El dolor en el cuello es bastante común y puede desencadenarse por varios problemas, incluyendo distensión muscular, esguinces de ligamentos, articulaciones espinales (facetarias) atascadas, hernias discales, nervios "comprimidos" y enfermedades como la osteoartritis.[1] La causa principal más común del dolor de cuello es la mala postura o posición, ya sea en tu escritorio en el trabajo, conduciendo tu auto, haciendo ejercicio en el gimnasio o durmiendo en tu cama por la noche. La mala postura combinada con el estrés (el cual ocasiona músculos tensos) es una receta para el dolor crónico de cuello. Sin embargo, la mayoría de los casos de dolor de cuello pueden manejarse en casa con la información adecuada y solo los casos más tenaces (o serios) requieren alguna forma de tratamiento profesional.

Parte 1
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Aliviar el dolor de cuello en casa

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    Sé paciente y descansa. Tu columna cervical (el cuello) es una colección compleja de huesos, articulaciones, ligamentos, nervios, músculos y vasos sanguíneos.[2] Como tal, hay muchas estructuras que pueden generar dolor si mueves tu cuello de la forma incorrecta o experimentas algún trauma, como el latigazo cervical. El dolor significativo de cuello puede venir rápidamente pero a veces puede irse igual de rápido (sin ningún tratamiento) porque el cuerpo tiene una fantástica capacidad para ordenarse y sanar. Por lo tanto, sé paciente durante unas horas si experimentas un acceso de dolor de cuello, evita cualquier actividad extenuante o irritante y mantén una actitud positiva.
    • Los síntomas de lesión de cuello que indican que debes buscar atención médica inmediatamente incluyen dolor intenso de cuello que empeora progresivamente, debilidad muscular o pérdida de sensación en los brazos, dolor de cabeza palpitante, visión borrosa, pérdida de equilibrio o náuseas.[3]
    • Descansar tu cuello rígido o adolorido es una buena idea pero inmovilizarlo completamente con un cuello ortopédico no es recomendable para la mayoría de las lesiones ya que promueve la debilidad muscular y disminuye la movilidad en las articulaciones. Es necesario por lo menos un poco de movimiento suave para estimular el flujo de sangre y promover la curación.
    • Si tu dolor de cuello está relacionado con el ejercicio, es posible que lo estés haciendo de forma demasiado agresiva o de una mala forma. Habla con un entrenador personal.
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    Aplica terapia de frío para el dolor agudo. La aplicación de la terapia de frío es un tratamiento efectivo para esencialmente todas las lesiones musculoesqueléticas agudas (recientes), incluido el dolor de cuello.[4] La terapia de frío (ya sea con hielo, una compresa congelada o una bolsa de vegetales del congelador) debe aplicarse a la parte más dolorosa de tu cuello para reducir la inflamación y el dolor. El frío ocasiona que los vasos sanguíneos locales se constriñan, lo cual previene la inflamación excesiva y entumece las pequeñas fibras nerviosas. Aplica terapia de frío durante 15 minutos cada hora durante las primeras 3 a 4 horas después de la lesión y luego reduce la frecuencia a medida que el dolor y la inflamación disminuyan.
    • Apretar el hielo contra tu cuello con una venda elástica también ayudará a combatir la inflamación, pero ten cuidado de no cortarte completamente la circulación.
    • Envuelve artículos congelados en una toalla delgada a fin de prevenir la irritación a la piel o el congelamiento en el cuello.
    • El dolor agudo normalmente dura menos de unas semanas pero puede convertirse en dolor crónico si persiste durante unos meses o más.
    • Ten en mente que la terapia de frío puede no ser apropiada para el dolor crónico (de largo plazo) de cuello que no involucre mucha inflamación. Aplicar un calor húmedo puede proporcionar más alivio.
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    Aplica calor húmedo para el dolor crónico. Si tu dolor de cuello se ha vuelto crónico (dura unos meses o más) y se siente más rígido y doloroso en lugar de inflamado, evita la terapia de frío y aplica calor húmedo.[5] Las bolsas de hierbas para el microondas están hechas para el dolor de cuello y funcionan bien para relajar la tensión en los músculos y reducir el dolor en las articulaciones espinales. Este es el caso sobre todo de aquellos productos que están infundidos con aromaterapia (como la lavanda o el romero). A diferencia de un cuello agudamente lesionado, la rigidez crónica del cuello se beneficia del incremento del flujo de sangre que proporciona el calor. Aplica la bolsa de hierbas durante alrededor de 20 minutos a la vez hasta tres veces al día.
    • Como una alternativa, remoja tu cuello y hombros crónicamente adoloridos en un baño caliente de sales de Epsom durante 20 minutos. El agua caliente mejora la circulación, y la sal rica en magnesio funciona bien para reducir la tensión en los ligamentos y tendones, la rigidez en las articulaciones y el dolor.[6]
    • Aplicar alguna forma de calor húmedo a tu cuello justo antes de realizar estiramientos (ver más abajo) es una buena idea en la mayoría de los casos porque hará que los músculos estén más flexibles y que sea menos probable que se distiendan más.
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    Toma medicamentos para el dolor a corto plazo. Considera tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) sin prescripción médica, como el ibuprofeno, el naproxeno o la aspirina, para problemas agudos de cuello pero ten en mente que es mejor usarlos como soluciones de corto plazo para ayudarte a lidiar con la inflamación y el dolor.[7] Estos medicamentos pueden ser duros con el estómago y los riñones así que trata de no consumirlos durante más de 2 semanas a la vez. Siempre recuerda que la aspirina y el ibuprofeno no son apropiados para los niños pequeños.
    • Como otra alternativa, si tu cuello está más rígido que inflamado, puedes probar los analgésicos sin prescripción médica como el paracetamol (Tylenol), el cual es mucho más suave con el estómago pero puede impactar negativamente a tu hígado.
    • Si el espasmo muscular es un elemento principal de tu dolor de cuello (común con las lesiones de latigazo cervical), considera tomar relajantes musculares como ciclobenzaprina pero nunca los tomes concurrentemente con los AINE. Revisa si los relajantes musculares están disponibles sin prescripción médica en el lugar en donde vivas.
    • Como regla general, el dolor continuo generalmente es un indicador de un tirón o tensión muscular mientras que el dolor agudo con el movimiento generalmente es ocasionado por lesiones a las articulaciones o ligamentos.
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    Haz unos ligeros estiramientos. Independientemente de lo que esté desencadenando tu dolor de cuello, lo más probable es que los músculos que lo rodeen reaccionen a ello tensándose y restringiendo el movimiento. Por lo tanto, con tal que no sientas un dolor agudo, eléctrico o punzante con los movimientos del cuello (lo cual puede indicar una hernia discal o una fractura ósea), es probable que los estiramientos ligeros de cuello sean beneficiosos. Los músculos adoloridos y tensos reaccionan bien a los estiramientos porque reducen la tensión muscular y mejoran la flexibilidad.[8] Hacer estiramientos y movimientos de cuello después de una ducha caliente es útil independientemente de si el dolor de cuello es agudo o crónico.
    • Las buenas movilizaciones con las que puedes empezar incluyen rodar los hombros y los movimientos circulares con la cabeza. Luego progresa a las rotaciones de cuello (mirar de un lado a otro) y las flexiones y extensiones (mirar de arriba a abajo). Dedica unos minutos a cada conjunto de movimientos.
    • Una vez que hayas calentado el cuello, empieza a estirarte flexionando el cuello y la cabeza lateralmente tratando de acercar la oreja a tu hombro. Hazlo por ambos lados. Luego, flexiona el cuello hacia adelante (la barbilla contra el pecho) y gíralo ligeramente hacia un lado hasta que mires a tu pie. Cambia y hazlo del otro lado.
    • Sostén todos los estiramientos de cuello durante alrededor de 30 segundos por lado mientras respiras hondo y hazlos de 3 a 5 veces al día hasta que el dolor disminuya.
    • Siempre estira o mueve el cuello dentro hasta un punto tolerable. Si lo estiras y sientes dolor, regrésalo poco a poco a una posición en la que no lo sientas. No te estires más allá de ese punto.
    • Con el tiempo, el rango de movimiento sin dolor aumentará de forma gradual.
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    No duermas boca abajo. Dormir boca abajo es una causa común del dolor de cuello y hombros porque el cuello se tuerce a un lado durante largos periodos de tiempo para permitir la respiración. Torcer excesivamente el cuello irrita las pequeñas articulaciones facetarias, ligamentos, tendones y nervios del cuello. La mejor posición para dormir para tu cuello es ya sea boca arriba o de lado (similar a la clásica posición fetal).[9] Dormir boca abajo es un hábito difícil de romper para algunas personas pero los beneficios para tu cuello y el resto de tu columna vertebral valen la pena el esfuerzo de cambiar de posición.
    • Si estás boca arriba, no apoyes la cabeza sobre más de una almohada ya que el incremento en la flexión del cuello puede conducir al dolor.
    • Si estás de lado, elige una almohada que no sea mucho más gruesa que la distancia entre la punta de tu hombro y tu oreja. Las almohadas demasiado gruesas pueden ocasionar demasiada flexión lateral en el cuello.
    • Considera comprar una almohada ortopédica especial para tu cuello. Estas están diseñadas para darles apoyo a las curvas normales de tu cuello y evitar cualquier irritación o distensión mientras duermes.

Parte 2
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Buscar tratamiento para el dolor de cuello

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    Sométete a un masaje de cuello. Como se mencionó anteriormente, prácticamente todas las lesiones de cuello involucran a los músculos en alguna medida así que abordar los músculos tensos o con espasmos es una estrategia sensata para aliviar el dolor de cuello. Un masaje de tejido profundo es útil para las distensiones de leves a moderadas porque reduce los espasmos musculares, combate la inflamación y promueve la relajación.[10] Empieza con un masaje de 30 minutos enfocándote en el cuello, la parte superior de los hombros y la base del cráneo. Deja que el masajista vaya lo más profundo que puedas tolerar sin que hagas gestos de dolor.
    • Siempre bebe mucha agua justo después de un masaje de tejidos profundos a fin de eliminar los productos secundarios inflamatorios y el ácido láctico de tu cuerpo. No hacerlo puede desencadenar un dolor de cabeza o náuseas leves.
    • Un solo masaje puede aliviar en gran medida el dolor agudo de cuello dependiendo de su causa y grado de seriedad pero a veces se requieren más sesiones. Para el dolor crónico de cuello, una mayor duración (1 hora) y masajes más frecuentes (3 veces a la semana) pueden ser necesarios para "romper el ciclo de cronicidad" y desencadenar la curación.
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    Visita a un quiropráctico u osteópata. Los quiroprácticos y osteópatas son especialistas en la columna vertebral que se enfocan en establecer el movimiento y la función normales dentro de las pequeñas articulaciones facetarias espinales que conectan las vértebras de la columna.[11] Examinarán tu cuello y tratarán de determinar la causa de tu dolor, ya sea que tenga una mayor relación con el músculo o con las articulaciones. La manipulación manual de las articulaciones, también llamada ajuste espinal, puede usarse para volver a posicionar las articulaciones facetarias en el cuello que estén ligeramente atascadas o desalineadas, lo cual desencadena la inflamación y el dolor agudo (particularmente con el movimiento).
    • Los quiroprácticos y osteópatas a menudo toman radiografías del cuello para comprender mejor tu problema y asegurarse de que un ajuste espinal sea adecuado y seguro.
    • Aunque un solo ajuste a veces puede aliviar completamente el dolor de cuello, lo más probable es que tome de 3 a 5 tratamientos notar resultados significativos. Es posible que tu seguro de salud no cubra el cuidado quiropráctico, así que revisa tu póliza.
    • Los quiroprácticos y osteópatas usan una variedad de otras terapias hechas específicamente para las distensiones musculares, las cuales podrían ser apropiadas para tu problema de cuello.
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    Pide una referencia para la fisioterapia. Si tu dolor de cuello es recurrente (crónico) y es ocasionado por músculos espinales débiles, mala postura o problemas degenerativos como la osteoartritis, tienes que considerar comenzar la rehabilitación espinal. Un fisioterapeuta puede mostrarte estiramientos específicos y hechos a la medida y ejercicios de fortalecimiento para tu cuello, los cuales son especialmente importantes al recuperarse de lesiones serias, como el latigazo cervical serio a causa de accidentes automovilísticos.[12] La fisioterapia que involucra la rehabilitación espinal generalmente es requerida de 2 a 3 veces a la semana durante 4 a 8 semanas para tener un impacto positivo en los problemas crónicos o graves de cuello.
    • Además de los ejercicios de fortalecimiento y estiramientos, los fisioterapeutas también pueden usar dispositivos para tratar tu dolor de cuello, como la estimulación muscular electrónica (EMS, por sus siglas en inglés), el ultrasonido terapéutico o la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS, por sus siglas en inglés).
    • Los buenos ejercicios de fortalecimiento para el cuello incluyen la natación, el remo y los abdominales, pero asegúrate primero de que el dolor esté bajo control.
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    Prueba la terapia de puntos de activación. El dolor muscular podría deberse a los nudos musculares tensos que no puedas relajar, [13] o a un “punto de activación”. Esto ocurre en especial en las afecciones más crónicas en el cuello. El punto de activación se sentirá grueso y tenso al tacto, como una soga o un nudo.[14] Para aliviar este dolor, busca a un especialista acreditado en la terapia de puntos de activación. De lo contrario, podrás probar algunos tratamientos simples en casa.[15]
    • Un terapeuta de puntos de activación podría ser un masajista terapéutico, un fisioterapeuta, un quiropráctico e incluso un doctor.
    • Para tratar un punto de activación por tu cuenta, recuéstate boca arriba sobre una colchoneta en el suelo. Toma una pelota de tenis y colócala debajo de tu espalda, por debajo del punto de activación. Usa tu propio peso para aplicar presión en el punto. Si esto te causa demasiado dolor, estarás usando demasiada presión. La sensación que experimentes al ejercitar el nudo muscular deberá ser intensa y satisfactoria;[16] ; podrías describirla como un “dolor que se siente bien”.
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    Considera la acupuntura. La acupuntura involucra introducir agujas muy delgadas en puntos específicos de energía dentro de tu piel en un intento de reducir el dolor y la inflamación.[17] La acupuntura puede ser muy efectiva para el dolor de cuello, sobre todo si se realiza cuando tus síntomas agudos ocurren por primera vez. Con base en los principios de la medicina china tradicional, la acupuntura funciona desencadenando la liberación de varias sustancias en el cuerpo, incluyendo endorfinas y serotonina, las cuales actúan para reducir el dolor. La acupuntura tiene sólidos antecedentes de seguridad y es relativamente asequible, así que vale la pena el intento para tu dolor de cuello si otros tratamientos no funcionan.
    • Hay evidencia científica mixta de que la acupuntura es útil para aliviar el dolor crónico de espalda y cuello pero hay numerosos informes anecdóticos que sugieren que puede ser una opción de tratamiento viable.[18]
    • Ten en mente que los puntos de la acupuntura que se usan para reducir el dolor de cuello pueden no estar ubicados en el cuello ni cerca de él. Algunos pueden estar en áreas distantes del cuerpo.
    • La acupuntura ahora la practican una variedad de profesionales de la salud, incluyendo algunos médicos, quiroprácticos, fisioterapeutas y masajistas pero, independientemente de quién elijas, debe estar certificado por la Comisión Nacional de Certificación para la Acupuntura y la Medicina Oriental o el equivalente en el lugar en donde vivas.[19]
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    Habla con tu doctor sobre opciones más invasivas. Si tu dolor de cuello no reacciona a los remedios caseros u otras terapias más conservadoras (alternativas), consulta con tu médico familiar sobre tratamientos más invasivos, como las inyecciones de corticosteroides o las opciones quirúrgicas. Una inyección de corticosteroides en una articulación, músculo o tendón del cuello inflamados puede reducir rápidamente la inflamación y el dolor y permitir un mayor rango de movimiento y función.[20] Sin embargo, las inyecciones esteroideas no deben administrarse más de unas cuantas veces al año debido a los efectos secundarios, como la debilidad de los músculos o tendones y la función inmunológica comprometida. La cirugía de cuello debe considerarse solo como un último recurso, aunque obviamente es indicada para fracturas o dislocaciones ocasionadas ya sea por el trauma o la osteoporosis (huesos frágiles debido a la falta de minerales). Otros problemas de cuello que a menudo requieren cirugía incluyen las hernias discales intervertebrales, la artritis inflamatoria grave y la infección a los huesos (osteomielitis).
    • Es posible que tu doctor tome radiografías, tomografías, imágenes por resonancia magnética, ultrasonidos diagnósticos o un estudio de la conductividad de los nervios para comprender mejor la causa y la seriedad de tu dolor de cuello.
    • Si se indica la cirugía, tu médico familiar te derivará a un cirujano ortopédico que se especialice en patología espinal.

Consejos

  • Al estar de pie y sentado, asegúrate de que tu cabeza esté directamente sobre tus hombros y que la parte superior de tu espalda esté recta.
  • Ajusta tu escritorio, silla o computadora de forma que el monitor esté al nivel de tus ojos.
  • Evita colocar el teléfono entre tu oreja y tu hombro mientras hables. Usa audífonos o un sistema de manos libres en su lugar.[21]
  • Deja de fumar ya que esto afecta el flujo de sangre, dando como resultado la privación de oxígeno y nutrientes a los músculos espinales y otros tejidos. Fumar hace que tengas un mayor riesgo de dolor de cuello.

Advertencias

  • Si tu dolor de cuello es grave y viene rápidamente sin ningún trauma obvio e involucra también un dolor de cabeza serio, fiebre alta, confusión y náuseas, busca atención médica inmediatamente porque es posible que tengas una infección espinal como la meningitis.

Acerca de este wikiHow

Mayami Oyanagi
Coescrito por:
Fisioterapeuta
Este artículo fue coescrito por Mayami Oyanagi. Mayami Oyanagi es fisioterapeuta y la propietaria de PT STOP Physical Therapy & Wellness, un consultorio de fisioterapia individualizado en Los Ángeles, California. Con más de 14 años de experiencia, Mayami se especializa en lesiones ortopédicas, terapia manual y medicina deportiva. Tiene una maestría en fisioterapia de la Universidad de Hartford. También es especialista clínica ortopédica certificada. Se encarga de tratar la causa de origen de los problemas de sus clientes empleando evaluaciones biomecánicas. Este artículo ha sido visto 24 104 veces.