La carambola, también conocida como fruta estrella, es una de las frutas con apariencia más interesante. El nombre popular se debe a su forma, que se asemeja a una estrella. Además, tiene un color amarillo dorado, lo que la hace perfecta para propósitos decorativos. Por ejemplo, se puede cortar en tajadas delgadas con forma de estrella para adornar una ensalada de frutas.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Prepararse para cortar la carambola

  1. 1
    Lava la fruta. Enjuágala bajo un chorro de agua fría, frotando la superficie con tus dedos para quitar los restos de tierra que hayan quedado en las grietas. Lavar la fruta ayudará a eliminar los químicos y gérmenes que pueda tener, lo que hará que sea más segura de consumir.[1]
  2. 2
    Usa una tabla para picar. Esto es mejor que simplemente cortar sobre el mostrador, ya que evitará que la superficie se arañe. Puedes emplear una tabla de plástico o de madera.
  3. 3
    Consigue un cuchillo afilado. Asegúrate de ser cuidadoso al emplear el cuchillo para no cortarte por accidente. Asimismo, recuerda lavar el cuchillo con agua caliente y jabón.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Cortar los bordes de la carambola

  1. 1
    Corta la fruta. Desliza el cuchillo a lo largo de los bordes verdes de la carambola. Deshazte de todo lo que no sea de color anaranjado o amarillo.
  2. 2
    Corta los dos extremos. Una vez que hayas quitado los bordes, tendrás que cortar las dos puntas. Corta aproximadamente 1 cm (1/2 pulgada) de cada lado. En este punto, la fruta debe verse completamente anaranjada o amarilla. La idea es que hayas retirado todo lo que era verde o marrón.
  3. 3
    Corta por el lado más largo. Coloca la fruta echada y empieza a cortar para obtener tajadas con forma de estrella de aproximadamente 1 cm (1/2 pulgada) de ancho.[2]
  4. 4
    Quita las semillas o pepas. Las tajadas tendrán algunas semillas, particularmente en la parte central de la fruta. Puedes usar la punta del cuchillo para quitarlas.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Limpiar y servir la carambola

  1. 1
    Lávate las manos. Al igual que otras frutas cítricas, la carambola contiene ácidos, así que procura evitar que el jugo te caiga en los ojos o en heridas abiertas. Una vez que termines de cortarla, lávate las manos con agua caliente y jabón para evitar que te ardan los ojos si los tocas más adelante.
  2. 2
    Coloca la carambola en un plato o un tazón. Puedes mostrar la carambola según tu preferencia y de la ocasión. Todas las partes de la fruta son comestibles, así que no es necesario desechar los restos si prefieres comerlos.[3]
  3. 3
    Limpia la tabla de picar y la superficie del mostrador. Lava la tabla de picar para que quede limpia y lista para tu siguiente preparación. Asimismo, asegúrate de que no queden restos de carambola en el mostrador, ya que la fruta puede podrirse y oler mal.
  4. 4
    Sirve la carambola. Esta fruta puede usarse en muchas recetas, desde hojuelas de carambola[4] hasta salsa de mango y naranja.[5] Procura planear la receta que quieras preparar con anticipación para poder tener todos los ingredientes necesarios.

Consejos

  • Si quieres endulzar o reforzar el sabor de la carambola, añádele un poco de sal. De esta manera, lograrás realzar el sabor de la fruta.

Advertencias

  • Recuerda que los niños siempre necesitan supervisión si van a utilizar un cuchillo por cualquier motivo.

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 6213 veces.