Para muchos perros, la experiencia del corte de uñas es un mal necesario. Y todo puede empeorar si accidentalmente cortas la vena que se encuentra en el interior de cada uña. Esta vena está rodeada de terminaciones nerviosas, por lo que si se corta, puede generar sangrado y dolor. Si aprendes a no tocar esta vena en situaciones específicas (uñas oscuras, vena más extendida de lo normal) y sigues algunas recomendaciones generales para evitarlo, lograrás que el corte de uñas de tu mascota sea una experiencia más agradable.

Método 1
Método 1 de 3:
Recortar las uñas oscuras

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    Corta de a pocos. Cuando las uñas son de un color claro, es fácil ver las venas. Pero esto no se aplica a las uñas oscuras. Si tu perro tiene las uñas oscuras, deberás que tener mucho cuidado para no lastimarlo accidentalmente. Asegúrate de que tu mascota esté en una posición cómoda y corta un poco de la uña.[1] Si la vena no es muy larga, tendrás que hacer varios cortes pequeños hasta llegar al límite.[2]
    • Cuando se menciona un corte pequeño, quiere decir de unos milímetros.
    • Si trabajas con cortes pequeños, te asegurarás de no cortar la vena por accidente.
    • Haz cortes en un ángulo inclinado de arriba hacia abajo en lugar de de un lado a otro. Esto ayudará a mantener la curva natural de la uña.[3] [4]
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    Fíjate si llegaste a la vena luego de cada corte. Cada vez que recortes la uña, detente y observa la punta. Al hacerlo, notarás que la parte inferior se ve clara y la parte superior, oscura.[5] La vena se ve como un pequeño óvalo de color gris o rosa cerca de la parte superior de la uña.[6]
    • Dependiendo de la postura del perro, tal vez tengas que girar su pata un poco para poder ver la punta de la uña.
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    Deja de cortar cuando alcances la vena. Con cada corte pequeño, te acercarás cada vez más a la vena. Una vez que puedas verla, detente.[7]

Método 2
Método 2 de 3:
Recortar las uñas con venas extendidas

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    Lima las uñas del perro. A veces, la vena se extiende junto con la uña conforme esta crece.[8] Con el tiempo, la vena puede llegar hasta la punta de la uña, por lo que cortarla puede ser un reto. Si las venas de las uñas de tu mascota están cerca de la punta, o ya llegaron ahí, es mejor limarlas. Puedes usar una lima para uñas para humanos (se consiguen en farmacias) o una diseñada para mascotas.[9]
    • Lima alrededor del borde superior y los lados, sin llegar a la vena.[10]
    • Lima las uñas de tu perro cada día por 3 semanas. De esta semana, la vena retrocederá lo suficiente como para que puedas recortar las puntas sin causar sangrado.[11]
    • También podrías usar una piedra pómez para limar las uñas de tu mascota.[12] Puedes conseguir una en una tienda de artículos de salud y belleza.
    • Otra alternativa sería usar una lima eléctrica para mascotas.[13] Sin embargo, considera que no todos los perros se sienten cómodos con el ruido y la vibración que produce este aparato.
    • Si tu perro tiene las uñas oscuras, no podrás ver las venas hasta que recortes un poco las puntas. Si solo puedes hacer un corte pequeño y de pronto ves la vena, considera limar cada uña durante varias semanas hasta que la vena retroceda.
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    Recorta las puntas de las uñas. Luego de limar las uñas de tu mascota por varias semanas, las venas habrán retrocedido lo suficiente como para poder cortar las puntas. Incluso luego de recortarlas, podrías continuar limando las uñas para que las venas retrocedan un poco más.[14]
    • Conforme vas recortando, tal vez ya no sea necesario seguir limando las uñas. Conversa con el veterinario si no estás seguro de cuándo debes dejar de limar.
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    Permite que tu perro camine en superficies abrasivas. Una superficie abrasiva, como el suelo de concreto, ayudará a desgastar las uñas del animal, lo que hará que las venas retrocedan naturalmente. Si tu mascota no está acostumbrada a caminar o correr sobre este material, puedes incrementar el tiempo que pasa ahí poco a poco para evitar posibles accidentes. Con el tiempo, las venas retrocederán y las uñas se mantendrán más cortas.[15]

Método 3
Método 3 de 3:
Tomar precauciones generales

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    Recorta las uñas de tu perro regularmente. De esta manera, las venas se mantendrán de un tamaño que te permita cortar sin accidentes. Puedes hacerlo cada 3 a 4 semanas.[16] Como regla general, si ves que las uñas tocan el piso cuando el perro camina, es hora de un recorte.[17]
    • Considera que las uñas de las patas traseras suelen mantenerse más pequeñas que las delanteras.[18] Por lo tanto, tal vez no tengas que recortar las uñas de las patas traseras tan a menudo.
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    Coloca la parte afilada del cortauñas hacia ti. Los dos tipos principales de cortauñas para perros (guillotina y tijera) tienen hojas afiladas. Cuando coloques el cortauñas en posición para cortar, asegúrate de poder ver el filo de la hoja. De esta manera, quedará un poco más alejada de la vena y será más sencillo evitar accidentes.[19]
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    Recorta a 2 milímetros de la vena. No debes llegar hasta la misma vena, ya que de lo contrario será más probable que la cortes. Es mejor que quede justo por encima del límite.[20] Si tu perro tiene uñas de color claro, obsérvalas por uno de los lados al colocar el cortauñas. Calcula alrededor de 2 milímetros por encima del límite.
    • Recortar justo por encima del límite de la vena en uñas oscuras es más difícil, ya que no puedes ver este límite antes de empezar. Por lo tanto, lo ideal es hacer varios cortes pequeños para calcular cuándo debes detenerte para no lastimar a tu mascota.

Consejos

  • Si cortas una vena por accidente, no temas. Existen varias maneras de detener el sangrado, como colocar polvo estíptico o maicena en la uña cortada.
  • Limar las uñas de un perro rara vez causa sangrado.[21]

Advertencias

  • Si un perro tiene las uñas largas, estas pueden partirse o quebrarse al tener contacto con una superficie abrasiva.[22] Si este es el caso de tu mascota, no permitas que pase mucho tiempo en el suelo de concreto.

Acerca de este wikiHow

Natalie Punt, DVM
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Natalie Punt, DVM. La Dra. Natalie Punt es veterinaria, y la fundadora y presidenta ejecutiva de mPet. Se especializa en atender emergencias de animales pequeños, así como en medicina general y economía de la práctica veterinaria. Tiene una licenciatura en bioquímica y biología molecular de la Universidad de California, Davis, una maestría en bioquímica de la Universidad de Buffalo y otra maestría en ciencias de la salud de la Western University of Health Sciences.
Categorías: Cuidado de los perros