Beber más agua es un excelente objetivo de salud dado que es necesario para que el cuerpo funcione correctamente. El agua también es una alternativa sin calorías frente a otras bebidas, por lo que es una buena opción para perder peso o mantener un peso saludable. Busca la forma de recordar que debes beber más agua. Mejora su sabor para mantenerte motivado y establece objetivos para beber más agua todos los días y seguir por el camino correcto.

Método 1
Método 1 de 3:
Recordar que debes beber agua

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    Lleva una botella de agua contigo en todo momento. Siempre debes tener agua a mano para que te resulte más fácil recordar que debes beber agua. Ten una botella reutilizable en tu cartera, bolso del gimnasio, mochila, cajón del escritorio o auto y rellénala de manera regular. El objetivo no es dar grandes tragos de agua, sino pequeños sorbos a lo largo del día.[1]
    • Las botellas de agua vienen en distintos tamaños, diseños y materiales. Incluso puedes comprar botellas con filtros de agua integrados para mejorar su sabor.
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    Bebe un vaso de agua después de entrenar o en los días más calurosos. Es muy importante beber agua siempre que sudes, como al realizar ejercicio o después de pasar mucho tiempo expuesto al calor. Procura tener siempre una botella a mano y toma sorbos con frecuencia cuando tengas calor o sudes.[2]
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    Bebe un vaso de agua antes y durante las comidas para reducir el apetito. Beber agua antes y durante las comidas permite reducir el apetito, dado que el cerebro suele confundir la sed con el hambre. Reemplaza tu bebida típica antes y durante las comidas por agua o, al menos, procura beber agua además de otras bebidas. Esto te permitirá ahorrar dinero al comer afuera y eliminar algunas calorías de tu dieta.[3]
    • Bebe un vaso de agua mientras preparas la cena o esperas la comida en un restaurante.

    Consejo: pide agua con un trozo de limón al comer afuera para darle un sabor más delicioso.

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    Alterna entre las bebidas alcohólicas y el agua en las fiestas, los bares o las comidas. El alcohol deshidrata el cuerpo, por lo que es importante beber agua junto a cualquier bebida alcohólica que bebas. Bebe un vaso con agua después de cada bebida alcohólica para mantenerte hidratado.[4]
    • Si decides beber alcohol, asegúrate de hacerlo con moderación. No bebas más de un trago por día si eres mujer o más de dos si eres hombre. Una bebida equivale a 350 ml (12 onzas líquidas) de cerveza, 150 ml (5 onzas líquidas) de vino o 45 ml (1,5 onzas líquidas) de licor.
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    Configura una alarma para recordar que debes beber agua. Configura una alarma o un recordatorio en tu computadora para recordar que debes beber agua una vez por hora. También puedes escoger algunos “factores desencadenantes” personales para beber agua como actividades rutinarias que haces todo el tiempo como, por ejemplo:[5]
    • hacer o recibir llamadas
    • estirar en la escuela o el trabajo
    • escuchar a alguien decir tu nombre
    • revisar tu correo electrónico
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    Dibuja líneas en tu botella de agua con los horarios correspondientes. Si tienes una botella grande y no te molesta dibujarla, usa un marcador permanente para trazar algunas líneas como recordatorio. Luego, escribe los horarios correspondientes de cada línea, como 9:00 a. m. en 1/4 de la botella, 11:00 a. m. en 1/2 botella, y 1:00 p. m. 3/4 de la botella.[6]
    • Si necesitas rellenar la botella más de una vez al día, puedes escribir horarios adicionales junto a las líneas, como 10:00 a. m./2:00 p. m. en la marca media.
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    Descarga una aplicación para beber agua. Existen distintas aplicaciones que permiten llevar un registro del consumo de agua, como Beber Agua Acuario, Waterlogged y Aqua Log. También puedes registrar cuánto bebes en aplicaciones de comidas, como My Fitness Pal, Fat Secret y YAZIO. Crea un registro cada vez que bebas una botella o un vaso de agua.[7]
    • También puedes comprar una botella de agua que se conecte con una aplicación del teléfono y te informe cuando hayas alcanzado tu objetivo diario. Por lo general, esta es una opción más costosa, pero puede ser conveniente si tienes dificultades para recordar cuándo debes beber agua o ¡simplemente te encantan los accesorios y dispositivos!

Método 2
Método 2 de 3:
Darle sabor al agua

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    Prepara una infusión de agua con frutas, hierbas o vegetales. Agregarle sabor al agua es una manera sencilla de hacer que sea más apetitosa. Llena una botella o jarra con agua y agrega algunas rodajas de frutas o vegetales, o una rama de hierbas frescas. Luego, permite que la mezcla repose en el refrigerador por una o dos horas para que absorba el sabor. Ten en cuenta las siguientes opciones para saborizar el agua:[8]
    • rodajas o trozos de frutas cítricas como naranja, limón, lima o pomelo
    • bayas frescas como arándanos, fresas, frambuesas o moras
    • rodajas de pepino
    • rodajas de jengibre
    • ramas de hierbas frescas, como menta, albahaca o romero
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    Prueba a beber agua carbonatada como alternativa gaseosa al agua común. Esta es una excelente opción para las personas que adoran las bebidas con gas, como los refrescos o la cerveza. El agua carbonatada o gasificada proporciona los mismos beneficios que el agua normal. Puedes comprar aguas carbonatadas saborizadas o agregarle sabor al agua con gas con rodajas de pepino, limón, lima y bayas.[9]
    • Asegúrate de que el agua carbonatada que compres no tenga azúcar añadida ni endulzantes artificiales.
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    Agrega hielo si prefieres beber agua fría o deja a temperatura ambiente. Beber agua fría proporciona un poco más de beneficios para el metabolismo, pero no vale la pena si realmente no lo disfrutas. Agrégale hielo al agua si prefieres beberla fría, o bébela a temperatura ambiente si lo deseas.[10]
    • Si prefieres beber agua fría, llena 2/3 de la botella con agua y colócala el congelador durante toda la noche. El agua se congelará y tendrás agua fría para disfrutar al día siguiente.
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    Prepara una taza de o café sin azúcar una o dos veces al día. Este tipo de bebida también cuenta a la hora de sumar la ingesta diaria de líquidos, por lo que es una excelente opción si prefieres beber algo caliente o tibio. Bebe una taza de té o café en el desayuno para alcanzar tu objetivo diario de ingesta de agua.[11]
    • Evita que todos los líquidos que bebas sean del café o el té, en especial si tienen cafeína. El café tiene un efecto diurético.

    Consejo: también puedes incrementar la ingesta de líquidos a través de ciertas frutas y vegetales con un gran contenido de agua. Come algunas rodajas de sandía o melón en el desayuno, una ensalada de pepino en el almuerzo y un recipiente de coliflor al vapor en la cena para sumar más líquido en tu dieta.

Método 3
Método 3 de 3:
Establecer objetivos de consumo de agua

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    Lleva un registro de la cantidad de agua que bebes todos los días. Lleva la cuenta de la cantidad de vasos o botellas de agua que bebes por día. Esta estrategia te permitirá saber cuánta agua bebes. Dependiendo del hallazgo, sabrás si debes incrementar el consumo o no.[12]

    Consejo: el concepto de que es necesario beber ocho vasos de 250 ml (8 onzas líquidas) por día es un mito. No existe una cantidad “correcta” de agua que todas las personas deben beber, dado que esto depende del peso, el sexo, el nivel de actividad, el ambiente y otros factores.[13]

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    Establece el objetivo de cuánta agua deseas beber por día. Esto depende de ti, dado que no existe una cantidad correcta de agua que debas beber a diario. Evalúa qué proporción del consumo de agua diario representa el agua e identifica cuánto sería lo ideal.[14]
    • Por ejemplo, si bebes 1,5 litros (48 onzas líquidas) de agua por día y deseas beber 2 litros (70 onzas líquidas), procura que este sea tu objetivo.
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    Comienza a beber más agua de manera gradual para evitar los efectos secundarios desagradables. Empezar a beber agua demasiado rápido hará que tengas ganas de orinar con más frecuencia, lo cual puede ser incómodo y poco conveniente. En cambio, bebe 250 ml (8 onzas líquidas) más por semana para alcanzar tu objetivo.[15]
    • Por ejemplo, si tu objetivo es beber 2 litros (70 onzas líquidas) por semana y actualmente bebes 1,5 litros (48 onzas líquidas), comienza por incrementar el consumo a 1,7 litros (56 onzas líquidas) por semana, luego 1,9 litros (64 onzas líquidas) por semana y, por último, 2 litros (70 onzas líquidas) la tercera semana.

Consejos

  • Bebe un poco de agua todas las mañanas antes de cepillarte los dientes para empezar el día de manera refrescante.
  • Bebe más agua durante los días calurosos, al estar en altitudes elevadas o durante los períodos de esfuerzo físico.
  • Antes de acostarte todas las noches, coloca en el refrigerador la cantidad de botellas de agua que deseas beber al día siguiente. Cuando despiertes, estarán frescas y listas para beber.
  • Evita tomar demasiada agua de un sorbo o dar sorbos grandes, dado que te sentirás inflamado. En cambio, bebe pequeños sorbos.[16]

Advertencias

  • Si bebes más agua o líquidos por la noche, probablemente tengas que levantarte en medio de la noche para ir al baño. Para evitar este problema, limita las bebidas después de cenar.
  • Si bien es poco frecuente, beber mucha agua puede causar hiponatremia, un desequilibrio de los electrolitos que tiene consecuencias negativas y graves sobre la salud, incluyendo a la muerte.[17] Para evitar este problema, permite que tu sed te guíe. Bebe agua cuando tengas sed y a través de distintas fuentes de bebidas y alimentos. Sigue las indicaciones de tu médico con respecto a las afecciones de salud o la actividad física intensa.

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