Generalmente, cuando tu perro tiene un accidente o se somete a una cirugía, sale del consultorio del veterinario con suturas. Durante este tiempo, es importante que cuides su herida para que sane apropiadamente. Una gran parte para garantizar que tu perro se recupere uniformemente es saber lo que puede o no hacer e identificar cualquier signo de problemas para que puedas comunicarte con el veterinario. Por lo general, una herida o una incisión quirúrgica se demora entre 10 a 14 días en sanar totalmente, así que debes vigilar bien a tu perro durante la duración del período de curación o hasta que lo indique el veterinario.

Método 1
Método 1 de 2:
Cuidar las suturas

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    Evita que tu perro muerda o lama sus suturas. Después de que haya pasado el efecto de los analgésicos y de la anestesia, posiblemente tu perro intente morder o lamer sus suturas. Si permites que lo haga, no solo dañará su piel, sino que causará una infección. Impide que lo haga. Puedes disciplinarlo si comienza a tocarse las suturas. Quizá también sea necesario que le coloques un bozal.[1]
    • Si debes hacerlo, haz que tu perro use un collar isabelino para evitar que toque sus suturas hasta que hayan sanado. Asegúrate de que lo lleve puesto durante el proceso de curación. Si se lo colocas y se lo quitas, tu perro probablemente comience a rebelarse cuando se lo coloques nuevamente.[2] Probablemente tengas que dejárselo puesto durante dos semanas.
    • También puedes conseguir un collar cervical, que evita que el perro gire la cabeza. Este artículo puede ser útil si el collar isabelino le estorba.
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    Evita que el perro se rasque las suturas. Una vez que la herida comience a sanar, puede comenzar a picar, lo cual significa que tu perro querrá rascarse. Si este es el caso, evita este comportamiento. A veces, el collar isabelino puede ser útil para este propósito. Si no es el caso, cubre las suturas con gasa o vendas. Continúa supervisando a tu perro para asegurarte de que no rasque sus suturas.[3]
    • También puedes colocarle botitas o vendas sobre sus patas y garras para evitar que lastime su herida.
    • Si se rasca la herida, podría abrir las suturas y la herida. Además, la suciedad y las bacterias en las uñas del perro también pueden infectar la herida.
    • Rascar y frotar la herida también puede hacer que se inflame. Si la herida se inflama demasiado, podría provocar que las suturas se rompan.
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    Asegúrate de que la herida y las suturas estén limpias. Asegúrate de que el perro no se ensucie o ensucie la incisión porque podría causar una infección u otras complicaciones. Esto significa que debes evitar que salga solo o que deambule alrededor de áreas lodosas o boscosas.[4] .
    • No apliques ungüento, cremas, desinfectantes u otras cosas sobre la herida sin el permiso del veterinario. No uses soluciones como el agua oxigenada o el alcohol porque podrían dañar el proceso de curación.
    • Debes cambiar el vendaje según las órdenes del veterinario.
    • Asegúrate de que la cama del perro esté limpia. Coloca una sábana limpia o una toalla sobre la cama de tu perro todas las noches y reemplázala incluso si se ensucia ligeramente.
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    Mantén la herida y las suturas secas. No bañes a tu perro durante el período de recuperación. La incisión y las suturas no deben volverse húmedas. La humedad puede hacer que las bacterias se multipliquen y causar una infección. Además, la humedad suaviza la piel, lo cual hace que sea una barrera menos efectiva contra la infección.
    • Para mantener las suturas y las vendas secas cuando tu perro salga, coloca a una bolsa de plástico o un embalaje de plástico alrededor del área cuando salga al exterior. Simplemente quita la cubierta de plástico tan pronto como tu perro regrese.[5]
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    Revisa las suturas. Si la herida no está vendada, revisa las suturas unas cuantas veces al día. Hacerlo te ayudará a notar cambios o infecciones. Este aspecto es muy importante para que tu perro sane.[6] La herida debe lucir limpia con los bordes tocándose entre sí. Probablemente veas algunos moretones alrededor de la incisión y quizá esté más roja que la piel que la rodea.[7]
    • Es posible que la incisión esté ligeramente inflamada o levantada. Posiblemente ocurra una filtración menor, como una gota de fluido claro o con sangre. Sin embargo, si notas una hinchazón anormal, un fluido permanente, una secreción espesa o una secreción de color amarillo verduzco, comunícate con tu veterinario.
    • Toma atención a cualquier hinchazón, aumento de temperatura en la piel, mal olor, secreción, irritación o daño nuevo.[8]
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    Cubre la incisión. Si no puedes evitar que el perro se lama o toque las suturas, puedes cubrirlas. Si las suturas están en el torso del perro, colócale una camiseta. Asegúrate de que sea de algodón para que pueda respirar. Solo asegúrate de que la camiseta le quede al perro y no sea demasiado grande o demasiado ajustada. Puedes atar la camiseta para evitar que el torso del perro se mueva.[9]
    • Hacerlo es útil si tienes varios perros y no puedes mantenerlos separados.
    • También puedes cubrir las suturas con una venda. Probablemente debas hacerlo si la herida se encuentra sobre una extremidad.
    • Si el perro se rasguña la herida con la pata trasera, coloca una media ajustada sobre su pata para que las garras no rompan las suturas.[10]
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Método 2
Método 2 de 2:
Vigilar el comportamiento de tu perro

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    Programa la cirugía cuando puedas estar en casa. A menos que la cirugía sea de emergencia, prográmala en un momento en el que puedas estar en casa con tu perro. Debes prestar atención a los síntomas extraños que tu perro presente. Asegúrate de que tu perro descanse y no se esfuerce demasiado y simplemente permanece a su lado para lo que necesite.
    • Durante este tiempo, no debes tener demasiados invitados en la casa. Mantén tu casa en silencio y calma para que tu perro pueda descansar.
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    Evita cualquier exceso de actividad. Cuando tu perro tiene suturas, debes limitar su actividad física. Estirarse o ejercitarse en exceso puede causar inflamación en la zona operada. No dejes que tu perro suba o baje las escaleras corriendo, salte para saludar a las personas o realice actividades en las que use demasiada energía. De lo contrario, podría estirar la zona operada, lo cual podría causar inflamación, dolor e incomodidad.[11]
    • Mantén al perro con su correa durante siete a catorce días después de la herida o la cirugía. Hacerlo evitará que realice demasiada actividad y cualquier cosa que podría infectar la herida.[12]
    • Esto podría ser difícil de hacer en casa. Si no puedes mantener a tu perro calmado, posiblemente necesites colocarlo en una perrera para reducir su nivel de actividad.
    • Usa barreras para mantener al perro alejado de las escaleras. Cada vez que dejes al perro solo, coloca barreras para evitar que corra alrededor o salte sobre las cosas.
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    Mantén a tu perro alejado de otros perros. Los otros perros también representan un riego para tu perro cuando tiene suturas. Es probable que otros perros quieran lamer sus heridas, así que mantenlo alejado de los otros perros durante el período de curación. Esto también se aplica a los perros en tu casa.[13]
    • Posiblemente también debas mantenerlo en una perrera alejado de otros animales.
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    Comunícate con el veterinario si tienes alguna preocupación. La salud de tu mascota es lo más importante. Si notas cualquier exceso de sangrado, inflamación inusual o secreción proveniente de la herida, comunícate con el veterinario. Si tu perro comienza a tener fiebre, se enferma, vomita o muestra cualquier otro signo de mala salud, también comunícate con tu veterinario.
    • Si tienes dudas con respecto a algo, comunícate con tu veterinario o envíale una foto a su correo electrónico. Este profesional puede ayudarte a determinar si la herida de tu perro se cura normalmente.[14]
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Acerca de este wikiHow

Elisabeth Weiss
Coescrito por:
Adiestradora de perros profesional
Este artículo fue coescrito por Elisabeth Weiss. Elisabeth Weiss es adiestradora profesional de perros y propietaria de Dog Relations NYC, un servicio de adiestramiento canino en Nueva York, Nueva York. Elisabeth se basa en técnicas basadas en la ciencia, libres de fuerza y basadas en recompensas. Elisabeth ofrece adiestramiento de comportamiento, modales para cachorros, conciencia corporal y prevención de lesiones, dieta, ejercicio y servicios de nutrición para perros. Su trabajo ha aparecido en la revista New York Magazine y en el podcast Dog Save the People. También entrenó a todos los perros en la película "Heart of a Dog" (el corazón de un perro) de Laurie Anderson que presenta la travesía de Elisabeth con Lolabelle, el perro de Laurie Anderson y Lou Reed, y cómo su pasión por tocar el teclado jugó un papel importante en la mejora de su calidad de vida después de ser diagnosticada con cáncer de páncreas. Este artículo ha sido visto 57 655 veces.
Categorías: Cuidado de los perros
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