Cortar con un cuchillo sin filo puede ser peligroso. Tener que esforzarse más para cortar significa que será más probable que te cortes. Afortunadamente, es fácil sacarle filo a un cuchillo con una piedra o una varilla de afilar, o incluso una taza de café.

Método 1
Método 1 de 3:
Método 1: Usar una piedra de afilar o una piedra de diamante

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    Elige un ángulo para afilar tu cuchillo. Si ya sabes el ángulo en el que tu cuchillo se afila, probablemente quieras afilarlo en este ángulo de nuevo. Afilar en ángulos diferentes tomará más tiempo y te llevará varias pasadas antes de que los ángulos ásperos se suavicen. [1]
    • Si no sabes el ángulo actual, consulta con el fabricante de tu cuchillo o pregunta en una tienda con conocimientos de cuchillos para determinar cuál ángulo es el apropiado para tu cuchillo.
    • Si debes tomar una decisión, escoge un ángulo de 10º-30º por lado. Ángulos menos profundos hacen un borde más afilado que no duran demasiado. Los ángulos más pronunciados son más durables, así que 17º-20º es un buen compromiso entre ambos extremos.
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    Lubrica la piedra de afilar o la piedra de diamante con una pequeña cantidad de aceite mineral. Busca aceite para afilar, un aceite mineral ligero. El aceite para afilar lubrica la piedra para afilar, haciendo más fácil que la hoja del cuchillo pase por la piedra, así como también evita que las virutas de acero (el bioproducto del afilado) obstruyan los poros de la piedra. [2]
    • Confirma con las instrucciones del fabricante de tu piedra acerca de la lubricación. Las piedras de afilar más comunes son piedras de carburo de silicio y están diseñadas para utilizarse húmedas o secas. Muchas se destruyen al ser aceitadas, pero algunas están aceitadas previamente o son diseñadas específicamente para aceitarse y generalmente estarán etiquetadas como "piedras de aceite".
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    Utiliza una guía de ángulos para controlar el ángulo del filo, si tienes disponible. Una guía de afilado es una pequeña herramienta que es colocada debajo del cuchillo para mantener un ángulo constante al raspar el cuchillo sobre la superficie de la piedra. De otra forma, tendrás que controlar el ángulo a mano, lo que es difícil y requiere de una buena percepción de ángulos.
    • Uno de loa aspectos más difíciles de afilar un cuchillo es encontrar el ángulo correcto. Para hacer un poco más fácil este proceso, prueba pintar la punta de ambos lados de la hoja con un marcador Sharpie. Luego, a través del afilado, inspecciona si el marcador está siendo eliminado durante el proceso.
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    Empieza del lado de grano grueso de la piedra. Revisa la grava en tu piedra o el paquete que viene con la piedra, para identificar cuál es cual. En general, las piedras de afilar y las piedras de diamante tienen diferentes granos en cada lado.[3] El lado de grano grueso es usado para pulverizar el acero, mientras el lado de grano fino es usado para afilar o perfeccionar el cuchillo. El proceso de pulverizado se hace primero, así que comienza con el lado de grava gruesa.
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    Para un borde simétrico, afila el cuchillo arrastrándolo a través de la piedra en la dirección opuesta a como lo deberías mover para cortar una fina capa de la piedra. Esto permite formar un lado áspero y prolongar la vida la de piedra.
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    Sigue afilando en este ángulo hasta que el filo vaya a mitad del acero. No necesita que sea preciso, sólo estimado. 'Para un filo de un solo lado ("filo escandinavo", "filo de cincel", etc.), no des vuelta el cuchillo cuando se te pida hacerlo en este artículo.
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    Da vuelta el cuchillo y afila el otro lado de la hoja hasta crear el nuevo filo. La forma más fácil de determinar que has quitado suficiente metal es afilar hasta que se levanta un borde áspero, algo que el acero formará de manera natural cuando un bisel es pulverizado hasta encontrarse con el otro.
    • Los bordes ásperos generalmente son muy pequeños para observarlos, pero se pueden sentir raspando/tocando con tu dedo si das un golpe a la distancia (del lado débil del cuchillo hacia el afilado) desde el borde. Las piedras más finas producen bordes ásperos más pequeños, pero todavía están allí. [4]
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    Da vuelta la piedra y empieza a afilar un lado de la hoja, esta vez utilizando el grano más fino. Tu objetivo aquí es suavizar y eliminar los bordes ásperos creados al afilar el cuchillo con el grano más grueso. Ésto transforma el borde de la hoja de un borde grueso a un borde más fino y afilado.
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    Da vuelta el cuchillo y empieza a afilar un lado del cuchillo sobre el lado de grano más fino de la piedra. De nuevo, asegúrate que has pasado ambos lados del cuchillo por la grava fina.
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    Empieza a alternar golpes sobre el grano fino. Afila un lado del cuchillo con un golpe, luego inmediatamente da vuelta el cuchillo y afila el otro lado. Hazlo varias veces para obtener el mejor resultado.
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    Si deseas, pule más o empareja suavemente el borde al filo deseado. Ésto hace que el borde quede mejor para los "cortes de empuje" (cortar materiales directamente, empujando hacia abajo sin mover la hoja a través del objeto) pero generalmente hace dispareja la habilidad de rebanar. Sin las "estrías microscópicas" dejadas al machacar con una piedra, la hoja tiende a no morder cosas como la piel de tomate.
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Método 2
Método 2 de 3:
Método 2: Usar una chaira

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    Usa una chaira entre afilados para evitar que la hoja se degrade. La barra de rectificado, o chaira como es frecuentemente llamada, no es utilizada normalmente para resucitar una hoja débil. En vez de eso, se usa frecuentemente para mantener afilados los cuchillos entre usos.
    • Usar una chaira de manera regular demora la necesidad de utilizar una piedra de afilado o diamante. Ésto es algo bueno. Utilizar piedras para afilar o diamantes rasuran el metal del borde de la hoja, reduciendo la vida útil del cuchillo. Mientras menos uses la piedra de afilar, más se desarrollará tu cuchillo.
    • ¿Qué hace una chaira? Una chaira realinea el metal en la hoja, sacando muescas, hendiduras y puntos planos. Comparado a una piedra para afilar, no quita ninguna cantidad importante de metal de la hoja del cuchillo.
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    Sostén la chaira con tu mano no dominante. La chaira debe sostenerse en un ángulo cómodo viendo hacia el opuesto de tu cuerpo. La punta de la chaira debe elevarse por encima del mango.
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    Agarra el cuchillo con firmeza con tu mano dominante. Tus cuatro dedos deben sostener el mango, mientras tu pulgar debe colocarse en la espina del cuchillo, lejos del borde de la hoja.
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    Sostén tu cuchillo a aproximadamente 20º en relación a la chaira. El ángulo no necesita ser exacto, sólo aproximado. Cualquier ángulo que decidas elegir o termines escogiendo sin querer, asegúrate de mantener el mismo siempre a través del proceso de afilado. Cambiar el ángulo usado durante el proceso de afilado no suavizará el metal en la hoja tanto como usar un ángulo consistente.
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    Manteniendo un ángulo de 20º, mueve el cuchillo a través de la mitad superior de la chaira. Trata de empezar este movimiento con el talón del cuchillo tocando la chaira y termínalo con la punta del cuchillo tocando la chaira.
    • Con tal de dominar este proceso, tendrás que mover tu brazo, tu mano y tu cintura. Lo que es especialmente importante para lograr la acción correcta es mover la cintura. Sin mover la cintura, no podrás pasar la hoja completa (desde el talón hasta la punta) a través de la chaira.
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    Sostén un ángulo de 20º y mueve el cuchillo a través de la mitad inferior de la chaira. Usando el mismo movimiento de tu brazo, tu mano y tu cintura, mueve suavemente el cuchillo a través de la mitad más baja de la chaira. Usa solamente la presión que se necesite de acuerdo con el peso del cuchillo. Después de completar el paso tanto por la mitad superior como por la mitad inferior, has completado una vuelta.
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    Haz un total de 6-8 vueltas con tu chaira antes de cada uso del cuchillo.
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Método 3
Método 3 de 3:
Método 3: Usar una taza de café para resultados rápidos

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    Coloca una vieja taza de café hacia abajo, para que el fondo de la taza quede expuesta al aire. En caso de necesidad, una taza de café puede servir como un afilador sorprendentemente efectivo si no tienes un equipo de lujo. El material cerámico de una taza es un material suficientemente rugoso para obtener buenos resultados. De hecho, algunas chairas incluso utilizan material cerámico para mantener una hoja afilada entre afilados.[5]
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    Manteniendo un ángulo de 20º, arrastra un lado de la hoja a través de la grava de la taza de café varias veces.[6]
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    Manteniendo un ángulo de 20º, repite el proceso usando el otro lado del cuchillo.
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    Alterna los lados de la hoja para las últimas dos o tres pasadas. Toma un lado de la hoja y pásalo a través de la taza de café, luego da vuelta la hoja y golpea el lado opuesto. Repite este patrón varias veces.
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    Termina el proceso con 6-8 pasadas de la hoja a través de la chaira. Suaviza cualquier bordes áspero o arruga en el metal con varias pasadas sobre tu confiable chaira.
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Consejos

  • Piedras y ruedas de afilado que funcionan con electricidad deben utilizarse con extremo cuidado. El calor generado por la piedra mientras afila con estos dispositivos puede recocer (suavizar) el acero, provocando que el cuchillo se deslustre rápidamente con el uso.
  • Los cuchillos de cocina de acero inoxidable más baratos no tolerarán un afilado. No te desanimes. Puede que no sea tu técnica de afilado. Se afilarán bien pero se deslustrarán muy rápidamente. Lo que sucede es que el borde se vuelca ya que el acero está suave. Prueba utilizando un ángulo de afilado más pronunciado o un cuchillo con un acero más fuerte.
  • Las piedras para afilar funcionan mejor con un lubricante para ayudar a mantener las piedras libres de partículas. Utiliza ya sea una piedra de aceite con un aceite neutral como un aceite mineral, o bien piedras de agua con agua. Una vez que has empezado a usar la piedra con aceite, no puedes hacer el cambio hacia el agua.
  • Algunos expertos recomiendan afilar como si trataras de rebanar una pequeña capa o lámina de la piedra. No consideres hacer ésto sin una experiencia importante: es normalmente un mal consejo ya que de esta forma las personas no sostienes en un ángulo correcto. Instintivamente levantas la hoja hasta que sientes y ver que funciona el filo. Esto crea ángulos de afilado más grandes y biseles más gruesos. Cuando pasa el tiempo, los resultados gradualmente se deterioran. Mientras más afilas, más suave se vuelve. ¿Te suena familiar?
  • Ten un botiquín de primeros auxilios cerda de ti para poder brindarte un tratamiento primario antes de ir al hospital si sufres una emergencia.
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Advertencias

  • No arrastres tu dedo a través del borde recientemente afilado para ver si está afilado. Una prueba mejor es tratar de cortar un pedazo de periódico mientras sostienes el papel entre dos dedos.
  • Si no quieres quitar suficiente mental para crear un nuevo filo, dejarás un poco del borde suave en el lugar. Una hoja suave (o una hoja con puntos suaves o muescas) reflejará la luz desde el borde de la hoja. Un cuchillo bien afilado no mostrará "puntos brillantes" cuando lo sostienes con la hoja hacia arriba bajo una luz brillante. Tendrás que quitar suficiente material de los lados del bisel para que el borde deje de reflejar la luz.
  • Si estás utilizando una piedra de aceite no uses agua sobre la piedra, ya que provocará que los poros de la piedra de aceite se obstruyan y se vuelva inútil para afilar.
  • Siempre ten cuidado cerca de cuchillos recientemente afilados (y de todos los cuchillos en general), ya que los cuchillos son una de las causas de accidentes en casa.
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Cosas que necesitarás

  • Cuchillo
  • Una superficie plana y abrasiva: Roca, papel de lija, piedra de Arkansas
  • Una guía de ángulo o una mano firme

Acerca de este wikiHow

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Categorías: Consejos en la cocina
Resumen del artículoX

Si quieres afilar un cuchillo pero no tienes una piedra de afilar o una chaira, ¡puedes hacerlo con una taza de cerámica! Para empezar, simplemente voltea una taza vieja en una superficie plana. Luego, sostén el cuchillo en un ángulo de 20 grados de modo que la base de la hoja del cuchillo esté sobre la taza. Pasa el borde del cuchillo por la base de la taza varias veces. Voltea el cuchillo y repite el proceso. Alterna los lados de la hoja que afiles 2 o 3 veces más para terminar. Si tienes una piedra de afilar o una chaira, sigue leyendo si quieres ayuda para aprender a usarlas.

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