Si tienes un erizo como mascota, probablemente te hayas dado cuenta de que puede ensuciarse bastante y oler un poco mal, especialmente sus pies. Bañar a tu erizo de manera segura y apropiada es una parte importante de su cuidado. Algunos erizos disfrutan del baño, pero para otros resulta estresante. Si eres sensible y atento puedes ayudarlo a a mantenerse limpio y saludable.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar el baño

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    Encuentra un recipiente adecuado. Lo primero que debes hacer al prepararte para bañar al erizo es encontrar un recipiente adecuado para usarlo como bañera. Puedes utilizar una tina de plástico, una bañera o un lavabo. A menudo, usar un fregadero es lo más fácil y sencillo.
    • Asegúrate primero de que el recipiente que uses esté limpio.
    • Asegúrate de enjuagar cualquier producto de limpieza antes de usarlo como una bañera para el erizo.[1]
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    Obtén un cepillo de dientes de cerdas suaves. Mientras bañas a tu erizo, debes limpiar con cuidado cualquier suciedad que se haya pegado a él. Para esto necesitarás un cepillo de dientes de cerdas suaves destinado para este fin. Asegúrate de que el cepillo esté limpio y que solo lo usas para bañar al erizo.
    • También podrías usar un cepillo de uñas exclusivo para este propósito.[2]
    • Si prefieres no usar un cepillo, puedes utilizar las manos para limpiarlo.[3]
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    Obtén un poco de jabón. Usa un poco de jabón para ayudarte a bañar al erizo. Es importante que no utilices nada que pueda irritar o secar su piel. Un champú “sin lágrimas” para bebés o jabón de manos líquido sin perfume son buenas opciones.[4]
    • El champú de avena para bebés es uno de los productos más populares para bañar erizos.[5]
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    Ten lista una toalla suave. Antes de realizar el baño debes estar preparado para sacar al erizo de la bañera y ayudarlo a secarse. Los erizos son muy sensibles a la temperatura, por lo que es importante que estés preparado. Usa una toalla suave para envolverla alrededor de él cuando lo saques completamente del agua. Esto lo ayudará a empezar a secarse, pero sus púas harán que no se seque completamente.
    • Ten listo un paño tibio y absorbente para que que se desplace a él después de que lo has secado con la toalla.
    • Es una buena idea preparar más de un saco para que se acurruque. Si el saco se moja, muévelo a uno seco y tibio.[6]
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    Llena la tina. Ahora estás listo para llenar la tina. Llénala hasta una profundidad de unos cuantos centímetros con agua tibia. El agua debe sentirse un poco tibia cuando lo pruebes en el interior de tu muñeca. No debe estar frío ni tampoco muy caliente.[7]
    • Debe tener agua a una profundidad de alrededor de 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas).
    • Esto cubrirá las piernas del erizo y subirá parte de su cuerpo. Los erizos pueden nadar, pero asegúrate de que el agua no se meta en su nariz y boca.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Bañar a tu erizo

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    Coloca al erizo en la tina. Baja lentamente al erizo al interior de la tina. Los erizos son buenos nadadores, pero nunca debes dejarlo sin supervisión cuando esté en la tina. También es recomendable tener supervisión parental cuando se baña a un erizo.[8]
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    Frota suavemente su barriga y sus plumas. Cuando esté chapoteando feliz en la tina, rocía en tu mano una cantidad de champú del tamaño de una moneda pequeña y enjabónalo. Luego, frótale la espalda, la barriga y los pies. Ten cuidado de evitar la cabeza, las orejas y los ojos.
    • Puedes usar el cepillo de dientes para frotar cuidadosamente sus púas, la barriga o los pies si hay un poco de suciedad que no se ha desprendido.
    • Cuando frotes las púas, hazlo siempre en la dirección de las hebras para evitar cualquier irritación o incomodidad.[9]
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    Enjuágalo. Una vez que lo hayas frotado suavemente, es hora de enjuagar todo el jabón que queda. Toma una pequeña taza y recoge un poco de agua de la tina. Viértela lentamente sobre su espalda teniendo mucho cuidado de evitar su cabeza. Siegue vertiendo el agua sobre su espalda hasta que todo el champú se haya enjuagado.
    • Si tu erizo tiene la piel seca, puedes mezclar una cucharadita de aceite de oliva o aceite de linaza en una taza de agua de la tina y verterla sobre su espalda.
    • Haz esto solamente después de haber enjuagado completamente el champú.
    • El aceite será absorbido por la piel y no tendrás que enjuagarlo.[10]
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    Envuélvelo en una toalla para que se seque. Una vez que hayas terminado de bañarlo, retíralo cuidadosamente de la tina y envuélvelo inmediatamente en un polar o toalla suave. Puedes darle una palmadita suave para ayudarlo a secarse. Asegúrate de mantenerlo dentro de la casa para evitar el riesgo de que se resfríe y considera moverlo a un saquito seco para que se acurruque cuando la toalla se humedezca.
    • Asegúrate de darle golpecitos suaves para secarlo, y nunca intentes frotarlo cuando esté seco.
    • No dejes al erizo con tela húmeda por mucho tiempo.[11]

Parte 3
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Evitar bañar excesivamente a tu erizo

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    No lo bañes demasiado seguido. Si bien el erizo puede ensuciarse con mucha frecuencia, no deberías bañarlo más de una vez al mes, ya que esto podría secar su piel. [12] Si te preocupa la piel seca, puedes hablar con tu veterinario. Hay varios tratamientos para la piel seca que puedes usar después del baño para prevenir cualquier problema. Estos incluyen el uso de aceite de oliva o aceite de linaza aplicados de forma tópica, o algunas gotas añadidas a su alimento.[13]
    • Si agregas aceite a la tina, mézclalo con el agua y viértelo sobre la espalda del erizo como lo harías en un baño normal.[14]
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    Prueba un baño de pies. Si el erizo a menudo tiene los pies sucios, puedes sentir que necesitas limpiarlos más seguido. Un erizo a menudo se ensucia los pies cuando camina por el desorden de la casa y es importante cuidar este aspecto. Para evitar que se bañe completamente cada semana puedes probar un baño de pies más sencillo. Para esto solo necesitarás llenar tu fregadero con 1,20 cm (media pulgada) de agua tibia.
    • Coloca allí a tu erizo y ayúdalo a limpiar sus pies.
    • Asegúrate de secarle completamente los pies con una toalla suave cuando termines.[15]
    • Mantén limpia la casa y reemplaza la ropa de cama con frecuencia para ayudarlo a mantenerse limpio.
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    Considera un baño de toalla. Una alternativa rápida a un baño completo es un baño de toalla. Para esto, llena el fregadero con unos cuantos centímetros de agua tibia y coloca la toalla en el agua, en el fondo del fregadero. Luego, coloca al erizo en la toalla y úsala para frotar cuidadosamente su espalda, piernas y vientre. Recuerda tener cuidado de evitar su cara y orejas.
    • En un baño de toalla, el agua no debe ser más alta que sus piernas.
    • Sécalo con una toalla suave como si estuvieras haciéndole un baño normal.[16]

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 4244 veces.
Categorías: Mascotas y animales