Comprar un televisor nuevo puede ser desalentador. Desde tamaño de la pantalla hasta las proporciones de color y más, elegir un televisor parece una tarea científica, y se siente como si solamente los ingenieros pudiesen encontrarle el sentido a los números, frases y tecnología. En realidad, la mayoría de estas afirmaciones y estadísticas se tratan simplemente de discursos de ventas. Realizando una compra inteligente y poseyendo un poco de información privilegiada, puedes suprimir la estática y comprar el televisor perfecto.

Método 1
Método 1 de 3:
Elegir el televisor correcto para tu habitación

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    Elige la ubicación del televisor antes de ir de compras. La iluminación de la habitación, el tamaño de la pared, la distancia hacia los sofás: todo cuenta al momento de elegir un televisor nuevo. Para obtener la mejor oferta, necesitarás saber dónde se ubicará el televisor antes de comprarlo. De esta manera puedes optimizar la calidad de imagen y el tamaño con respecto a la decoración y mobiliario actuales en lugar de improvisar las cosas posteriormente. Debes tener en cuenta lo siguiente:
    • qué tan lejos de la pantalla se encontrará la mayoría de las personas
    • cómo y cuándo la luz del sol en la habitación recaerá sobre la pantalla
    • qué tan grande es la pared en relación al televisor
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    Para obtener los mejores resultados, consigue el televisor más grande que puedas meter cómodamente en la habitación. Piensa en lo lejos del televisor que se encontrarán las personas. Como regla general, debes sentarte a una distancia aproximada de entre 1,5 y 2,5 veces el tamaño de la pantalla del televisor. Así que, si deseas comprar un televisor de 178 cm (70 pulgadas), deberás dejar un espacio de un mínimo de entre 290 y 457 cm (9 y 15 pies) entre el televisor y el sofá. Al comprar un televisor, el tamaño del mismo es el factor más importante a considerar.
    • Como línea de base, piensa en un mínimo de 76 cm (30 pulgadas) para un televisor de dormitorio y entre 127 y 178 cm (50 y 70 pulgadas) para un televisor de sala de estar.
    • Los tamaños de los televisores se miden diagonalmente, desde la esquina superior izquierda de la pantalla hasta la esquina inferior derecha de la pantalla.[1]
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    Elige el tipo de televisor adecuado según la iluminación de tu habitación. Una de las consideraciones más importantes al comprar un televisor es el tipo de iluminación en la habitación a su alrededor. Cuando se le empareja correctamente, la iluminación adecuada reduce la tensión en los ojos al mirar la televisión y hace que la calidad de imagen sea incluso mejor. Los televisores OLED (diodos orgánicos emisores de luz), si bien son los más caros, tienen la mejor calidad de imagen en cada escenario. Dicho esto, tienes algunas opciones:
    • Habitaciones oscuras o atenuadas: las pantallas de plasma y OLED son las mejores para habitaciones oscuras.
    • Habitaciones brillantes, bastante iluminadas: las pantallas LED o LCD muestran la imagen más clara en un contexto de luz brillante.
    • Iluminación normal: las pantallas LED o OLED generalmente funcionan mejor en una variedad de situaciones.[2]
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    No pases por alto el grosor del televisor al ir de compras. El televisor es un mueble, y a menudo es la pieza central de la habitación. Por lo tanto, es necesario que te asegures de que encajará perfectamente en la sala de estar sin generar hacinamiento o se convierta en algo difícil de manejar. Por supuesto, televisores delgados son más fáciles de manipular, pero existen varias otras características que podrían marcar la diferencia:
    • ¿Comprarás un soporte nuevo para televisor o usarás uno viejo? Asegúrate de que la base del televisor encaje de forma segura en el soporte y no solamente hacia fuera o se equilibre de forma deficiente.
    • ¿Se puede montar el televisor en una pared? Esto a menudo ahorra la mayor cantidad de espacio y elimina la necesidad de un soporte voluminoso. Sin embargo, es posible que necesites un equipo de instalación si no te gusta la carpintería.
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    Utiliza las directrices de resolución para determinar la calidad de imagen. La resolución determina con cuánta precisión se ve la imagen. Cuantos más píxeles haya, mayor será la resolución. Esta es la razón por la que 2160p, también conocido como Ultra HD 4K, es más caro que 1080p, Full HD, o 720p. La "p" significa cuántos píxeles existen de arriba a abajo de la pantalla en una fila. Un número mayor de píxeles le da mejor claridad y color a la imagen.
    • Desde el 2016, 4K (4000 píxeles) es el líder actual en resolución, y los precios caen rápidamente. Para el 2020, estos televisores serán estándar, y por lo tanto durarán más tiempo. Dicho esto, el 90 % de los consumidores no pueden notar la diferencia entre 4K y 1080p, ya que los píxeles son demasiado pequeños para sus ojos.
    • No compres un televisor de menos de 1080p, ya que 720p será algo anticuado y pronto quedará obsoleto.
    • Algunos sistemas están etiquetados con una “i”, tal como 1080i. Solamente ten en cuenta que la calidad de imagen es aproximadamente la misma que 1080p. La denominación 1080p simplemente ha “ganado” la guerra por atraer a los consumidores.[3]
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    Conoce las entradas que necesitas, específicamente cualquier dispositivo que no pueda usar HDMI. Afortunadamente, esto solamente se ha vuelto más fácil, ya que casi todos los dispositivos utilizan cables HDMI en estos días. Sin embargo, existen algunos dispositivos, tales como el Nintendo Wii o el antiguo VCR, de los cuales no puedes desprenderte, los cuales requieren de entradas antiguas. Si esto es una necesidad para ti, asegúrate de tener una lista de todos los puertos esenciales y entradas durante las compras.
    • En general, una cantidad de entre 3 y 4 puertos HDMI cubrirán todas tus necesidades de entretenimiento.
    • Si estás confundido sobre las entradas y nombres, simplemente toma una foto de las entradas y llévala contigo a la tienda. Alguien allí será capaz de darte consejos específicos.[4]
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Método 2
Método 2 de 3:
Comprender las características del televisor

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    Comprende cuáles son las especificaciones de un televisor que no significan nada en absoluto. Si sientes que hay ocho mil millones de televisores en el mercado, todos con diferentes estadísticas y cifras, no estás solo. Estas estadísticas están diseñadas para abrumarte y hacerte comprar algo más costoso, pero no tienes que dejarte convencer. Puedes ignorar con seguridad los siguientes términos y palabras cuando compres un televisor, ya que se tratan simplemente de tácticas de venta:
    • tasas de actualización (cualquier valor por encima de 120 Hz está bien)
    • relación de contraste
    • velocidad de movimiento, ClearMotion, TruMotion, etc.
    • ángulos de visualización
    • puertos HDMI Premium (todos los puertos HDMI tendrán el mismo aspecto, sin importar el puerto)[5]
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    Selecciona el rango de color más alto posible solamente si realmente deseas contar con la calidad perfecta. El HDR, o High Dynamic Range en inglés, es un nuevo formato de color destinado a capturar la mayor variedad de colores posible. El problema es que la mayoría de las fuentes (cable, Netflix, etc.) aún ni siquiera transmiten color de calidad HDR, así que probablemente notarás poca diferencia. Dicho esto, esta podría ser una buena opción para que tu televisor se encuentre "preparado para el futuro" de una mejor manera.
    • Obviamente, mientras más colores haya, mejor será la experiencia. Sin embargo, esto no significa que este pequeño repunte haga que valga la pena gastar unos $200 o $300 adicionales.
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    Solamente compra televisores tridimensionales si te encuentras comprometido con los costos adicionales recurrentes. A menos que te guste ver películas en formato tridimensional, omite esta característica. La mayoría de las empresas ya han superado este formato, retirando silenciosamente televisores tridimensionales de su inventario porque los consumidores no han quedado impresionados. ¿Por qué? Porque necesitas gafas costosas por cada espectador, un reproductor compatible con el formato tridimensional y películas muy caras que no se pueden reproducir en reproductores que no sean tridimensionales. Así que, a menos que realmente desees recrear la experiencia del cine en casa a cualquier costo, omite esta característica.
    • Todos los televisores tridimensionales pueden reproducir películas normales en formato bidimensional. Si deseas elegir esta opción, y el dinero no es una preocupación, es mejor ir a lo grande con las capacidades del formato tridimensional.
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    Compra un televisor inteligente (Smart TV) solamente si no tienes alguna otra fuente de transmisión en línea. Los televisores inteligentes tienen aplicaciones integradas para mostrar Netflix, Amazon Prime, YouTube y otros videos populares de Internet. Aunque esto puede parecer atractivo, existe un mismo número de otros dispositivos de transmisión en línea que puedes conseguir a un precio barato, que los televisores inteligentes son a menudo redundantes. Si ya tienes una manera de transmitir medios, omite el costo adicional de un televisor inteligente.[6]
    • Puedes obtener un Google Chromecast, Roku, Amazon Firestick, Apple TV, o sistema de videojuegos con todas las mismas características por un precio de entre $40 y $200.
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    Evita pagar un cargo adicional por los televisores curvos. Se tratan en realidad de una cuestión de moda, sin ninguna relación real con la calidad de la imagen o el goce de la experiencia. Algunas personas incluso argumentan que son peores, haciendo más difícil que todos los miembros de un grupo grande disfruten de la pantalla desde diversos ángulos.[7]
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Método 3
Método 3 de 3:
Obtener la mejor oferta

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    Define tu presupuesto antes de ir de compras. Los televisores cada vez se venden más como si fuesen autos, con vendedores dotados o anuncios que intentan venderte televisores con características de lujo y un montón de palabras tecnológicas confusas. La mejor manera de evitar gastar más de lo que deseas es determinar el precio máximo que puedes pagar antes de entrar en la tienda o en línea. Cuando sea posible, sé sincero al respecto y dile al vendedor que no pagarás más allá de ese monto, impidiéndole que te muestre ciertos artículos. Las estimaciones básicas de precios, en el año 2016, son:
    • 81 cm (32 pulgadas): entre $150 y $500
    • entre 99 y 109 cm (39 y 43 pulgadas): entre $250 y $1100
    • entre 116 y 132 cm (46 y 52 pulgadas): entre $380 y $1600
    • entre 140 y 150 cm (55 y 59 pulgadas): entre $450 y $2500
    • 165 cm (65 pulgadas): entre $700 y $5000[8]
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    Compra durante noviembre o marzo para obtener los mejores precios en los televisores nuevos. Los televisores son inversiones caras, y deben durar muchos años cuando se compran de la manera correcta. Es posible que valga la pena esperar un mes o dos para aprovechar las enormes ventas de Navidad y Viernes Negro (Black Friday), lo cual te ayudará a adquirir potencialmente un mejor televisor del que hayas esperado según tu presupuesto.
    • Noviembre es contundentemente el mejor momento para conseguir un televisor barato. Los precios son siempre más bajos durante y antes del Viernes Negro, y por lo general se puede comprar en línea.[9]
    • En marzo, después de que las empresas han estrenado sus nuevos equipos de televisores a principios de año, es la siguiente mejor oportunidad para obtener una televisión a buen precio antes de que los modelos nuevos lleguen a la tienda.[10]
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    Recuerda ahorrar dinero para adquirir el sistema de sonido, el cual la mayoría de los televisores ignoran. Mientras más delgado sea un televisor, peor sonará. Los altavoces necesitan espacio físico para funcionar, así que los equipos bastante delgados a menudo suenan latosos. Una barra de sonido básica es a menudo la mejor alternativa en el caso de que no tengas un sistema estéreo, y cuestan por lo general menos de $100. Sin embargo, recuerda tener en cuenta el sonido al comprar un televisor, vale la pena tenerlo en cuenta al momento de averiguar precios.[11]
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    Gasta tu dinero en el tamaño y no en las palabras de moda y características lujosas. Existen algunas características que son importantes, ya sea que desees un televisor inteligente, construido en DVR, etc., pero al final del día el tamaño de la imagen es la consideración más importante. Si deseas obtener un televisor que dure y pueda mostrar de todo, desde deportes hasta videojuegos de manera satisfactoria, entonces mientras más grande sea el televisor, mejor será la experiencia.[12]
    • No obstante, no compres un televisor grande sin tener en cuenta el tamaño de la habitación. Recuerda que necesitarás sentarte aproximadamente a una distancia aproximada de entre 1,5 y 2 veces el tamaño del televisor para obtener una mayor comodidad, por lo que un televisor de 152 cm (60 pulgadas) debe tener un mínimo de espacio de entre 228 y 304 cm (90 y 120 pulgadas) en frente de él.
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    Nunca compres un televisor basándote puramente en su rendimiento en una sala de exhibición. A los televisores de las tiendas se les ha aumentado artificialmente el brillo y el contraste con el fin de engañar. Lucen muy bien en una gran fila, con imágenes especialmente diseñadas para lucir emocionantes, pero tendrán un bajo rendimiento cuando se los coloque en la casa para mostrar espectáculos normales y películas. La iluminación brillante y fuerte en una tienda es diferente a la de una casa. Esto hace que la imagen parezca muy diferente de lo que será más adelante.
    • Las “salas de teatro” especialmente diseñadas, con iluminación más natural y un fondo más oscuro, son formas mucho más seguras de probar televisores en persona.[13]
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    Lee opiniones antes de hacer cualquier compra. En última instancia, la calidad del televisor es mucho más que la suma de unas pocas hojas de especificaciones. Si deseas comprar un televisor de primera, tendrás que investigar. Haz una lista de posibles televisores en el rango de precios que puedes permitirte, y luego asócialos a una búsqueda en Internet con la palabra "opiniones". Identificar la manera cómo las personas se sienten viendo el televisor real resulta algo mucho más informativo que cualquier discurso de ventas.
    • Si solamente deseas la televisión más grande que puedas comprar y no te preocupan las características, dirígete a Amazon o Best Buy y simplemente compra el más barato en el tamaño que desees. Es posible que la calidad no sea perfecta, pero el tamaño aún constituye la consideración más importante al momento de comprar un televisor.[14]
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Consejos

  • Puedes comprar una garantía extendida a través del fabricante, lugar de venta o negocio externo. Sin embargo, la mayoría de los fabricantes ofrecen un año de repuestos, 90 días de garantía de reparación en todos los televisores nuevos.
  • Si es posible, comprueba la calidad de la imagen desde ángulos diferentes. Es posible que la imagen en un televisor no sea tan buena cuando no se la ve desde una ubicación exactamente delante del televisor.
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