Un desgarro del ligamento cruzado anterior (LCA) es una lesión común en los perros, que puede provocar cojera en las patas traseras. Esta lesión se produce cuando el LCA en la articulación de la rodilla del perro se estira o se desgarra, provocando dolor agudo o crónico. Aunque este desgarro resulta doloroso para el animal, puede aliviarse con descanso y medicamentos. Si le brindas el tiempo suficiente, es probable que el perro se recupere. Sin embargo, los perros más grandes pueden desarrollar artritis a menos que se sometan a una cirugía.

Método 1
Método 1 de 4:
Aliviar el dolor del perro en casa

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    Proporciónale a tu mascota una cama cómoda, alimento y agua. Escoge una ubicación en la casa que sea segura para el perro en recuperación. Asegúrate de que el perro pueda pasar tiempo con la familia y salir con facilidad para ir al baño.
    • Debes trasladar todas las cosas del perro a este lugar de descanso temporal para que se sienta como en casa.
    • Si tienes una casa de varios pisos, es mejor que escojas una ubicación en la planta baja.
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    Haz que el perro descanse durante 6 semanas para dejar que la lesión se cure. Tu mascota necesita recostarse en una posición cómoda para que la inflamación alrededor de la articulación disminuya. Debes dejar de sacar a pasear al perro y evitar que salte sobre los muebles o utilice las escaleras.[1]
    • Si sacas al perro para que vaya al baño, debes cargarlo hasta el patio. Luego, mantenlo a una distancia corta para evitar que salga corriendo.
    • El perro redistribuirá su peso de forma natural entre sus 3 patas sanas. Por desgracia, esto hace que las patas se tensen, haciendo que pierda libertad de movimiento, por lo que tu mascota necesita descansar.
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    Instala rampas para ayudarlo a subirse fácilmente a los muebles. Es probable que el perro aún desee subirse al sofá o a tu cama. Es mejor que lo cargues y lo coloques sobre los muebles, pero es probable que no siempre te encuentres cerca para ayudarlo. Evita que salte sobre los muebles e instala rampas para que el perro pueda subirse.[2]
    • También puedes utilizar la rampa para ayudar al perro a subirse al automóvil si necesitas llevarlo a alguna parte.
    • Puedes conseguir rampas en una tienda local de mascotas o a través de internet. Incluso puedes encontrar rampas plegables.
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    Utiliza rejas de seguridad para limitar la capacidad del perro para deambular por la casa. Las puertas de seguridad para niños son una opción excelente para ayudar a que el perro descanse. Utiliza estos elementos para mantener al perro dentro de una habitación. También puedes utilizarlos para bloquear las escaleras y evitar que el perro suba.[3]
    • Asegúrate de que las rejas sean lo suficientemente altas como para que tu perro no intente saltar por encima de ellas. Dado que conoces mejor a tu perro, debes confiar en tu criterio para escoger las rejas adecuadas para él.
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    Mantén a tu mascota fuera de los pisos resbaladizos (por ejemplo, de linóleo o laminados). Es necesario que tu perro camine sobre superficies que le proporcionen estabilidad. De lo contrario, puede volver a lesionarse o lastimarse la otra pata. Debes bloquear las habitaciones que tienen pisos resbaladizos o cubrir el piso con alfombras antideslizantes.
    • Evita el uso de artículos como toallas o mantas para cubrir el piso resbaladizo. Estos materiales también son resbaladizos, por lo que pueden hacer que el perro se lastime.
    • El tratamiento no quirúrgico puede hacer que el perro desarrolle artritis temprana en la articulación.
    • Los perros que pesan más de 10 kg (22 libras) no pueden aliviarse con tratamientos caseros y con frecuencia requieren cirugía.

Método 2
Método 2 de 4:
Cambiar la rutina de tu perro

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    Pon al perro a dieta para evitar que suba de peso durante su recuperación. Tu perro permanecerá inactivo durante al menos 6 semanas, por lo que no necesita ingerir tantas calorías. De manera similar, el peso adicional sobre el LCA de tu perro puede evitar que la lesión se cure. Debes escoger un alimento para perros formulado para que pierda peso o lo mantenga.[4]
    • Conversa con el veterinario para que te recomiende el mejor alimento para tu perro.
    • Sigue las recomendaciones de alimentación que figuran en el alimento que escojas.
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    Lleva al perro a nadar de 2 a 3 veces por semana para que se ejercite. Dado que la natación es un ejercicio sin soporte de peso, no ejercerá demasiado estrés sobre las articulaciones, los músculos o los ligamentos del animal. Si tu perro nada con regularidad, este ejercicio le ayudará a mantener sus músculos tonificados y le proporcionará una simulación mental.
    • Conversa con el veterinario antes de llevar a tu perro a nadar.
    • Debes apoyar a tu perro mientras nada para que no se esfuerce demasiado.
    • Es probable que esta no sea una opción durante el invierno, ya que la mayoría de las piscinas cubiertas no admiten perros. Si resides en un área que tiene días cálidos durante el invierno, podrías llevar al perro a nadar en esos días.
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    Comienza a sacar al perro a pasear durante 5 minutos dos veces al día después de 6 semanas. Esto le permitirá a tu mascota comenzar a ejercitar su pata sin presionarla demasiado. Mantén al perro con una correa en todo momento para que no se escape ni corra el riesgo de volver a lesionarse el LCA. A medida que el estado de tu mascota mejore, puedes comenzar a extender la duración de sus paseos.[5]
    • Es mejor consultar con el veterinario antes de comenzar a ejercitar al animal.
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    Utiliza una rodillera para apoyar la articulación del perro. Envuelve una rodillera canina alrededor de la pata para ofrecerle apoyo adicional. Inserta las puntas de los dedos debajo de la rodillera para verificar que proporcione una compresión ligera pero que no corte la piel del perro.[6] Es probable que tengas ajustarla a lo largo del día. Debes observar a tu mascota para asegurarte de que parezca cómoda con la rodillera.[7]
    • El uso de una rodillera puede ayudar al perro a recuperarse de una lesión en el LCA sin cirugía, pero no siempre es efectivo. Debes consultarle al veterinario si una rodillera es adecuada para tu mascota.
    • Es mejor utilizar una rodillera personalizada por el veterinario, pero puedes conseguir rodilleras caninas a través de internet.

Método 3
Método 3 de 4:
Recibir tratamiento médico

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    Lleva al perro al veterinario para conseguir un diagnóstico. El veterinario realizará un examen físico y tomará una radiografía para determinar si el perro presenta una fractura. Este especialista descartará otras causas del dolor del animal y le realizará un diagnóstico. Luego, el veterinario recomendará el tratamiento para la lesión de tu mascota.[8]
    • Es probable que el veterinario desee sedar al perro para que pueda examinar la lesión sin provocarle dolor ni molestias.
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    Pregúntale al veterinario acerca de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para aliviar el dolor del perro. Es probable que el veterinario le recete un AINE para tratar el dolor. Los AINE que comúnmente se recetan a los perros incluyen meloxicam (Metacam), carprofeno (Rimadyl) y robenacoxib (Onsior). Suminístrale el medicamento a tu mascota junto con sus alimentos, o como lo indique el veterinario.[9]
    • Lee todas las instrucciones que te proporcione el veterinario y sigue siempre los requisitos de dosificación.
    • Los AINE deben administrarse junto con los alimentos.
    • En casos raros, los AINE pueden provocar problemas estomacales en el animal. Si detectas vómitos, diarrea o heces decoloradas, debes contactar al veterinario de inmediato.
    • Nunca le suministres a tu perro aspirina o fármacos AINE formulados para humanos.[10]
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    Analiza con el veterinario si la cirugía es necesaria o no para tu mascota. El perro puede recuperarse sin cirugía. Sin embargo, algunos perros se recuperan mejor con una intervención quirúrgica. La cirugía puede estabilizar las articulaciones del perro para ayudarle a recuperarse. La cirugía también puede reducir el riesgo de lesiones futuras, además de la artritis a medida que el animal envejece.[11]
    • Es probable que el perro necesite cirugía si su LCA está completamente desgarrado, ya que es poco probable que se cure. También es probable que necesite cirugía si es de una raza más grande, ya que pone más peso sobre sus articulaciones. Dado que es más grande, sus articulaciones necesitan más estabilidad para mantenerse saludables.
    • Una cirugía de LCA puede costar 1200 dólares como mínimo. Sin embargo, la cirugía puede llegar a costar hasta 8000 dólares.

Método 4
Método 4 de 4:
Reconocer un desgarro del LCA

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    Observa si el perro no se muestra tan activo como lo es normalmente. Un perro con un desgarro del LCA experimentará dolor, por lo que no podrá correr, ni saltar ni escalar tanto como normalmente lo hace. Es probable que notes que el perro no desea subir demasiado a los muebles o presenta dificultades para ingresar al automóvil.[12]
    • Por lo general, los perros activos tratarán de estar aún más activos después de lesionarse. Sin embargo, aún vas a notar la actividad reducida.
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    Observa si el perro parece tener cojera en las patas traseras. Es probable que el perro cojee al caminar o distribuya todo su peso sobre sus 3 patas sanas. Esta es una señal de que algo anda mal, así que debes llevar a tu perro al veterinario.[13]
    • Los síntomas de la cojera pueden variar dependiendo de cuán herido se encuentre el perro. Es probable que tu mascota cojee ligeramente o que no pueda soportar el peso sobre su pata en absoluto. Ambos síntomas pueden evidenciar una lesión en el animal.
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    Detecta inflamación sobre la parte interior de la rodilla del perro. Es probable que notes una ligera inflamación alrededor de la articulación de la rodilla, lo cual es un indicio de lesión. La cantidad de inflamación dependerá de cuán lesionada se encuentre tu mascota.[14]
    • Es probable que la inflamación sea provocada por otras lesiones (por ejemplo, una fractura en la pata o un esguince). Asegúrate de llevar a tu perro al veterinario para conseguir un diagnóstico adecuado.
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    Observa si el perro aparta las patas hacia un costado cuando se sienta. Un perro saludable se sentará “de forma cuadrada” con sus patas debajo de su cuerpo. Sin embargo, un perro herido se sentirá incómodo al sentarse de esta manera, por lo que apartará sus patas. Incluso puede desplomarse de costado cuando quiera recostarse.[15]
    • Si tu perro se recuesta de costado, esto no significa que esté herido. Sin embargo, si también se presentan otros síntomas, puede tratarse de un indicio de lesión.
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    Escucha si las rodillas del perro chasquean en su interior. Si la lesión es grave, la rodilla puede chasquear cuando el perro intenta caminar. Esto sucede cuando los huesos se rozan unos contra otros. Si percibes un chasquido, debes llevar al perro al veterinario.[16]

Consejos

  • Dado que un desgarro del LCA no se considera una emergencia médica para el perro, puedes administrarle a tu mascota tratamientos conservadores durante unas semanas antes de decidir si es necesaria una cirugía. El manejo conservador implica hacer que el perro descanse y aliviarle el dolor.

Advertencias

  • El descanso no puede ayudar a los perros que pesan más de 10 kg (22 libras). Si esperas al tratamiento quirúrgico, un perro grande puede correr un mayor riesgo de desarrollar artritis en la articulación.

Acerca de este wikiHow

Ray Spragley, DVM
Coescrito por:
Veterinario
Este artículo fue coescrito por Ray Spragley, DVM. El Dr. Ray Spragley es doctor en Medicina Veterinaria y propietario / fundador de Zen Dog Veterinary Care PLLC en Nueva York. Con experiencia en múltiples instituciones y consultorios privados, las especializaciones e intereses del Dr. Spragley incluyen el manejo no quirúrgico de los desgarros del ligamento cruzado craneal, la enfermedad del disco intervertebral (IVDD) y el manejo del dolor en la osteoartritis. El Dr. Spragley tiene una licenciatura en biología de SUNY Albany y un título de Doctor en Medicina Veterinaria (DVM) de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Ross. También es terapeuta de rehabilitación canina certificado (CCRT) a través del Instituto de rehabilitación canina, así como acupunturista veterinario certificado (CVA) a través de la Universidad de Chi. Este artículo ha sido visto 40 061 veces.
Categorías: Cuidado de los perros