La bacinicas hacen que defecar y orinar sea más fácil e higiénico para las personas que no pueden fácilmente entrar y salir de un baño debido a una enfermedad, lesión o debilidad. Si vas a ayudar a alguien a utilizar una bacinica, sin importar si se trata de una situación profesional o de un amigo o familiar, debes ser emocionalmente sensible y delicado con tu trato físico. Posicionar una bacinica puede parecer intimidante, pero deberías poder hacerlo sin problema siempre y cuando sigas las indicaciones de manera correcta.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar el procedimiento

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    Explica el procedimiento. Saluda al paciente y explica que vas a ayudarlo a usar la bacinica. Muéstrale paciencia y compasión, pues esta puede ser una situación incómoda y vergonzosa para él o ella.[1]
    • Asegúrale que sabes qué hacer y que harás que la experiencia sea lo más agradable posible.
    • Explicarle esto al paciente con anticipación puede ayudar a calmarlo y a reducir su temor e incertidumbre.
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    Lava tus manos y colócate guantes. Lava tus manos con mucho cuidado utilizando agua caliente y jabón. Cuando termines, sécalas y colócate un par de guantes descartables.[2]
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    Dale privacidad. Dale la mayor cantidad de privacidad posible al paciente, ahora y a través de todo el procedimiento.[3]
    • Cierra la puerta y cubre las ventanas con cortinas.
    • Si el paciente comparte la habitación con alguien más, cierra las cortinas que separan ambas camas.
    • Mantén las piernas del paciente cubiertas con una sábana o manta hasta que estés listo para colocar la bacinica.
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    Protege las sábanas. De ser posible, cubre la sábanas que estén bajo el paciente con un protector a prueba de agua.
    • Si no tienes acceso a un protector a prueba de agua, cubre las sábanas bajo las nalgas del paciente con una toalla de baño grande y limpia.
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    Calienta la bacinica. Llena la bacinica con agua caliente. Espera varios minutos, luego bótala y seca la bacinica.[4]
    • El calor del agua debería transferirse a la bacinica en sí, calentándola. Una bacinica tibia será más cómoda para el paciente que una fría.
    • Si la bacinica es de metal, asegúrate de que no esté demasiado caliente.
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    Ponle talco en el borde. Echa una capa delgada de talco sobre el borde de la bacinica.[5]
    • El talco hará que sea más fácil deslizar la bacinica bajo el paciente.
    • Solo debes hacerlo si el paciente no tiene úlceras por presión o cortes en las nalgas. No uses talco si el paciente tiene heridas abiertas de cualquier tipo.
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    Llena la bacinica solo con suficiente agua como para llenar el fondo. Alternativamente, puedes colocar algunos cuadrados de papel higiénico en el fondo de la bacinica o llenarlo un poco con un aerosol de aceite vegetal (si te encuentras en una casa).
    • Cualquiera de estas prácticas hará que el proceso de limpieza sea más fácil.
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    Pídele al paciente que se quite las prendas inferiores. Ahora que los implementos están listos, indícale al paciente que se saque la ropa de la parte inferior de su cuerpo.
    • Ayuda al paciente si no puede hacerlo esto.
    • Si el paciente está usando una bata de hospital con una apertura en la espalda, puedes dejarla puesta. Si la bata no tiene apertura, tendrás que levantarla por encima de la cintura del paciente.
    • Este también es el momento de retirar la sábana o manta de su cuerpo.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Colocar la bacinica

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    Baja la cama. Baja la cama lo más que puedas para reducir el riesgo de que el paciente se lastime si se cae durante el procedimiento.
    • Si la cama tiene respaldar reclinable, también es el momento de bajarlo para facilitar que el paciente pueda levantarse o girar según requiera.
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    Indica al paciente que se eche en decúbito supino. El paciente debe echarse sobre su espalda. Las rodillas deben estar dobladas y los pies deben estar paralelos sobre el colchón.[6]
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    Coloca una bacinica al lado del paciente. Coloca la bacinica limpia directamente al lado de las caderas del paciente, en el costado de la cama.
    • Posicionar la bacinica lo más cerca posible antes de mover al paciente minimizará su esfuerzo e incomodidad.
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    Ayuda al paciente a que se separe de la cama. El paciente tendrá que levantar sus caderas. Si el paciente no tiene la fuerza para hacerlo, tendrás que ponerlo de costado.[7]
    • Si el paciente puede levantar sus caderas:
      • Indícale que levante sus caderas a la cuenta de tres.
      • Apoya al paciente colocando tu mano bajo su espalda inferior. No debes levantarlo con esta mano, solo vas a proporcionarle un poco de apoyo.
    • Si el paciente no puede levantar sus caderas:
      • Gíralo suavemente hasta que esté de costado y dándote la espalda. Ten mucho cuidado para evitar que el paciente siga rodando hasta quedar boca abajo o caerse de la cama.
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    Coloca la bacinica bajo las nalgas del paciente. Desliza la bacinica bajo las nalgas del paciente con el borde curvo dirigido hacia su espalda.[8]
    • Si el paciente puede levantar sus caderas:
      • Desliza la bacinica bajo sus nalgas e indícale que descienda lentamente, usando tu mano de apoyo para guiarlo.
    • Si el paciente no puede levantar sus caderas:
      • Desliza la bacinica directamente al lado de las nalgas del paciente. Mantén el lado con la apertura apuntando hacia los pies del paciente.
      • Suavemente haz girar al paciente hasta que esté echado boca arriba y encima de la bacinica. Sostén la bacinica cerca al cuerpo del paciente conforme realices este paso.
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    Eleva el respaldar de la cama. Con cuidado, eleva el respaldar de la cama, proporcionándole al cuerpo del paciente una posición más natural para la situación.
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    Verifica la posición. Pídele al paciente que abra ligeramente las piernas para verificar el correcto posicionamiento de la bacinica.[9]
    • Esencialmente, debes asegurarte de que la bacinica esté colocada seguramente bajo toda la zona de las nalgas.
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    Proporciónale papel higiénico. Coloca papel higiénico al alcance del paciente. Hazle saber que está ahí.[10]
    • También debes proporcionar paños húmedos descartables para las manos del paciente.
    • Ten un interruptor, campana o aparato similar cerca al paciente. Indícale que lo use para darte la señal de que ha terminado.
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    Aléjate. Dale privacidad al paciente cuando use la bacinica. Hazle saber que regresarás en algunos minutos, pero indícale que te llame con el aparato que le proporcionaste si termina antes.[11]
    • No dejes solo al paciente si hacerlo podría ser peligroso.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Retirar la bacinica

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    Lávate las manos y colócate guantes nuevos. Tan pronto como dejes solo al paciente, deberías retirarte los guantes y lavarte las manos.
    • Quizás pasen algunos minutos antes de regresar con el paciente. Antes de hacerlo, lava tus manos una vez más y colócate un nuevo par de guantes descartables limpios.
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    Regresa rápidamente. Regresa al lado del paciente apenas recibas la señal.[12]
    • Lleva un contenedor con agua tibia, jabón, papel higiénico y paños húmedos descartables cuando regreses.
    • Si el paciente no te llama en unos cinco a diez minutos, revisa cómo le va. Vuelve a revisar cada cierto tiempo.
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    Reclina el respaldar de la cama. Reclina el respaldar de la cama lo más posible sin incomodar al paciente.[13]
    • Esta posición hará que sea más fácil que el paciente se retire de la bacinica.
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    Ayuda al paciente a moverse. Si el paciente levantó su cuerpo sin ayuda para colocarse sobre la bacinica, también podrá levantarse solo para retirarla. Si tuviste que colocar al paciente sobre la bacinica, también tendrás que sacarlo tú.[14]
    • Si el paciente puede levantarse solo:
      • Pídele que doble las rodillas.
      • Indícale que levante su cuerpo inferior. Coloca tu mano bajo su espalda inferior para proporcionarle un poco de apoyo.
    • Si el paciente no puede levantarse solo:
      • Sostén la bacinica paralela a la cama para que no se derrame.
      • Simultáneamente, haz rodar al paciente hasta que esté sobre su costado y dándote la espalda.
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    Retira la bacinica deslizándola. Desliza la bacinica de su posición actual y deja que el paciente descanse.[15]
    • Ten cuidado durante el procedimiento y evita deslizar la bacinica contra la piel del paciente cuando la retires.
    • Cubre la bacinica con una toalla y ponla a un costado por el momento.
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    Limpia al paciente. Determina si el paciente pudo o no limpiarse solo. Si no pudo, debes limpiarlo tú.[16]
    • Limpia las manos del paciente con una toalla suave húmeda y con mucho jabón o paños húmedos descartables.
    • Limpia al paciente usando papel higiénico. Limpia siempre desde la parte frontal hacia la parte trasera, sobre todo en el caso de los pacientes femeninos para evitar contaminar el tracto urinario con bacterias provenientes del recto.
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    Limpia la zona. Una vez que el paciente esté limpio, retira la cubierta a prueba de agua o toalla que colocaste sobre la cama.[17]
    • Si se derraman los contenidos u ocurre otro tipo de contaminación, debes cambiar las sábanas y la bata del paciente inmediatamente.
    • Si hay un hedor en la habitación, considera utilizar un ambientador en aerosol.
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    Regresa al paciente a una posición cómoda. Ayuda al paciente a colocarse de nuevo en una posición cómoda para descansar.[18]
    • De ser necesario, eleva o baja la cama entera o solo el respaldar para que el paciente esté más cómodo.
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    Observa o registra los contenidos. Lleva la bacinica al baño y revisa sus contenidos.
    • Busca características poco comunes como rastros de rojo, negro o verde, al igual que moco o diarrea.
    • De ser necesario, mide y registra la cantidad.
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    Bota los contenidos. Vacía los contenidos de la bacinica en el inodoro y descárgalo.
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    Limpia o reemplaza la bacinica. A menos de que la bacinica sea descartable, tendrás que limpiarla cuidadosamente antes de guardarla.[19]
    • Limpia el interior de la bacinica con agua fría. Bota esta agua al inodoro.
    • Escobilla la bacinica con agua fría y jabón utilizando un cepillo para inodoro. Enjuágalo con más agua fría y bota el contenido al inodoro.
    • Seca la bacinica y guárdala o regrésala a su lugar cuando termines.
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    Lávate las manos. Quítate los guantes y lávate las manos cuidadosamente con agua caliente y jabón.[20]
    • Deberías lavarte las manos durante un minuto o más tiempo.
    • Una vez que todo esté limpio, puedes devolver a la habitación a su estado normal abriendo las cortinas, ventanas y puertas que cerraste para el proceso.
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Consejos

  • Estas instrucciones describen el uso de una bacinica en un contexto institucional, pero por lo general estos pasos también se pueden aplicar a un contexto casero.
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Cosas que necesitarás

  • bacinica
  • guantes descartables
  • agua
  • jabón
  • toallas para secar
  • toallas para lavar
  • contenedor con agua tibia
  • paños húmedos descartables
  • papel higiénico
  • talco
  • protector para sábanas a prueba de agua
  • sábanas, mantas, batas y ropas adicionales (según sea necesario)
  • ambientador

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 124 472 veces.
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