Cuando algo frío entra en contacto con tu paladar (como un helado o una bebida helada) inmediatamente sientes dolor de cabeza y entumecimiento, lo que también se conoce como congelación cerebral. El término médico para la congelación cerebral es neuralgia del ganglio esfenopalatino y los investigadores han descubierto que el fenómeno ocurre cuando algo frío entra en contacto con el paladar superior de la boca, lo cual causa una repentina elevación de la sangre a tu cerebro.[1] Sin embargo, en lugar de evitar tus dulces fríos favoritos, concéntrate en curar la congelación cerebral para que puedas volver a disfrutar ese cono de helado.

Método 1
Método 1 de 2:
Usar tu cuerpo

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    Pon tu lengua contra el paladar. Esta acción calentará el área y ayudará a reducir la congelación cerebral. Mantén la lengua ahí por 5 o 10 segundos hasta que la congelación cerebral desaparezca.[2] [3]
    • Esta acción calentará el paladar superior y reducirá la elevación de la sangre a tu cerebro.
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    Presiona el pulgar contra el paladar. Asegúrate de tener limpio el pulgar antes de colocarlo en tu boca. Usa el interior del pulgar para presionar el paladar superior y calentarlo para contrarrestar la congelación cerebral.[4]
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    Usa el aliento. Cúbrete la nariz y la boca con las manos, formando una máscara sobre tu cara. Respira rápidamente por la boca para calentarla con el aliento y contrarrestar la congelación cerebral.[5]

Método 2
Método 2 de 2:
Usar comida

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    Toma una bebida tibia. Evita beber una bebida hirviendo para librarte de la congelación cerebral, ya que causará un shock en tu boca y puede producir una quemadura seria. Opta por una bebida a temperatura ambiente o ligeramente más caliente (como té o agua caliente) para calentar tu boca sin quemarla.[6]
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    Da mordidas o sorbos pequeños al producto frío. En vez de consumir el helado o la bebida helada muy rápido, tómate tu tiempo para ingerir el producto mediante mordidas o sorbos pequeños. Esta acción reducirá las probabilidades de desarrollar la congelación cerebral, ya que dará tiempo a tu boca para acostumbrarse a la temperatura del producto.[7]
    • También debes mover el alimento alrededor de la boca antes de tragarlo. De esta manera, tu boca se adaptará a la temperatura del alimento.
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    Quita el alimento frío de la boca. Para darle tiempo al cerebro para que realmente se descongele, escupe el alimento helado en una servilleta o quítalo de la boca. Esta acción impedirá una congelación cerebral más intensa y le dará a tu boca tiempo para recuperarse del contacto con el alimento frío.[8]
    • Luego debes esperar y dejar que tu boca y tu cerebro se recuperen de la congelación cerebral por sí mismos.

Cosas que necesitarás

  • una bebida caliente como té, café o agua caliente

Acerca de este wikiHow

Jennifer Boidy, RN
Coescrito por:
Enfermera registrada
Este artículo fue coescrito por Jennifer Boidy, RN. Jennifer Boidy es una enfermera registrada en Maryland. Recibió su título técnico en Ciencias en Enfermería en el Carroll Community College. Este artículo ha sido visto 11 157 veces.