¡Au! ¡Es cosa seria cuando se te cierra una puerta en el dedo! Lo bueno es que, la gran mayoría de las veces, el dedo sanará bien por su cuenta. Sin embargo, ¿cómo lidiar con el dolor en el momento? No te preocupes. De hecho, puedes hacer mucho para ayudarte a lidiar con el dolor y tratar la lesión. Para facilitarte las cosas, este artículo reúne una lista de cosas útiles que puedes hacer para ayudarte a lidiar con el dolor después de que se te cierre una puerta en el dedo.

Método 1
Método 1 de 13:
Respira hondo varias veces.

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    Puede serte de ayuda para deshacerte de la punzada inicial de dolor. No hay manera de evitarlo: es doloroso cuando se te cierra una puerta en el dedo. Antes de reaccionar con ira o comenzar a gritar, tómate un momento corto tan solo para respirar. Inhala profundamente por la nariz, sostén la respiración por unos segundos y luego suéltala con lentitud. Respira unas cuantas veces más para calmarte antes de abordar la lesión.[1]
    • Si te es de ayuda, prueba a enfocarte en una palabra o frase al respirar. Por ejemplo, puedes visualizar la palabra "calma" o "relajado" en tu mente mientras respiras hondo.
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Método 2
Método 2 de 13:
Intenta distraer tu mente del dolor.

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    Da una caminata, piensa en otra cosa o haz lo que puedas. Si te sientes muy frustrado después de lastimarte el dedo, puedes reducir el dolor si distraes tu mente de él por un rato. Haz lo que te funcione. Puedes dar una caminata corta alrededor de la manzana, enfocarte en algo que tengas que hacer más tarde o lo que pueda servirte para distraerte. Quizás ayude a tranquilizarte la mente.[2]

Método 3
Método 3 de 13:
Quítate los anillos que tengas puestos.

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    Es posible que el dedo empiece a inflamarse. Quizás no empiece a inflamarse al principio, pero, si te lo golpeas con la fuerza suficiente, es muy probable que se inflame más adelante. Si se inflama demasiado, podría ser difícil quitarte los anillos que lleves puestos. Por ende, lo mejor es quitártelos apenas puedas.[3]
    • No es por ser dramáticos, pero el dedo podría inflamarse tanto que los anillos podrían cortarle la circulación. Lo mejor es quitártelos por seguridad.
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Método 4
Método 4 de 13:
Sumerge el dedo magullado en agua fría.

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    Sumerge el dedo por hasta 20 minutos para aliviarte el dolor. Un dedo magullado puede doler mucho, pero puedes aliviarte un poco con solo enfriarlo. Llena un tazón con agua fría y mete allí la mano por hasta 20 minutos a la vez. Puedes remojarte el dedo lastimado tantas veces como desees, aunque debes tratar de no hacerlo por más de 20 minutos a la vez para no restringir demasiado el flujo de sangre.[4]
    • Si tienes una herida abierta, evita sumergir el dedo en agua o podría afectar qué tan bien sane.

Método 5
Método 5 de 13:
Toma analgésicos sin receta.

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    Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden ser de ayuda. El paracetamol (Tylenol), el naproxeno (Aleve) y el ibuprofeno (Advil) forman parte de la familia de los AINE y de verdad pueden ayudar con el dolor y la inflamación. Consíguelos en una farmacia local y tómalos según las indicaciones en el empaque para aliviarte los síntomas.[5]
    • Si tienes un dolor serio, comunícate con tu doctor. Quizás pueda recetarte medicamentos más fuertes para el dolor.
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Método 6
Método 6 de 13:
Aplícate una compresa fría por 15 minutos a la vez.

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    Puede serte de ayuda aplicarte hielo en el dedo para reducir el dolor y la inflamación. Envuelve la compresa fría en un paño limpio de forma que no entre en contacto directamente con la piel, ya que esto podría dañarla. Sujeta la compresa fría con suavidad contra la zona lesionada para ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación. Esto puede acelerar el proceso de curación.[6]
    • No uses una compresa fría por más de entre 15 y 20 minutos a la vez de forma que no te ocasiones una lesión por frío en la piel.

Método 7
Método 7 de 13:
Eleva la mano por encima del nivel del corazón.

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    La elevación puede ayudar a reducir la presión y la inflamación en el dedo. Deja reposar el dedo lesionado lo más posible para no lastimarlo más. Mantenlo elevado por encima del nivel del corazón, ya que esto puede limitar la cantidad de sangre que fluya hacia la zona para que la inflamación no empeore.[7]
    • Por ejemplo, puedes apoyar la mano sobre una almohada al recostarte.
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Método 8
Método 8 de 13:
Aplica una presión firme por 10 minutos sobre los cortes que sangren.

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    Presiona una gasa esterilizada sobre los cortes para detener el sangrado. Si te golpeaste el dedo con tanta fuerza que la piel realmente se partió y comenzó a sangrar, debes abordar primero el sangrado. Consigue un poco de gasa esterilizada y aplícala directamente sobre la zona que sangre. No dejes de aplicar una presión firme como mínimo por 10 minutos o hasta que deje de sangrar.[8]

Método 9
Método 9 de 13:
Limpia los cortes con jabón y agua.

Método 10
Método 10 de 13:
Aplica un ungüento antibiótico y envuelve los cortes con una venda.

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    Esto puede ayudar a evitar las infecciones y proteger la zona herida. Aplícate un ungüento antibiótico simple sin receta de manera generosa sobre la herida abierta. Luego, toma una curita y envuélvela de forma segura (pero no muy ajustadamente) alrededor de la zona para mantenerla protegida y ayudar a que sane.[10]
    • No es necesario que uses un ungüento antibiótico o una venda si no tienes ningún corte ni raspón.
    • Si la piel está abierta y no deja de sangrar, debes acudir al doctor.

Método 11
Método 11 de 13:
Evita tratar de drenar la sangre debajo de la uña.

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    Comunícate primero con tu doctor para ver cuál es su recomendación. Si la sangre empieza a acumularse debajo de la uña después de que se cierre una puerta sobre ella, consulta con tu doctor. Quizás te diga que la dejes estar y permitas que el cuerpo sane por su cuenta. Sin embargo, si la presión y el dolor son muy fuertes, quizás te pida que acudas a su consultorio para que pueda drenarla de forma segura.[11]
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Método 12
Método 12 de 13:
Acude al doctor si consideras que el dedo está roto.

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    Examínate el dedo si el dolor es grave o si no puedes estirarlo. Un dedo doblado que no se pueda extender del todo indica una fractura. El doctor podrá examinarte el dedo para ver la seriedad del daño. Quizás lo entablille y te recete analgésicos. Es importante que abordes el problema lo más rápidamente posible de forma que el daño no sea permanente.[12]
    • Siempre debes consultar con tu doctor antes de usar una tablilla. Las tablillas son dispositivos médicos que evitan que el hueso se mueva, y pueden servir para las fracturas menores que pueden surgir cuando se cierra una puerta sobre él. Sin embargo, también pueden ocasionar problemas en el futuro si las usas sin que sea necesario.[13]

Método 13
Método 13 de 13:
Presta atención para ver si hay fiebre y el dolor y la inflamación incrementan.

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    Estos síntomas podrían indicar una infección o una fractura más grave. Si el dedo empieza a doler más o si la inflamación no deja de empeorar, es posible que la lesión sea más grave de lo que creías inicialmente. Asimismo, si desarrollas fiebre o si ves manchas rojas en la piel alrededor de la lesión, esto podría indicar una infección. Acude al doctor para recibir tratamiento antes de que el problema empeore más.[14]
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Consejos

  • Reconfórtate con el hecho de que, la mayor parte del tiempo, el dedo sanará bien por su cuenta.
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Advertencias

  • Nunca debes tomar medicamentos con receta a menos que te los haya recetado tu doctor.
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Acerca de este wikiHow

Jonathan Frank, MD
Coescrito por:
Cirujano ortopédico
Este artículo fue coescrito por Jonathan Frank, MD. El Dr. Jonathan Frank es un cirujano ortopédico que reside en Beverly Hills, California, especializado en medicina deportiva y preservación de articulaciones. Su práctica se centra en la cirugía artroscópica mínimamente invasiva de rodilla, hombro, cadera y codo. El Dr. Frank tiene un doctorado en medicina de la Facultad de Medicina en la Universidad de California, Los Ángeles. Completó una residencia en ortopedia en el Rush University Medical Center en Chicago y una beca en medicina deportiva ortopédica y preservación de cadera en la Clínica Steadman en Vail, Colorado. Es médico del equipo de esquí y snowboard de EE. UU. Actualmente, es un evaluador científico de las principales revistas científicas revisadas por pares y su investigación se ha presentado en conferencias ortopédicas regionales, nacionales e internacionales, ganando varios premios, incluidos los prestigiosos premios Mark Coventry y William A Grana. Este artículo ha sido visto 97 932 veces.
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