El kung fu suele ser descrito como una travesía de por vida. Si bien para alcanzar el grado de experiencia en esta arte marcial se necesita años, o incluso décadas, es posible aprender los aspectos básicos en un periodo relativamente corto. Con dedicación, paciencia y visión, podrás dominar los movimientos básicos de una manera muy rápida.

Método 1
Método 1 de 3:
Practicar los movimientos y posturas básicos

  1. 1
    Crea un espacio de entrenamiento seguro donde puedas observar tu forma. Escoge una zona libre de muebles u otros obstáculos. Coloca un espejo de pie (o, de lo contrario, un espejo largo colgado en la pared) donde puedas verte mientras practicas. Si es necesario, coloca tu computadora o televisión en una ubicación donde puedas verlas fácilmente de modo que puedas prestar atención a los tutoriales en video.
  2. 2
    Calienta. Trota durante cinco minutos alrededor de la manzana, realiza algunos saltos de tijera o haz cualquier otro ejercicio ligero que aumente el flujo de sangre. Luego, realiza algunos estiramientos para calentar de modo que tu cuerpo se sienta cómodo y flexible. Termina con unas flexiones y sentadillas a fin de despertar a tu cuerpo para realizar una acción intensa.
  3. 3
    Asume la postura del caballo. Ubícate frente al espejo. Separa los pies de modo que se encuentren a una distancia de entre 90 cm a 1,2 m (3 a 4 pies) el uno del otro. Ponte en cuclillas hasta que tu cadera esté apenas por encima de las rodillas. Endereza la columna vertebral al inclinar la parte superior del torso ligeramente hacia atrás. Asegúrate de poder ver en el espejo toda la zona que va desde la cadera hasta la cabeza. Es como sentarte en una silla sin tenerla.
    • Utiliza la postura del caballo para bajar y estabilizar tu centro de gravedad al momento de practicar los golpes y puñetazos que des con los brazos. Mantén la postura recta con la finalidad de lograr que tu cuerpo y músculos se alineen adecuadamente.
    • Se espera que esta postura sea difícil de mantener. Al principio, practícala en incrementos de 30 segundos con descansos de 1 a 2 minutos cada vez. Luego, procura mantener la posición por cada vez más tiempo.
    • Practicar esta postura a diario te ayudará a fortalecer rápidamente tu tronco y los músculos de las piernas además de convertirte en un artista marcial más poderoso y estable.
  4. 4
    Practica los golpes básicos desde la postura del caballo. Si quieres aprender kung fu rápidamente, practica los movimientos más sencillos. La primera vez que practiques un golpe nuevo, hazlo en cámara lenta. Enfócate en la forma y, a medida que el movimiento se te hace más natural y no tengas que pensar demasiado, acelera gradualmente en cada repetición hasta que logres golpear con toda tu fuerza. A medida de incrementas tu resistencia, aumenta también la cantidad de golpes por repetición. Comienza con el puñetazo directo, el cual es uno de los movimientos más básicos, si no el más básico de ellos:[1]
    • Forma un puño en cada mano colocando el pulgar sobre la parte exterior del índice. Con los brazos pegados a los lados del cuerpo, vuelve a llevar los puños hacia la altura de la cadera, con los pulgares apuntando hacia arriba. Vuelve a retraer los codos y abre el pecho.
    • Golpea con un puño. Mantén el codo apuntando directamente hacia atrás mientras tu brazo se extiende hacia adelante. A medida que el codo se estira, rota el puño de modo que el pulgar apunte hacia abajo. Durante el golpe, lleva el hombro del lado opuesto hacia atrás al rotar el tronco desde la cadera. Tanto tus hombros como el brazo con el que das el golpe deben formar una línea recta que apunte hacia tu objetivo.
    • Revierte la acción. Vuelve a retraer el brazo, girando el puño de modo que el pulgar mire hacia arriba nuevamente y el codo se encuentre directamente detrás mientras lo retrocedes. Mientras retraes el brazo y tus hombros vuelven a alinearse con tu cadera, golpea con el segundo brazo de la misma forma.
    • Exhala a medida que golpeas. La respiración es una parte importante en el aprendizaje del kung fu, por lo que aprender primero la técnica correcta para respirar te ayudará a avanzar más rápido en tu entrenamiento.
    • Utiliza el tronco para potenciar tus puñetazos. En el kung fu, el poder proviene del torso y este golpe tiene como finalidad ejercitar esos músculos y fortalecerte con mayor rapidez. Utiliza la torsión obtenida al retraer un puño para potenciar el siguiente.
  5. 5
    Asume una postura de pelea básica. Ponte frente al espejo y gira el cuerpo en un ángulo de 45 grados, con el pie y el hombro izquierdos hacia adelante. Tu pie derecho debe desplazarse hacia atrás y hacia la derecha. Si eres diestro, esta postura debe sentirse natural. Siéntete cómodo y no separes las piernas a una distancia mayor a la de los hombros. Mantén las manos arriba para proteger tu cabeza, pero no apoyes los pies con mucha fuerza.
    • Esta postura es similar a la utilizada en el boxeo occidental y también es necesario practicarla a la inversa (con la pierna derecha hacia adelante). Existen muchos estilos de kung fu (aunque no todos) que incluyen esta postura.
  6. 6
    Aprende el puñetazo básico. Mantén los puños cerrados y golpea directamente hacia adelante con la mano izquierda. Mientras lo haces, gira el cuerpo hacia la derecha, estirando el brazo y haciendo que tus hombros estén lo más rectos posible. Por lo general, este puñetazo es conocido como un “jab”. En primer lugar, enfócate en la forma y luego desarrolla velocidad y potencia. Luego, da un puñetazo desde la derecha. A menudo, a esto se le conoce como un “cruzado” porque tu puño derecho debe “cruzar” tu cuerpo. Procura desplazarte sobre la bola del pie derecho mientras das este puñetazo.
    • Si quieres aprender rápido, hazlo lentamente y enséñale primero a tu cuerpo la forma de los movimientos. Agregar potencia y velocidad será sencillo si tienes la forma correcta. En caso contrario, desacelerarás tu progreso considerablemente al tener que reaprender la forma correcta.
    • Practica el movimiento completo cada vez. Asegúrate de que tu brazo se estire completamente y luego regrésalo a su posición inicial. Cada puñetazo comienza y termina con el codo flexionado y la mano protegiendo tu cabeza.
    • Tu fuerza siempre proviene del centro de tu cuerpo.
  7. 7
    Aprende a bloquear. Desde la postura de pelea, imagina que otra persona de la misma altura que tú parada directamente frente a ti está lanzándote un puñetazo. Extiende el antebrazo y utiliza la fuerza proveniente de tu tronco para moverlo a la izquierda o derecha y conectarlo con el brazo imaginario del oponente con la finalidad de desviar el golpe. A esto se le conoce como bloqueo interno y externo.
    • Los bloqueos internos comienzan en la parte externa del cuerpo y se desplazan hacia adentro. Por su parte, los bloqueos externos hacen lo opuesto.
    • Practica los bloqueos con ambos brazos. Para aprender kung fu con rapidez, deberás fortalecer tanto tu lado dominante como el no dominante.
  8. 8
    Practica las patadas básicas. Al igual que con todo lo demás, necesitarás concentrarte primero en aprender la forma correcta. Al principio, las patadas pueden parecer intimidantes, pero es posible descomponerlas en partes y practicarlas por separado. Si quieres aprender rápido, deberás ser diligente al aprender la forma correcta en las primeras etapas y practicar constantemente. Comienza practicando estas técnicas desde la postura de pelea.[2]
    • Para empezar cada patada, levanta la rodilla hasta la altura del pecho. Llévala lo más alto posible hacia tu hombro. Practica este movimiento para mejorar tu flexibilidad y mantén la rodilla por encima de la cadera para mejorar el equilibrio. En este punto, tu pierna estará “lista para golpear”, lago muy similar a tener el codo flexionado y el puño protegiendo tu cabeza.
    • Para realizar una patada frontal, lo siguiente que deberás hacer es extender la pierna hacia el frente, impulsarte desde la cadera y asegurarte de que la parte posterior de tu pie golpee a tu objetivo y lo aleje de ti.
    • Para realizar una patada lateral, extiende la pierna hacia adelante utilizando la fuerza desde la cadera mientras que tu pie apoyado en el suelo forma un ángulo de 90 grados para permitir el movimiento. Con esta patada, tu pie terminará en posición horizontal (en lugar de vertical como lo hace en la patada frontal).
    • Para realizar una patada giratoria, imagina que pateas la cadera (o más arriba) de tu oponente con la parte superior del pie (el mismo lugar con el que tocas una pelota de fútbol). Tu cadera sigue proporcionándote la potencia pero, en lugar de impulsarte hacia adelante, la fuerza del golpe se dirigirá hacia la izquierda o derecha (dependiendo del pie con que patees). El pie que todavía está en el suelo girará sobre la bola unos 90 grados con la finalidad de facilitar este movimiento.
    • Después de hacer cada patada, asegúrate de regresar la rodilla hacia el pecho antes de bajarla. Dejar caer la pierna después de una patada es una forma incorrecta y no te ayudará a mejorar con rapidez.
    • Practica lentamente y utilizando la forma correcta. Procura mantener cada posición individual en la patada (la rodilla arriba, la patada hacia afuera y el regreso de la rodilla hacia el pecho) durante varios segundos con la finalidad de hacer que tu cerebro recuerde los movimientos adecuados. Si practicas de esta manera, pronto lo harás de manera inconsciente y tus patadas se sentirán (y parecerán) como un movimiento uniforme.
  9. 9
    Practica los cambios de posturas. Una vez que hayas dominado los movimientos individuales, practica el desplazamiento de una postura a otra con un golpe. Pasar de la postura de pelea a la del caballo puede darle una potencia adicional a tus golpes.[3]
    • Para adoptar la postura del caballo rápidamente, flexiona la rodilla izquierda formando un ángulo de 90 grados, girando la rodilla hacia el lado izquierdo. Mantén el pie izquierdo orientado hacia el cuerpo y rozando la rodilla derecha. Planta el pie izquierdo rápidamente a unos 90 cm a 1,2 m (3 a 4 pies) y colócate en la postura del caballo con ambos pies apuntando hacia adelante.
  10. 10
    Haz boxeo de sombra o practica con un saco de boxeo. Una vez que hayas dominado las posturas y formas básicas, necesitarás mucha práctica para mejorar rápidamente. Párate de manera ligera sobre las bolas de los pies y desplázate mientras lanzas puñetazos, pateas y bloqueas al aire o al saco de boxeo. Si quieres aumentar tu resistencia, considera la posibilidad de practicar en rondas, como si estuvieras compitiendo en un torneo (por ejemplo, una ronda de 3 minutos de movimiento intenso seguida de un descanso de 3 minutos y luego repetir).

Método 2
Método 2 de 3:
Fortalecer tus habilidades para el kung fu

  1. 1
    Consigue a un compañero de entrenamiento. Una manera rápida de mejorar y desafiarte es entrenar con un compañero. De esta manera, te verás psicológicamente impulsado a esforzarte y prolongar tus entrenamientos.
    • Un compañero de entrenamiento también puede ayudarte a mejorar al sujetar las almohadillas para golpearlas y viceversa. Al patear y lanzar puñetazos a las almohadillas desarrollarás fuerza y resistencia con una velocidad mayor que al hacer sombra o golpear un saco de boxeo.
    • Sujetar las almohadillas mientras tu compañero las golpea también es una buena forma de ejercitar tus manos y pies, algo que no debes descartar como una buena práctica. Es importante aprender diferentes combinaciones de puñetazos y patadas desde ambos lados de las almohadillas, pero también es útil sujetarlas mientras tu compañero las golpea pues te ayudará a mantenerte flexible hasta el momento del impacto.
  2. 2
    Hazte más resistente. Existen muchas formas de fortalecer tus puños, antebrazos y pies. Ten en cuenta que además de la técnica, velocidad y fuerza, tu cuerpo necesita habituarse más a golpear y recibir golpes.
    • Golpear un saco pesado por tu cuenta puede ser un ejercicio de fortalecimiento eficaz, sobre todo cuando se trata de realizar patadas giratorias y golpear con la parte superior del pie. Al principio, hazlo con suavidad y enfócate en lograr la forma correcta y luego, a medida que tu pie se hace más resistente, golpear el saco con más fuerza.
    • Fortalece tus antebrazos al realizar un típico ejercicio de bloqueo con la ayuda de un compañero. Párate frente a tu compañero o ponte en la postura del cabello si te sientes más cómodo y luego extiende el brazo derecho con la mano apuntando hacia abajo con la finalidad de hacer un bloqueo interno. Tu compañero hará lo mismo y sus brazos chocarán (al principio, de forma ligera) como una forma de practicar el bloqueo. Luego, gira el brazo derecho 180 grados en sentido horario. Tu compañero deberá hacer lo mismo y sus brazos volverán a tocarse entre sí. Ahora gira el brazo derecho 180 grados en sentido antihorario para lograr un tercer choque. A continuación, haz exactamente lo mismo con el brazo izquierdo y repite el ejercicio una y otra vez. Asegúrate de obtener poder de torsión al girar el torso.
    • Las flexiones de puños (o flexiones de nudillos, un ejercicio aún más duro) pueden ser una buena forma de fortalecer tus puños.
  3. 3
    Fortalece tu tronco. Mejora tu capacidad para transferir la energía del suelo hacia tus golpes. Aumenta la cantidad de fuerza que aplicas con tus patadas. No solo te enfoques en tus abdominales (los cuales solo son una parte de tu tronco), sino también en los lados y la parte posterior de tu cintura. Entre los ejercicios para el fortalecimiento del tronco se encuentran los siguientes:[4]
    • planchas
    • abdominales tradicionales y a la inversa
    • levantamiento de las rodillas hacia el pecho mientras cuelgas de una barra para dominadas o en la posición de flexiones (en ocasiones, se conocen como ejercicios tipo escaladores de montañas)
  4. 4
    Ejercita tus brazos. Utiliza pesas de muñecas cada vez que practiques kung fu. Ejercita tus brazos a diario mediante los métodos tradicionales. Realiza flexiones, dominadas, curls, etc. Préstales atención extra a tus antebrazos, lo que mejorará tu capacidad para lidiar con tus oponentes.[5]
    • Una manera “sencilla” de fortalecer tus antebrazos consiste en abrir y cerrar los puños mientras los brazos están extendidos delante de ti.
  5. 5
    Ejercita tus piernas. Tener una pisada firme y unas piernas poderosas es muy importante en cualquier arte marcial, así que asegúrate de fortalecer esta parte de tu cuerpo. Usa pesas para piernas cada vez que practiques los movimientos de kung fu. Fíjate una rutina que consista en practicar sentadillas, saltos en cuclillas y setp-ups.[6]
    • Otros ejercicios de calidad para las piernas son los saltos sobre las puntas de los pies, las ranas, los saltos cosacos, los saltos con una pierna, el andar de pato y las carreras de velocidad.

Método 3
Método 3 de 3:
Estudiar kung fu

  1. 1
    Investiga los diferentes estilos del kung fu. Compara y contrasta las enseñanzas y filosofía de cada práctica. En el caso de las metas a largo plazo, considera aquella que destaque las áreas que deseas desarrollar a nivel mental y físico. No obstante, si quieres aprender rápidamente el kung fu, elige una que encaje con tus puntos fuertes.[7]
    • Las dos escuelas más prominentes son Wu Dong y Shaolin. En la escuela Wu Dong, se hace énfasis en el “interior” con el objetivo de desarrollar tu chi (energía vital). Por su parte, la escuela Shaolin se enfoca en el “exterior” con ejercicios que fortalecen tu cuerpo.
    • Los estilos de kung fu se distinguen más por la geografía de sus orígenes. Los estilos del norte tienden a incorporar una gran cantidad de movimientos de piernas y acrobacias. Por su parte, los estilos del sur destacan las pisadas firmes y un mayor uso de los brazos.
    • Otra diferencia entre los estilos es el duro frente el suave. Los estilos duros te enseñan a enfrentarte a tu oponente con una fuerza equitativa o mayor, mientras que los estilos suaves consisten más en utilizar el impulso de tu oponente en su contra.
  2. 2
    Mira tutoriales en línea. Observa exactamente la manera en que debes mover y orientar tu cuerpo para realizar los movimientos y posturas de manera correcta. Comienza con movimientos básicos tales como las patadas y los puñetazos. Posteriormente, observa la forma en que estos movimientos individuales se incluyen en katas (ejercicios coreografiados que combinan una serie de movimientos) más largos.
    • Mira varias veces cada video. Cada vez que los veas, presta mucha atención a una sola área del cuerpo de la persona que realiza los movimientos. Enfócate en sus pies en una oportunidad, luego en la cadera, luego en la cintura, y así sucesivamente. De esta manera, cuando practiques y, por ejemplo, des golpes con los brazos, sabrás exactamente cómo debes colocar las piernas y pies para reforzar tu cuerpo y permitirte golpear con la mayor eficacia.
    • Si quieres expandir aún más tu conocimiento del kung fu, también puedes ver videos de otros tipos de arte marcial a fin de apreciar la diferencia. Ten en cuenta que el kung fu parece más fluido en movimiento, utilizando técnicas más circulares que se encuentran en otras disciplinas, tales como el karate, donde los movimientos son más directos y lineales.[8]
  3. 3
    Adopta la mentalidad del kung fu. Aun cuando quieras aprender kung fu con rapidez, resiste la tentación de entrenar demasiado duro con demasiada velocidad. Pese a que el objetivo del kung fu es inculcar la disciplina en aquellos que lo practican, no espera que lo logres de inmediato, así que relájate. Olvida la frase que dice “Sin dolor no hay ganancia”. Elabora un programa de entrenamiento sensato, de acuerdo con tus capacidades y estado físico general con la finalidad de evitar alguna lesión o agotamiento.[9]
    • Por ejemplo, en lugar de practicar 100 patadas desde el principio, comienza con repeticiones de 10 patadas repartidas en el transcurso del día. Aprende a realizarlas de manera correcta y eficaz sin agotarte. Luego, una vez que las hayas dominado, aumenta tu resistencia al incrementar gradualmente la cantidad de patadas por repetición: de 10 a 15; luego de 15 a 20; luego de 20 a 30; y así sucesivamente.

Acerca de este wikiHow

Yvonne Mo
Coescrito por:
Coach de acondicionamiento físico y salud, e instructora de kung fu
Este artículo fue coescrito por Yvonne Mo. Yvonne Mo es coach de acondicionamiento físico y salud, además de instructora de kung fu. Con más de 21 años de experiencia en la industria de la adecuación física y las artes marciales, se especializa en combinar y enseñar modalidades de ejercicios y salud tanto orientales como occidentales que incluyen tai chi, acupuntura deportiva, medicina china y ventosas de fuego. Yvonne obtuvo sus certificaciones como entrenadora personal a través de la Asociación Nacional de Fuerza y Acondicionamiento Físico y del Colegio Americano de Medicina Deportiva. Este artículo ha sido visto 177 542 veces.
Categorías: Artes marciales