedad y la grasa. También debes cortar las matas de pelo antes del proceso de baño.[8]
    • Incluso cuando no prepares a un gato para el baño, debes cepillarlo de forma regular. Cepillarlo un par de veces por semana promueve la circulación sanguínea y mantiene su pelaje limpio y liso.
    • Si tu gato se resiste a que lo cepillen, háblale con suavidad y ofrécele golosinas y felicitaciones durante todo el proceso.
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    Prepara el agua. Puedes bañar a tu gato en el lavabo, la bañera o en un recipiente pequeño del tamaño suficiente para que entre tu gato. Lo ideal es tener una boquilla rociadora para bañarlo.[9]
    • Solo llena el lavabo, la bañera o el recipiente con 7,5 a 12,5 cm (3 a 5 pulgadas) de agua.
    • Asegúrate de que sea agua tibia. El agua muy caliente o fría podría incomodar al gato. Prueba el agua con los dedos antes de colocarlo en la bañera.
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    Coloca a tu gato en el agua. El gato podría estar nervioso, sobre todo si este es su primer baño, así que ve despacio. Háblale todo el tiempo con voz suave mientras lo colocas en el agua.[10]
    • Utiliza la boquilla rociadora para mojar por completo al gato. No lo rocíes directamente en la cara y asegúrate de que no le entre agua en los ojos, la nariz o los oídos.
    • Si no tienes una boquilla rociadora, puedes utilizar una jarra o una taza para mojarlo.
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    Lávalo con champú. Una vez que tu gato esté mojado, puedes añadir el champú. Asegúrate de utilizar un champú específico para gatos. El champú para perros o humanos no es adecuado para el baño de un gato.[11]
    • Trabaja desde la cabeza hasta la cola cuando lo enjabones. Masajea el champú en su pelaje. Sé delicado y asegúrate de felicitar a tu gato por su buen comportamiento.
    • Siempre evita la cara. Los ojos, la nariz y la boca no deben entrar en contacto con el champú. Puedes frotar la cara de tu gato con agua pura después del baño.
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    Enjuágalo bien. Es vital eliminar cualquier residuo de champú del pelaje del gato. No debe lamer los restos de champú porque irritará su piel.[12]
    • Con una boquilla rociadora o una taza, vierte agua tibia sobre el gato. Nuevamente, asegúrate de evitar los ojos, la nariz y la boca.
    • Sigue enjuagándolo hasta que no notes que sale espuma o burbujas de su pelaje. Asegúrate de enjuagar todas las zonas como el estómago, las piernas y las patas.
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    Sécalo. Envuelve a tu gato en una toalla tibia para secarlo. Asegúrate de secarlo en una zona cálida y alejada de las corrientes de aire.[13]
    • También puedes utilizar una secadora si tu gato no le teme al ruido. Si lo haces, utiliza la temperatura más baja.
    • Si el gato tiene un pelaje más largo, debes volver a cepillarlo después del baño para quitarle los nudos.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Tomar precauciones al bañar a un gato

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    Córtale las uñas al gato antes de bañarlo. El gato podría rasguñarte durante el proceso de baño. Cortarle las uñas puede protegerte de cualquier daño. Córtaselas en una habitación tranquila y espera un momento en que esté tranquilo.[14]
    • Toma la pata del gato entre tus dedos. Masajéala durante unos 3 segundos y apriétala suavemente para que salgan sus garras. Si el gato se aleja, no lo jales. Sigue el movimiento de su pata, mientras mantienes los dedos alrededor de ella.
    • Corta las puntas de sus uñas. Asegúrate de no cortar una zona conocida como el tejido vivo, ya que esto provocará sangrado. El tejido vivo está marcado por una parte rojiza o rosada de las uñas. Solo corta la parte transparente de las uñas del gato.
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    Protege sus oídos con motitas de algodón. El agua en los oídos del gato puede provocar una infección. Antes de bañarlo, coloca dos motitas de algodón en cada oído. Después del baño, sácalas y tíralas.[15]
    • Los gatos pueden resistirse a esto, así que ve despacio y tranquiliza a tu gato todo el tiempo. Debes practicar colocar motitas de algodón en su oído antes del baño.
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    Utiliza agua pura en su cara. Tu gato podría tener costras o desechos alrededor de los ojos y la nariz. No laves estas zonas con champú. En vez de eso, humedece un trapo y frota con suavidad la suciedad o los desechos de su cara.[16]
    • Si tu gato se asusta, háblale suavemente durante todo el proceso para mantenerlo calmado. Siempre felicítalo por portarse bien.
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    Considera buscar la ayuda de un peluquero de mascotas.[17] Es posible que tu gato sea muy agresivo con la hora del baño. Aunque los gatos no necesariamente requieren baños regulares, es posible que debas llevar a tu gato al peluquero en ciertas circunstancias. Si tiene matas de pelo, pulgas o está cubierto de tierra y mugre, llévalo a la peluquería de mascotas si no puedes bañarlo tú mismo.[18]
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Consejos

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Advertencias

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Acerca de este wikiHow

Brian Bourquin, DVM
Coescrito por:
Veterinario
Este artículo fue coescrito por Brian Bourquin, DVM. Brian Bourquin, mejor conocido como "Dr. B” para sus clientes, es veterinario y propietario de Boston Veterinary Clinic, una clínica veterinaria y de salud para mascotas con tres sedes: South End/Bay Village, Seaport y Brookline, Massachusetts. Boston Veterinary Clinic se especializa en atención veterinaria primaria, incluyendo atención preventiva y de bienestar; atención médica y de emergencia; cirugía de tejidos blandos; y odontología. La clínica también brinda servicios especializados en conducta, nutrición y terapias alternativas para el manejo del dolor mediante acupuntura y tratamientos terapéuticos con láser. Boston Veterinary Clinic es un hospital acreditado por la AAHA (American Animal Hospital Association), y es la primera y única clínica certificada como Fear Free (reducción de sentimientos de estrés en las mascotas) de Boston. Brian tiene más de 19 años de experiencia veterinaria y obtuvo su doctorado en Medicina Veterinaria en la Universidad de Cornell.
Categorías: Higiene de gatos
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