El agua mineral es agua que viene de un manantial natural y contiene diversos minerales, tales como sales, magnesio y calcio, que son beneficiosos para la salud. Puedes comprar agua mineral embotellada que se recoge de diversos manantiales alrededor del mundo, pero este hábito podría ser bastante costoso. Por suerte, puedes hacer tu propia agua mineral en casa con un poco de agua de grifo filtrada y productos domésticos comunes, tales como bicarbonato de sodio y sales de Epsom. El agua mineral de magnesio alcalina puede promover la salud cardiovascular y una presión sanguínea normal, mientras que el agua mineral de magnesio y calcio promueve una buena salud ósea.

Ingredientes

Agua mineral de magnesio alcalina

  • 1 litro (34 onzas) de agua de grifo filtrada
  • ⅛ cucharadita de bicarbonato de sodio
  • ⅛ cucharadita de sales de Epsom
  • ⅛ cucharadita de bicarbonato potásico

Agua mineral de magnesio y calcio

  • 1 litro (34 onzas) de agua de grifo filtrada
  • ⅛ cucharadita de sales de Epsom
  • ⅛ cucharadita de cloruro cálcico

Método 1
Método 1 de 2:
Hacer agua mineral de magnesio alcalina

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    Vierte el agua filtrada a un envase abierto. Añade 1 litro (34 onzas) de agua de grifo previamente filtrada a un tazón grande o una taza medidora donde puedas fácilmente introducir y revolver una cuchara. Puedes usar una jarra filtradora común para filtrar el agua de grifo, pero es importante que retires los metales pesados, como el plomo.[1]
    • Si lo prefieres, usa agua embotellada en lugar de agua de grifo filtrada.
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    Añade el bicarbonato de sodio al agua. Añade ⅛ cucharadita de bicarbonato de sodio al agua y revuélvelo bien para que esté bien incorporado. Agregar el bicarbonato de sodio al agua le aportará el sodio mineral.[2]
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    Añade las sales de Epsom al agua. Añade ⅛ cucharadita de sales de Epsom al agua y revuélvelas bien para que estén bien incorporadas. Las sales de Epsom, conocidas también como “sulfato de magnesio”, ayudan a purificar el agua.[3]
    • Las sales de Epsom se venden en la mayoría de los supermercados y las farmacias.
    • Si vives en los Estados Unidos, asegúrate de comprar sales de Epsom etiquetadas con el grado “USP”. Este grado ha sido probado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y su uso se considera seguro para el consumo humano.
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    Añade el bicarbonato potásico al agua. Añade ⅛ cucharadita de bicarbonato potásico al agua y revuélvelo bien para que esté bien incorporado. Este mineral alcaliniza el agua, cosa que ayudará a evitar que tus fluidos corporales se acidifiquen demasiado.[4]
    • El bicarbonato potásico suele usarse para que el vino no se acidifique demasiado ni se agrie. Este ingrediente suele estar disponible en las tiendas en línea y físicas que venden productos de vino.
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    Transfiere la mezcla a un sifón y disfrútala. Después de añadir todos los minerales al agua, viértela lentamente a un sifón. Al presionar la manija del sifón para servir el agua y gracias a su cartucho de dióxido de carbono, el sifón hará que salga agua mineral con gas.[5]
    • No todas las aguas minerales son carbonatadas. Si prefieres agua sin gas, viértela a cualquier envase hermético que quieras.
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Método 2
Método 2 de 2:
Hacer agua mineral de magnesio y calcio

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    Añade el agua filtrada a un envase. Vierte 1 litro (34 onzas) de agua de grifo filtrada a un tazón grande o cualquier envase donde puedas introducir fácilmente una cuchara y revolverla. Debes filtrar el agua con una jarra filtradora o cualquier otro sistema de filtrado para eliminar los metales pesados, los químicos u otros contaminantes.[6]
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    Añade las sales de Epsom. Añade ⅛ cucharadita de sales de Epsom al agua y mézclalas para que estén bien integradas. Las sales de Epsom aportan sodio al agua, el cual es un ingrediente común en el agua mineral comercial.[7]
    • Las sales de Epsom también se conocen como “sulfato de magnesio”. Suelen usarse para propósitos médicos (por ejemplo, para tratar el dolor de músculos), por eso podrás encontrarlos en casi todos los supermercados y farmacias.
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    Añade el cloruro cálcico. Añade ⅛ cucharadita de cloruro cálcico y revuélvelo bien para que esté integrado. El cloruro cálcico aporta calcio al agua, el cual ayuda a fortalecer los huesos.[8]
    • El cloruro cálcico suele usarse como preservante en la comida enlatada. Este se vende en las tiendas en línea o físicas de productos de preservación de comida y enlatados.
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    Usa un sifón para carbonatar el agua o disfrútala tal cual. Algunas aguas minerales naturales están carbonatadas. Para obtener el mismo efecto, transfiere tu agua mineral a un sifón que tenga un cartucho de dióxido de carbono. Aunque también puedes disfrutar el agua mineral sin gas. Viértela en cualquier envase hermético y disfrútala.[9]
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Cosas que necesitarás

Agua mineral de magnesio alcalina

  • tazón grande o taza medidora
  • cuchara de palo
  • sifón u otro envase hermético

Agua mineral de magnesio y calcio

  • tazón grande o taza medidora
  • cuchara de palo
  • sifón u otro envase hermético

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wikiHow Staff Writer
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