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Los ravioles son un plato simple y clásico a base de pastas que es fácil de cocinar y de servir. Puedes preparar una porción en cuestión de minutos. ¡Sigue leyendo para que aprendas a cocinar ravioles!
Cosas que necesitarás
- una olla
- 1,90 a 5,70 L (2 a 6 cuartos de galón) de agua
- una estufa para hervir agua
- ravioles (frescos o congelados)
- una cuchara para mover o un cucharón
- un colador o escurridor (opcional)
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Preparar ravioles y guardarlos
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1Consigue los ravioles. Compra o adquiere un paquete de ravioles sin cocer. Visita la sección de pastas refrigeradas o congeladas de tu tienda de abarrotes.
- Si tienes requerimientos dietéticos especiales, ten cuidado con los ravioles que compres. Con frecuencia están rellenos de queso, carne o de ambos productos; sin embargo, debes poder encontrar variedades sin carne o leche. La masa por lo general está hecha de harina de trigo, a menos que te indiquen lo contrario.
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2Considera hacer tus propios ravioles. Puedes preparar ravioles simples rellenos de queso en solo un par de horas. Tendrás que hacer o preparar el relleno, mezclar y dar forma a la masa y colocar el relleno en la masa.[1]
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3Guarda los ravioles sin cocer en el refrigerador o congelador. Los ravioles se conservan mejor cuando están frescos. Si no los vas a cocinar de inmediato, ponlos en un recipiente hermético y guárdalos en el refrigerador. Si no piensas cocinar la pasta dentro de un plazo de una semana, guárdala en el congelador en un recipiente hermético. Los ravioles congelados se deben preparar dentro de un plazo de 30 a 45 días luego de la compra.
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4Prepara los ravioles para cocinarlos. Si estás guardando la pasta en el refrigerador o congelador, sácala justo antes de cocinarla. Separa los ravioles frescos o refrigerados con un cuchillo afilado para evitar que los pedazos se peguen en la olla.
- No trates de descongelar los ravioles congelados. Ponlos en la olla cuando todavía estén en ese estado.[2]
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Método 2
Método 2 de 3:Cocinar los ravioles
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1Hierve agua. Llena una olla con 1,90 a 5,70 L de agua fría (por ½ k de pasta). Después pon el agua a hervir. Asegúrate de que la olla sea lo suficientemente grande como para que quepa toda la pasta que vas a preparar.[3]
- Asegúrate de ponerle una tapa a la olla. Así podrás retener el vapor (además del calor y humedad) y harás que los ravioles se cocinen más rápidamente.
- La mayoría de recetas de ravioles piden 3,80 a 5,70 L (4 a 6 cuartos de galón) de agua por cada ½ k de ravioles. El agua extra rápidamente pondrá a hervir la pasta cuando la agregues, dará espacio para que los ravioles no se peguen entre sí y diluirá el almidón que libere la pasta; por lo tanto, al final no tendrá una textura “pegajosa”. Sin embargo, siéntete libre de utilizar menos agua siempre y cuando haya suficiente espacio para sumergir los ravioles.[4]
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2Cocina los ravioles. Una vez que el agua empiece a hervir, pon los ravioles en la olla. Sigue las instrucciones para hervir del empaque. Si el empaque no tiene instrucciones, haz lo siguiente: cocina los ravioles en agua hirviendo durante 4 a 6 minutos o hasta que la pasta empiece a flotar. Si un pedazo de pasta flota en la superficie, ya estarán listos los ravioles.[5]
- Echa sal a la pasta. Como regla general, agrega una cucharadita de sal por cada 0,90 L (1 cuarto de galón) de agua que utilices. Considera agregar aceite de oliva al agua para evitar que la pasta se pegue. Nuevamente, puede ser casi una cucharadita de aceite por 0,90 L (1 cuarto de galón) de agua.
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3Revuelve la olla. Utiliza una cuchara para mover o un cucharón a fin de revolver el agua manera periódica a medida que la pasta se cocine. Separa las bolas de ravioles que estén pegadas.
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4Reconoce cuándo están listos los ravioles. Los ravioles se deben hinchar y estar más blancos a medida que la masa se cocine. A algunas personas les gusta que la pasta esté suave y bien cocinada. A otras personas les gusta que la pasta esté ligeramente más dura y poco cocida (es decir, “al dente”). La masa de los ravioles contiene huevos, a menos que te indiquen lo contrario; por lo tanto, es importante cocinarlos muy bien para evitar intoxicación por salmonella. Recuerda que los ravioles más grandes se cocinan más lentamente y los más pequeños, más rápidamente.[6]
- Si los ravioles se empiezan a hinchar o a deshacer, es posible que estén ligeramente recocidos.
- Prueba los ravioles durante el proceso de cocción. Esta es la mejor manera de determinar cuándo están listos. Pica en el borde de un pedazo de ravioli para ver si está listo. Si el ravioli todavía está frío o congelado, sigue cocinándolo. Si el ravioli sabe pastoso o harinoso, es posible que todavía no esté listo.
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5Escurre los ravioles. Si tienes un colador o escurridor de pasta, ponlo en el fregadero o en cualquier lugar en el que puedas escurrir el agua. Vierte el contenido de la olla (los ravioles y el agua) en el colador; de modo que el agua fluya pero la pasta permanezca. Vierte lentamente y ten cuidado de no hacer caer la pasta a un lado.
- Si no tienes un escurridor de pasta, vierte el agua de la olla mientras mantienes dentro la pasta. Inclina la olla a un lado para que el agua gotee por la parte superior. Sostén la tapa de la olla sobre la abertura para contener la pasta. Deja un pequeño espacio entre la tapa y el borde de la olla para que el agua pueda salir pero no los ravioles.
- Vierte el agua en el fregadero para desecharlo o utilízalo para regar tu jardín. Si escurres la pasta en otro tazón u olla, podrás sacar el agua adicional al aire libre y volver a utilizarlo.
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Método 3
Método 3 de 3:Servir el plato
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1Deja que los ravioles se enfríen. Deben estar listos para comer luego de 5 minutos. Cómelos tan pronto como puedas siempre que no te quemes la boca. ¡Pon los ravioles en un tazón grande y sirve!
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2Sirve ravioles con tu salsa favorita. Algunas opciones comunes son salsa de tomate, marinara, pesto y alfredo. Antes de servir, considera calentar la salsa a baja temperatura en una cacerola durante varios minutos.
- Puedes verter la salsa encima de los ravioles o puedes mantenerla en un plato aparte. Esta última opción permitirá que cada persona se eche su propia salsa.
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3Considera las comidas y bebidas que acompañen los ravioles. Considera servir ravioles con verduras cocidas, pollo o pescado, pan fresco y con un vino italiano. ¡Diviértete y no temas hacer que la comida sea una experiencia cultural!
- Come ravioles con un tenedor. Sírvelos con un cucharón o con una cuchara grande.
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Consejos
- ¡La práctica hace la perfección! No te desanimes si los ravioles no te salen exactamente como esperabas. Cuanto más a menudo los prepares, más probable será que tengas una idea del proceso.
- Si compras ravioles preempacados y vienen con instrucciones de cocción, síguelas. Las indicaciones dadas para una marca particular de ravioles serán las más precisas para esa marca.
- El tiempo de cocción y el “tiempo de hinchazón” dependerán de los ravioles. En general, los ravioles grandes tardarán más en cocinarse.
Advertencias
- Ten cuidado cuando pongas los ravioles en una olla de agua hirviendo. Desliza con cuidado las bolas de ravioles en el agua usando una cuchara o cucharón. Si echas los ravioles rápidamente, el agua hervida podría salpicar fuera de la olla y quemarte.
- Ten cuidado si tienes enfermedad celíaca o si eres intolerante a la lactosa. Los ravioles contienen gluten, a menos que te indiquen lo contrario, y la mayoría de ellos llevan algún tipo de queso.
Referencias
- ↑ http://thepioneerwoman.com/cooking/ravioli-three-ways/
- ↑ http://www.davesfreshpasta.com/cooking.html
- ↑ http://www.melinaskitchen.com/cooking-instructions/
- ↑ http://www.nytimes.com/2009/02/25/dining/25curi.html?pagewanted=all&_r=0
- ↑ http://lucystogo.com/cooking/ravioli-cooking-instructions
- ↑ http://www.thepauperedchef.com/2009/01/ravioli.html
Acerca de este wikiHow
Una forma fácil de cocinar ravioles es hirviéndolos. Primero, hierve 4,5 litros (1 galón) de agua por cada 0,5 kilogramos (1 libra) de ravioles que vayas a hacer. Luego, agrega los ravioles al agua y revuélvelos para mantenerlos separados. Deja que los ravioles se cocinen de 4 a 6 minutos o hasta que floten a la superficie del agua. Luego, escurre los ravioles en un colador y agrega la salsa. También puedes cocinar ravioles en el microondas. Colócalos en un plato apto para microondas y agrega 120 mililitros (½ taza) de salsa y 60 mililitros (¼ de taza) de agua por cada 5 piezas de ravioles que cocines. Cubre el plato con papel para hornear y cocina los ravioles en el microondas a temperatura alta durante 2 minutos. Luego, quita la tapa y revuelve la salsa con los ravioles. Vuelve a colocar el papel para hornear y calienta los ravioles durante 2 minutos más. Otra opción deliciosa es hornear los ravioles. Comienza precalentando el horno a 175 grados Celsius (350 grados Fahrenheit). Luego, cubre un recipiente para hornear con una capa delgada de aceite en aerosol antiadherente. Coloca los ravioles en el recipiente para hornear y viérteles la salsa encima. Por último, tapa el plato con papel aluminio y hornea los ravioles durante 55 minutos. Si quieres consejos sobre cómo combinar los ravioles con otros alimentos, como la carne o las verduras, ¡sigue leyendo!
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