Sin importar si deseas mantener la respiración para impresionar a tus amigos o para ser un nadador más rápido, tendrás que practicar la manera de aguantar la respiración durante largos periodos de tiempo. Las técnicas adecuadas de respiración te ayudarán a poder mantenerte bajo el agua durante más tiempo sin necesidad de aire. Esta habilidad es útil para el buceo, surf, natación y para cualquier otra actividad que requiera que estés debajo del agua en algún momento dado.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Desarrollar la capacidad de tus pulmones

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    Siéntate o échate en tierra firme. Encuentra un terreno cómodo para que te eches o sientes con tus rodillas en frente.[1] Primero ensaya aguantar la respiración por largos periodos de tiempo fuera del agua para que así puedas practicar adecuadas técnicas de respiración.
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    Relaja tu mente y cuerpo. Si te echas o sientas, enfócate en despejar tu mente de todas las preocupaciones y pensamientos adicionales. No muevas tu cuerpo y más bien siéntate de la manera más quieta posible. Esto disminuirá tu pulso sanguíneo. Un pulso más bajo implicará que tu cuerpo usará menos oxígeno.[2]
    • Tu cuerpo necesita oxígeno para moverse y funcionar. Mientras menos te muevas, menos oxígeno necesitará tu cuerpo.
    • Primero practica aguantar tu respiración sin moverte. Luego añade movimientos simples y lentos (por ejemplo, caminar) para entrenar tu cuerpo a fin de conservar oxígeno. Así prepararás a tu cuerpo para bucear y nadar con menos aire.
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    Inhala lentamente usando tu diafragma. Si utilizas tu diafragma para inhalar, debes sentir que tu vientre se eleva en vez de tus hombros. Tu diafragma es el músculo unido a la parte inferior de tus pulmones que te ayuda a expandirlos a fin de contener más oxígeno.[3]
    • Empieza a inhalar durante 5 segundos cada vez. Luego aumenta el tiempo por unos segundos cada vez que inhales. Así estirarás tus pulmones e incrementarás tu habilidad para contener más aire.
    • Inflar tus mejillas no significa que tendrás suficiente oxígeno. Esto hace que uses los músculos de tu cara que gastan oxígeno en vez de conservarlo.
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    Exhala un poco cada vez. Cuando aguantes la respiración deberás dejar escapar pequeños soplos de aire cada vez. Sentirás que tu cuerpo trata y te obliga a exhalar por completo. Estas pequeñas convulsiones son una señal de tu cuerpo que te indica que el dióxido de carbono se está acumulando en tus pulmones.[4]
    • Expulsa el aire tanto como sea posible cuando termines de deshacerte del dióxido de carbono adicional.
    • Mientras aguantas la respiración, tu cuerpo convierte el oxígeno en dióxido de carbono. El dióxido de carbono es tóxico para tu cuerpo y puede causarte un desmayo.
    • Una vez que superes las convulsiones, tu bazo liberará a tu torrente sanguíneo más sangre cargada de oxígeno. Aguanta la respiración más allá de este punto para que puedas aguantarla incluso por más tiempo.[5]
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    Repite la inhalación y exhalación. Cada vez que repitas un ciclo de respiración, esfuérzate más por llegar un poco más lejos. Inhala y exhala durante 2 minutos cada vez, manteniéndote en un ritmo calmado y uniforme. Estarás entrenando a tu cuerpo para que soporte estar sin oxígeno.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Ir debajo del agua

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    Respira correctamente varias veces. Antes de ir bajo el agua, pasa 5 minutos inhalando y exhalando lentamente como practicaste. Relaja tu cuerpo al mismo tiempo que te sientas o mantienes de pie en la parte menos profunda de una piscina o de una masa de agua.
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    Bucea lentamente por debajo de la superficie. Toma una respiración profunda por la boca y desciende debajo de la superficie del agua. Mantén cerradas tu boca y tu nariz mientras estés bajo el agua.
    • Utiliza tus dedos para tapar tu nariz si es necesario.
    • Mantenerte relajado es importante dado que hay más riesgo al aguantar tu respiración bajo el agua que en tierra.
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    Vuelve a la superficie lentamente. Una vez que hayas alcanzado el límite de tu cuerpo, nada o empújate hacia la superficie. Sopla el aire adicional a medida que te eleves para que así puedas tomar una respiración fresca de inmediato.
    • Antes de sumergirte de nuevo, tómate otros 2 a 5 minutos para hacer unos ciclos de respiración y para que así tu cuerpo vuelva a sus niveles normales de oxígeno.
    • Si empiezas a entrar en pánico en un momento, simplemente relájate y sal a la superficie. Entrar en pánico puede llevarte a que inhales accidentalmente bajo el agua, lo cual puede provocar que te ahogues.
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    Añade un movimiento una vez que estés cómodo. Nadar y obligar a tu cuerpo a bucear más profundamente te llevará a usar más oxígeno. No trates de esforzarte de inmediato.
    • Cuando bucees, tendrás que permanecer lo más relajado y calmado que sea posible para así mantener bajo tu pulso.
    • Nadar es todo lo contrario. Tu pulso estará alto y tus músculos se moverán rápidamente.[6]
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    Mide tu progreso por la distancia y no por el tiempo. A medida que empieces a estar más tiempo sin respirar, evita usar un temporizador o contar los segundos ya que te pondrás nervioso mentalmente.[7] En vez de eso, mide cuán lejos puedes nadar en la piscina o cuán profundo puedes ir antes de que necesites aire.
    • Si quieres hacer seguimiento de tu tiempo, haz que un amigo lo controle.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Mantenerse a salvo

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    Ten a otra persona cerca cuando practiques. Practicar solo es peligroso ya que no podrás ayudarte a ti mismo a fin de estar seguro si te desmayas o empiezas a asfixiarte o a ahogarte. Para que estés más a salvo, asegúrate de que tu compañero esté entrenado en reanimación cardiopulmonar (RCP). De este modo, si hay una emergencia, él podrá ayudarte.
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    Mantente en aguas poco profundas al principio. De este modo, podrás estar de pie o sentarte mientras te desplazas bajo el agua. Flotar en el agua requiere energía adicional que utiliza tu preciado oxígeno. Así también será más fácil alcanzar la superficie rápidamente en caso de que necesites aire o tengas una emergencia.
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    Escucha a tu cuerpo. Si tu visión se empieza a borrar o si te sientes mareado, dirígete a la superficie de inmediato. Estar algunos segundos adicionales bajo el agua no es tan importante como para arriesgar tu seguridad personal.
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Consejos

  • Busca clases gratuitas de buceo si te interesa ir a lugares más profundos y extensos en tus inmersiones. Así aprenderás de alguien profesional.
  • Practica respirar en tierra todos los días a fin de estirar tus pulmones.
  • Utiliza gafas para nadar o tapones para nariz si no estás acostumbrado a estar bajo el agua por largos periodos de tiempo.
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Advertencias

  • Nunca practiques actividades acuáticas solo. Ten siempre compañía.
  • No intentes subir rápidamente a la superficie. De lo contrario, el nitrógeno del aire te producirá la llamada "enfermedad del buzo".
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Cosas que necesitarás

  • una piscina o masa de agua
  • un amigo que sepa RCP

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Categorías: Natación y buceo
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