Casi todos los perros de vez en cuando mudan de pelaje. Entre las razas que más mudan de pelaje se encuentran los pastores alemanes, que lo hacen casi todo el año, pero incluso los perros que no dejan caer mucho pelo, como los poodles, lo harán ocasionalmente. El clima y las estaciones juegan un papel muy importante cuando se trata de cuánto pelo arroja un perro, pero la salud en general influye en la cantidad de pelo que en realidad se cae. Un perro que pierde más cantidad de pelo de lo normal para su raza puede tener problemas de salud no diagnosticados. No puedes hacer que tu perro deje de botar pelo, pero al mantenerlo sano y bien cuidado, puedes reducir la cantidad.

Método 1
Método 1 de 2:
Reduce la caída de pelo a través de la nutrición

  1. 1
    Alimenta a tu perro con una dieta de alta calidad. Una de las mejores maneras de reducir la caída de pelo en los perros es empezar con una dieta saludable. La comida para perros barata está hecha principalmente de ingredientes de relleno que los perros tienen dificultad para digerir, como el maíz y los granos. En su lugar, busca comida para perro que tenga carne como ingrediente principal.[1] Los alimentos de mejor calidad cuestan un poco más, pero son mejores para tu perro por una variedad de razones. Los nutrientes en los alimentos para perros ricos en carne son más fáciles de digerir y absorber, por lo que promueven una mejora de salud general y ayudan a controlar la caída de pelo y la piel seca.[2] Ten en cuenta que una mejor nutrición puede ayudar a reducir la caída de pelo, pero no la evitará por completo.
    • Los perros con alergias o sensibilidades a los alimentos son particularmente más propensos a la caída de pelo relacionada con la dieta. Es posible que tengas que experimentar con algunos alimentos diferentes antes de encontrar uno que sea adecuado para tu perro. Consulta con tu veterinario para que te dé consejos y recomendaciones.[3]
    • No alimentes a tu perro con suplementos vitamínicos adicionales a menos que te lo recomiende tu veterinario. La hipervitaminosis o envenenamiento por vitaminas debido al exceso de consumo puede dar lugar a problemas de salud graves para tu perro.[4]
  2. 2
    Añade aceite de oliva o aceite de linaza a la alimentación de tu perro. Una cucharadita (5 ml) por cada 4,5 kg (10 libras) de peso corporal es un buen punto de partida.[5] Estos aceites contienen ácidos grasos omega 3 que ayudan a calmar la piel inflamada, disminuyen la caspa y mejoran la textura del pelaje.
    • Muchas tiendas de mascotas también venden suplementos dietéticos de omega 3 en cápsulas o en forma de polvo. Consulta con tu veterinario para encontrar la mejor opción para tu perro.
    • También puedes aumentar la ingesta de ácidos grasos omega 3 de tu perro al alimentarlo con salmón, atún u otros pescados ricos en estos ácidos grasos. Las pieles de pescado también son buenas, pero nunca le des a tu perro las espinas, ya que pueden astillarse y causar asfixia.[6]
  3. 3
    Dale a tu perro “comida humana” de vez en cuando. Las manzanas en rodajas (sin semillas, las cuales contienen rastros de cianuro que pueden acumularse en el sistema de tu perro), los plátanos, pepinos y carnes magras cocidas (sin huesos) son alimentos ricos en humedad que ayudan a que tu perro se mantenga hidratado. También contienen nutrientes saludables que ayudan a que el pelaje de tu perro esté liso y brillante, además de reducir la caída del pelo. Sin embargo, recuerda que solo entre el 5 y 10 % de la ingesta diaria de alimentos de tu perro debe ser de convites de cualquier tipo; el resto debe ser alimento para perros de alta calidad.[7]
    • Muchos alimentos humanos son aceptables e incluso saludables para los perros, sin embargo, hay algunos alimentos que nunca le debes dar a tu perro. La Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA, por sus siglas en inglés) tiene una lista completa, que incluye alimentos como el aguacate, el chocolate, las uvas, los productos lácteos, las cebollas y sorprendentemente, la carne cruda.[8]
  4. 4
    Dale a tu perro agua limpia y fresca. La deshidratación puede provocar piel seca, lo cual puede causar la caída excesiva de pelo e incluso enfermedades. Asegúrate de que tu perro siempre tenga acceso a agua limpia y fresca tanto como quiera beberla.[9]
    • También puedes elevar el consumo de agua de tu perro mediante la incorporación de alimentos húmedos en su dieta. Los alimentos húmedos para perros contienen hasta un 78 % de humedad en comparación con el 10 % de los alimentos secos, y puede ser una buena manera de asegurarte de que tu perro se mantenga hidratado.[10]
    Anuncio

Método 2
Método 2 de 2:
Reduce la caída de pelo a través del cepillado

  1. 1
    Cepilla el pelaje de tu perro con regularidad. El cepillado elimina el exceso de pelo suelto y redistribuye los aceites de la piel de tu perro en su pelaje, ayudándolos a quedarse en su lugar.[11] Según el tipo de pelaje de tu perro, puedes usar un cepillo impermeable o de cerdas, o un rastrillo.[12]
    • Los cepillos de cerdas son los mejores para las razas de pelo corto y suave, como muchos terriers, pugs y lebrel ingleses. Estos cepillos tienen un aspecto similar a los cepillos de cerdas para el cabello humano.
    • Los cepillos impermeables son buenos para muchas razas de perros con pelo medio y rizado, como los retrievers, Cocker spaniels y san Bernardo. Estos cepillos tienen pequeños pasadores de alambre cortos muy juntos.
    • Los rastrillos son mejores para las razas de perros con el pelo largo y pelaje grueso, como los collies, pastores alemanes y Chow Chows. Cuando compres un rastrillo, asegúrate de que sus patas sean aproximadamente tan largas como el pelaje de tu perro para garantizar que elimine correctamente las capas de pelo muerto.
  2. 2
    Usa herramientas de extracción de pelo para los perros que pierden más pelo. Usa herramientas de extracción de pelo justo antes de la primavera cuando el pelaje de invierno de los perros empieza a caerse y de nuevo en el otoño cuando el pelaje de invierno empieza a crecer. Es posible que los perros que vivan en el interior toda o la mayor parte del tiempo pierdan pelo todo el año.[13]
    • Para los perros con pelo corto, es probable que puedas utilizar un peine de goma para quitar el pelo suelto. Los perros con pelaje largo o grueso probablemente requieran de herramientas como un rastrillo cortanudos o una cuchilla quita muda.[14]
  3. 3
    Baña a tu perro con regularidad. Los baños regulares hacen que el pelo suelto se caiga en la bañera (o afuera de ella) en lugar de en tus muebles. Sin embargo, el exceso de baño puede causar sequedad de la piel, lo que hace que el pelo se caiga. Realiza una investigación acerca de la raza de tu perro para aprender sobre el horario de baño sugerido o pregúntale a tu veterinario.
    • Secar el cabello de tu perro después de un baño puede ser útil si tu perro tiene un pelaje largo. Utiliza solo el calor bajo (o un ajuste fresco, si tienes esa opción). Primero, seca a tu perro con toallas; luego, utiliza la secadora de pelo para ayudar a eliminar el pelo suelto.
  4. 4
    Controla las pulgas. Los perros con problemas de pulgas se rascan sin cesar, lo cual hace que el pelo se caiga. Mantener a tu perro libre de pulgas evitará la piel irritada, la caspa y el desprendimiento excesivo de pelo.[15]
    Anuncio

Consejos

  • Si el pelo de tu perro se sigue cayendo a pesar de todas estas soluciones, haz una cita con tu veterinario. Un perro al que se le cae el pelo en exceso puede sufrir de una condición no diagnosticada como alergia a la piel, infecciones o parásitos.[16]
Anuncio

Advertencias

  • Lamerse constante o frecuentemente las patas o la cara también puede aumentar la caída de pelo y puede ser un signo de un problema de salud mayor. Lleva a tu perro a un veterinario inmediatamente.
  • Los perros con lugares calvos, piel rota, heridas abiertas o pelo opaco o seco deben ser examinados por un veterinario lo antes posible, ya que estos síntomas pueden indicar problemas de salud de mayor magnitud.
Anuncio

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 262 367 veces.
Categorías: Cuidado de los perros
Anuncio